universidad pública argentina De Wikipedia, la enciclopedia libre
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) es una universidad pública de la República Argentina. Tiene sede en La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, y es considerada una de las dos instituciones educativas más prestigiosas y representativas del país, junto a la Universidad de Buenos Aires, según el University Rankings by Academic Performance del URAP Center, el Scimago Institutions Ranking, el ranking del Centrum voor Wetenschap en Technologische Studies de la Universidad de Leiden, en Países Bajos, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC). Desde 2020, asimismo, lidera el Ranking Internacional de Transparencia que anualmente elabora este organismo, entre las universidades nacionales argentinas, siendo la cuarta entre las latinoamericanas, mientras que su Servicio de Difusión de la Creación Intelectual (SEDICI) se ubica como el cuarto repositorio institucional más destacado de América Latina.[6][7][8][9][10][11][12][13][14] A nivel continental, según el Best Global Universities Rankings de la revista U.S. News & World Report, se ubica entre las diecisiete universidades más destacadas de América Latina; pero en el 13° lugar para el Center for World University Rankings (CWUR) y en el 12° para el CSIC.[9][11][15][16] Y entre las dieciséis mejores en el ranking universitario de instituciones de educación superior de Sudamérica elaborado por el CWTS.[8] Además, está en la posición 534° entre las universidades con mayor reconocimiento y prestigio a nivel mundial, según la última medición elaborada por QS World University Rankings, y 561° en el ranking publicado por el CSIC.[11][17]
De acuerdo a la edición 2023 del ranking de la reconocida organización independiente AD Scientific Index, la UNLP se encuentra como la universidad más influyente de Argentina y la segunda más importante de América Latina, en función de la destacada trayectoria y los aportes de su comunidad científica: aporta la mitad de los científicos destacados del ranking nacional; y dos de los cinco investigadores latinoamericanos más sobresalientes, por sus publicaciones científicas, son argentinos y pertenecen a esta institución.[18][19] También fue destacada, en 2024, por la revista británicaTimes Higher Education, como la mejor universidad de América Latina, entre una evalución regional que contempló a 214 instituciones de educación superior.[20]
Con más de un siglo de historia, sigue siendo pionera en estudios y desarrollos culturales, artísticos y científicos de avanzada. Esto le ha proporcionado el prestigio que la sitúa entre las principales casas de estudios del país y una de las más reconocidas del continente y del mundo. La docencia, la investigación y la extensión, configuran los pilares básicos de esta Universidad. De sus aulas han egresado o realizado labores académicas gran cantidad de intelectuales, referentes profesionales y personalidades públicas, entre los que destacan tres presidentes de la Nación Argentina.[21]
El origen de la Universidad Nacional de La Plata se remonta a la fundación de la capital de la provincia de Buenos Aires, en 1882. A sólo siete años de establecida la ciudad de La Plata, distintos senadores provinciales (Rafael Hernández, Emilio J. Carranza, Marcelino Aravena y Valentín Fernández Blanco) impulsaron, el 12 de junio de 1889, un proyecto de ley para crear una universidad provincial en la nueva capital de Buenos Aires. Al federalizarse y ceder, a la Nación, la que era su capital, la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la provincia había perdido la mayor parte de las instituciones que allí se concentraban. Hernández, gestor del proyecto, había manifestado la necesidad de que la Legislatura provincial las restituyera a la brevedad, entre ellas los centros de estudios superiores.[25]
La propuesta tuvo una inmediata repercusión en La Plata, donde unos 150 jóvenes, provenientes del Colegio Nacional, del Instituto Argentino y de la Sociedad Literaria, acompañados por una banda de música, se movilizaron al domicilio de Rafael Hernández para demostrarle su adhesión. Los alumnos que cursaban en estos establecimientos veían, así, la posibilidad de finalizar los estudios en su ciudad, sin la necesidad de trasladarse a la ciudad de Buenos Aires.[25]
El proyecto de ley se sancionó definitivamente, en la Legislatura provincial, el 27 de diciembre de 1889. El mismo fue promulgado por el entonces gobernador bonaerense, Máximo Paz, el 2 de enero de 1890[26]. La norma establecía la creación de una Universidad de Estudios Superiores, en La Plata, con facultades de Derecho, Medicina, Química y Farmacia y Ciencias Físico-matemáticas.[25]
Pese a ello, entre otras por razones económicas, el funcionamiento de la universidad comenzó siete años después, en 1897, debido a la llamada crisis del 90. La falta de recursos económicos demoró la construcción del edificio y el comienzo de actividades: el gobernador no dictó el correspondiente Decreto Reglamentario y ni siquiera mencionó el tema en su último mensaje en la Legislatura, lo que originó distintas manifestaciones y solicitudes de vecinos para que la universidad comenzara a funcionar. La ley demoró siete años en entrar en vigencia. Fue el 8 de febrero de 1897, cuando el gobernador Guillermo Udaondo, a instancias del fundador de la ciudad de La Plata, Dardo Rocha, sancionó el decreto que dio inicio, el 14 de febrero, a la primera Asamblea Universitaria que designó al propio Dardo Rocha como su primer Rector. También se aprueba el sello mayor, consistente en una alegoría en la que la ciudad de La Plata levanta la luz de la ciencia, bajo la constelación de la Cruz del Sur y cobija el escudo de la provincia; con el lema “Por la ciencia y por la patria” –que Joaquín González adoptará, pero en latín-. Es interesante notar que en el sello y en el lema, se destaca la importancia dada a la ciencia. Dardo Rocha, en diferentes discursos, resaltará la importancia de la ciencia y de la formación de científicos.[26]
La Universidad de La Plata, tal el nombre oficial hasta su nacionalización,[22] quedaría inaugurada en el edificio del Banco Hipotecario de la Provincia, donde hoy funciona el Rectorado, el 18 de abril de 1897 con una clase de Historia del Derecho a cargo del profesor Jacob Larrain.[25]
A pesar de las expectativas con que fuera fundada, los primeros años de la Universidad fueron desalentadores, tanto por la escasa cantidad de alumnos como por el bajo presupuesto de funcionamiento.[25] De 1897 a 1905, sólo logró sumar 573 alumnos inscriptos, debido no solo a la poca población de la época fundacional de La Plata, sino, además, por la falta de reconocimiento nacional de los títulos que expedía, lo que hacía más fuerte la atracción que ejercía la Universidad de Buenos Aires.
A su vez, Joaquín Víctor González, por entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública del gobierno nacional, comenzó a darle forma a su idea de crear una universidad nacional, sobre la base de la universidad provincial existente, y otros institutos de educación superior. En octubre de 1904, en una entrevista con el gobernador Marcelino Ugarte y diferentes diputados nacionales de la provincia, González presentó el proyecto para la nacionalización definitiva de la universidad provincial creada en 1897. Esta idea fue cobrando forma al transferirse, del gobierno bonaerense a la Nación, entre fines de 1904 y enero de 1905, la Facultad de Agronomía y Veterinaria, el Observatorio Astronómico, los campos de Santa Catalina, en Lomas de Zamora, y los terrenos del paseo del Bosque, delimitados por las calles 47 a 50, entre 1 y 115, que le pertenecían, hasta ese momento, al Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, para la construcción del nuevo edificio del Colegio Nacional (Colegio Secundario de la Provincia de Buenos Aires, hasta 1887) y distintas facultades.[27]
Nacionalización
Joaquín V. González consideraba que la universidad provincial, en funciones desde fines del sigloXIX, se veía afectada por la falta de presupuesto y su desvinculación del sistema educativo nacional. Visionario al idear el proyecto de nacionalización para jerarquizar la casa de altos estudios, aspiraba a una universidad científica y moderna que le otorgase, a la nueva ciudad capital de la provincia más importante del país, una identidad apoyada en los estudios superiores y la cultura general. Sus ejemplos eran las ciudades universitarias más destacadas de la época, como Oxford y Cambridge, en Inglaterra, y Harvard y Míchigan, en Estados Unidos.[27]
González supo dotar a esta casa de estudios de un «espíritu», encarnado en sus propios ideales, que conformaría un núcleo central inalterable, sobre el cual se construye «la Universidad Nueva». Durante su gestión, de 1905 a 1918, le imprime sus inquietudes y rechaza por completo el autoritarismo y el burocratismo de la enseñanza tradicional; abierto a las experiencias novedosas en todos los campos, desde las ciencias duras hasta las humanísticas, con colaboradores extranjeros o renombrados pedagogos o científicos locales. En 1919, la Reforma Universitaria absorberá estos valores, a los cuales renueva y fortalece, dotándolo de vigencia democrática a través del tiempo.[28]
El proyecto de ley adquirió vida concreta cuando, el 12 de agosto de 1905, se firmó el convenio entre los gobiernos de la Nación y la Provincia, representados, respectivamente, por Joaquín V. González y el gobernador, Marcelino Ugarte, para construir una universidad nacional en la ciudad de La Plata. De esta manera, el gobierno bonaerense se comprometía a ceder a «título gratuito y en absoluta propiedad», a la Nación, los bienes ya cedidos con el convenio de 1902, los edificios del Museo y del Banco Hipotecario de la Provincia (actual sede de su Presidencia), como así también distintas sedes de facultades, quintas y chacras.[27] La sanción definitiva del proyecto de nacionalización se produjo un mes después, en el Senado Nacional, y la ley fue promulgada por el Presidente de la Nación, Manuel Quintana. El 17 de marzo de 1906, el Poder Ejecutivo designaría, como primer presidente de la Universidad Nacional de La Plata, a su mentor, Joaquín V. González, quien ejercería el cargo hasta 1918, luego de ser reelegido, por la Asamblea de Profesores, en 1908, 1911 y 1914. Del mismo modo, fue designado el primer personal docente para cada una de las facultades e institutos creados; entre ellos, Florentino Ameghino, Víctor Mercante, Carlos Spegazzini, Luis María Drago y Samuel Lafone Quevedo.[27]
En 1908, se inscribieron, en la flamante universidad nacional, 1845 alumnos, mientras la UNLP ya se encontraba en pleno funcionamiento, con las siguientes dependencias:
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, con una Sección de Pedagogía y una Sección de Filosofía y Letras.
Facultad de Agronomía y Veterinaria, de la que dependía la Escuela Regional de Agricultura y Ganadería de Santa Catalina.
Facultad de Ciencias Físicas, Matemáticas y Astronómicas, dividida en Escuela de Ciencias Matemáticas, Escuela de Ciencias Físicas, Escuela de Ciencias Astronómicas, Ingeniería Arquitectónica e Ingeniería Hidráulica.
Facultad del Museo, de la que dependía la Facultad de Ciencias Naturales, el Museo, la Escuela de Química y Farmacia, la Escuela de Geografía Física y la Escuela de Dibujo y Arte.
Departamento de Estudios Primarios y Secundarios, que comprendía el Colegio Nacional, el Colegio Secundario de Señoritas (actual Liceo Víctor Mercante) y la Escuela Elemental (actual Escuela Graduada Anexa).
Biblioteca y Extensión Universitaria.
Observatorio Astronómico, que se dividía en Sección Sísmica, Sección Meteorológica y la Estación de Longitudes de Oncativo.
