Arte visionario
arte que pretende trascender el mundo físico De Wikipedia, la enciclopedia libre
Arte visionario es una ambigua calificación que se aplica a determinados artistas o a movimientos artísticos completos (el simbolismo,[nota 1] el expresionismo,[nota 2] el dadá y el surrealismo[nota 3] o distintas modalidades del arte abstracto[nota 4]) que producen obras de arte que por su contenido, o bien por la técnica utilizada para su creación (ascetismo -u otras prácticas espirituales-[nota 5] desinhibición, técnicas surrealistas, estados alterados de la mente[3] o de la consciencia, intoxicación alucinógena -esté asociada a los movimientos contraculturales del arte psicodélico o la música psicodélica, al interés intelectual en la psicodelia o psiconáutica, o al simple uso médico o recreativo de las drogas-,[nota 6][4] etc.), parecen resultado de una especial percepción (como la que implicaría tener "visiones" o "alucinaciones") o la parecen comunicar al espectador, relacionándose de una forma particularmente potente con el mundo de los sueños o de la imaginación. La creatividad en el arte y la literatura, desde sus inicios en la Antigüedad, siempre se ha vinculado con el prestigioso concepto de "inspiración", sea inspiración divina o su alternativa terrenal, la inspiración artística.




El arte visionario puede identificarse como una de las muchas manifestaciones (muy distintas entre sí) que se han calificado de "arte primitivo" (como el arte prehistórico, el de las culturas primitivas de la actualidad, el art brut -que se asocia a marginados y personas con problemas mentales o uso de drogas-, el arte naíf -que también puede confundirse o no con el de niños y personas que no han recibido una educación artística formal-, etc.) También puede asociarse al malditismo de los artistas que no son entendidos en su época porque se anticipan a su posteridad.
Salvador Dalí ejemplifica el tipo de artista "visionario" que no reclama para sí mismo una particular condición primitiva, arcana, esotérica o pseudo-religiosa, más allá de su método creativo, que denomina "método paranoico-crítico".[nota 7] De forma opuesta, hay artistas que pretenden trascender el mundo físico por haber alcanzado una visión más amplia del conocimiento o que pretenden realizar obras basadas en experiencias espirituales o místicas, o que surgirían de escuchar voces internas o de una autopercepción del alma. Entre estos artistas estarían (por orden cronológico) Samuel Palmer, Gustave Moreau, Edward Burne-Jones, Odilon Redon, Adolf Wolfli, Jean Delville, Max Ernst, Stanley Spencer, Henry Darger, Brion Gysin o Ernst Fuchs, entre otros. Algunos fueron líderes de su propio movimiento místico, como fue el caso de William Blake. De otros se ha intentado encontrar alguna explicación a su obra en su relación con algún grupo místico, como fue el caso de El Bosco (los Hermanos del Libre Espíritu) o de Hilma af Klint (la teosofía, que también atrajo a Nikolái Roerich, a Kandinsky o a Mondrian, sin que en ellos se atribuya una relación tan estrecha entre obra y misticismo). Algunos artistas han preferido acuñar sus propias denominaciones, como "pintura metafísica" (Giorgio de Chirico), "transhylismo" o "mensaje reencontrado" (Louis Cattiaux)[5] o "precisionismo" (Georgia O'Keeffe).[6] Por último, de otros importantes artistas no parece necesario atribuir su desbordante capacidad imaginativa a recursos ajenos a su propio trabajo artístico, como son los casos de El Greco, Heinrich Füssli, Francisco de Goya o Vincent van Gogh.[nota 8]
Definiciones
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Contexto
El Museo de arte visionario americano (American Visionary Art Museum -AVAM-)[7] define arte visionario como "... el arte producido por individuos autodidactas, generalmente sin el entrenamiento formal, cuyos trabajos se presentan como una visión personal y natural que revela principalmente en el acto creativo en sí mismo."[8]
Tanto en la formación autodidacta como en la dirigida, los artistas continúan creando obras con visión de futuro, refinación y entrenando con intensidad. Esto potencia aún más el argumento del American Visionary Art Museum como una definición fuera de lugar, por lo que se conoce simplemente como arte outsider ("marginal"), o naïf ("ingenuo"); aunque de vez en cuando muestran que los artistas de este género se redefinen continuamente.[cita requerida]
Walter Schurian,[nota 9] profesor en la Universidad de Münster, precisa brevemente las dificultades en la descripción del arte visionario como si fuera un género distinto, donde "es difícil saber dónde comenzar y dónde parar. Las tendencias reconocidas tienen todo su componente fantástico, así que la demarcación es convenientemente borrosa."[cita requerida]
A pesar de esta ambigüedad, allí parece emerger una cierta definición de qué constituye la visión contemporánea de arte "escénico" y que los artistas pueden ser considerados especialmente influyentes.[cita requerida]
Alex Grey teoriza acerca del papel que el arte "visionario" (y en particular, en el suyo) tienen la imaginación, la conexión con el cuerpo amado y la divinidad trascendental, en relación con distintas tradiciones espirituales.[9]
Laurence Caruana publicó un "manifiesto del arte visionario" (Manifesto of Visionary Art, 2001), donde diferencia entre la aproximación de los surrealistas y la de los visionarios que, según él, intentan encontrar nuevos lenguajes visuales para "ver lo no visto" o "expresar en forma visual lo supra-visual" (término que enfatiza, utilizándolo en inglés -lengua en la que se escribe igual que en castellano- y en francés: sur-visuel); y lo hacen por todos los medios a su disposición y afrontando grandes riesgos personales. Para ello se combinan y funden las imágenes artísticas con las de sueños, mitos y símbolos culturales.[10][11]
Psicobiología y arqueología cognitiva
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La psicobiología (desarrollada, entre otros, por Heinrich Klüver, que hacia 1928 acuñó el término form-constant -"forma-constante"- para los elementos geométricos recurrentes que se observan durante los estados iniciales de la experiencia visual alucinatoria del mezcal)[nota 10] y la arqueología cognitiva (desarrollada, entre otros, por David Lewis-Williams)[12] identifican patrones visuales típicos de los estados no ordinarios de conciencia (patológicos, chamánicos y psicodélicos) en las pinturas rupestres, petroglifos y otros diseños del arte prehistórico y de culturas todavía existentes en la actualidad (por ejemplo, el arte rupestre san), evidenciando que la necesidad humana de representar en el arte las "visiones" se remonta al pasado remoto y sigue existiendo.[13]
- Hueso decorado con motivos geométricos procedente del Abrigo de La Madeleine (Les Eyzies, Dordogne, Francia) con una antigüedad de 40.000-35.000 años.
- Pinturas de la Grotte des Trois-Frères, entre 17.000-10.000 a. C.
- Ídem.
- Petroglifos con la representación de un antílope y formas espirales en Oued Djerat (Argelia), período Bubalus, entre 10.000-7.000 a. C.
- Figuras antropomorfas llamadas "astronautas", Area di Zurla (Nadro), Riserva naturale Incisioni rupestri di Ceto, Cimbergo e Paspardo, arte rupestre de Val Camonica (Italia).
- Pinturas del Abrigo de Barfaluy (Sierra de Guara, Huesca, España).
- Estela de la Granja de Toriñuelo (Badajoz, España).
- Fragmento de cerámica con decoración geométrica y antropomorfa, Cova de l'Or (Beniarrés, Valencia, España).
- Cerámica campaniforme procedente de Chabola de la Hechicera (Álava, España).
- Pinturas rupestres de los nukak (Colombia).
- Pinturas rupestres de los aborígenes australianos en Anbangbang Rock Shelter, Kakadu National Park.
Arquitectura visionaria
Se ha llamado arquitectura visionaria a algunos proyectos de Étienne-Louis Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806); así como a la serie de grabados Carceri d'Invenzione (1745-1760) de Giovanni Battista Piranesi, que diseñan arquitecturas intrincadas, como las que (ya totalmente imposibles en la tridimensionalidad) imaginó M. C. Escher dos siglos después.
