La muerte es la «cesación o término de la vida». «En el pensamiento tradicional, define la separación del cuerpo y el alma». Se usa también por «dar muerte a alguien» y como sinónimo de «destrucción, aniquilamiento, ruina». También da nombre a uno de sus símbolos más populares: «la figura del esqueleto humano, a menudo provisto de una guadaña».[1]
«El hombre es como la espuma del mar, que flota sobre la superficie del agua y cuando sopla el viento se desvanece como si no hubiera existido. Así arrebata la muerte nuestras vidas».[7]
«Es imposible que un suceso tan natural, tan necesario y tan universal como la muerte, haya sido destinado a la humanidad, por la providencia, como un mal».[10]
Plagio histórico: más tarde Epicteto se pregunta ¿No sabes que la fuente de todas las miserias, para el hombre, no es la muerte, sino el miedo a la muerte?[9]
«Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar su pensamiento sin morir».[2]
«La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja».[2]Anónimo
«La muerte de los jóvenes es un naufragio; la de los viejos es atracar en el puerto».[2][Otros recopiladores -como Señor-, la atribuyen a Gracián).[7]]
«Presentad ante mis ojos a un lado el amor y al otro la muerte y los miraré con indiferencia, pues amo el nombre de la gloria más que temo a la muerte».[19]
«El más espantoso de los males nada es para nosotros, puesto que mientras que nosotros somos, la muerte no está presente, y cuando la muerte se presenta, entonces ya no existimos».[26]
«¿Por qué temer la muerte?, si mientras existimos, ella no existe y cuando existe la muerte, entonces, no existimos nosotros».[27]
«En cualquier cosa que hagas, ten presente la muerte».[28]
«Incierto es el lugar donde la muerte te espera; espérala, pues, en todo lugar».[7][29]
«La muerte es una necesidad igual e invencible y nadie puede quejarse de lo que a todos alcanza».[30]
«La muerte lo reclama todo. Morir es una ley, no un castigo».[31]
«Ni los niños ni los locos temen la muerte y sería una gran vergüenza que la razón y el buen juicio no dieran aquella seguridad, a que conduce la estulticia».[32]
«La muerte no es un dios sino el sirviente de los dioses».[33]
«Todos los juicios son juicios para la vida, al igual que todas las sentencias son sentencias de muerte». [All trials are trials for life, just as all sentences are sentences of death.] [34]
Digresiones
«La muerte no la conocéis, y sois vosotros mismos vuestra muerte: tiene la cara de cada uno de vosotros, y todos sois muertes de vosotros mismos. La calavera es el muerto, y la cara es la muerte; y lo que llamáis morir es acabar de morir; y lo que llamáis nacer es empezar a morir, y lo que llamáis vivir es morir viviendo, y los huesos es lo que de vosotros deja la muerte y lo que sobra a la sepultura. Si esto entendiérades así, cada uno de vosotros estuviera mirando en sí su muerte cada día y la ajena en el otro; y viérades que todas vuestras casas están llenas de ella y que en vuestro lugar hay tantas muertes como personas; y no la estuviérades aguardando, sino acompañándola y descomponiéndola».[35]
«Hay respuestas para todo yo no necesito conocerla la poesía es buscar la respuesta la alegría es encontrar la respuesta la muerte es conocer la respuesta».[38]
↑ Palomo añade esta versión posterior de san Bernardo de Claraval: «La muerte os espera en todas partes; pero, sí sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros». Palomo (2013), p. 241.
↑ Las cartas de Séneca a Lucilio. Obras completas por Lorenzo Riber. Aguilar, 1949; p. 491.
↑ Quevedo, Francisco de (1842). Obras escogidas. Editor Baudry, Libreria Europea. p.237.
↑ Día y noche de Madrid, discursos de lo más notable que en él pasa (1663).Ochoa, Eugenio de. Tesoro de novelistas Españoles antiguos y modernos: con una introducción y noticias de Don Eugenio de Ochoa. 3. Editorial Garnier Hermanos, 1847, p. 96.
↑ Carbonell Basset, Delfín (2006). Diccionario de clichés. Manual-guía de la principal y actual fraseología tópica castellana. Serbal. p.309.ISBN 8476284888.
Albaigès (1997). Un siglo de citas. Planeta.ISBN 8423992543.
Correas, Gonzalo (1906). Vocabulario de refranes y frases proverbiales y otras formulas comunes de la lengua castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia. Ratés.En Internet Archive.
Ortega, Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial, México. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Libros.