De este modo, a los pocos años de creación de la universidad nacional, «La Plata se convirtió en una típica ciudad universitaria, habitada por una comunidad académica menos tradicionalista y conservadora que las de Buenos Aites y Córdoba y provista de una mayor preocupación por las bases científicas y sociales de su tarea universitaria».[27]
La cuestión social y la participación estudiantil son cuestiones tempranamente analizadas en La Plata. Respecto a la primera, es muy intensa la actividad antes de 1915, para luego caer en un letargo. La extensión social de la enseñanza o extensión universitaria comprende en estos años a un conjunto de conferencias, lecturas y cursos destinados a un público diverso, llevados a cabo por docentes. Paralelamente, y orientada en el mismo sentido, es relevante la obra realizada por la Asociación de exalumnos del Colegio Nacional, con sus programas de conferencias anuales entre 1912 y 1915, o los cursos nocturnos destinados para el pueblo, llevados a cabo por los alumnos del colegio y de la Universidad. La extensión universitaria también forma parte del debate de las Asambleas de Profesores, entre 1907 y 1913.[28]
La Reforma Universitaria y su incidencia en la UNLP
La Reforma Universitaria fue un movimiento político nacido en la Universidad Nacional de Córdoba, en 1918, que demandó un programa educativo de transformación profundo de las casas de altos estudios: gratuidad y autonomía de la enseñanza universitaria, cogobierno de las universidades (con participación estudiantil en los órganos de gobierno universitario), renovación de su profesorado y la participación en la elección de este, y la modernización científica de su enseñanza. Todos ellos, pilares salientes de un ideario que se extendió por todas las universidades de Argentina y muchas de América Latina. El proceso expresó cabalmente el nacimiento de un nuevo tipo de relación tanto entre universidad y sociedad, como entre universidad y política.[29] Sin embargo, no fue lineal y enfrentó diversas circunstancias: mientras en la Universidad de Buenos Aires los estatutos reformados fueron aprobados ya antes que en Córdoba, en la Universidad Nacional de La Plata iba a ser necesaria la intervención del Poder Ejecutivo Nacional, en 1920, para imponerlos, luego de una extensa y violenta huelga general de los estudiantes.[30]
La Universidad de Córdoba revelaba los rasgos de una dirección científica y educativa arcaica, controlada por intelectuales vinculados a la elite provincial conservadora y al clericalismo católico. La enseñanza era denunciada, por sus estudiantes, por las profundas deficiencias de método y capacidad intelectual de sus docentes, por el rezago de sus conocimientos en relación con las nuevas corrientes científicas; también su gobierno, ejercido por las Academias científicas, por su carácter cerrado, corporativo y clientelístico de su integración, por la condición vitalicia de sus miembros y su desvinculación de la docencia, incapaz de producir una renovación científica.[30]
Una periodización precisa obliga a visualizar tres etapas en el movimiento reformista platense: la primera, de solidarización, en la que el activismo reformista se expresó desde 1918 y hasta 1919 por vía del apoyo corporativo a los sucesos de Córdoba y Buenos Aires; la segunda, de sustanciación de real movilización extendida hasta 1922; y una tercera, desde esa fecha en adelante que denominaríamos de estabilización, en la que vigente ya el nuevo estatuto y sofrenadas las aventuradas posturas del maximalismo, se evolucionó hacia un estado de Reforma instituida. Todo indica que la Reforma en La Plata se inició a través de la gestión externa; vale decir, de los significativos aportes del estudiantado de los dos centros generadores.[29]
En La Plata, la UNLP había nacido con un fuerte impulso a la extensión universitaria, desarrollada en sus primeros años en la forma de programas más o menos sistemáticos de conferencias y cursos abiertos al público en general. Aunque, en otros aspectos reclamados por el movimiento reformista, su impronta era cuanto menos objeto de fuertes controversias. El movimiento había comenzado en 1919, año en que se aprueba la participación estudiantil en el seno del Consejo Superior, con voz pero sin voto,[28] a partir de una protesta estudiantil en la Facultad de Agronomía y Veterinaria, en la que su centro de estudiantes denunció un Memorial de cargos, irregularidades administrativas de su decano y su consejo directivo, y serias deficiencias en la enseñanza y la labor de investigación científica de sus docentes. Ante la negativa del Presidente de la Universidad, Rodolfo Rivarola, quien había asumido en marzo de 1918, y de su consejo universitario, de acceder a las demandas de los estudiantes de esta facultad, la Federación Universitaria de La Plata transformó el conflicto en una «huelga general e indefinida», en octubre de ese año, y reclamó la renuncia de sus autoridades.[30] Las disputas internas en el Consejo Superior afectaron al conjunto del profesorado y a las distintas unidades académicas.[28]
Los reformistas platenses situaron ese proceso de transformación científica de las casas de altos estudios que impulsaban, con relación a la edificación de una nueva cultura argentina, que los tendría como sus forjadores intelectuales. Para ellos, también iniciaban un proceso de cambio más profundo: la renovación de la universidad, que llevaría a la renovación cultural de la sociedad, crearía las condiciones históricas para la transformación social.[30] Los estudiantes de la UNLP lograron la intervención del gobierno nacional en la universidad y la imposición de los estatutos reformistas, el 28 de junio de 1920. Sin embargo, una feroz represión de una concentración estudiantil ingresa un nuevo condimento al conflicto: la violencia, que alcanza su hecho más grave con el asesinato del estudiante David Viera, en la escuela de Ciencias Médicas. Mientras tanto, una fuerte rivalidad estalla entre sectores estudiantiles opuestos: la Federación Universitaria Platense, de tendencia reformista, y la agrupación rival, Concentración Universitaria.[28]
El movimiento de reforma universitaria, que contó desde el primer momento con el apoyo del Presidente Yrigoyen y cuyas intervenciones, a través de decretos del Poder Ejecutivo Nacional, fueron determinantes en su triunfo en Córdoba y La Plata, lograría, a su vez, que el gobierno nacional ampliara el sistema universitario con la nacionalización de las universidades del Litoral, en 1919, y de la de Tucumán, en 1921, que dispusieron para su funcionamiento con estatutos reformistas.[30]
Si bien las posibilidades de ascenso social que prometían las titulaciones continuaron excluyendo a los jóvenes de familias obreras, lo que reafirmaba ciertos límites en los cambios buscados, no se negaba que el diseño institucional reformista de la década de 1920 se caracterizó por el sentido democrático que asumieron las relaciones universitarias: la prevalencia del estudiante y del graduado como electores en sus asambleas; y la participación de sus representantes en los cuerpos directivos.[30]
Con las características singulares de sus desarrollos regionales, la UNLP y las otras cuatro universidades nacionales que integraron el sistema de enseñanza superior en este período, promovieron las carreras humanistas, científicas y técnicas, la implementación de los seminarios de investigación y de estudio bibliográfico, organizaron la extensión universitaria con ciclos de conferencias y cursos libres de sus profesores y graduados, así como impulsaron un intenso movimiento intelectual con las visitas de filósofos, escritores y científicos. La extensión cultural fue una preocupación principal de los estudiantes que a través de sus centros y federaciones promovieron diversas actividades para difundir los saberes universitarios entre los trabajadores y los sectores populares. En su fundamentación, entendieron a estas iniciativas como el modo de acercar la ciencia y la técnica, la filosofía y las artes, al Pueblo, contribuyendo a su educación y suprimiendo en parte la condición de la universidad de reducto cultural privilegiado de minorías. Cátedras como Legislación laboral se integraron en los planes de estudios de las distintas universidades. El acceso a la cátedra universitaria de profesores de pasado reciente en las izquierdas y en el radicalismo, de jóvenes dirigentes reformistas, expresó tanto un mayor pluralismo ideológico en sus aulas como la efectiva renovación de la enseñanza y la investigación.[30] Por caso, el profesor Alejandro Korn, miembro del Consejo Superior, fue uno de los mayores referentes del movimiento reformista, encabezando varias reivindicaciones del estudiantado, como la clausura del internado universitario -política clave del período gonzaliano anterior a la Reforma- que los estudiantes consideraban fuente de favoritismo y nepotismo.[citarequerida]
Tras la dimisión del presidente Rivarola, quien es sucedido por Carlos Melo, y más allá del relevo de hombres, en 1921 tuvo lugar lo que fuera sindicado como la consecuencia más trascendente del movimiento reformista local: la creación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, desde la que se irradió una significativa influencia antipositivista.[29]
A partir de 1922, bajo la presidencia de Nazar Anchorena, se produce un retroceso de la movilización estudiantil y el espíritu de lucha parece declinar. Después de tanta acción, sobrevino el enclaustramiento. Es que una demanda central ya había sido satisfecha: la representación estudiantil. Aún ello, menos por inercia que por empuje de los sectores más ideologizados y progresistas, se hizo patente la resistencia de los que no aceptaban una reforma agotada en sí misma, sin más aspiraciones en el campo sociopolítico.[29] Los ideales de la reforma se mantenían a través del grupo Renovación, de la Federación Universitaria de La Plata (ya conocida por sus siglas: FULP), que realizaría una intensa actividad cultural y que fuera el antecedente directo del grupo de teatro de la universidad; y por la revista Valoraciones, a través de la cual se expresa no solo el mencionado Alejandro Korn, sino profesores como Pedro Henríquez Ureña. En esta gestión, nace LR11 Radio Universidad.[28]
Durante sus dos ciclos de gobierno, se introdujo el voto secreto y obligatorio en todo los ámbitos de la Universidad que requirieran del sufragio. Complementariamente, se propuso la reforma de los estatutos, aprobado en 1926, y se suprimió la intervención de los graduados. Fue una medida para restaurar la autoridad, tras los acontecimientos de la Reforma. Esta tendencia a concentrar poder, sin embargo, tuvo que pasar por una serie de pruebas de fuerza que le opusieron los grupos reformistas, desde finales de 1922.[28]
Golpe de Estado e intervención
Entre 1927 y 1930, la presidencia es ejercida por Ramón Loyarte, quien mantuvo la senda trazada por Nazar Anchorena, orientada en afirmar los principios del orden y la disciplina frente a las autoridades. Pero los reclamos estudiantiles hacia la universidad, por el rumbo que ésta había tomado tras los cambios producidos por la Reforma Universitaria, canalizando la actividad cultural a través de la revista Valoraciones y el grupo de teatro Renovación.[28]
El 1 de diciembre de 1930, la Asamblea General de Profesores designó, como presidente, al Dr. Ricardo Levene. Pero la nueva gestión apenas duró seis meses, a raíz de las perturbaciones políticas generadas por el Golpe de Estado protagonizado por el general José Félix Uriburu. Pese a ello, a diferencia de lo sucedido en la Universidad de Buenos Aires, que fue intervenida a través Nazar Anchorena, expresidente de la UNLP, la casa de estudios platense salvaría por unos meses su autonomía. La dictadura militar, a través de sendos decretos, promovió cesantías de docentes con militancia en la política extrauniversitaria. El estudiantado contestó con una huelga los decretos persecutorios del gobierno nacional, ampliados con medidas disciplinarias y cancelación de inscripciones de alumnos. Pero un nuevo decreto, de junio de 1931, cercenó por completo la autoridad de los consejos, cuestión que condujo a una catarata de renuncias, tanto la mencionada de Levene, como la de todos los consejeros y decanos de la universidad.[28]
La universidad es entonces intervenida por el Dr. Federico Walker, quien es dotado de poderes extraordinarios y manifiesta su intención de excluir a docentes y estudiantes opositores, como de hecho sucedió con la separación de decenas de alumnos y varios profesores. Walker declaró en comisión al personal universitario, clausuró los centros de estudiantes y amenazó cerrar las facultades que no se normalizaban de inmediato. Con la recuperación de cierta institucionalidad en el gobierno nacional y el inicio de la década del denominado «fraude patriótico», se iniciaba, así, un proceso de normalización que restringió la participación estudiantil en las asambleas electorales, denunciando la anomalía del decreto reformista de agosto de 1918. Esta situación, sin embargo, se extendería por unos pocos meses: Ramón Loyarte, proclamado como presidente en enero de 1932, renunció a fines de mayo y el 25 de junio es electo presidente de la universidad el Dr. Levene, con el apoyo de la Federación Universitaria.[28]
Para fomentar la investigación a cargo de profesores, estudiantes y diplomados fueron creados los Centros de Estudios. El primero en surgir fue el Centro de Estudios Históricos, nacido en julio de 1932. A este le siguieron el Centro de Estudios de Ciencias Naturales, el de Estudios Literarios y de Estudios Agronómicos. Estas iniciativas resultaron fortalecidas por la ordenanza del 4 de enero de 1934, la cual favorecía su formación y la publicación de sus investigaciones en números especiales de la Universidad. También Medicina Veterinaria y los Estudios de Filosofía tuvieron su centro correspondiente.[28]
Bajo la presidencia de Julio Castiñeiras (1935-1938) la Universidad estuvo momentáneamente su política de apertura de nuevas carreras ante la necesidad de distribuir adecuadamente los recursos disponibles, para finalizar las obras ya iniciadas. Y se crea la Asociación de Ayuda Mutua para los estudiantes, entidad subsidiada por la universidad y por los alumnos, que brindaba servicios de comidas, asistencia médica, odontológica y de farmacia. También en esta época surge una fuerte disputa entre la conducción de la universidad y el gobernador bonaerense, Manuel Fresco, de simpatías no disimuladas con el fascismo italiano y enemigo declarado del laicismo de la educación argentina y el movimiento reformista. El gobierno provincial acusaba a la presidencia de Castiñeiras de favorecer la acción de «militantes políticos empeñados en prácticas disolventes».[28]
En 1938, Julio Castiñeiras es sucedido por el Dr. Juan Carlos Rébora, año en el que se lleva a la cantidad récord de 9.443 estudiantes inscriptos en la UNLP. El estallido de la Segunda Guerra Mundial generó fuertes tensiones entre las autoridades, que de acuerdo con la política de neutralidad se negaban a permitir el uso de los locales de la universidad para manifestaciones políticas y de los estudiantes.[28]
La Asamblea General de Profesores designó como presidente, en mayo de 1941, al Dr. Alfredo Palacios. Su asunción expresaría brevemente un cambio político de trascendencia, expresando la necesidad de retomar el planteo fundacional de Joaquín V. González de organizar una universidad a partir de la articulación de institutos universitarios preexistentes, con capacidad de integrar los aportes de cada una de las facultades que la componen con la correlación de las distintas carreras. La Universidad Nueva se adaptaba a la nueva ideología y a los métodos modernos proclamados por el reformismo, con un espíritu humanista que pudiera superar la fragmentación de la educación superior, cuyos efectos nocivos conducían a la tecnificación y el pragmatismo profesional.[28]
La crisis de la cultura europea por las acciones bélicas, condujo a Palacios a replantearse la urgente necesidad de sistematizar, desde los principios académicos, una cultura americana, diferenciada en su ser frente a la cultura anglosajona representada a nivel continental por Estados Unidos; pero, al mismo tiempo, robusteciendo una conciencia nacional. Para este experimento trascendental se sustentaba en las ideas del pensador mexicano, José Vasconcelos, señalando que esto solo sería posible a partir de la unificación de la enseñanza iberoamericana. En correspondencia con esas ideas, fue creado el Instituto Iberoamericano de la Universidad Nacional de La Plata, siendo designado a su frente Ataulfo Pérez Aznar.[28] Durante la gestión de Palacios, también se incorporó, como parte insustituible del patrimonio de la Universidad, aquel refugio del fundador Joaquín V. González: la Casa de Descanso Samay Huasi.