A la denominada "arquitectura naíf" también se la llama "paisajismo visionario"
- Proyecto de edificio, de Boulée.
- Proyecto para la casa de los guardas agrícolas del paque de Mauperthuis, de Ledoux.
- Plancha VII de Carceri d'Invenzione, de Piranesi, 1745.
- Escher en su taller, 1958.
Pintura visionaria
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El Greco
Es tópico considerar la pintura y personalidad de El Greco como anticipatoria de artistas y movimientos posteriores, después de ser rechazada por considerarla excéntrica, extravagante e incluso vanidosa o absurda.[14] Ramón Gómez de la Serna le llamó "visionario iluminado",[15] mientras que Gregorio Marañón imaginó que usaba como modelos quizá a los judíos de Toledo (cosa difícil, dado que nadie hubiera querido ser identificado con tal condición desde su expulsión, sucedida un siglo antes, y por la discriminación social a que se sometía a los conversos desde antes incluso), aunque posteriormente, de forma más segura (y siguiendo una idea que atribuye a Manuel Bartolomé Cossío, lo que se ha discutido) propuso que lo habría hecho con los internos del manicomio de Toledo.[16] La distorsión y alargamiento de sus figuras no parece que fuera resultado de un defecto visual o de una patología neurológica, como se ha planteado en algunos estudios y descartado por otros.[17] Es significativo que una de sus obras (Visión del Apocalipsis, también llamada Visión de San Juan o Apertura del quinto sello) fuera comprada por Ignacio Zuloaga, que la ubicó en su casa de Zumaya donde recibía a un selecto círculo artístico y literario que incluía a Marañón; lo representó (junto con el cuadro del Greco) en una de sus obras, titulada Mis amigos, que dejó inacabada.[18]
Füssli y Blake
Se ha calificado de "visionarios" a dos artistas inclasificables de finales del XVIII y comienzos del XIX: Heinrich Füssli y William Blake.[19] Solo en parte pueden ser asociados a la estética del Prerromanticismo. Para giulio Carlo Argan son "los dos pilares de la poética de lo sublime... al igual que Füssli vive de pesadillas, Blake vive de visiones".[20]

- El sueño del pastor, de Heinrich Füssli, 1793
- Beatriz dirigiéndose a Dante, de William Blake, 1824.
Goya
Contemporáneo de Füssli y Blake, Francisco de Goya tiene una parte de su amplia producción que se ha calificado de "visionaria": series de grabados como Los caprichos, Los disparates o Los desastres de la guerra, la intervención en los muros de su propia casa (Quinta del Sordo) que se han denominado Pinturas Negras, y algunas otras obras aisladas, como la estampa El gigante (similar al cuadro El coloso, de discutida atribución) o Los prisioneros.[21]

Van Gogh
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Vincent van Gogh tuvo en su atormentada vida personal y espiritual un estímulo para su arte, pero no pretendía que sus obras tuvieran componentes más allá de lo material. Alguna de ellas, particularmente La noche estrellada, fue fruto de una tensión psicológica que expresó en una carta a su hermano Theo: "tremenda necesidad de, diré la palabra, de religión, de modo que salgo por la noche a pintar las estrellas". A pesar de todo, él la consideraba "un fracaso"; aunque mucho más adelante fuera considerada "visionaria" por la crítica y la historiografía del arte.[22] En algunos periodos de su vida consumía alcohol en exceso, pero no mientras pintaba; en cambio, fumaba constantemente.[23]




Literatura visionaria
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La literatura visionaria incluiría los textos sagrados de la mayor parte de las religiones, que se suponen inspirados por la divinidad; otros géneros de literatura religiosa, como la profecía o la literatura mística;[24] y ejemplos más o menos alejados de ellos, como la Divina comedia de Dante o El paraíso perdido de John Milton. De hecho, también la poesía homérica se autoproclamaba inspirada: "Canta ¡oh diosa!, la cólera del pélida Aquiles...", comienza la Ilíada, aludiendo a la función atribuida a las musas; la Odisea comienza: "Musa, dime del voluble varón..."; Hesiodo comienza su Teogonía: "De las musas helicónides comencemos el canto..."; y Virgilio continúa la tradición en la Eneida: "Musa, recuérdame las causas..."[25]
También hay una evidente identidad entre lo visionario y lo mistérico que se expresa en la literatura alquímica y en textos inclasificables, como el manuscrito Voynich (que ni siquiera ha podido ser descifrado, aunque sí datado en el siglo XV) o la Hypnerotomachia Poliphili (Francesco Colonna, 1467).
La nueva relación de artista y sociedad que trae la Edad Contemporánea y la nueva estética del "arte por el arte" permitieron nuevas posibilidades de expresión visionaria, como la de Los paraísos artificiales (Charles Baudelaire, 1858-1860) o Los poetas malditos (Paul Verlaine, 1884-1888). También es común considerar "visionarios" a escritores atormentados de estética romántica e imaginación desbordante, como Edgar Allan Poe,[26] o posteriores, como Lewis Carroll, Franz Kafka o J. R. R. Tolkien. Harold Bloom llamó "poetas visionarios del romanticismo inglés" a William Blake, lord Byron, Percy B. Shelley y John Keats.[27][nota 11]
La escritura automática y otras estrategias de alejamiento de las convenciones literarias son propias de la literatura experimental, que coinciden con las vanguardias artísticas en el tiempo, la estética y, a menudo, los mismos autores-artistas.
Géneros narrativos como la literatura fantástica, utopías, ucronías, distopías, la novela gótica, la ciencia ficción o el realismo mágico se han considerado en mayor o menor medida como "visionarios". Menos frecuentemente, en el teatro se ha calificado de "visionarias" algunas obras especialmente rupturistas, como las del teatro del absurdo o el teatro de la crueldad.
