«A veces un necio tiene talento, pero nunca buen juicio».[1][2]
C
«Cada edad de la vida es nueva para nosotros; no importa cuántos años tengamos, aun nos aqueja la inexperiencia».[3]
«Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, es inútil buscarlo en otra parte».[4]
«Cuando nuestro odio es demasiado vivo, nos coloca por debajo de lo que odiamos».[5]
E
«El interés que a unos ciega, abre los ojos a los demás».[6]
«El más admirable milagro del amor es curar a las mujeres de su coquetería».[7]
«El que cree encontrar en sí mismo los medios para prescindir de los demás, se equivoca mucho; pero el que piensa que los demás no pueden pararse sin él, se engaña más todavía».[8]
«La libre comunicación de los pensamientos y las opiniones es uno de los derechos más preciados por el hombre».[22]
«La locura nos acompaña en todos los periodos de nuestra vida; si alguno parece cuerdo es solamente porque sus locuras son proporcionadas a su edad y a su forma».[23]
«Las únicas copias buenas son aquellas que nos permiten apreciar el ridículo de los originales».[24]
«La virtud no iría tan lejos si no la acompañase la vanidad».[26]
«Los espíritus mediocres condenan, por lo general, todo lo que rebasa su pequeña estatura».[27]
M
«Muy a menudo nuestras virtudes son vicios disfrazados».[28]
N
«Ni el sol ni la muerte se pueden mirar fijamente».[29]
«No durarían mucho las disputas si el error estuviera de un solo lado».[30][31]
«No hay disfraz que durante mucho tiempo pueda esconder el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay». [Il n'y a point de déguisement qui puisse longtemps cacher l'amour où il est, ni le feindre où il n'est pas].[32][33]
«No hay necios/tontos más insoportables que aquellos que tienen algún talento».[34]
«Nuestro arrepentimiento no es tanto una contrición por el mal que hemos hecho como por el que nos puedan hacer».[35]
O
«Olvidamos nuestras faltas con mucha facilidad cuando sólo las conocemos nosotros mismos».[36]
P
«Por lo general nos aburren las personas con quienes no está permitido aburrirse».[37]
S
«Se elogia o se censura la mayoría de las cosas porque está de moda elogiarlas o censurarlas».[38]
Goicoechea, Cesáreo (1952). Diccionario de citas. Labor.
La Rochefoucauld, François (1784). Reflexiones, sentencias, y maximas morales; con notas historicas y.... Traducción de Luis de Luque y Leyva. Imprenta de Cádiz, En Google Libros.
La Rochefoucauld, François (2006). Reflexiones o sentencias y máximas morales. Francia Elena Goenaga. Fondo Editorial Universidad EAFIT. ISBN9789588281377.
Ortega Blake, Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial, México. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Libros.