El golpe de Estado del 4 de junio de 1943 impactó negativamente en la universidad y personalmente sobre la labor encauzada por Palacios. Fueron cesanteados profesores y se sucedieron varias renuncias en las autoridades del Consejo Superior, cerrándose, así, un ciclo de la vida universitaria platense, preocupada en retomar y profundizar los antiguos principios inspiradores de González y del pensamiento de los reformistas de 1918.[28]
La «crisis» de autonomía universitaria
De 1943 a 1945, hubo un denominador común para todas las universidades nacionales: la tensión entre el gobierno de facto y la gestión de Alfredo Palacios, junto con los sectores reformistas que conformarían más tarde la Unión Democrática. La lucha cruzó a todo el cuerpo universitario, por iniciativa del gobierno del general Pedro Pablo Ramírez y acompañado por un elenco ideológicamente vinculado con el catolicismonacional, quienes desbordaron la autonomía de la UNLP por medio de decretos destinados a clausurar la participación estudiantil y a cesantear a las autoridades y docentes legítimos por cuestiones extrauniversitarias. La UNLP era acusada de tener escasa vocación patriótica en la realización de sus actos.[28]
Ya bajo el mandato del presidenteJuan Domingo Perón, quien había sido elegido en febrero de 1946, con la promulgación de la ley 13.031 se traza el nuevo rumbo que le quiere imprimir el gobierno nacional a la universidad. Si la tradicional misión universitaria establecida por Joaquín V. González, con la reforma de 1905, había sido la formación científica, pero, al mismo tiempo, profesional y humanista, con el nuevo régimen universitario se afirmaba el desarrollo de una conciencia nacional, difundiendo la cultura autóctona, aplicando la ciencia y las creaciones técnicas a las necesidades regionales. En su parte general, se ponía mayor énfasis en el carácter profesionista y de conocimientos aplicados de esta casa de estudio, pasando a un segundo la función científica y creadora de conocimientos.[28]
La política universitaria peronista puso su empeño en el acrecentamiento de controles desde arriba, con el objeto de limitar su autonomía, profundizando la centralización. Para ello, uno de los primeros pasos fue desmontar el anterior sistema de gobierno con la participación de los tres clautros, uniformando a las distintas universidades bajo esa ley. Con esta última se buscaba una despolitización, tanto a nivel profesoral como estudiantil, pues toda actividad que pudiera suponer militancia política era pasible de suspensión, exoneración o expulsión. Se limitaba, así, la participación del estudiantado.[28]
La novedad estuvo dada respecto a los aportes económicos de las universidades, que contemplaba la asignación de recursos desde el Estado, ingreso por matrículas, donaciones y otros conceptos. Se introdujo, por caso, un fondo especial proveniente de impuestos (el 2% de lo recaudado) sobre el importe anual de sueldos y salarios a obtener del sector privado, para el denominado Instituto Nacional de las Remuneraciones. Lo recaudado se distribuía en el presupuesto nacional, según las necesidades de cada universidad.[28]
Durante este período, algunas de las creaciones abarcaron el cambio de rango de la Escuela de Bellas Artes a Escuela Superior; el Instituto Superior de Lenguas Vivas de la Facultad de Humanidades; y la incorporación de la Escuela de Contadores -base de la futura Facultad de Ciencias Económicas- a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Además, en un intento por captar adhesiones del movimiento estudiantil, el gobierno universitario puso todas sus energías en solucionar algunas de las exigencias de este sector, como el Comedor Universitario y las residencias estudiantiles.[28]
De 1952 a 1955, la casa de estudios pasó a denominarse «Universidad Nacional de Eva Perón», período en el que la ciudad de La Plata llevó, en su homenaje, el mismo nombre que la por entonces primera dama de la Nación Argentina, fallecida en julio de 1952. Asimismo, ya en febrero de 1953, bajo la gestión del rector Marcos Anglada, comenzaba un intenso proceso de «peronización» de la universidad, que según varios historiadores profundizó la llamada «Doctrina Nacional», abandonándose el anterior apoliticismo.[28]
La política universitaria del peronismo, a partir de 1954, con la entrada en vigencia de la nueva ley 14.297 que derogaba la anterior 13.031 de 1947, mantuvo todo el centralismo de la anterior pero proclamó la gratuidad de los estudios; en segundo lugar, todos los planes de estudios incorporaron de manera obligatoria los cursos de Capacitación Política, dedicados al conocimiento de la «Doctrina Nacional». Al mismo tiempo, el territorio nacional fue dividido en regiones bajo la jurisdicción de una casa de estudios, encargada de organizar los estudios regionales y promover las técnicas para incrementar las actividades económicas locales.[28]
Los años 1953 y 1954 mostraron una fuerte tendencia a la apertura de nuevas carreras y a la reestructuración facultativa: se elevó, al Poder Ejecutivo, la propuesta para la creación de la Facultad de Ciencias Económicas, sobre la base de la escuela del mismo nombre, dependiente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, y se designó una comisión especial a los fines de crear una Facultad de Odontología, de Ciencias Exactas, Ingeniería y Arquitectura y Urbanismo. Y se creó el Instituto de Psicología en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Además, como corolario de enormes esfuerzos, y de una labor combinada entre la Universidad y el Círculo de Periodistas de la Provincia de Buenos Aires, quedaba incorporada, a la primera, la Escuela de Periodismo «Presidente General Juan Perón».[28]
La UNLP entre el período 1955-1976
El período que se extiende desde el golpe militar de 1955 hasta 1983, con el retorno democrático, estuvo invariablemente dominado por las crisis políticas que irrumpieron sistemáticamente en las universidades y la autonomía fue conculcada. La mayoría de los gobiernos de esa etapa se creyeron fundadores de una nueva sociedad e intervenían las casas de altos estudios. Entre 1958 y 1966, la autonomía que se empezó a preparar desde 1955 dio sus únicos frutos. Durante ese lapso, la UNLP se caracterizó por el más amplio pluralismo intelectual vivido desde 1955 a 1983, volviendo, asimismo, a la tradición reformista de concurso y periodicidad de los cargos docentes. Luego, las crisis políticas de los distintos gobiernos de facto -con un breve período constitucional entre 1973 y 1976- establecieron una crónica presencia del Poder Ejecutivo Nacional en los gobiernos universitarios, funcionando sin la necesaria representatividad de claustros.[31]
El nuevo gobierno de facto derogó las leyes nacionales que habían regido la actividad universitaria en el primer período peronista, restableciendo, en todos sus efectos, la vieja ley 1.597, promulgada en 1885 y conocida como Ley Avellaneda. La estructura jurídica que propiciaba dicha autonomía no se podía evadir del momento político inmediato a la caída de Perón: se aclaraba que no se admitiría en los concursos para cubrir las cátedras a quienes «hayan promovido doctrinas totalitarias adversas a la dignidad del hombre libre y a la vigencia de las instituciones republicanas» y a los que «hayan realizados actos positivos y ostensibles de solidaridad con la dictadura»,[31] descalificando, de esta forma, el gobierno militar al gobierno constitucional del período 1946-1955. Durante la autodenominada Revolución Libertadora, hubo miles de estudiantes y docentes expulsados, identificados con el período político anterior.[citarequerida]
Los siguientes años dieron lugar a importantes cambios sociales y culturales que modificarían para siempre la vida estudiantil y juvenil, como a la violencia desde el Estado hacia las universidades. A comienzos de la década de 1960 se construyeron los nuevos edificios del Comedor Universitario (luego entregado a la Facultad de Odontología) y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, ambos en el paseo del Bosque, ya bajo la estética y la lógica de la arquitectura moderna que buscaba mayor flexibilidad para los espacios de estudio y experimentación con nuevas tecnologías constructivas.[citarequerida]
Esos años estuvieron marcados por intensos debates, ya durante la presidencia de Arturo Illia, como cuando el Consejo Superior de la UNLP discutió la modificación de una ordenanza, decretada el año anterior, que prescribía como condición sine qua non, para ocupar el cargo de profesor secundario, la de ciudadano argentino. No se interrumpía, así, la vieja tradición del país, iniciada desde los albores de la nacionalidad, de abrir las fronteras, sin ningún tipo de discriminación, a quien deseara vivir en el territorio argentino.[31]
Con el golpe militar de 1966, al mando de Juan Carlos Onganía, la actividad universitaria se alejó de la auténtica autonomía y respondió a los objetivos de los gobiernos de turno; gobiernos autoritarios que no contemplaban el pluralismo de la república democrática. No bien instalado en el poder, el gobierno de Onganía produjo la tristemente célebre Noche de los Bastones Largos, cuando reprimió en distintas facultades de la Universidad de Buenos Aires que estaban siendo ocupadas por estudiantes, profesores y graduados, en oposición a la decisión del gobierno de facto de intervenir las universidades y anular sus gobiernos autónomos.[31]
Durante este período, se iniciaría en Argentina una conocida fuga de cerebros que llevó al exilio a numerosos intelectuales y científicos nacionales, empobreciendo fuertemente al país en lo cultural y educativo.[citarequerida] Al mismo tiempo, se prohibió la actividad política en todas las universidades nacionales, quedando censurada cualquier actividad que asumiese forma de militancia, agitación, propaganda o adoctrinamiento de carácter político.[31]
En 1967, el presidente de la UNLP, el arquitecto Joaquín Rodríguez Samuell, creó la Dirección de Obras y Planeamiento de la Universidad, que se encargaría de la construcción, planeamiento y reparaciones de los edificios universitarios. Como consecuencia de este proceso ordenador, surgió el denominado Edificio Tres Facultades. La funcionalidad de la obra generó distintas polémicas, como el descuido irreparable en el que se incurrió en referencia a la auténtica conservación del patrimonio cultural e histórico de la ciudad de La Plata: al desaparecer gran parte de los jardines de la Universidad y también al construir la mole de cemento por la calle 48 y por la calle 6, quedó totalmente degradada la visión que se tiene del edificio de la Presidencia.[31] La obra comenzó en 1969, se continuó en los siguientes años y, finalmente, quedó inconclusa, salvando de la demolición al patrimonial edificio de la Presidencia.[32]
También se llamó a concursos de arquitectura para nuevos edificios. La futura Facultad de Ingeniería fue diseñada por Mario Roberto Álvarez, en 1967, con un planteo inicial y radical que proponía demoler casi todos los antiguos edificios de las Facultades de Ingeniería y de Ciencias Exactas, ubicados en el paseo del Bosque, para crear una serie de torres modernas conectadas en altura por pasarelas y puentes de hormigón armado. Un año después, el estudio de Baudizzone-Díaz-Erbin-Lestard-Varas-Traine ganaba el concurso para la futura Facultad de Ciencias Exactas, proponiendo un complejo sistema de torres, edificios en tira y «naves», con pasarelas de conexión. Los mismos arquitectos recibieron el encargo para crear el Instituto de Investigaciones Científicas, el único de los proyectos mencionados que se terminó construyendo, ya que las facultades no se realizaron debido al final del gobierno militar del período 1976-1983.[33]
El breve período de florecimiento político que comenzó en 1969 con el estallido popular del Cordobazo y que llegó a su punto máximo en 1973, con el triunfo de Héctor Cámpora para la Presidencia de la Nación tras el regreso de Juan Domingo Perón al país luego de un largo y obligado exilio, contó con la sanción de una nueva Ley Orgánica de las Universidades Nacionales que, entre otras medidas, resolvía la gratuidad de la enseñanza universitaria. Además, se reincorporó en la UNLP, con carácter ad-honorem, a todo el personal docente y no docente declarado cesante por causas políticas, a partir del 19 de septiembre de 1955.[31]
Persecución política y desaparición: el Golpe de Estado de 1976
El gobierno de la última dictadura militar, autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, comenzó, tras el golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, una sistemática política de represión y persecución política, con métodos ilegales y desaparición forzada de personas, para combatir la resistencia de las corrientes políticas disidentes del país con una sistemática violación de los derechos humanos. Se estima que, entre 1976 y 1983, hubo en Argentina cerca de 30000 desapariciones forzadas de personas, según organismos de derechos humanos, y, adicionalmente, más de 500000 exilios políticos.