Estupefacientes, alcohol y literatura
La Arabia entera es un paraíso de fragancia suavísima, y casi divina
En cuanto a la relación del uso de drogas en literatura y la condición visionaria de las obras producidas bajo su influjo (o al menos por los literatos que experimentaron con ellas), se remonta a la Antigüedad (los oráculos que emitieron las sentencias de Delfos se valían de ello, y su uso es descrito por Homero, Hipócrates, Heródoto, Teofrasto, Dioscórides, Cicerón, Plinio el Viejo o Galeno)[29] y continúa en las épocas siguientes con más o menos visibilidad (lo recogen, por ejemplo, santa Hildegard von Bingen, François Rabelais -que era médico e hijo de boticario con plantaciones de cáñamo-, Paracelso, Nostradamus o Miguel de Cervantes -hijo y nieto de médicos-).[30]
En la Edad Contemporánea se hace explícito en la obra de Thomas de Quincey (Confesiones de un opiófago inglés, 1821) y en muchos otros (por orden cronológico): Walter Scott, Samuel Taylor Coleridge, Percy B. Shelley, Mary Shelley, Honoré de Balzac, Alexandre Dumas, Gérard de Nerval, Alfred de Musset, Théophile Gautier, Charles Baudelaire, William Wilkie Collins, Jules Verne, Bram Stoker, Robert Louis Stevenson, Guy de Maupassant, Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, Ramón del Valle Inclán, Guillaume Apollinaire, D. H. Lawrence, Blaise Cendrars, Jean Cocteau, Aldous Huxley, Ernst Jünger, Antonin Artaud, Henri Michaux, André Malraux, Klaus Mann, Jean-Paul Sartre, Tennessee Williams, Octavio Paz, William Burroughs, Paul Bowles, Timothy Leary, Jack Kerouac, Álvaro Mutis, Allen Ginsberg, Hubert Selby Jr, Philip K. Dick, Fernando Arrabal, Françoise Sagan, Ken Kesey, Fernando Sánchez Dragó, Hunter S. Thompson, Antonio Escohotado, Stephen King, Leopoldo María Panero, Luis Alberto de Cuenca, Roberto Bolaño, Mark Leyner, Will Self, Bret Easton Ellis, Frédéric Beigbeder, James Frey etc.[31] Más extensa sería la nómina de los escritores que, sean o no usuarios ellos mismos, toman las drogas como tema literario, en géneros que más que "visionarios" se asocian a la literatura de costumbres o de la criminalidad; o el llamado "periodismo Gonzo", al menos en su iniciador, Hunter S. Thompson.[32]
Más allá de las loas al vino,[nota 12] la embriaguez de alcohol ha sido la más generalizada de las drogadicciones de los escritores en todas las épocas; y una de sus variantes más peligrosas, el uso de la absenta, fue un lugar común entre los escritores y artistas de la bohemia parisina del siglo XIX: Victor Hugo, Arthur Rimbaud, Paul Verlaine, Charles Cros, Rubén Darío, Alfred Jarry, Fernando Pessoa, Mário de Sá-Carneiro, Ernest Hemingway (ya en la época de la lost generation), etc. Según Oscar Wilde, «tras el primer vaso, uno ve las cosas como le agradaría que fueran. Tras el segundo, uno ve las cosas que no existen. Por último, uno termina viendo las cosas como son y eso es lo más terrible que puede acontecer».[nota 13]
Cine visionario
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Existe alguna utilización de la expresión «cine visionario» para algunas producciones cinematográficas particularmente innovadoras, perturbadoras o de alguna manera identificadas con las demás manifestaciones de lo visionario en las artes. Aunque pueda coincidir en ciertos casos, no tiene por qué restringirse al cine experimental o al de arte y ensayo; y en otros puede convertirse en verdaderos éxitos comerciales. Algunas de ellas fueron resultado de la colaboración de Salvador Dalí (como Un perro andaluz, con Luis Buñuel -1929-, Destino, con Walt Disney -1945-, o Spellbound -Recuerda-, con Alfred Hitchcock -1945-[33]). Otro ejemplo, bien distinto, es Ballet mécanique ("Ballet mecánico"), resultado de la colaboración entre Fernand Léger y Dudley Murphy (1924).[34] En realidad, todo el cine primitivo (hermanos Lumière, Georges Méliès) fue en sí mismo un experimento visionario que sus contemporáneos no deslindaban del campo técnico-científico o del ilusionismo mágico y escenográfico, y solo con el paso del tiempo acabó siendo entendido como un "séptimo arte"; aunque siempre ha mantenido una estrecha relación con el mundo de la fantasía (la fantasmagoría, la ensoñación)[35] los sueños y el soñar despierto.[36]
El cine es un sueño dirigido.
Entre los directores que han sido calificados como "visionarios" en toda o parte de su filmografía están Friedrich Wilhelm Murnau, Fritz Lang, Luis Buñuel, Edgar Neville, Stanley Kubrick, Ridley Scott, David Lynch o Pierre Clémenti.[38] También se han identificado con el término algunos artistas plásticos que se expresaron en los efectos especiales, como H. R. Giger.[39]
- Fotoframa de Viaje a la Luna (Georges Méliès, 1902).
- Rodaje de Metrópolis (Fritz Lang, 1927).
- Fotograma de Un perro andaluz (Luis Buñuel, 1929).
- Recreación del local Moloko de La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971 -adaptación de la novela de Anthony Burgess, 1962-).
- Dibujo de H. R. Giger para Alien: el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979).
Escuelas y organizaciones
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Movimiento visionario
En los años 1970 se formó en París un denominado "movimiento visionario" (mouvement visionnaire) como grupo de artistas informal. Compartían referencias artísticas similares y trabajaban y exponían en los mismos espacios. Su técnica más usual de expresión fue el grabado. Michel Random teorizó el movimiento, identificó a sus componentes (Hélène Csech, Dado, Érik Desmazières, Yves Doaré, François Houtin, Étienne Lodého, François Lunven, Philippe Mohlitz, Jacques Le Maréchal, Mordecaï Moreh, Jean-Pierre Velly, etc.) y acuñó su denominación[40] en su obra L'Art visionnaire, inicialmente una película documental (1976), que posteriormente se prolongó en una obra literaria con una primera edición de 1979[41] y una segunda de 1991.[42]
Realismo fantástico
Con la etiqueta de "realismo fantástico" se identifica un movimiento del que se considera representante al artista polaco autodidacta Zdzisław Beksiński.[43]
Escuela de Viena del realismo fantástico
La Escuela de Viena del realismo fantástico (Wiener Schule des Phantastischen Realismus),[44] que incluye a Ernst Fuchs y Arik Brauer, deben también ser consideradas un catalizador técnico y filosófico importante en su influencia fuerte sobre la cultura visionaria contemporánea. Puede también ser considerado su versión europea, con sus nombres intercambiados.[cita requerida]
Sociedad para el arte de la imaginación
La Sociedad para el arte de la imaginación (Society for Art of Imagination -AOI-),[45] fundada en 1961 por Brigid Marlin y un grupo de artistas del grupo Inscape,[46] sirve como un portal importante para los acontecimientos del arte visionario.[cita requerida]
Otras
Más recientemente, una nueva ola de artistas visionarios colabora en "cooperativas modernas" involucradas en publicaciones propias y promoción de "artistas visionarios" a través de internet y por medio de festivales como Burning Man y Boom Festival; y en espacios como Templo de las Visiones, Tribu 13, Synergenesis y el Movimiento de Arte de Interdimensional.[cita requerida]
Arte fantástico y arte onírico
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Existe algún uso de denominaciones similares como "arte fantástico"[47] y "arte onírico" (o "arte de los sueños").[48] De muy laxa definición, se cita entre ellos incluso las ilustraciones para la literatura fantástica o los paisajes imaginarios del Renacimiento alemán (Weltlandschaft).
- Ilustración de John Tenniel para la primera edición de Alice's Adventures in Wonderland, 1865.
- Sadko en el reino subacuático, de Ilya Repin, 1876.
- Ilustración de Konstantín Korovin para "el sueño de Tatiana" en Eugenio Onegin, 1899.
- Ilustración de Mary Hamilton Frye para Las aventuras de Nils, 1907.
- Ilustración de John Bauer para The boy and the trolls, 1915.
Los sueños en el arte

La representación de sueños en el arte cristiano se ha dado con motivos basados en la Biblia o en tradiciones (como el sueño de Abraham,[49] el sueño de Jacob,[50] el sueño del faraón,[51] el sueño de Salomón,[52] el sueño de Elías,[53] el sueño de Nabucodonosor,[54] el sueño de los Reyes Magos,[55] el sueño de San José, el sueño de Constantino, el sueño de Santa Elena, el sueño del patricio Juan, el sueño de Santa Úrsula,[56] el sueño del papa Sergio,[57] el sueño de Santa Catalina de Alejandría -y otros desposorios místicos-,[58] etc.) De un modo similar, la pintura mitológica representó escenas de sueño en su ámbito temático. La inclusión de ángeles, nimbos luminosos o símbolos (que puedan entenderse como elementos iconográficos apropiados) suele indicar que en una parte de la escena se representa un sueño. A partir de la pintura del Renacimiento el recurso más utilizado para ello es la difuminación de los contornos, la presencia de un vapor o de nubes (que pueden separar planos como en el rompimiento de gloria).
- El sueño de Nabucodonosor en el beato de Valcavado, 970.
- El sueño del faraón, ilustración del Hagadá para Pesaj, manuscrito hebreo del siglo XIV.
- El sueño del papa Sergio, de Rogier van der Weyden , ca. 1437-1440.
- El sueño de Constantino, de Piero della Francesca, ca. 1452-1466.
- El sueño de Elías o Elías despertado por un ángel, de Dieric Bouts, ca. 1464-1468.
- El sueño de los Reyes Magos en una ilustración del Misal de Salzburgo, ca. 1478-1489.
- Sueño de Santa Úrsula, de Vittore Carpaccio, 1495.
- El sueño del caballero, de Rafael Sanzio, ca. 1504-1505.
- Sueño de Santa Elena, de Veronés, ca. 1570-1580.
- El sueño de Santa Catalina de Alejandría, de Lodovico Carracci, ca. 1593.
