Un laberinto (del latín “labyrinthus”, y este del griego λαβύρινθος “labýrinzos”) es un lugar formado por calles y encrucijadas, intencionadamente complejo para confundir a quien se adentre en él.
«Dédalo: La vida de cada hombre es un laberinto cuyo centro es su muerte, e incluso después de ésta puede pasar por otro antes de que todo termine para él (...) La paradoja del laberinto es que su centro parece el camino hacia la libertad». [1]
«Este libro está escrito en lengua matemática, y los caracteres son triángulos, círculos, y otras figuras geométricas, sin las cuales es imposible entender ni una palabra; sin ellos es como girar vanamente en un oscuro laberinto».[3][4]
«La ley es una especie de laberinto a través del cual el cliente bebe ser conducido seguro, una colección de escollos, rocas y peligros subterráneos a través de los cuales debe ser guiado». [5]
«Por las paredes del laberinto histórico español decimonónico se cruzan las sombras chinescas de nuestros fantasmas». [7]
Manuel Torres
«Un fugitivo no se oculta en un laberinto. No erige un laberinto sobre un alto lugar de la costa, un laberinto carmesí que avistan desde lejos los marineros. No precisa erigir un laberinto, cuando el universo ya lo es».[8]
↑ El ensayador. Galileo Galilei. Editorial Aguilar. Buenos Aires, 1981, pág. 63. Citado en "El tapiz humanista": actas del I Curso de Primavera sobre el IV Centenario del Quijote: Lugo, 9-12 de mayo de 2005. Universidad de Santiago de Compostela, 2006. ISBN 84-9750-628-6, pág. 190.
↑ Albaigès (1997), p. 166. Clinging to the Wreckage, 1982.
↑ Albaigès (1997), p. 578. The Oxford Dic.Quotations (ed. Ángela Partington).
↑ Mackay (1992), p. 12. Prólogo a Diccionario de citas científicas: la cosecha de una mirada serena.
↑ El Alepn ("Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto"). Faltan referencias.
↑ Las cartas de Séneca a Lucilio (1983). Diputación Provincial de Córdoba. p. 103