Las universidades nacionales fueron uno de los blancos más atacados. Se estima que la UNLP cuenta con más de 800 casos de estudiantes, graduados y trabajadores desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado entre 1976 y 1983.
Luego de que la universidad fuera intervenida por el delegado de la Armada Argentina, Eduardo Luis Saccone, entre el 25 de marzo y el 14 de septiembre de 1976, Guillermo Gallo fue Rector de la Universidad de La Plata y colaborador directo del gobierno de facto para la ubicación, secuestro y asesinato de disidentes políticos de distintas corrientes políticas. En ejercicio de su cargo, fue responsable de las numerosas cesantías de trabajadores docentes y no docentes, así como colaborador en la represión llevada adelante por las fuerzas cívico-militares que tomaron el poder en 1976.[34]
Asimismo, la ciudad de La Plata fue protagonista de la llamada Noche de los Lápices, cuando, en septiembre de 1976, un grupo de estudiantes secundarios menores de edad que reclamaban por la aplicación del boleto estudiantil fueron secuestrados: seis de ellos continúan desaparecidos.
El plan educativo de los jerarcas militares apuntó a la cultura y las artes, donde la libertad y la creatividad dejaran de ser una prioridad. La carrera de Cinematografía cortó las inscripciones de alumnos, a primer año, a partir de 1977. Lo mismo ocurrió con las carreras de instrumentos musicales y con el cese de la carrera de Psicología de la Facultad de Humanidades, con lo que se cortó, de manera abrupta, un trabajo académico de dos décadas.[28]
El 13 de diciembre de 1983, con el retorno de las instituciones de la república democrática, el presidente Raúl Alfonsín firmó el decreto que restableció el «pleno ciclo de la autonomía universitaria». Se dispuso decanos normalizadores para cada una de las universidades nacionales, designados por el Ministerio de Educación y Justicia, y se declararon en vigencia los estatutos que se aplicaban a julio de 1966, fecha desde la cual no se habían puesto en ejecución, en las universidades, los principios de la Reforma Universitaria.[31] Comenzaba, así, un lento pero constante proceso de recuperación de los valores culturales, sociales y educativos, que incluyó una profunda investigación sobre los recientes crímenes de lesa humanidad cometidos durante el gobierno militar.
Prueba de ello, en los primeros años de la recuperación constitucional, fue el ingreso exponencial de alumnos a las carreras de la UNLP, triplicando la cifra entre 1983 y 1986, con un crecimiento de 4.379 a 13.041 inscriptos, respectivamente.[31]
La ley 23.068 dispuso que las universidades nacionales contemplasen la situación del personal docente y no docente que, por cuestiones políticas, gremiales o conexas, hubiese sido declarado cesante, prescindido u obligado a renunciar. Su alcance abarcaba al período comprendido entre el 24 de marzo de 1976 y el 9 de diciembre de 1983. Se les reconocería la categoría y la antigüedad hasta el momento de la reincorporación.[31]
Distintas resoluciones de 1985, bajo el gobierno normalizador de Raúl A. Pessacq, otorgaron el título de Doctor honoris causa a los profesores Abdus Salam y Pedro Laín Entralgo. El Doctor Salam, Premio Nobel de Física 1979, recibió la distinción y brindó una conferencia sobre política científica en el Anfiteatro de la Facultad de Física. En 1986, se otorgaría la misma distinción al Doctor Carlo Rubbia, Premio Nobel de Física. El acto se realizó en el mismo recinto y significó volver a la tradición de la Universidad, de recibir, en sus claustros, a maestros de la cultura universal como fue, en su oportunidad, la presencia de Albert Einstein.[31]
«Digamos adiós, para siempre, a la Universidad oscurista y despótica y demos juntos la bienvenida a la Universidad autónoma, formadora de ciudadanos libres y de luchadores de la democracia (...) Que este cambio sea para bien de la ciencia, del progreso y de la democracia reconquistada por los argentinos».
Luego de cuatro años de un fuerte proceso normalizador, en 1986, asumiría la presidencia de la UNLP, Ángel Luis Plastino, quien se desempeñaría en el cargo hasta 1992, año en el que sería reemplazado por el ingeniero Luis Julián Lima,[35] en una década de fuerte impronta y resistencia de la comunidad universitaria organizada al proyecto de arancelamiento de la educación impulsado bajo la presidencia de la Nación de Carlos Saúl Menem, durante el período 1989-1999. La llamada Ley de Educación Superior fue discutida durante una Asamblea Universitaria,[36] celebrada en febrero de 1996, para introducir la LES en el estatuto de la UNLP. Las masivas manifestaciones de estudiantes y profesores, que se oponían a su sanción, derivaron en una fuerte represión de las fuerzas del Estado con más de 200 detenidos.[37]
Hubo, a su vez, tres acontecimientos de relevancia durante la presidencia de Lima, como la compra del edificio del exJockey Club de La Plata, en la calle 49 entre 6 y 7 (allí funcionaron, entre otras, desde la década de 1990, las Facultades de Derecho, Periodismo y Psicología); la del inmueble del exDistrito Militar, en la esquina de diagonal 78 y calle 10, donde se levanta el Bachillerato de Bellas Artes y la Facultad de Trabajo Social; y la incorporación de los terrenos del laboratorio de YPF en la localidad de Florencio Varela. Con estas compras, la UNLP incorporaba más de 15000 metros cubiertos en propiedades.[31]
La Universidad en su centenario
Hacia fines de la década de 1990, las políticas de recortes presupuestarios aplicados desde la Nación fueron generando un creciente clima de protestas en el orden universitario que repercutieron sobre las universidades de La Plata y Buenos Aires. Los cortes de calle, las movilizaciones estudiantiles y los paros de docentes y no docentes, fueron moneda corriente. Las resoluciones de Presidencia expresaban similares medidas, que conducían a un achicamiento de recursos y optimización del gasto, extremando la austeridad.[31]
Al no respetarse las asignaciones establecidas por la Ley de Educación Superior, la UNLP convocó a la comunidad universitaria a salir en defensa de las universidades nacionales y de la educación pública, ya bajo la gestión de Alberto Ricardo Dibbern. La universidad platense no estuvo ajena a la caótica situación económica del final del gobierno de Fernando de la Rúa, durante la llamada crisis de 2001, cuando debió suspender el pago a proveedores y de todos los pagos, a excepción de los salarios, como resultado de los recortes presupuestarios decretados por el Ejecutivo Nacional. Sectores estudiantiles de varias facultades protestaron y ocuparon, en consonancia con la situación del país, el edificio del exJockey Club,[31] donde se cursaban varias carreras, en un contexto de masivas movilizaciones estudiantiles en defensa de la educación pública.[38][39]
Desde 2004, y luego de la reapertura del histórico Comedor Universitario tras casi treinta años,[40] la Universidad de La Plata vivió un postergado período de crecimiento, mejoras y avances en materia edilicia. Un Plan de Obras realizado en etapas, desde ese año y por espacio de una década, encaró la remodelación de varias de las facultades existentes. Hubo diversos acuerdos firmados por el entonces Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, y el rector de la UNLP, Gustavo Aspiazu, para encarar la construcción de nuevos pabellones, ampliaciones y edificios a estrenar; obras de envergadura que se terminarían durante la primera gestión (2010-2014) del arquitectoFernando Tauber.
En abril de 2013, además, comenzó a funcionar el Tren Universitario, una línea de transporte con tres vagones desarrollada especialmente para comunicar la Estación de trenes de La Plata de la Línea General Roca con el Campus Universitario (Facultades de Arquitectura, Informática, Medicina y Periodismo) y el Policlínico General San Martín, en la zona este de la ciudad, con un recorrido de seis paradas a lo largo del paseo del Bosque.[48]
Escudo
Desde su primera Asamblea Universitaria, desarrollada el 14 de febrero de 1897, el escudo oficial representa, como figura central, a la diosa Palas Atenea o Minerva, de pie, armada de lanza, casco, escudo y pectoral, flanqueada por dos figuras femeninas sedentes, alegóricas de las ciencias y las letras.[49] En el horizonte, se delinea la silueta de la ciudad de La Plata. El lema de la UNLP, inscripto en el escudo en su parte inferior, es Pro Scientia et Patria (Por la Ciencia y por la Patria).[50]
De acuerdo a la mitología griega, el roble es el árbol de Zeus y, por lo tanto, está directamente relacionado con Pallas Atenea, diosa de la Sabiduría, Ciencias, Artes e Industria. El roble es también símbolo de firmeza, vigor, severidad y perennidad.
Entre los años 2010 y 2014 se abordó el rediseño por parte de la Dirección de Comunicación Visual de la UNLP bajo la dirección de Luciano Passarella.[52]
Si suena un claro canto en la noche de ronda vamos, somos canción. Gastar veinte años es un derroche que nunca tuvo comparación.
Mas si en la noche de una honda calma, vibra un silencio de eternidad, es que meditan con toda el alma, los estudiantes de la ciudad.
¡Alta la mente! ¡Nobles los labios! Y para todos el corazón.
El himno de la Universidad Nacional de La Plata fue compuesto por Arturo Capdevila (letra), con música de Carlos López Buchardo. Fue aprobado por el Consejo Superior de la casa de estudios el 30 de noviembre de 1927 y estrenado el 23 de octubre del mismo año, en el Teatro Argentino de La Plata, en ocasión del centenario de la muerte de Ludwig van Beethoven.
Gobierno
La Universidad Nacional de La Plata es un ente autónomo: elige sus propias autoridades y administra su patrimonio cultural, físico y económico-financiero. Por estatuto, actualmente, los órganos de gobierno son: el presidente, la Asamblea Universitaria y el Consejo Superior.