- Visión de San Pedro Nolasco, de Francisco de Zurbarán, 1629.
- El sueño de Jacob, de José de Ribera, 1639.
- El sueño de San José, de Georges de La Tour, ca. 1640.
- El sueño de Abraham en una ilustración de la Biblia de Wenceslas Hollar, siglo XVII.
- El sueño del caballero, de Antonio de Pereda, ca. 1650-1660.
- El sueño del patricio Juan, de Murillo, ca. 1664.
- El sueño de Salomón, de Lucas Jordán, 1694-1696.[59]
- El sueño de Esculapio, de Sebastiano Ricci, ca. 1725-1730.
- Mercurio se aparece a Eneas en sueños, de Giovanni Battista Tiepolo, 1757.
En el arte contemporáneo la representación de los sueños se ha hecho con mucha mayor libertad (Johann Heinrich Füssli, Salvador Dalí, Marc Chagall, etc.)[60]
- Escalera de Jacob, de William Blake, 1805.
- El sueño de la felicidad, de Constance Mayer, 1819.
- El soñador, de Caspar David Friedrich, ca. 1835.
- El material del que están hechos los sueños, de John Anster Fitzgerald, 1858.
- El sueño del eunuco, de Jean-Jules-Antoine Lecomte du Nouÿ, 1874.
- La pequeña sueña, de Paul Gauguin, 1881.
- El sueño, de Pierre-Cécile Puvis de Chavannes, 1883.
- Ta reiroa ("el sueño"), de Paul Gauguin, 1897.
- La gitana dormida, de Henri Rousseau "el Aduanero", 1897.
- El sueño, de Franz Marc, 1912.
- El sueño, de Max Beckmann, 1921.
El sueño como recurso literario y cinematográfico
La utilización del sueño como recurso narrativo literario o cinematográfico es notable en algunas obras, y ha evolucionado en el tiempo, llegando a ser muy complejo y con muy distintas manifestaciones. Puede ser una mera justificación de lo inverosímil, lo obsceno o lo inconveniente, diferenciarse o asemejarse a la forma en que se trata la vigilia, tener entidad propia o conformar una parte de la narración enmarcada (mise en abyme), proporcionar un giro argumental que sorprenda al lector o espectador al revelarle que todo lo que creía real es un sueño, o hacerle dudar.[61] La literatura científica, filosófica o ensayística en torno a los sueños es otra categoría bien distinta, aunque de no menor calidad literaria.[62]
Véase también: Visión onírica

El recurso del sueño se utiliza en los poemas homéricos,[63] en la Biblia, en el Atharvaveda, en Dante,[64] en La Celestina, en la escuela mística española,[65] en Juan Maldonado (Somnium, 1541), en Justo Lipsio (Somnium, 1581), en Shakespeare (El sueño de una noche de verano, ca. 1595), en Cervantes (Don Quijote de la Mancha, 1605-1615),[66] en Kepler (Somnium, 1608), en Quevedo (Los sueños, 1627), en Calderón (La vida es sueño, 1635), en Milton (El paraíso perdido, 1667),[67] en Diderot (Sueño de D'Alembert, 1769),[68] en William Blake (A Dream, 1789 -una de las Canciones de Inocencia y de Experiencia-),[69] y con características innovadoras en la literatura contemporánea a partir del Romanticismo, que "tendió a transformar el sueño en un procedimiento literario en el que el lirismo encuentra un fácil desarrollo".[70] Mary Shelley indicó en el prólogo a la edición de 1831 de Frankenstein o El moderno Prometeo que lo concibió en un sueño; ejemplos más evidentes son: Eugenio Oneguin, de Alexander Pushkin (1823-1831), Cuento de Navidad, de Charles Dickens (1843), Un sueño en un sueño, de Edgar Allan Poe (1849), Aurelia, de Gérard de Nerval (1855), Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll (1865). Desde la segunda mitad del siglo XIX y en el siglo XX, el sueño "se convierte en un elemento motor de la intriga, que complica o que resuelve. Metamorfosea la psicología del héroe, turba su razonamiento, modifica su conducta."[70] De esta época son: El sueño, de August Strindberg (1901), Peter Pan y Wendy, de J. M. Barrie (1904-1911), La puerta en el muro, de H. G. Wells (1911), El forastero misterioso, de Mark Twain (1916), La búsqueda en sueños de la ignota Kadath, de H. P. Lovecraft (1927), Orlando, de Virginia Woolf (1928), La realidad del sueño, de Luigi Pirandello (publicado en Cuentos para un año, 1933),[71] Finnegans Wake, de James Joyce (1938),[72] Lord Mountdrago de W. Somerset Maugham (publicado en The Mixture as Before, 1940),[73] buena parte de la obra de Jorge Luis Borges (como Las ruinas circulares, 1940),[74] de Julio Cortázar (como Casa tomada -1946-, La noche boca arriba -1955-, Una flor amarilla -1956-, Axolotl -1956-, Segundo viaje -1982-, etc.),[75] o Gabriel García Márquez (como Cien años de soledad, 1967),[76] Ada o el ardor, de Vladímir Nabókov (1969), etc.[77]

Entre las películas que lo utilizan están: El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene (1920), Sherlock Jr. de Buster Keaton (1924), Peter Ibbetson -Sueño de amor eterno- de Henry Hathaway (1935), The Wizard of Oz de Victor Fleming (1939), Bienvenido Mr. Marshall de Luis García Berlanga (1953), Fresas salvajes de Ingmar Bergman (1957), Vértigo de Alfred Hitchcock (1958), 8½ de Federico Fellini (1963), Pesadilla en Elm Street de Wes Craven (1984), Top Secret! de Val Kilmer (1984), Los Sueños de Akira Kurosawa (1990), My Own Private Idaho de Gus Van Sant (1991), Living in Oblivion de Tom DiCillo (1995), Abre los ojos de Alejandro Amenábar (1997), The Big Lebowski de los hermanos Coen (1998), Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick (1999), The Matrix de las entonces hermanos Wachowski (1999), Waking Life de Richard Linklater (2001), Eternal Sunshine of the Spotless Mind y La Science des rêves de Michel Gondry (2004 y 2006), Paprika de Satoshi Kon (2006), Inception de Christopher Nolan (2010), Shutter Island de Martin Scorsese (2010), En cuerpo y alma de Ildikó Enyedi (2017); buena parte de la filmografía de Luis Buñuel, Andrei Tarkovsky, Sergei Parajanov o David Lynch, etc.[78]
Hipnosis en literatura y cine
Con características hasta cierto punto confluyentes, la hipnosis se ha utilizado también como tema argumental y recurso narrativo que llegó a generar un subgénero denominado "ficción hipnótica" por Arthur Quiller-Couch y "cuentos mesméricos" por Darko Suvin; siendo sus precedentes obras de la primera mitad del siglo XIX como El magnetizador[79] de E. T. A. Hoffmann (1813) o La verdad sobre el caso del señor Valdemar de Edgar Allan Poe (1845).[80]
Se trasladó al cine desde muy pronto: El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene (1920), El doctor Mabuse de Fritz Lang (1922 -basada en la novela de Norbert Jacques, 1921-), El misterioso Dr. Fu Manchú de Rowland V. Lee (1929 -basada en las novelas de Sax Rohmer-), Svengali de Archie Mayo (1931 -basada en la novela Trillby de George du Maurier, 1894-); convirtiéndose en un subgénero del cine de terror que se ha denominado "hypnosis horror":[80] Drácula de Tom Browning (1931 -basada en la adaptación teatral de la novela de Bram Stoker-), Spellbound -Recuerda- de Alfred Hitchcock (1945), El elemento del crimen de Lars von Trier (1984), Morir todavía de Kenneth Branagh (1991), Doctor Sleep de Nick Willing (2002), Hipnos de David Carreras (2004 -basada en la novela de Javier Azpeitia, 1995-),[81] Hypnotic de Robert Rodriguez (2023), etc. Incluso se ha intentado utilizar la propia obra cinematográfica como un instrumento hipnótico (o al menos hacer creer al espectador que se le está intentando hipnotizar), mediante técnicas cuyas denominaciones parafrasean las utilizadas para incrementar la espectacularidad de las proyecciones (Hypno-Vista, Psycho-Rama, HypnoScope o HypnoMagic), y que pretenden sugestionar con ciertos sonidos e imágenes (como la hypno-wheel -una espiral girando-) o con voces persuasivas: Terror in the Haunted House de Harold Daniels (1958), Horror en el Museo Negro de Arthur Crabtree (1959) o El ojo diabólico de George Blair (1960). Rápidamente pasaron de moda, aunque se les rinde homenaje en algunas producciones posteriores, como Angustia de Bigas Luna (1987) o Europa de Lars von Trier (1991).[80]
