«La sorprendente expansión del cristianismo proviene de que no busca un remedio sobrenatural para el sufrimiento, sino un uso sobrenatural de los sufrimientos».[9]
«Lo que un país llama sus intereses vitales no son las cosas que hacen posible la vida de sus ciudadanos, sino las que le capacitan para la guerra. Como el petróleo».[10]
«No poseemos nada en el mundo, pues el azar puede quitárnoslo todo, sino el poder de decir yo».[11]
«Para que tu mano derecha ignore lo que hace la izquierda, habrá que esconderla de la conciencia».[12][13]
«Quien tome la espada perecerá por la espada. pero quien no tome la espada, o la suelte, perecerá en la cruz».[14]
«Ser y tener. El hombre no tiene ser, sólo tener... pues el ser del hombre está situado más allá de la cortina, del lado de lo sobrenatural».[15]
«Sólo es eterno el deber hacia el ser humano como tal».[17]
«Todas las tragedias que se puedan imaginar confluyen en una sola y única tragedia: el paso del tiempo».[18]
«Todos los pecados son intentos de llenar vacíos».[19]
«El primer deber que nos impone el periodo actual es tener bastante coraje intelectual para preguntarnos si el término “revolución” es algo más que una palabra, si tiene un contenido preciso, si no es simplemente uno de los numerosos engaños que ha suscitado el régimen capitalista en su desarrollo y que la crisis actual nos hace el servicio de disipar. Esta cuestión parece impía, a causa de todos los seres nobles y puros que han sacrificado todo, inclusive su vida, a esta palabra. Pero sólo los sacerdotes pueden pretender medir el valor de una idea por la cantidad de sangre que hace correr».[20]
«La autosatisfacción después de una buena acción (o ante una obra de arte) es una degradación de energía superior».[21]
«Solo alcanzamos el conocimiento del bien en cuanto lo realizamos; y solo conseguimos la experiencia del mal cuando nos lo prohiben, y, si lo hemos realizado, cuando nos arrepentimos de él».[22]