Presidente: es el representante máximo de la Universidad en todos los actos cívicos, administrativos y académicos. Ordena los fondos de la unidad académica, decide sobre los pagos que deban verificarse y las entregas, a las respectivas dependencias, de las partidas que les hayan sido acordadas. Planifica y organiza las Secretarías de la Universidad y las propone ante el Consejo Superior para su aprobación. Puede nombrar y remover a empleados y personas de servicio de la Universidad, cuyo nombramiento no esté atribuido al Consejo Superior o a otras autoridades universitarias.[54][55]
Asamblea Universitaria: es el órgano supremo de la Universidad. Se reúne convocada por el presidente, por la mayoría absoluta de los miembros del Consejo Superior o a requerimiento de un cuarto, al menos, de los miembros de la Asamblea Universitaria. Está integrada por profesores, jefes de trabajos prácticos, ayudantes diplomados, graduados y estudiantes que integran los consejos directivos; diez representantes nodocentes y un representante docente de cada establecimiento del sistema de pregrado universitario. Cada gremio (ATULP - ADULP - FULP) tiene un representante con voz y sin voto. La Asamblea Universitaria puede modificar el Estatuto, elegir al Presidente de la Universidad y considerar, con carácter extraordinario, los asuntos que le sean sometidos y que interesen al funcionamiento de la Universidad o al cumplimiento de sus fines.[54][55]
Consejo Superior: lo preside el presidente de la Universidad y está constituido por cuatro representantes de cada una de las 17 Facultades de la UNLP: los decanos, un representante del claustro de los profesores, un estudiante de cada unidad académica y un Jefe de Trabajos Prácticos o un Ayudante Diplomado o un Graduado, más dos representantes nodocentes. Además, los establecimientos del sistema de pregrado universitario están representados por dos directores (rotativos por año). El Presidente de la Universidad es el representante del Consejo Superior y el encargado de su gobierno administrativo, además de dar cumplimiento a sus resoluciones.[55][57]
La oferta académica de la UNLP incluye 17 unidades académicas, con 118 carreras de grado, 155 títulos y otros 166 de posgrado. El 85% están acreditadas o en trámite por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), además de contar con unos 500 cursos de posgrado.
Cuenta también con 49 cátedras libres dependientes de la Presidencia, que se suman a las muchas que funcionan en las distintas unidades académicas.
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Arquitectura
Facultad de Artes
Licenciatura y/o Profesorado en Artes Audiovisuales (Orientación Guion, Crítica, Realización o Fotografía)
Diseñador en Comunicación Visual y/o Profesorado en Diseño en Comunicación Visual
Licenciatura y/o Profesorado en Diseño Multimedial
Diseñador Industrial y/o Profesorado en Diseño Iindustrial
Licenciatura y/o Profesorado en Historia de las Artes Visuales
Licenciatura y/o Profesorado en Artes Plásticas
Licenciatura y/o Profesorado en Guitarra
Licenciatura y/o Profesorado en Piano
Licenciatura y/o Profesorado en Composición
Licenciatura y/o Profesorado en Dirección Orquestal
Licenciatura y/o Profesorado en Dirección Coral
Licenciatura y/o Profesorado en Educación Musical
Licenciatura y/o Profesorado en Música Popular
Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales
Ingeniería Agronómica
Ingeniería Forestal
Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas
Licenciatura en Geofísica
Licenciatura en Astronomía
Licenciatura en Meteorología y Ciencias de la Atmósfera
Facultad de Ciencias Económicas
Contador Público
Licenciatura en Administración
Licenciatura en Economía
Licenciatura en Turismo
Tecnicatura en Cooperativismo
Facultad de Ciencias Exactas
Farmacia
Licenciatura en Bioquímica
Licenciatura en Biotecnología y Biología Molecular
Licenciatura en Ciencia y Técnica de Alimentos
Licenciatura en Física
Licenciatura en Física Médica
Licenciatura en Matemáticas
Licenciatura en Óptica Ocular y Optometría
Licenciatura en Química
Licenciatura en Química y Tecnología Ambiental
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Abogacía
Escribanía
Procurador
Facultad de Ciencias Médicas
Enfermería Universitaria
Licenciatura en Nutrición
Licenciatura en Obstetricia
Medicina
Tecnicatura en Prácticas Cardiológicas
Facultad de Ciencias Naturales y Museo
Licenciatura en Antropología
Licenciatura en Biología Orientación Botánica
Licenciatura en Biología Orientación Ecología
Licenciatura en Biología Orientación Paleontología
Licenciatura en Biología Orientación Zoología
Licenciatura en Geología
Licenciatura en Geoquímica
Facultad de Ciencias Veterinarias
Ciencias Veterinarias
Microbiología Clínica e Industrial
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información
Licenciatura en Ciencias de la Educación
Licenciatura en Educación Física
Licenciatura en Filosofía
Licenciatura en Francés OrientaciónLingüística
Licenciatura en Francés OrientaciónLiteraria
Licenciatura en Geografía
Licenciatura en Historia
Licenciatura en Inglés OrientaciónLingüística
Licenciatura en Inglés OrientaciónLiteraria
Licenciatura en Letras
Licenciatura en Sociología
Profesorado en Francés
Profesorado en Bibliotecología y Ciencias de la Información
Profesorado en Ciencias Biológicas
Profesorado en Ciencias de la Educación
Profesorado en Educación Física
Profesorado en Filosofía
Profesorado en Física
Profesorado en Geografía
Profesorado en Historia
Profesorado en Inglés
Profesorado en Letras
Profesorado en Matemática
Profesorado en Química
Profesorado en Sociología
Traductorado en Francés
Traductorado en Inglés
Facultad de Informática
Licenciatura en Informática
Licenciatura en Sistemas
Analista Programador Universitario
Ingeniería en Computación
Facultad de Ingeniería
Ingeniería Aeroespacial
Ingeniería Civil
Ingeniería Electricista
Ingeniería Electromecánica
Ingeniería Electrónica
Ingeniería en Materiales
Ingeniería Hidráulica
Ingeniería Industrial
Ingeniería Mecánica
Ingeniería Química
Ingeniero Agrimensor
Ingeniería en Computación
Facultad de Odontología
Odontología
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Licenciatura en Comunicación Social Orientación Periodismo
Licenciatura en Comunicación Social Orientación Planificación Institucional
Profesorado en Comunicación Social
Tecnicatura Superior Universitaria en Periodismo Deportivo
Tecnicatura Superior Universitaria en Comunicación Popular
El edificio de la Presidencia (conocido como Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata) es la sede administrativa de la UNLP, desde su fundación en 1905. Está ubicado en el centro de la ciudad de La Plata, entre la avenida 7 y las calles 46 y 47, en el inmueble donde, antes de la creación de esta universidad, funcionaba el Banco Hipotecario Provincial.
En cuanto a su arquitectura, el edificio presenta líneas sobrias con características del renacimiento francés y sus dependencias están dispuestas cuadrando dos grandes patios interiores. La fachada principal es simétrica y una escalinata central conduce a las puertas principales, marcadas en lo alto por un reloj y un conjunto de esculturas. Una mansarda a la francesa corona el histórico inmueble, de la época fundacional de la ciudad, y una cúpula con aguja remata la entrada. Frente al acceso principal se encuentra la estatua de Joaquín V. González, primer presidente de la UNLP y impulsor de su nacionalización, realizada en bronce por el artistaHernán Cullen, en la década de 1930.
El histórico edificio estaba rodeado, antiguamente, por jardines que abarcaban la totalidad de la manzana, los cuales fueron ocupados con la construcción parcial del Edificio Tres Facultades, en 1969, en forma de «L», sobre la esquina donde se unen las calles 6 y 48.
Campus Universitario
Durante la última década, se ha desarrollado un proceso de centralización geográfica de la universidad, instalando las facultades, edificios y dependencias académicas en el interior y en los alrededores del paseo del Bosque, para lograr un campus unificado, integrado al medio urbano y social, con epicentro en este parque recreativo ubicado en la convergencia de los tres distritos municipales de la región: La Plata, Berisso y Ensenada. En términos prácticos, se lo puede dividir en dos grandes campus: el «Grupo Bosque» y el «Grupo Centro»; sin embargo, de forma oficial, está dividido en seis grupos:[59]
Grupo Bosque Berisso: Escuela Universitaria de Oficios, Estación de Monitoreo Ambiental y Centro Regional de Extensión Universitaria, que alberga instalaciones de uso común para todas las facultades, con laboratorios, aulas y consultorios. El predio, ubicado en el barrio Villa Argüello del partido de Berisso, está conformado por tres parcelas: una de 5 hectáreas, donde se localiza el tambo de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales; otra de 2, con un complejo habitacional para trabajadores no docentes de la UNLP; y, finalmente, una de 47 hectáreas, entre la avenida 60 y la calle 64, de calle 127 a 143, destinadas al patrimonio público, forestal, recreativo y el esparcimiento de la comunidad. A estos se suma, en calle 61 y su intersección con 127, ya dentro del partido de Berisso, el remodelado Albergue Universitario.
La Biblioteca Central de la UNLP fue creada como Biblioteca Provincial en 1887, buscando reunir un archivo bibliográfico documental para futuras investigaciones y producciones. En 1905, se integró a la recientemente nacionalizada Universidad Nacional de La Plata. Funciona actualmente en Plaza Rocha, entre avenida 7 y diagonal 78, en un edificio que fue inaugurado en 1935 para que también funcionara la por entonces Escuela de Bellas Artes.[61]
El espacio cuenta con cinco salas de acceso público («Parlante», «Lectura», «Juvenil», «La Plata» y «Museo») para estudiantes primarios, secundarios, universitarios, terciarios, graduados y ciudadanos en general, con material histórico para préstamos y consultas; asimismo, una hemeroteca que contiene un archivo histórico de 3.600 publicaciones periódicas y 1.080 títulos de periódicos, entre los que se encuentran aquellos pertenecientes a valiosas colecciones argentinas y sudamericanas del sigloXIX y el sigloXX.[62]
Archivo Histórico Central
El Archivo Histórico de la Universidad Nacional de La Plata fue creado el 13 de septiembre de 2013 por Resolución 808/13.[63]Funciona en dos sedes: una oficina ubicada en el edificio de la Presidencia, en avenida 7 entre las calles 47 y 48, y otra en la Biblioteca Pública Central de Plaza Rocha. El Archivo, dependiente de la Secretaría de Asuntos Académicos, trabaja de manera colaborativa con otros organismos similares de esta casa de estudios, asesorando y coordinando la Red de Archivos de la UNLP.[64] Asimismo, forma parte del Sistema Integral de Información, Repositorios, Bibliotecas, Archivos y Museos (SIIRBAM).[65]
El acervo archivístico documental que allí se resguarda es diverso y supera los 600 metros lineales. Incluye fotografías en distintos soportes -vidrio, negativo flexible, papel, diapositivas-, expedientes, organigramas institucionales, resoluciones, disposiciones, actas del Consejo Superior y material audiovisual, entre otros.[63]Asimismo, se conservan fondos personales relevantes para la historia institucional: Juan Carlos Rébora, Marilina Rébora, José María Rey, Francisco Marcos Anglada, Daniel de Santis, entre otros; y colecciones especiales. Todos los registros descriptivos se encuentran en un repositorio web, desarrollado con el software AtoM.[66][67]
En concordancia con la Ley de derecho de acceso a la información pública y con la convicción de que el acceso a la información y la difusión es fundamental para su desarrollo,[68] el Archivo Histórico Central ha realizado diferentes publicaciones y ha participado en otras. Entre sus publicaciones editadas pueden destacarse: «Desclasificando las huellas presentes de un pasado violento: la producción documental de la UNLP desde la organización del Estado terrorista (1976-1983) hasta la normalización de la Universidad (1986)» y «Guía documental y bibliográfica: de la Universidad Provincial a la reforma Universitaria en La Plata (1890-1921)».[69]
El Archivo Histórico forma parte de la comisión de reparación de legajos de víctimas del terrorismo de Estado de la UNLP, creada por Resolución 259 de 2015. Está conformada, además, por un representante de la entonces Dirección General de Derechos Humanos de la UNLP, de la FULP, de ADULP y de ATULP. Dicha Comisión resolvió que la reparación de los legajos se efectuara en etapas y que, en cada caso, se dispusiera la digitalización de los mismos a fin de preservar una copia en el Archivo Histórico de la UNLP.[70].