Notas
- Miguel Calvo Santos, Simbolismo, HA!, 21 de enero de 2015: "El simbolismo es misterio, un sueño, un enigma… Frente a la sociedad industrial que ya se estaba estableciendo, se propugna un arte poético, porque en realidad de ahí viene todo, de Las flores del mal de Baudelaire... los artistas simbolistas vuelven a escapar de la realidad, buscando lo onírico, experimentando con drogas... es muy difícil englobar estéticamente a los simbolistas en un conjunto concreto y estéril... todos practicaron un arte antinaturalista, casi siempre espiritual, desatando a fantasía y la subjetividad frente a la objetividad científica de impresionistas y neo-impresionistas. Y todo mediante el símbolo, su herramienta para la expresión del estado de ánimo, de las emociones y de las ideas del individuo." Además de la literatura, que da nombre al movimiento, se define una pintura simbolista, etiqueta de aplicación muy amplia, que además de a una parte de los postimpresionistas (destacadamente a Gauguin o Van Gogh) y a otras denominaciones (como los nabis y los nubians) puede aplicarse a una gran nómina de artistas de finales del XIX y principios del XX que comparten rasgos estilísticos, temáticos, e incluso en algunos casos su aproximación al misticismo o a la teosofía: Pierre Puvis de Chavannes, Arnold Böcklin, Félicien Rops, Eugen Bracht, Ferdinand Hodler, Alphonse Osbert, Fernand Khnopff, Paul Ranson, Santiago Rusiñol, Gustav Klimt, Franz von Stuck, Félix Vallotton, John Duncan, Carlos Schwabe, William Degouve de Nuncques, Hugo Simberg, Nikolái Roerich, Mikalojus Konstantinas Čiurlionis, etc. Entre todos ellos, es más frecuente asociar el adjetivo "visionario" a la obra de Gustave Moreau u Odilon Redon. - Gustave Moreau en HA!: "Gustave Moreau, artista de culto, visionario, precursor del Simbolismo y famoso por su estética decadente... Es uno de esos artistas inclasificables que influyeron -probablemente sin saberlo- en la historia del arte... Se formó en varios talleres (y también de manera autodidacta)... sus extrañas temáticas no fueron muy bien aceptadas por varios sectores... Como en literatura, su simbolismo fue una reacción para evadirse de esa vida social burguesa haciendo uso de «símbolos» e imágenes recurrentes como adolescentes andróginos, mujeres fatales, criaturas monstruosas… Se dice que muchas de sus obras fueron fruto del consumo de opio, que generó alucinaciones en el pintor. Esta acusación, pese a ser infundada, perdura durante muchos años." - Comentario a Flor del pantano con cabeza humana triste (Odilon Redon, 1885) en HA!: "Desde la contemplación nacía un mundo interior original de composiciones únicas, él lo describe como «la lógica de lo visible al servicio de lo invisible». Para Redon esta forma de trabajar era una realidad sentida, una encrucijada donde se reunían el yo, la imaginación y el mundo exterior. Lo vivía como un mundo visionario donde lo que no se conoce se sugiere. «Toda mi originalidad consiste en dar vida a seres imposibles de acuerdo con las leyes de la posibilidad.»" - Jorge González, El simbolismo en el Arte: misticismo, imaginación y emociones, TTamayo, 10 de marzo de 2020.
- Tanto en su vertiente pictórica (pintura expresionista: Edvard Munch -El eco de la desesperación: Munch y un aullido existencial que aún resuena, Litoral, 23 de enero de 2024-, Egon Schiele -Egon Schiele. La libertad del arte en peligro, Las Nueve Musas-, Oskar Kokoschka -Los rayos X de Oskar Kokoschka en Más de Arte, 25 de marzo de 2025-, Paul Klee -"Para Klee la pintura no era una evasión, sino un instrumento visionario. Un medio de encontrar los mundos paralelos que sospechaban que se escondían tras la llamada realidad." Paul Klee en HA!-, Otto Dix -exposición en la Fundación Juan March, 10 de febrero a 14 de mayo de 2006-, etc. -una de las variantes de la "nueva objetividad" que surgió del expresionismo se denominó "realismo mágico"-) como en su vertiente cinematográfica (cine expresionista) o en su vertiente arquitectónica (arquitectura expresionista -La arquitectura del expresionismo en Artehistoria-).
- Además de los más conspicuos artistas próximos a los movimientos dadaísta y surrealista (como Francis Picabia, Marcel Duchamp, Marc Chagall, Jean Arp, Man Ray, Max Ernst, Joan Miró, René Magritte, Salvador Dalí o Frida Kahlo), son característicos "visionarios", por distintas razones, Victor Brauner, Hans Bellmer, Dorothea Tanning, Ángeles Santos, Rufino Tamayo, Alfonso Ponce de León, Óscar Domínguez, Louise Bourgeois etc. - Salvador Dalí, Joan Miró, Francis Picabia, Marcel Duchamp, Marc Chagall, Jean Arp, Man Ray, Max Ernst, Alfonso Ponce de León, René Magritte, Oscar Domínguez, Hans Bellmer, Dorothea Tanning, Ángeles Santos, Rufino Tamayo, Victor Brauner, Louise Bourgeois, Frida Kahlo, etc. en HA! - Marion Itzel, La pintura surrealista y el arte visionario, TTamayo, 27 de marzo de 2017. - Dadaísmo, HA!, 21-01-2015 - 100 años de Dadá. Cabaret Voltaire, Zurich, febrero de 1916., HA!, 2016 - Surrealismo, HA!, 21-01-2015: «El hombre que no puede visualizar un caballo al galope sobre un tomate es un idiota.» ... André Breton... había sido camillero en hospitales psiquiátricos durante la guerra, y ahí conoció tanto la obra de Sigmund Freud como... la extraña realidad oculta tras la locura... quería, con esa locura como herramienta, unir ... «cambiar la vida» [de Rimbaud con] «transformar el mundo» [de Marx]. Nace así el surrealismo ... «se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo y en el libre ejercicio del pensamiento. Tiende a destruir definitivamente todos los restantes mecanismos psíquicos y a sustituirlos en la resolución de los principales problemas de la vida»... quería incorporar los conceptos psicoanalíticos de Sigmund Freud a la mentalidad Dadá... dejar al subconsciente trabajar, ya fuera mediante escritura o pintura automática, por plasmar sueños, por regresar a la infancia… en definitiva por ser libre y espontáneo. Acceder al subconsciente significaba mostrar pensamientos y deseos indecorosos, plasmar imágenes chocantes para exponer la depravación del ser humano, disfrazado de civilizado por la sociedad burguesa."
