«A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Es la pasión más natural en el hombre».[1]
«Aquel que duda y no busca es, a la vez, sumamente desgraciado y sumamente injusto».[2][3]
B
«Burlarse de la filosofía también es filosofar».[4][5]
C
«Cuando me he puesto a considerar algunas veces las diversas agitaciones de los hombres y los peligros y las penas a que se exponen en la corte, en la guerra, de donde nacen tantas querellas, pasiones, empresas audaces y con frecuencia malas, etc., he descubierto que toda la desgracia de los hombres viene de una sola cosa: el no saber quedarse tranquilos en una habitación».[6]
«Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente».[7]
«Cuanto más talento tiene el hombre más se inclina a valorar el ajeno».[8]
D
«Debemos creer, no por las pruebas, sino por convencimiento».[9]
E
«El amor no tiene edad; siempre está naciendo».[10][11]
«La conciencia es el mejor libro moral que tenemos, y el que se debe consultar más amenudo».[26]
«La elocuencia es una pintura del pensamiento».[27][28]
«La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que sólo es una imagen».[29]
«La razón actúa con lentitud, y con tantos miramientos, que se embota o se pierde en todo instante si no tiene siempre presentes todos sus principios. El sentimiento no actúa así: actúa instantáneamente, y está siempre presto a actuar».[30]
«La virtud de un hombre no debe medirse por sus esfuerzos, sino por lo que hace ordinariamente».[31]
«Las ciencias tienen dos extremos que se tocan. El primero es la pura ignorancia natural en que se encuentran todos los hombres al nacer. El otro, aquel a que llegan las almas grandes que, habiendo recorrido todo lo que los hombres pueden saber, encuentran que no saben nada, y se encuentran en esa misma ignorancia de donde partieron; pero es una docta ignorancia que se conoce a sí misma».[32]
«No me buscarías si no me hubieses encontrado».[41]
«Nos persuaden mejor las razones que uno ha encontrado por sí mismo que las encontradas por los demás».[42]
«Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad».[43]
Q
«Que cada uno examine su pensamiento, y le hallará siempre ocupado del porvenir».[44]
T
«Todas las buenas máximas están en el mundo; sólo hace falta aplicarlas».[45]
«Todas las desgracias del hombre provienen de no saber estarse quieto en casa».[46]
«Todo lo que es incomprensible -a pesar de ello- no deja de ser».[47]
U
«Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber».[48]
«Pascal escribió que "todas las desgracias del hombre vienen de una sola, que es no saber permanecer quieto en una habitación". Se equivocaba por completo. La felicidad viene más bien de haber tenido la fortuna de estar en varias estancias y de sucesivamente haber podido ir abriendo desde ellas ventanas a la realidad».[49]
↑ Me morí el 28 de febrero. Publicado en El País del 2005/02/13
Bartra (datos.bne). Frases y citas célebres. Grijalbo. p.235. ISBN8425315263.
D. R. C. (1858). Tesoro de la sabiduria de todos los siglos y paises: sentencias, pensamientos, máximas y dichos memorables de los sabios y hombres celebres. El Libro de Oro, Madrid. En Google Libros
Pascal, Blaise; trad, Raúl Falcó (2012). Discurso acerca de las pasiones del amor y otros opúsculos. Fondo de Cultura Economica. ISBN 6071609232, 9786071609236. En Google Libros