Otros Archivos de la UNLP
Archivo Sergio Karakachoff: el Archivo Sergio Karakachoff de la Universidad Nacional de La Plata fue presentado el 7 de diciembre de 2023. Funciona a través de un sitio web que recupera y reconstruye la historia del abogado y dirigente político argentino secuestrado, torturado y asesinado por su oposición a la dictadura militar argentina del período 1976-1983. Sergio Karakachoff fue alumno de la Escuela Anexa, cursó sus estudios primarios en el Colegio Nacional, se recibió de abogado en la UNLP y, en su homenaje, su nombre es la actual denominación del Edificio Tres Facultades de esa casa de estudios.[71]
Colegio Nacional: el Colegio Nacional Rafael Hernández es un establecimiento de enseñanza secundaria del Sistema de Pregrado Universitario de la UNLP, ubicado en la intersección de la avenida 1 y calle 49, en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Lleva el nombre de quien impulsara el proyecto de ley que derivó en la creación de la Universidad Provincial, en 1897, luego nacionalizada en 1905. Desde su creación, a fines del sigloXIX, el Colegio Nacional funcionó en distintos inmuebles del casco urbano platense, hasta su definitivo y actual emplazamiento, inaugurado en septiembre de 1910.[72]
Liceo Víctor Mercante: inaugurado en 1907, es uno de los cuatro establecimientos secundarios administrados por la Universidad Nacional de La Plata. Está ubicado en su histórica sede de diagonal 77 entre 46 y 47, la cual fue reinaugurada definitivamente en 2006, luego de que el inmueble fuera abandonado y sus aulas se trasladaran, por más de dos décadas y a raíz de distintos problemas de infraestructura, al edificio del Rectorado. La sede donde funciona el Liceo Víctor Mercante fue construida entre 1884 y 1888, en la etapa fundacional de La Plata.[73]
Bachillerato de Bellas Artes: el Bachillerato de Bellas Artes «Profesor Francisco A. De Santo» fue creado por iniciativa de un grupo de profesores de la por entonces Escuela Superior de Bellas Artes (hoy Facultad de Artes), quienes impulsaron la transformación de la Escuela de Dibujo de la Universidad en un Bachillerato especializado, en la década de 1940. Desde 2013, el Bachillerato tiene un inmueble propio, de uso exclusivo, emplazado en diagonal 78 y calle 10 (predio del exDistrito Militar de La Plata). El Edificio, denominado «Noche de los lápices» en homenaje a los estudiantes secundarios desaparecidos en 1976, comprende un cuerpo principal de planta baja y tres niveles, con un patio privado, que alcanza los 4.820 metros cuadrados cubiertos y 170 semi-cubiertos.[74]
Escuela Agraria Inchausti: la Escuela Agraria «María Cruz y Manuel L. Inchausti» está ubicada en la localidad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. Fue fundada en la década de 1930, sobre un predio de 4.700 hectáreas, y contiene a más de 300 alumnos que desarrollan actividades académicas, talleres, laboratorios y trabajos en el campo vinculados a la producción agrícola ganadera y la industrialización de alguna de las producciones.[75]
Escuela Graduada Joaquín V. González: comúnmente conocida como «Escuela Anexa», se encuentra en la calle 50, entre 117 y 118, dentro del paseo del Bosque de La Plata. Fue creada en 1906 como «Escuela Graduada de Varones», ampliando en 1942 la inscripción para mujeres. Con la sanción de la actual estructura de los colegios de la UNLP, aprobada en 2005, comprende a la Escuela Graduada la Educación Inicial (jardín de infantes: 1°, 2° y 3° año) y la Educación Primaria (de 1° a 6° año).[76]
Jardín Maternal: es un establecimiento ubicado en avenida Iraola, entre calle 60 y avenida Antártida Argentina, para los hijos e hijas del personal docente de la UNLP que aún no hayan cumplido la edad suficiente para ingresar al sistema educativo obligatorio argentino.[citarequerida]
El Observatorio Astronómico de La Plata comenzó a ser construido en 1883, un año después de la fundación de la ciudad, luego de que el tránsito del planetaVenus por delante del Sol (hecho astronómico de inconmensurable valor para la época) generara interés en astrónomos argentinos y franceses, para determinar el mejor lugar de observación en estas tierras. Luego de la observación del fenómeno, realizada en la localidad bonaerense de Bragado, los instrumentos astronómicos que la Provincia había encargado y comprado a tal efecto, sirvieron de soporte inicial para la creación del novedoso edificio científico.[77]
En 1983, el Observatorio y la por entonces Escuela Superior de Astronomía y Geofísica, creada en 1935, se fusionaron en la unidad académica designada con el nombre que hoy tiene esta Facultad.[77]
El Planetario de La Plata, inaugurado en 2013, es parte de un proyecto conjunto entre las facultades de Arquitectura y Astronomía. Está ubicado en el predio de esta última unidad académica, en avenida Iraola, entre calle 120 y avenida Centenario. El complejo de alta tecnología, que combina la ciencia con la recreación, es el más moderno de Latinoamérica, con 1200 metros cuadrados de superficie y una pantalla HD en forma de cúpula sobre un domo de 187 metros de diámetro.[78]
Museos
La Red de Museos fue creada con el objetivo de buscar formas de cooperación entre los diferentes museos de la Universidad Nacional de La Plata, para llevar adelante muestras itinerantes, exposiciones colectivas y otras acciones que atañen a la actividad museológica, la difusión y la preservación del patrimonio cultural, artístico y documental de la universidad. Los museos están estrechamente vinculados con la investigación, la docencia y la extensión. Y son depositarios de un patrimonio integrado por millones de piezas.[79]
Prueba de ello es la organización, desde 2013, de Museos a la Luz de la Luna, un evento cultural nocturno que convoca a miles de espectadores a lo largo de una noche de noviembre, cuando más de 40 museos e instituciones, públicas y privadas, del Gran La Plata, abren sus salas de forma gratuita y de manera conjunta.[80]
Autoconvocados en esta red de investigación y preservación desde 1997, los museos trabajan en función de objetivos comunes con relación a la conformación de distintas identidades culturales e institucionales. El objetivo es el intercambio y el diálogo en pos de reconocer la diversidad de las culturas y de las memorias, dentro del espacio universitario y por fuera de él.[81]
La UNLP cuenta con una emisora de su propiedad (Radio Universidad, en su frecuencia de 1390 kHz en AM y 107.5 MHz en FM), inaugurada en 1924, lo que la convierte en la primera radio universitaria del mundo. Fue inspirada por sus creadores como elemento de divulgación científica y extensión universitaria. Históricamente se ubicó en el segundo piso del edificio de Plaza Rocha 133 de La Plata, entre diagonal 78 y avenida 7, desde 2019 comenzó a funcionar en el Centro de Producción Multimedial del remodelado Edificio Sergio Karakachoff, en calle 48 entre 6 y avenida 7.
De arquitectura brutalista y fachada de hormigón armado, comenzó a construirse a finales de la década de 1960, con un plan de obras que abarcaba, originalmente, la totalidad de la manzana y la demolición de la sede central de la hoy Presidencia. Sin embargo, la obra quedó inconclusa y el «Tres Facultades» se redujo a un inmueble en forma de «L», rodeando sólo los lados de las calles 6 y 48, sobre los antiguos jardines del edificio del Rectorado.[82]
El edificio, de nueve pisos, llegó a albergar a más de 20 mil personas hacia 2011, superando completamente su capacidad proyectada, por lo que las autoridades de la UNLP decidieron el traslado de las tres facultades que allí funcionaban y comenzó el proyectado proceso de remodelación. Este incluyó la demolición parcial de las primeras tres plantas para construir un pasaje peatonal amplio y luminoso, entre este inmueble y el Rectorado, denominado «Pasaje del Bicentenario».[82][83]
El nuevo complejo, reinaugurado en 2018 como Edificio Sergio Karakachoff en homenaje al estudiante y dirigente universitario asesinado por un grupo de tareas durante la última dictadura militar argentina,[84] alberga una sede de Posgrado con un total de 60 aulas disponibles para todas las facultades; un Centro de Convenciones para 2000 personas en simultáneo; y un Centro de Arte y Cultura. También se trasladaron, allí, Radio Universidad Nacional de La Plata, TV Universidad, la editorial universitaria (EDULP), su librería y otras dependencias de la Presidencia, quedando inaugurado, durante 2019, el nuevo Centro de Producción Multimedial de la UNLP.[83][85]
Samay Huasi (en quechua, casa de descanso) es una propiedad ubicada en Chilecito, La Rioja, adquirida por Joaquín V. González y transferida a la Universidad Nacional de La Plata en 1941. Actualmente, funciona como museo y casa de descanso del personal de la UNLP, aunque también fue adaptada para recibir turistas y diversos contingentes de estudiantes, que la visitan todos los años.
En 2015, tras un convenio firmado entre las autoridades académicas y el gobierno de La Rioja, se ratificó la propiedad de la UNLP sobre Samay Huasi, pero se acordó la cesión de una superficie de 24 hectáreas, distante del casco histórico, para ser destinado por el Gobierno provincial para la explotación de la actividad turística, religiosa, cultural, científica y de esparcimiento. Además, quedó sin efecto la expropiación que había sido decretada sobre el predio.[86]
El Comedor Universitario comenzó a funcionar en la década de 1930 con el objetivo de que los estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata tuvieran acceso a una comida diaria, beneficiados por los precios subvencionados del menú.
Desde su apertura, tuvo diferentes sedes en el casco urbano de La Plata y en el paseo del Bosque. Y fue un símbolo ineludible de la mancomunición entre el estudiantado de los distintas carreras de la UNLP, hasta que la última dictadura militar determinó su cierre definitivo. El Comedor sería reabierto recién en 2004 y actualmente funciona en cuatro sedes, al mediodía y con servicio nocturno.[87][88]
Albergue Universitario
El Albergue Universitario es un edificio inaugurado en 2011 que cuenta con una superficie cubierta de 5.683 metros cuadrados y tres módulos habitacionales para albergar hasta 200 estudiantes. En la esquina del predio y anexado a los módulos habitacionales, existe otro edificio, de dos plantas, que funciona como cabecera del complejo. En ese lugar se encuentra el área administrativa y el comedor del albergue.
El inmueble fue adquirido por la UNLP en 2008. Está ubicado en calle 61 y 127, en el partido de Berisso, dentro del campus «Grupo Bosque Este».[89][90]
Tren universitario: la universidad cuenta con un tren universitario, inaugurado en 2013. El servicio recorre el paseo del Bosque, comunicando la Estación La Plata con diferentes facultades de esta casa de estudios. Realiza un recorrido total de 8,4km, desde el andén 5 de la estación principal de la Línea General Roca (LGR) de la capital bonaerense hasta la intersección de las avenidas 25 y 72, en el Hospital San Juan de Dios. Posee nueve paradas intermedias que están ubicadas en los alrededores de las facultades de la Universidad Nacional de La Plata, con extensión, a partir de la inauguración de la segunda etapa de las obras en 2023, hacia la zona suroeste de la ciudad.
Micro universitario: desde 2014 se encuentra en funcionamiento el servicio del denominado micro universitario, que une el centro de La Plata, en avenida 7 y calle 49, con las facultades ubicadas en la zona del paseo del Bosque, entre la avenida 1, las calles 122 y 49 y la avenida 60. El primer servicio sale a las 7:30 de la mañana, para llegar finalmente al predio del exBIM 3 (exBatallón de Infantería de Marina 3) a las 7:45 horas. Funciona hasta las 22:30 horas, con una frecuencia de quince minutos. Además existe un servicio adicional en hora pico, cuando comienzan y terminan las cursadas de las asignaturas académicas, cada dos horas.
La Universidad Nacional de La Plata es uno de los centros académicos más destacados de Argentina e Iberoamérica en la producción de conocimientos científicos. La investigación es concebida como un instrumento vital por esta casa de estudios, con una creciente inversión en tecnología, infraestructura y formación de recursos humanos.