- Abstracción lírica, abstracción geométrica, neoplasticismo, constructivismo, suprematismo, expresionismo abstracto, tachismo, informalismo, pintura matérica, etc. - Wassily Kandinsky HA!, 27-09-2016: "A los 30 años lo abandonó todo para estudiar pintura en Munich, y viajó por numerosos países para descubrir colores, formas y formas de representación alejadas de la mímesis tradicional. Encabeza el grupo expresionista Der Blaue Reiter (el jinete azul), con el que comienza a obsesionarse con expresar algo más allá de la simple representación de la naturaleza. Poco a poco, su experimentación continuada culmina en torno a 1910, entregándose a la pura abstracción. Un poco de la libertad cromática de los fauvistas, el impulso personal del artista típico de los expresionistas y una espiritualidad que robaba tanto de las matemáticas como de la música. Entre 1910 y 1914, Kandinsky pintó obras de tres categorías: las impresiones (inspiradas en la naturaleza), las improvisaciones (expresiones de emociones internas) y las composiciones (de gran rigor compositivo aunque basadas en la pura intuición). Líneas negras agrupadas junto a vivos colores, geometrías, motivos decorativos eslavos y formas en armonía. Sería por tanto, uno de los padres del arte abstracto, que se acabaría diversificando y contaminando a otros movimientos, del Surrealismo al Neoplasticismo, pasando por el Constructivismo y el Expresionismo abstracto. - "Pintura amarilla" (1938) El arte de la sinestesia, HA!: "Dicen que cuando Kandinsky oía una trompeta, lo veía todo amarillo. El artista tenía sinestesia, un fenómeno mental que consiste en mezclar y confundir los sentidos, por lo que pueden pasar cosas tan mágicas como ver colores al escuchar algún sonido o leer alguna palabra. ... no es extraño que en un determinado punto de su carrera el artista desarrollara una pintura abstracta que casi emite sonidos, pues está llena de musicalidad, ritmos y armonías. ... el pintor era muy místico en esa época... De lo espiritual en el arte (1910)... creía que el creador estaba obligado a escuchar su propio «sonido interno» y expresarlo a través de color y forma." - Visionarios de lo abstracto. Una muestra deslumbrante de William Turner, Victor Hugo y Gustave Moreau rastrea el arte abstracto en 1850, Pagina 12, 23 de octubre de 2007 - Visionarios de lo abstracto. “Descubrimiento de la abstraccion”, en frankfurt, Desde Abajo, 23 de octubre de 2007 - Álvaro Delgado Gal, El cerebro visionario y los orígenes de la abstracción, 2001 (reseña en RDL)
- Dentro o fuera de los cauces habituales o institucionalizados de una religión concreta, y no necesariamente dentro del arte religioso. Los mandalas utilizados en prácticas del hinduismo y el budismo generan obras de arte de naturaleza efímera que se han tomado como ejemplo en otros contextos culturales. En el islam la prohibición de representación de imágenes suscitó una particular fantasía creativa de patrones repetitivos, teselación y horror vacui en la decoración con motivos vegetales y caligráficos, que tiene tanto una lectura espiritual como estética (y también ha sido tomada como inspiración, por ejemplo en la obra de M. C. Escher). Se ha señalado una coincidencia de los artistas judíos del siglo XX en la expresión a través del arte de una salida imaginativa: Jankel Adler, Marc Chagall, Amedeo Modigliani, Boris Shapiro (4 pintores judíos que te harán imaginar).
- Para los años 60 del siglo XX en Estados Unidos: Timothy Leary, Ken Kesey y The Merry Pranksters, Allen Ginsberg, Michael Hollingshead, Tuli Kupferberg, The Beatles, Andy Warhol y The Factory, Anthony Burgess (A Clockwork Orange, 1962), David Bailey, The Rolling Stones, Jimi Hendrix, The Grateful Dead, Owsley Stanley, The Brotherhood of Eternal Love, Tim Scully, etc. (R.E. Prindle, Better Living Through Chemistry: The Sixties And Its Drugs, I, Dynamo, 7 de julio de 2013). Picasso consumía opio y hachís: "sufrió desagradables alucinaciones... se encontraba en un callejón sin salida, condenado a pintar siempre lo mismo, una y otra vez". (Patrick O’Brian, Picasso, 1976, citado en Picasso, París y hachís). En el periodo de entreguerras, el escultor Stephen Tomlin, marido de Julia Strachey (sobrina de Lytton Strachey) y vinculado a Dora Carrington y el grupo de Bloomsbury (Bloomsbury Stud). Vincent van Gogh, Mark Rothko, Jackson Pollock, Thomas Kinkade (5 World-Famous Artists and Their Drugs of Choice). Jean-Michel Basquiat (Drug (Ab)use in the Art World). Salvador Dalí, Damien Hirst (You Wouldn’t Believe These Artists Where Drug Users). Marina Abramović, Kenny Scharf, Diddo, Fred Tomaselli, Sarah Schoenfeld (Mike Jay, High Society: Mind-altering Drugs in History and Culture, citado en Thomas Page, The long trip: A potted guide to art and drugs, CNN, 1 de agosto de 2016). Bryan Lewis Saunders, Nan Goldin, Seana Gavin (Art and other drugs, op. cit.) Tracey Emin (The Art of Drugs, op. cit.)
- Dalí - Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas, exposición en el Museo Reina Sofía, 2013: "... artista controvertido y singular, prolífico e imaginativo, fue capaz de generar un arte perturbador que apela directamente a los espectadores. Un arte que, haciéndose eco de los descubrimientos científicos de su época, explora y expande los límites de la conciencia y de la experiencia sensorial y cognitiva. ... un artista omnívoro y visionario que se utilizó a sí mismo como objeto de estudio y cuyas acciones en la esfera pública, ya fueran calculadas o improvisadas, le sitúan como una figura de referencia en el ámbito de la representación contemporánea. ... su método paranoico-crítico, que el artista catalán concibió como un mecanismo de transformación y subversión de la realidad, posibilitando que la interpretación final de una obra dependiera totalmente de la voluntad del espectador". El subtítulo de la exposición está extraído de un artículo del propio Dalí (San Sebastián, 1927, su primer manifiesto artístico).
