diseño simbólico grabado en rocas, realizado desgastando su capa superficial De Wikipedia, la enciclopedia libre
Los petroglifos son registros de actividad humana, diseños simbólicos, en forma de grabados esculpidos en roca realizados desgastando su capa superficial. La mayoría de los petroglifos encontrados datan del período Neolítico (10000-3000a.C.) que se caracteriza, en contraste con el período Paleolítico (3000000-10000a.C.), por el avance social, económico y político de las agrupaciones y la introducción del sedentarismo.
Los petroglifos son considerados como arte rupestre que incluye cualquier imagen grabada o pintada (pintura rupestre) sobre superficies rocosas que registren rastros de actividad humana antigua. Son el más cercano antecedente de los símbolos previos a la escritura. Su uso como forma de comunicación puede llegar hasta los tiempos modernos en algunas culturas y lugares. No debe confundirse con la pictografía, una forma de comunicación escrita mediante imágenes que se remonta al Neolítico.
La palabra petroglifo deriva del latín petra, "piedra", y del griegoγλύφειν (glýphein), "tallar, grabar o cincelar". El término se acuñó originalmente en francés, pétroglyphe. Los petroglifos son también llamados grabados rupestres.
Según estudios antropológicos, los petroglifos son creados a través de tres tipos de técnicas:
Percusión: consiste en golpear una piedra contra otra piedra para crear surcos en la superficie rocosa. Se asemeja a la técnica actual del cincel y el martillo.
Rayado: consiste en usar el filo de una piedra para rayar la superficie.
Abrasión: consiste en alisar la superficie frotando una piedra sobre ella para luego pulirla con arena y agua.
Abstractos: Son dibujos sin una geometría clara. Pueden estar solos o formando conjuntos.
Geométricos: Dibujos que si tienen una geometría clara. Cruces, esvásticas, círculos, cuadros ajedrezados, soles, etc.
Figurativos o representativos: Simbolizan figuras, ya sean humanas (huellas de pies) o animales (leones, jirafas, etc.).
Se han encontrado petroglifos en todos los continentes del planeta, con similitudes llamativas entre ellos. Aunque en general los petroglifos pueden pertenecer a épocas muy diferentes de la historia, la mayoría de los que se encuentran en Galicia se encuadran en la Edad de los Metales, siendo casi todos de la Edad del Bronce, con los inicios de la fundición del cobre en la etapa del Calcolítico (aproximadamente entre 2000a.C. y 1800a.C.). En algunas ocasiones el cristianismo procesó los símbolos considerados paganos, quedando las imágenes ocultas por ermitas, iglesias o cruceros construidos en el lugar que estaban ocupando. Como resultado estos lugares cristianizados fueron objetivo de leyendas paganas (con moros de protagonistas en muchos casos).
Los petroglifos más antiguos datan del Paleolítico Superior o del Neolítico. Más adelante, hace alrededor de 7000 o 9000 años comenzaron a aparecer sistemas de escritura como las pictografías y los ideogramas. Los petroglifos siguieron siendo muy comunes y algunas sociedades menos avanzadas continuaron utilizándolos durante milenios, incluso hasta el momento de entrar en contacto con la cultura occidental. Se han encontrado en todos los continentes, exceptuando la Antártida, aunque se concentran especialmente en zonas de Suramérica, África, Escandinavia, Siberia, Galicia, Islas Canarias, el suroeste de Norteamérica, istmo de Panamá[1] y Australia.
Los petroglifos que se hallan en zona de Limón Indanza son numerosos, conocidos por muchos, en proceso de investigación. La zona de la parroquia Santa Susana de Chiviaza se hallan dispersas un sinnúmero de rocas, con características muy similares a las existentes en la zona del cerro Catazho, donde se encuentra una cueva con grabados y gran cantidad de petroglifos en rocas dispersas a lo largo del río Catazho. Sus motivos van desde caras redondas, trazos en forma de animales, hasta figuras que representan seres humanos. Se desconoce la fecha y el tiempo en que fueron hechas debido a la falta de interés por darlos a conocer e investigarlos.
Expertos[¿quién?] argumentan que fueron ejecutadas mucho antes de la cultura shuar y se cree que muchos petroglifos representaban algún tipo de lenguaje ritual o simbólico aún no desvelado.
La ubicación y situación de esta roca han favorecido la conservación de las figuras.