En sus 156 Laboratorios, Centros e Institutos de Investigación y Desarrollo (diecinueve de ellos asociados al Conicet, tres de triple dependencia UNLP-Conicet-CIC/PBA -Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires-, cuatro vinculados a la CIC-PBA) se desempeñan alrededor de 6.200 investigadores y científicos que contribuyen al avance del conocimiento en general, tanto en áreas básicas como aplicadas. Esto garantiza la continua actualización de los contenidos de la enseñanza que imparten, así como posibilita la formación de jóvenes científicos, tecnólogos y artistas a niveles competitivos según estándares internacionales. En la actualidad, el 45% de los trabajos desarrollados por los investigadores y científicos de la UNLP se publica en las revistas más influyentes del mundo.[91]
Avances en tratamientos del sistema locomotor
Profesionales y alumnos de la Facultad de Ingeniería trabajan en el diagnóstico y tratamiento de personas con enfermedades del sistema locomotor. El desarrollo de la investigación permitirá a cientos de pacientes acceder a estudios de alta complejidad necesarios para orientar las terapias y tratamientos médicos.[92]
Cogeneración energética
Profesionales de la Facultad de Ingeniería impulsaron, en 2009, un proyecto de cogeneración de energía, en distintas industrias del país, para permitirles generar su propia energía eléctrica y térmica en forma integrada, utilizando el residuo de energía producida para otras aplicaciones. El desarrollo permite ahorrar hasta un 30% de combustible, optimizar los recursos energéticos y analizar el proceso industrial para detectar posibles integraciones calóricas que ahorren calor y frío.[93]
Chip de ADN en producción bovina
Investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias, conjuntamente con equipos del Conicet, desarrollaron el primer microchip de ADN del país, con el objetivo de optimizar la selección genómica, diagnosticar enfermedades de origen genético, realizar ensayos de paternidad y estudios de linajes en razas bovinas. Su aplicación ofrece a los criadores de ganado información genómica de su plantel de animales, lo que se traduce en un incremento cuantitativo y cualitativo de la producción argentina.[94]
Dévora Kestel, primera directora de Salud Mental de la OMS
Dévora Kestel, egresada de la UNLP, será la primera mujer en ocupar el máximo cargo en el Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud. La psicóloga, de destacada trayectoria internacional, será la encargada de diseñar estrategias de prevención e intervención en salud mental para que los 196 países miembros de la OMS.[95][96]
Exploración y conservación de la tumba de Amenmose
Investigadores de la Facultad de Humanidades obtuvieron la concesión para explorar, en Egipto, la tumba de Amenmose, de más de 3500 años de antigüedad, con el objetivo de desarrollar líneas de investigación interdisciplinarias con base en egiptología, de historia, conservación y arqueología.[97]
Envases bioecológicos con nanocompuestos
Especialistas de la UNLP y el INTI investigaron el uso de materiales biodegradables, como los residuos de la industria aceitera y las proteínas de soja, para fabricar envases ecológicos. A partir del empleo de nanocompuestos, se busca reducir la contaminación ambiental a un bajo costo y apostar al desarrollo de tecnología con un mayor valor agregado para los recursos agroindustriales nacionales.[98]
Medicamento contra la epilepsia
Especialistas del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Bioactivos[99] de la Facultad de Ciencias Exactas desarrollaron un fármaco con actividad anticonvulsiva, que puede potencialmente ser utilizado en tratamientos contra la epilepsia. El descubrimiento fue recientemente patentado en México, a partir de una alianza con uno de los máximos organismos de ciencia y técnica de ese país: se obtuvo, mediante técnicas de modelado computacional, la actividad anticonvulsiva del propilparabeno, un compuesto químico que tradicionalmente se utiliza como conservante antimicrobiano en cosméticos, medicamentos y alimentos.[100]
Método regenerativo de piel
Investigadores de la Facultad de Medicina elaboraron un novedoso método que regenera tejidos dañados en lesiones dérmicas, sin dolor. El trabajo fue patentado en la Unión Europea y permite obtener células diferenciadas, a partir del cultivo de células madre mesenquimales, que son extraídas de cordones umbilicales humanos. La regeneración confiere la formación de nuevo tejido, en lugar del tejido lesionado, a diferencia de la cicatrización, que es la sustitución del tejido normal por tejido conectivo, dejando la cicatriz sobre la piel.[101]
Nanoparticulas contra la epilepsia refractaria
Un equipo interdisciplinario de investigadores de la UNLP trabaja para revertir, con la ayuda de la nanotecnología, la resistencia a los medicamentos que presentan los pacientes con epilepsia refractaria. Buscan ofrecer una alternativa eficaz para pacientes que no responden a los tratamientos anticonvulsivos convencionales. Los investigadores desarrollan nanopartículas lipídicas capaces de encapsular los fármacos antiepilépticos clásicos y, así, transportarlos por el organismo del paciente sin que puedan ser detectados y eliminados por los mecanismos de defensa.[102]
Nanotecnología para satélites
Maximiliano Fischer, ingeniero aeronáutico de la UNLP, integró el grupo de profesionales expertos en actividades espaciales que desarrollaron un proyecto para la fabricación de micromáquinas, que se utilizan como antenas de comunicaciones de última generación para satélites. La llamada nanotecnología permite disminuir las dimensiones y abaratar costos de producción.[103]
La UNLP desarrolló, entre 2008 y 2009, el primer prototipo de ómnibusecológico. El vehículo híbrido eléctrico disminuye los ruidos y emite un 40% menos de gases que las unidades normales, con un ahorro de combustible de hasta un 25%. Además, funciona con un sistema regenerativo: cada vez que el conductor oprime el freno, el vehículo produce y renueva su energía.[105]
Investigadores de la UNLP trabajaron en el desarrollo de un método para remover el arsénico presente en acuíferos naturales y convertir el agua en apta para consumo humano. La técnica es sencilla y económica y se basa en el empleo de hierro metálico. Sólo en la provincia de Buenos Aires, el 80% del agua se encuentra contaminada con arsénico. El consumo prolongado del contaminante puede causar desde la enfermedad Hidroarsenicismo Crónico General Endémico, hasta diversas patologías oncológicas.[107]
Residuos como agentes descontaminantes
Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas desarrollaron un proyecto para la eliminación de pesticidas y fármacos de las aguas superficiales del Arroyo del Gato, curso de agua tributario del Río de La Plata en la cuenca del Río Santiago, en el Gran La Plata y los partidos de Berisso y Ensenada. Consiste en el aprovechamiento de uno de los residuos de la caña de azúcar (el bagazo, según su denominación más conocida) para ser utilizado como agente descontaminante en cursos de agua.[108]
Satélites ambientales
La Facultad de Ingeniería de la UNLP participó de la construcción del primer satélite argentino dedicado a estudios ambientales, lanzado desde Estados Unidos en mayo de 2010. El satélite integró el radar de la NASA, Aquarius, con el objetivo de observar la Tierra y obtener nuevas informaciones sobre el fenómeno del cambio climático, mediante la medición mensual de la salinidad superficial de los mares, dato clave para estudiar los vínculos entre la circulación oceánica y el ciclo hídrico global.[109] Los investigadores y técnicos platenses incorporaron tecnología de avanzada en el satélite, desarrollando así un rol clave en la construcción, funcionamiento y mantenimiento del proyecto espacial.[110]
Software para medir altura
Investigadores de la UNLP crearon un modelo informático capaz de establecer equivalencias precisas entre las mediciones de altura que arrojan los GPS y el tradicional Sistema Altimétrico Nacional. A partir de la combinación de ambas técnicas, el desarrollo permite una exactitud inédita en la medición, ya que el GPS tiene un margen de error de hasta 40 m. Además, el sistema altimétrico, elaborado hace décadas con instrumentos manuales de medición, demanda más tiempo de desarrollo. Es vital en el desarrollo de obras hídricas y viales.[111]
Vehículo de ultra bajo costo para exploración espacial
Estudiantes de la Facultad de Ingeniería fueron distinguidos con el segundo lugar en una competencia internacional realizada en la ciudad de Dubái, en un concurso de promoción e innovación tecnológica en la industria espacial, al diseñar un proyecto de transporte de exploración espacial (misión Pulqui XXI) de pequeñas dimensiones que busca lograr un alunizaje liviano y económico.[112]
Satélite SAOCOM 1B
La Facultad de Ingeniería de la UNLP participó activamente en el diseño y construcción de diferentes componentes e instrumentos vitales del satélite argentino SAOCOM 1B que fue puesto en órbita desde Cabo Cañaveral en agosto del 2020. El aporte del Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) una de las UIDET´s de la UNLP fue fundamental ya que consistió en el diseño, análisis y control térmico de la antena SAR (Radar de apertura sintética), además se ocupó de construir modelos de la misma y realizar una gran cantidad de análisis y simulaciones a través de softwares específicos de control térmico. Se trabajó en el diseño y ubicación de radiadores, mantas térmicas y calentadores en diferentes zonas de la antena y sus mecanismos de despliegue.[113]
Debido a su tecnología de observación terrestre a través de microondas (radar de apertura sintética en Banda L) fue considerado uno de los satélites más avanzados del mundo el año de su lanzamiento.[114]
Producción y publicaciones periódicas
La UNLP posee numerosas publicaciones periódicas que a partir de 2005 han migrado, progresivamente, al portal de revistas de la universidad, entre las que se encuentran algunas de las siguientes:[115]
Revista Actas de Periodismo y Comunicación: publicación electrónica editada por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social que centraliza los trabajos presentados en congresos, encuentros y jornadas académicas que realiza la institución. Los volúmenes de la revista contienen un número por cada evento científico y académico realizado durante el ciclo lectivo.[116]
Revista Analecta Veterinaria: órgano oficial de comunicación de la Facultad de Ciencias Veterinarias, de regularidad semestral, que, con sus diferentes versiones, se edita desde comienzos del sigloXX.[117]
Revista AUGM DOMUS: publicación electrónica, en línea, con referato, que engloba temáticas de Medio Ambiente, creada para publicaciones del equipo académico y científico de las universidades de la AUGM.[118]
Revista Ciencias Morfológicas: órgano oficial de la Sociedad de Ciencias Morfológicas de La Plata. Comenzó a publicarse en la década de 1990, con una edición actual de perioricidad semestral. El objetivo de la revista es difundir el conocimiento de esta disciplina en un sentido amplio, que incluye toda la diversidad de los seres vivos, la educación en el área y las variaciones de la morfología normal, que ocurren durante los procesos patológicos.[120]
Revista Derecho y Ciencias Sociales: publicación bianual orientada a las ciencias sociales y al derecho. Es un espacio de divulgación de trabajos de investigadores y estudios en sociología y filosofía jurídica y otras áreas afines a la crítica del derecho.[121]
Revista Econo: publicación semestral de divulgacion que contiene artículos de interés académico, notas de opinión, investigaciones en extensión y entrevistas a referentes de la comunidad educativa relacionada con las ciencias económicas.[122]
Revista Económica: publicación científica de interés general, anual, editada desde 1954 por la Facultad de Ciencias Económicas, con contenidos seleccionados a partir de un proceso de referato anónimo con árbitros externos. En la actualidad, y desde 2007, mantiene una edición impresa limitada principalmente para su distribución en bibliotecas, universidades y otras instituciones académicas.[123]
Revista El Toldo de Astier: publicación de divulgación, de carácter semestral, editada en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, con propuestas y estudios acerca de las prácticas y enseñanzas en lengua y literatura.[124]
Revista Estrategias (de Psicoanálisis y Salud Mental): publicación anual del Servicio de Docencia e Investigación del Hospital Interzonal General de Agudos «Dr. Rodolfo Rossi» de La Plata. Tiene como objetivo principal la investigación en la intersección de dos disciplinas: la Salud mental y el Psicoanálisis.[125]
Revista Investigación Joven: publicación electrónica y semestral, en línea, editada por la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, con referato, orientada a la publicación de investigadores principiantes en su actividad, facilitando así el intercambio de conocimiento.[127]
Revista Investigaciones en Técnica Vocal: publicación editada por el Grupo de Investigaciones en Técnica Vocal (GITeV) perteneciente al Laboratorio para el Estudio de la Experiencia Musical[128] de la Facultad de Artes. Es una revista bianual, de carácter científico, dedicada a tratar diferentes tópicos, generales y específicos, en relación con la voz cantada.[129]
Revista Letras: publicación literaria de divulgación, de frecuencia semestral, editada por el Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, que aborda y problematiza la interacción entre distintas temáticas y disciplinas culturales.[130]
Revista Maíz: publicación periodística realizada y editada por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, que articula la cultura y la política desde una perspectiva situada en los procesos históricos y sus tensiones de época. Se define como un «proyecto colectivo que cristaliza el compromiso con la consolidación de un paradigma comunicacional en clave nacional, popular y latinoamericana».[131]
Revista Plurentes (Artes y Letras): publicación anual del Bachillerato de Bellas Artes sobre trabajos de investigación provenientes de distintos campos disciplinares, ámbitos académicos y artísticos.[132]
Revista Psicología (Tercera Época): publicación académica semestral de la Facultad de Psicología, con contenidos de todas las áreas de la psicología y distintas perspectivas epistemológicas o metodológicas de amplio reconocimiento en la comunidad académica. Pretende constituirse en un ámbito de planteo y debate de problemáticas con perspectiva internacional y multidisciplinaria, con contribuciones de profesionales de disciplinas afines a la psicología, como la filosofía, antropología, sociología, historia o comunicación.[133]
Revista Relaciones Internacionales: publicación semestral del Instituto de Relaciones Internacionales de la UNLP que abarca diversos contenidos de política, derecho y economía internacional.[134]
Revista Trayectorias Universitarias: publicación académica de la carrera de Especialización en Docencia Universitaria. Es un espacio de comunicación que se propone reunir reflexiones, experiencias y perspectivas sobre los rasgos que asumen los procesos de formación universitarios. De periodicidad semestral, la publicación digital intenta recuperar saberes, debates y problematizaciones construidos al calor de las experiencias concretas de los docentes.[135]
La editorial de la Universidad Nacional de La Plata (EDULP) es la encargada de publicar libros bajo el sello de la universidad, luego de que las propuestas presentadas han superado distintas instancias de selección. El sello ha editado publicaciones de investigadores y académicos, como así también autores y escritores de ficción, historia, cultura, poesía, folklore, teatro, música, diarios de viajes e ilustraciones.