- La nómina sería larguísima, e incluiría muchos artistas menores o menos conocidos que, precisamente por su condición de "visionarios" pueden haber sido minusvalorados, o que son reivindicados posteriormente: Peder Balke, Eugenio Lucas, Lars Hertervig (Visionarios románticos, exposición en el Museo Lázaro Galdiano, Madrid, 2023: "... sin conocerse pero con una sensibilidad común y una misma voluntad de innovación, [Balke, Lucaas y Hertevig] plasmaron sus visiones interiores de la naturaleza usando formatos y técnicas experimentales. Con ellas anticiparon, en cierto modo, la manera suelta de pintar del Impresionismo y de otros movimientos artísticos modernos"), Antoine Wiertz, Luis Ricardo Falero, Johann Knopf, Gregorio Prieto, Fernando Higueras, Morris Graves (Patricia A. Junker, Modernism in the Pacific Northwest: The Mythic and the Mystical, Seattle Art Museum/University of Washington Press; ISBN 978-0-932216-72-4; fuente citada en Morris Graves), Peter Birkhäuser, Robert George Irwin, Robert Irwin, etc. Como es obvio, también utilizan las fuentes la calificación de "visionario" para artistas que se cuentan entre los más importantes de la historia del arte: Leonardo da Vinci (Walter Isaacson, Leonardo da Vinci, la biografía: "incapacidad para anclar sus fantasías en la realidad... para convertirse en un auténtico visionario, uno debe estar dispuesto a ir más allá y fracasar. La innovación requiere un margen de distorisión de la realidad. Lo que Leonardo imaginó para el futuro acabó ocurriendo en muchos casos, aunque para ello tuvieran que pasar siglos"), Giorgione, Alberto Durero (Jean Delumeau, El miedo en Occidente: "este visionario de veintisiete años dio tal verdad a «ese mundo de metal sonoro donde sonaba el casco de los caballos y el choque de las espadas» (E. Mâle) que todas las representaciones del Apocalipsis realizadas en Alemania en el curso del siglo XVI fueron en adelante copias de la de Durero"), Matthias Grunewald, Albrecht Altdorfer, Pieter Brueghel el Viejo, Caravaggio, J. M. W. Turner (Joaquín Bretl, 'El sol es Dios': sobre las últimas palabras del visionario pintor J. M. W. Turner), Caspar David Friedrich (reseña en El País de Florian Illies, La magia del silencio: "[sus] imágenes... han influido poderosamente en el imaginario colectivo moderno. ... Hugh Honour se refirió a la cualidad “casi alucinatoria” de los paisajes de Friedrich, que los dotó de un misterio y una extraña intimidad de una fuerza conmovedora. Se ha hablado mucho del aura sublime y de los abismos del alma de unos cuadros que producen un efecto visionario y suscitan un estado anímico de “nostalgia de lo inalcanzable”"), Auguste Rodin, Camille Claudel, Edvard Munch (reseña en El País, Munch, el mago del norte que transformó la angustia en arte - Dos exposiciones en Berlín y Potsdam evocan el impacto que causó la pintura visionaria del autor de ‘El grito’ y su influencia en el expresionismo y en el arte del siglo XX), José Gutiérrez Solana (Andrés Trapiello, Gutiérrez Solana: el Madrid de un visionario, Enciclopedia Madrid s.XX, 2002, ISBN 84-7812-555-8 - Miriam Alzuri, Mujeres de la vida, Museo de Bellas Artes de Bilbao) Constantin Brancusi, Paul Klee (HA!: "Para Klee la pintura no era una evasión, sino un instrumento visionario. Un medio de encontrar los mundos paralelos que sospechaban que se escondían tras la llamada realidad"), Pablo Gargallo, Joan Miró, Man Ray, M. C. Escher, Max Ernst, Edward Hopper, Alexander Calder, Henry Moore, Jackson Pollock, Joan Brossa, Eduardo Chillida (reportaje en El País: "Tindaya fue un sueño visionario de Eduardo Chillida que acabó por convertirse en pesadilla. Según él mismo reconocía, le provocaba insomnio y una "extraña úlcera". El sueño -que nació en 1985 de un verso ("lo profundo es el aire") de Cántico, de Jorge Guillen, y de una visión nocturna (una montaña despojada de su interior para que el espacio entrara en ella, un homenaje a la pequeñez que nos une a todos los hombres)- encontró su montaña sagrada en 1994 en la isla de Fuerteventura"), Agustín Ibarrola, Jorge Oteiza, Antoni Tapies (entrevista en La Vanguardia: "Me han dicho que hago pintura visionaria. Sí, tal vez. Una visión interior, estimulada por el conocimiento, las lecturas, los afectos... Tengo una visión del conjunto de lo que nos rodea, del universo, de lo que son los hombres. Ese esfuerzo visionario procuro estimularlo. No lo he inventado yo. Lo hacen las religiones orientales por medio de la concentración mental. Ahora, como siempre, me concentro en una habitación tranquila y esa concentración me aboca una serie de imágenes que me dan la posibilidad de transformarlas en una obra de arte"), Antonio Saura, Fernando Zóbel, Manolo Millares, César Manrique, Eduardo Arroyo, Antonio López, Francis Bacon, Lucian Freud, Joseph Beuys, Joseph Kosuth, Andy Warhol, Keith Haring, Jean-Michel Basquiat, Gilbert and George, Miquel Barceló, Guillermo Pérez Villalta (conferencia en Scarpia: "el arte es lo inventado por el ser humano, lo que no existe en la realidad"), etc.; aunque es difícil diferenciar cuándo se utiliza de forma similar a lo que se refiere este artículo ("que, por su fantasía exaltada, se figura y cree con facilidad cosas quiméricas"), o como una palabra equivalente a precursor o excéntrico ("que se adelanta a su tiempo o tiene visión de futuro"). Real Academia Española. «visionario». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
- Walter Schurian y Uta Grosenick, Fantastic art, Taschen, 2005 ISBN:9783822829547: "Lo fantástico en las artes visuales es una corriente constante, que se manifiesta en tiempos diferentes: como expresión de crisis sociales, de la incertidumbre de una época o de agitaciones de gran alcance. Encontramos ejemplos cautivadores en, por ejemplo, el Manierismo, el Romanticismo, el Simbolismo y el Surrealismo. Fantásticas obras de arte pueden parecer graciosas o míticas, eróticas o exageradas; suelen expresar algo oníricamente irreal, surreal o sobrenatural. Se caracterizan por premoniciones de desgracia inminente, por una búsqueda de orientación, por turbias imaginaciones o por la visión de un mundo diferente, literalmente maravilloso («wonder-full» -lleno-de-maravillas-). Rara vez los artistas fantásticos se encuentran a sí mismos en armonía con los movimientos artísticos de que son contemporáneos, la mayor parte de las veces van por su cuenta, proyectando su mirada hacia adentro en vez de hacia afuera."
- Propone una clasificación en cuatro formas: diseño de tablero de ajedrez, telaraña, túnel y espiral. Se han reportado en asociación con el uso de otros alucinógenos, así como en otros fenómenos no relacionados con las drogas, como la migraña de aura, el aura debida a la actividad epiléptica y la hipoglucemia. Antes que él, en 1899 Pierre Dheur reportó los patrones estereotipados de movimiento y desaparición en alucinaciones visuales. Posteriormente, a comienzos de los años 1970 Ronald K. Siegel y Murray E. Jarvik propusieron una clasificación alternativa de form-constans, a los que se refieren como dimensiones de imaginería visual. (Voz Form-constant en Jan Dirk Blom, A Dictionary of Hallucinations, Springer New York, 2009, ISBN:9781441912237 pg. 196-197)
- La nómina puede ser tan extensa como la extensión de la búsqueda en las fuentes lo permita: E. T. A. Hoffmann, Hans Christian Andersen, Ralph Waldo Emerson, Walt Whitman, Emily Dickinson, Alejandro Sawa, Khalil Gibran, Georg Trakl, Georg Heym, H. P. Lovecraft, C. S. Lewis, Carlos Edmundo de Ory, Juan Eduardo Cirlot, Álvaro Mutis, etc.