EDULP forma parte de la Red de Editoriales de las Universidades Nacionales (REUN), cuyo objetivo esencial consiste en generar un instrumento eficaz para favorecer la promoción, transmisión y circulación del saber surgido en los órganos de publicación de las casas de estudio nacionales.[136]
Centros culturales
La Universidad Nacional de La Plata cuenta con el recientemente inaugurado Centro de Arte y Cultura, abierto en las instalaciones del remodelado Edificio Tres Facultades, en calle 48 entre 6 y 7. En el mismo se desarrollan exposiciones permanentes de artes audiovisuales, escénicas y visuales, diseño, literatura y música. Y se brindan cursos sobre distintas disciplinas artísticas; entre ellas, cine, fotografía y danzas.[137]
Museo Azzarini
El Museo de Instrumentos Musicales es único en su tipo en Argentina. Se fundó a partir de una donación del Dr. Emilio Azzarini, quien poseía una colección de instrumentos, partituras, documentos y objetos, representativos de manifestaciones musicales de diversas regiones del mundo. La función del museo es poner en valor su colección, considerando a los instrumentos en relación con el hombre, su cultura y su contexto histórico y sociocultural.[138]
Teatro de la Universidad
El Taller de Teatro de la UNLP fue fundado en 1986, a partir de la iniciativa del entonces Secretario de Extensión Universitaria, Marcelo Rastelli, y del director Teatral, Norberto Barruti.[139] Se presenta como un taller experimental de teatro afín a la creación artística y a la investigación en el campo de la estética.[140]
Entre otras obras, se han presentado allí la adaptación de El Proceso, de Franz Kafka, realizada por el autor uruguayo Alberto Mediza con cerca de cincuenta actores en escena, cinco años consecutivos en cartel y 20.000 espectadores.
Actualmente, se realiza la 5.ª temporada de Babilonia -una hora entre criados-, de Armando Discépolo, obra que también se presenta para colegios de enseñanza media de la región en el Ciclo «Los clásicos en cartel. Las escuelas al teatro».
Coros
La Universidad Nacional de La Plata posee tres grupos de coros, caracterizados por un amplio repertorio y numerosos premios obtenidos en presentaciones realizadas en Argentina, Sudamérica y Europa. Los mismos participaron del concierto por el 75° aniversario de la Reforma Universitaria, en 1993, lo que generó un disco homenaje producido por Radio Universidad Nacional de La Plata[141]
Coro Universitario: fue el primer elenco artístico creado en la Universidad Nacional de La Plata, en 1942, pionero en esta disciplina a nivel nacional y originado por estudiantes bajo la dirección de Rodolfo Kubik. Con su lema «Amistad por la Música», fue el impulsor principal de la creación de otros coros universitarios similares en Argentina. Su repertorio incluye obras clásicas, música religiosa del sigloXVI, música popular argentinafolclórica o contemporánea (con obras de compositores como Carlos Guastavino, Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzolla, Eladia Blázquez, entre otros), música latinoamericana y negro spirituals. Entre sus giras internacionales, se destacan un ciclo de conciertos por ciudades de la costa este de Estados Unidos, durante 1965, invitado para la inauguración del Lincoln Center de Nueva York; una gira por ciudades europeas, en 1970, con actuaciones en Roma, París, Múnich, Viena y Fráncfort; la participación en el Festival Internacional de Música de Cantinogrós, en España, y en el Urbino Rinascimenti, en Italia, en 1995; y en 2000, en el Festival Internacional de Música Coral América Cantat III, en Caracas.[142][143]
La aparición y el andar del Coro Universitario de La Plata fue desparramando por el país la semilla de la emulación, de modo que, en no más de veinte años, todas las sedes universitarias de entonces habían hecho oír también su voz cantante.
Coro Juvenil: creado en septiembre de 1982, está conformado por jóvenes que inician su actividad coral durante sus estudios secundarios. Ha participado en reconocidos encuentros y festivales, realizando giras por Brasil, Ecuador, Estados Unidos, España e Italia. En 1994, obtuvo el Primer Premio en Música Coral en los Torneos Juveniles Bonaerenses; y en 1995, en el II Certamen Internacional de Coros de Trelew. Su repertorio abarca música clásica y popular argentina.
Coro de Cámara: fue creado en 1985. Sus objetivos son la complementación con solistas o conjuntos instrumentales, el abordaje de la literatura musical del sigloXX y la preparación musical y profesional de jóvenes que aspiran a cantar de manera profesional.
Otros centros, escuelas y direcciones culturales
Quinteto de Vientos: creado en 1979 como Quinteto de Vientos de LR Radio Universidad, el conjunto fue designado en 1982 como agrupación oficial de la Universidad Nacional de La Plata. A partir de entonces, su actividad ha comprendido conciertos, actos académicos y clases didácticas realizadas en todo el ámbito universitario. Asimismo, se ha presentado en espacios no frecuentes para grupos de cámara, como cárceles, institutos de menores, asilos y lugares donde, habitualmente, no existe el acceso a este tipo de actividades artísticas. Su repertorio está integrado por obras de compositores clásicos, románticos y contemporáneos, como así también por obras de inspiración popular (tango y jazz) y folclórica.[144][145]
Cuarteto de cuerdas: fue creado en 1953 por profesores de la entonces Escuela Superior de Bellas Artes. La UNLP lo oficializó como propio en 1958. El cuarteto ha estrenado obras de destacados compositores argentinos, como Alberto Ginastera, Astor Piazzolla, Gerardo Gandini o Eduardo Alemann. Su repertorio comprende composiciones del clasicismo hasta la actualidad.
Centros Comunitarios de Extensión: son nueve centros que abordan cuestiones socialmente problematizadas de distintos barrios del Gran La Plata. Son espacios construidos colectivamente para contener y dar respuestas a las problemáticas concretas de los vecinos.[146]
La Universidad Nacional de La Plata, en su más que centenaria historia, ha visto formarse en sus distintas unidades académicas a importantes personajes: alumnos, catedráticos, decanos y rectores, que han destacado en el ámbito nacional, latinoamericano y mundial en disciplinas como ciencias, medicina, derecho, humanidades, artes y política, entre otras, desde los inicios del sigloXX.
Carlos Guido Bollini, físico argentino que se graduó como Licenciado en Física y luego como Doctor en Ciencias Fisicomatemáticas de la UNLP, se desempeñó como docente en el Departamento de Física de esta casa de estudios. Es reconocido por ser uno de los impulsores del desarrollo de la Física en su país y por dedicarse, junto a Juan José Giambiagi, al desarrollo del método de regularización dimensional que se utiliza hasta el día de hoy. Entre 1958 y 1960 fue becario en el Imperial College London, donde se desempeñó bajo la supervisión del Premio Nobel Abdús Salam.
El historiador mendocinoEnrique Díaz Araujo fue funcionario judicial, juez de instrucción y camarista en lo criminal, pero su labor más destacada ha sido como docente, historiador y escritor católico y nacionalista.[152]
Luis Santaló fue un matemáticoespañol de fama internacional que se exilió en Argentina en 1939, al iniciarse la Segunda Guerra Mundial. Publicó más de cien trabajos de investigación fundamental y de divulgación; y varios libros, en especial sobre geometría integral, tema del cual se lo considera uno de sus fundadores. Y fue miembro de la Academia de Ciencias de América Latina. Entre 1948 y 1955, ejerció como profesor contratado en la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas de la Universidad Nacional de La Plata.[156][157]
El doctorado honoris causa es la máxima distinción académica que confiere la Universidad Nacional de La Plata. La casa de estudios comenzó a entregar el reconocimiento en 1914, habiéndolo otorgado a más de 120 personalidades de Argentina y el mundo.[159]
La UNLP puede distinguir con este título a «aquellas personalidades eminentes con acción ejemplar en el campo científico, técnico, cultural, humanístico, artístico, social o político mundial que a propuesta fundada de los dos tercios de los Consejos Directivos, a propuesta directa del Presidente o por iniciativa del Consejo Superior, sea aprobada por los dos tercios de los miembros del Consejo Superior». Los premiados con el Doctor honoris causa llevan la distinción de por vida.[160]
Como en muchas otras instituciones académicas, la Universidad Nacional de La Plata no estuvo ajena a la restricción y la intransigencia de distintos gobiernos que, de forma ilegítima, tomaron el poder de esta casa de estudios, por lo que, en muchas ocasiones, el título de Doctor honoris causa fue otorgado de manera unidireccional por el entonces presidente o interventor de esta universidad. Asimismo, que a 2015 las mujeres no superaran el 10% del total de las distinciones del honoris causa «también da muestra de las condiciones políticas y socioculturales que atraviesan la elección».[160]
De la totalidad de distinciones otorgadas, seis corresponden a personalidades académicas y profesionales que han sido, a su vez, condecoradas con el premio nobel.
La última distinción de este tipo le correspondió, en 2024, al Centro de Excombatientes Islas Malvinas La Plata (CECIM). Entre los considerandos de la resolución aprobada por el Consejo Superior de la UNLP, se destacó que «el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas reúne una trayectoria política y académica destacada y reconocida por su lucha y compromiso con la defensa de los derechos humanos, especialmente en vinculación con la guerra de Malvinas».[161]
El representante máximo de la UNLP, según su EstatutoArchivado el 18 de abril de 2016 en Wayback Machine. (ver Capítulo VII), recibe la denominación de Presidente y es acompañado por un Vicepresidente Institucional y un Vicepresidente Académico.
Coll Cárdenas, Marcelo. «La Universidad Nueva entre 1897 y 1955». En: La Universidad de La Plata en el centenario de su nacionalización (2005), pág. 25-101.
Iturmendi, Jorge; Mamblona, María del Carmen. «La Universidad Nueva entre 1897 y 1955». En: La Universidad Nacional de La Plata entre 1955 y 1997 (2005), pág. 103-197.
«Museos a la Luz de la Luna». La Plata, Argentina: Red de Museos UNLP. 2019. Archivado desde el original el 10 de junio de 2020. Consultado el 22 de noviembre de 2019.
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