- Las hay en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento ("Y comenzó Noé á labrar la tierra, y plantó una viña: Y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda" -Génesis 9:20-21- "bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios... por el placer se hace el convite, y el vino alegra a los vivos" -Eclesiastés, 9:7 y 10:19- "¿Qué es la vida a quien le falta el vino, que ha sido creado para contento de los hombres?" -Eclesiástico, 31:27) como en el Nuevo (donde el vino se identifica con la sangre de Cristo en la Última Cena: "Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre." -Evangelio de Mateo 26:27-29-, y previamente se narra el milagro del vino en las bodas de Caná: "Todo hombre pone primero el buen vino, y cuando están satisfechos, entonces lo que es peor; mas tú has guardado el buen vino hasta ahora" -Evangelio de Juan 2:10-); y en la literatura clásica grecolatina ("Allí estaba su labrada copa: ningún otro hombre / bebía de ella el rutilante vino y a ningún dios / más que a Zeus padre hacía libaciones con ella / ... También él se lavó las manos y apuró el rutilante vino. / Luego, de pie en medio del vallado, oró y vertió el vino, / mirando al cielo; y lo vio Zeus" -Ilíada-, vino en la Antigua Grecia; "Invaden la ciudad sepultada en el sueño y el vino" -Eneida- vino en la Antigua Roma). En la literatura española comienzan con el Cantar de mío Cid ("bebed, conde, de este vino, / que si lo que digo hiciereis, dejaréis de estar cautivo"), Gonzalo de Berceo ("Bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino"), de un moralismo ambivalente en el arcipreste de Hita ("... do mucho vino es, / luego es la loxuria e todo mal después"), el anónimo escritor de La vida de Lazarillo de Tormes ("Yo, como estaba hecho al vino, moría por él"), etc., con uno de los mejores ejemplos en la Cena jocosa de Baltasar del Alcázar: "... / Si es o no invención moderna / vive Dios que no lo sé, / pero delicada fue / la invención de la taberna. / Porque allí llego sediento, / pido vino de lo nuevo, / mídenlo, dánmelo, bebo, / págolo y voyme contento. / ... / No eches agua, Inés, al vino / no se escandalice el vientre. / Echa de lo trasañejo / porque con más gusto comas / ... / Alegre estoy, vive Dios; / mas oye un punto sutil / ¿no pusiste allí un candil? / ¿Cómo me parecen dos? / Pero son preguntas viles; / ya sé lo qué puede ser: / con este negro beber / se acrecientan los candiles. / Probemos lo del pichel, / alto licor celestial; / no es el aloquillo tal, / ni tiene que ver con él. / ¡Qué suavidad! ¡Qué clareza! / ¡Qué rancio gusto y olor! / ¡Qué paladar! ¡Qué color! / ¡Todo con tanta fineza! / ... / Haz, pues, Inés, lo que sueles, / daca de la bota llena / seis tragos; hecha es la cena, / levántense los manteles / ..." - M.ª José García Soler, El vino de los héroes homéricos, Espacio, Tiempo y Forma, 2010 - Carlos Iglesias, La Ilíada: el vino divino, Mi vino, 2001-10-01 - Xabier Añoveros, El vino en la literatura, 2019 - Ignacio Díaz Pérez, El vino en la literatura, Mediodía Comunicación, 19 de septiembre de 2021 - Nicolás Asensio Jiménez, El vino en las vidas de santos de Gonzalo de Berceo, 2015 - María Teresa Miaja de la Peña, «Con la mucha vïanda mucho vino bevido»: la comida y la bebida en el Libro de Buen Amor, Rumbos del hispanismo..., 2012, ISBN 978-88-7806-194-1 - El vino en la literatura española. El vino como una constante temática desde la Edad Media, Verema, 22/02/2016. En la literatura inglesa, son famosas las de Chaucer, Ben Jonson o Shakespeare (particularmente al Xerry -María Dueñas, Shakespeare entregado al Jerez, Publico, 18/07/2022-). Las hay, incluso a pesar de la prohibición islámica, en la literatura árabe (Omar Jayam -Rubaiyat, las cuartetas de Khayyam-)
- La absenta como objeto de representación artística, Arte y algo más, 11 de agosto de 2022. - Enrique Redondo de Lope, Absenta, la reina de los bulevares, Jot Down, 2016. - Luis de Valdeavellano, La Locura de Mário de Sá-Carneiro, La Comunidad de Info, en 2013 (reproducido en Sirtábano). - Marta Palenque, El «Hada verde» en la poesía modernista. Algunos ejemplos españoles, Salina: revista de lletres, núm. 25 (2011), pp. 121-132, reproducido en Cervantes Virtual. Son numerosos los escritores del siglo XX citados como fuertes consumidores de otras variedades de alcohol: Gabriel García Márquez, Truman Capote, Raymond Carver, Marguerite Duras... (Antonio Jiménez Morato, Mezclados y Agitados, citado en Cócteles y literatura).. Charles Bukowski, Malcolm Lowry, William Faulkner ("que no bebía mientras escribía, sino cuando terminaba de escribir"), Dashiell Hammett, Raymond Chandler, Ross MacDonald, Georges Simenon, James Joyce, Kingsley Amis, Jean Paul Sartre, León de Greiff, Álvaro Mutis, Álvaro Robledo, Emilia Pardo Umaña... (Fernando Gómez Echeverri y Carlos Restrepo, Los escritores más borrachos de la historia, El Tiempo, 03.11.2021) Sinclair Lewis, Eugene O'Neill, John Steinbeck (Ed Day y Iain Smith, Literary and biographical perspectives on substance use, Cambridge University Press, 2018)... Knut Hamsun, Pablo Neruda, Juan Carlos Onetti, Dylan Thomas, Juan Benet, Ana María Matute (Marta Salguero, Javier Barreiro recoge en su obra 'Alcohol y literatura' la constante relación que los literatos han mantenido con la bebida, Heraldo, 15/11/2017)... F. Scott Fitzgerald, Jack Kerouac, Dorothy Parker, Tennessee Williams, O. Henry, John Cheever, Hunter Thompson (Top 15 Great Alcoholic Writers, Listverse Writers, 22 de enero de 2008). Remontar la lista a siglos anteriores lleva a incluir a una gran cantidad de autores, cuya relación con el alcohol es menos comprobable, y en muchos casos se limita a constatar que "bebían": Anacreonte, Publio Ovidio Nasón, Cayo Valerio Catulo, Julio César, Marco Anneo Lucano, Marco Valerio Marcial, Décimo Junio Juvenal, Juan Ruiz de Alarcón, Francesco Petrarca, Giovanni Boccaccio, Geoffrey Chaucer, Dante Alighieri, Guillaume de Lorris, Joan Martorell, el arcipreste de Hita, Wolfram von Eschenbach, François Villon, Christine de Pizan, François Rabelais, Jorge Manrique, Fernando de Rojas, Juan Boscán, Fray Luis de León, los hermanos Argensola, Mateo Alemán, Miguel de Cervantes, Luis de Góngora, Lope de Vega, Tirso de Molina, Francisco de Quevedo, Pedro Calderón de la Barca, Baltasar Gracián, Juan de Espinosa Medrano... Johann Wolfgang von Goethe, Johann Gottfried Herder, Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Holderlin, Novalis, Friedrich Schiller, Madame de Stael, Clemens Brentano, Alphonse de Lamartine, los hermanos Grimm, Jean-Jacques Rousseau, Alfred de Musset, Samuel Taylor Coleridge, Adam Mickiewicz, Gérard de Nerval, Giacomo Leopardi, George Sand, Victor Hugo, John Keats, Aleksandr Pushkin, Robert Louis Stevenson, José de Espronceda, Lord Byron, José Zorrilla, ... Shirley Jackson, Louise May Alcott, Francoise Sagan, Patricia Highsmith, Jean Rhys, Ayn Rand, Jane Bowles, Dorothy Parker, Marguerite Duras, Anne Sexton, Elizabeth Barrett Browning, Clarice Lispector, Jean Stafford, María Luisa Bombal, Edna St. Vincent Millay, Elinor Wylie, Djuna Barnes, Carson McCullers... William Shakespeare, Christopher Marlowe, Ben Jonson, Graham Greene, John Lyly [?]... Francis Bacon, John Dowland, Philip Sidney, Thomas Campion, Thomas Wyatt, Henry Howard, John Fletcher... Algernon Charles Swinburne... Jack London, Delmore Schwartz,... Lawrence Durrell, Arthur Koestler, Ambrose Bierce, Ian Fleming, Malcolm Lowry, Norman Mailer, Graham Greene, ... Robert Lowell, Alfredo Bryce Echenique, Raymond Carver, Roberto Bolaño, Eliseo Alberto, ... Rubén Darío, Leopoldo Lugones, José Asunción Silva, Julián del Casal, Amado Nervo, los hermanos Machado, Santos Chocano, Manuel Gutiérrez Nájera, Francisco Villaespesa, Salvador Díaz Mirón, Manuel González Prada, Delmira Agustini, Rómulo Gallegos, Julia de Burgos, ... Julio Ramón Ribeyro, ... Boris Vian, ... Julio Cortázar, ... Malcolm Lowry, ... los premios nobel Rudyard Kipling, Romain Rolland, Knut Hamsun, Jacinto Benavente, William Butler Yeats, George Bernard Shaw, Henri Bergson, Thomas Mann, Sinclair Lewis, John Galsworthy, Ivan Bunin, Eugene O’Neill, Andre Gide, T. S. Eliot, William Faulkner, Winston Churchill, Ernest Hemingway, Albert Camus, Boris Pasternak, Saint-John Perse, John Steinbeck, Mijaíl Shólojov, Miguel Ángel Asturias, Yasunari Kawabata, Samuel Beckett, Pablo Neruda, Saul Bellow, García Márquez, William Golding, Wole Soyinka, Camilo José Cela, Darío Fo, Günter Grass, Bob Dylan, ... John Cheever, Raymond Carver, Stephen King... Juan Rulfo ... Nicolás Guillén... Moses Josep Roth... (Félix J. Fojo, Alcohol y Literatura. Abstinencia alcohólica: ¿crónica de un imposible?, Cuba Encuentro, 07/06/2017). La relación del alcoholismo con la muerte de Edgar Allan Poe, así como su relación con las drogas, es objeto de discusión.
Referencias
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