En el Ecuador existen una gran cantidad de petroglifos, en la provincia Bolívar, en el sector de la parroquia Telimbela, en la parroquia de San Luis de Pambil, en el cantón de las Naves, cantón Chillanes. Se supone que fueron culturas primarias que grababan una serie de gráficos, como los valdivias, los machalillas o los guangalas, o de culturas mucho más antiguas que estas.
En la provincia de Morona Santiago, específicamente en Méndez, Sucúa y Morona también se encuentran petroglifos en varios lugares, en Sucúa están las piedras del Abuelo, barrio artesanal, Huambi, Cusuimi y en Morona las Gigantescas piedras de Padre Carollo.
Zona arqueológica Boca de Potrerillos (Municipio de Mina, Nuevo León, México) (posiblemente el lugar con más petroglifos en el mundo con más de diez mil petrograbados)
Una conformación de petroglifos con diferentes tamaños y orientaciones, las mismas que miden metro y medio de largo por tres metros de ancho y representan figuras zoomorfas así como también de serpientes, felinos, astros, aves, entre otros. De igual forma las piedras presentan grabados de círculos y líneas geométricas, su iconografía es propia de los años 7500 a 1000a.C. Estos petroglifos han sido trabajados mediante la técnica de tallas superficiales; lo que permitía desgastar parte de la roca dejando aparecer el color natural gris claro.[3] Lugar que cuenta con el mayor número de petroglifos en la región Reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación con R.D. N.º 1036 de fecha 29.10.2002. En la actualidad se encuentran en regular estado de conservación, debido a que personas han picado algunas rocas, con la intención de llevarse parte de las figuras. Así como también, algunas piedras han sido utilizadas para la construcción. Además, las autoridades competentes no toman medidas suficientes para protegerlos. El nombre de Pipochinos, viene de los apodos de los descubridores, "Pipo" y "Chino". Para llegar a ellos, se debe acceder por la carretera camino a la ciudad de Jaén, hasta llegar al puente Boliches.
Venezuela
En el territorio venezolano se han identificado al menos 320 estaciones de petroglifos.[4]
Numerosos yacimientos en Kirguistán, la mayoría en las Montañas Tie Shan; Cholpon-Alta, el Valle Talas, Siymaliytash (Saimaluu-Tash) y en la loma rocosa llamada Trono de Suleiman en Osh en el Valle Fergana.
· Complejos petroglíficos del Altai mongol. Grabados rupestres y monumentos funerarios ilustran el desarrollo de la cultura prehistórica en Mongolia en una época en la que estaba parcialmente cubierta de bosques, durante la transición al pastoreo y la transición posterior a la vida nómada. Están registrados por la UNESCO[5].
· Petroglifos en Bayan Ovoo, en el desierto del Gobi, con imágenes de animales y personas[6].
Pakistán
Petroglifos y arte rupestre en las regiones del norte, Pakistán
Europa
España
Cabe destacar la existencia de más de 115 solo en Compostela.[7]
Interesantes petroglifos a 4 km de Taouz, en el Sahara, descritos por Gonzalo de Salazar Serantes en "The Chariots of Sahara", Adoranten, Tanum: Scandinavian Society for Prehistoric Art, 2000.
Petroglifos prehistóricos hallados en Bayan-Ovoo (aproximadamente 42,2379 N, 105,5360 E), descritos y publicados por De Salazar Serantes en 1998 ("Discovery of Prehistoric Ruins in Gobi Desert", de Gonzalo de Salazar Serantes, Adoranten1998. Tanum: Scandinavian Society for Prehistoric Art, 1998, pp 66-69).
Dos colinas con piedras de basalto en las cumbres, y vestigios de una antigua torre de piedra en una de ellas. Varias piedras con dibujos tallados de diferentes motivos (lobo, oryx, personas, vacas y animales con rasgos de pájaro). Una piedra plana con símbolos jeroglíficos tallados en su superficie orientada hacia el Este, apoyada en la torre.
Al oeste de la cuenca de un río seco al pie de las colinas hay 60 piedras en posición vertical, muchas de ellas rotas. Algunos círculos de piedras en el lecho seco del río y en la orilla Este. Algunas de ellas tienen símbolos grabados en las piedras.
Beckensall, Stan and Laurie, Tim, Prehistoric Rock Art of County Durham, Swaledale and Wensleydale (Arte Prehistórico Rupestre del Condado de Durham, Swaledale y Wensleydale), County Durham Books, 1998 ISBN 1-897585-45-4
Beckensall, Stan, Prehistoric Rock Art in Northumberland (Arte Rupestre en Northumberland), Tempus Publishing, 2001 ISBN 0-7524-1945-5.
Costas Goberna, F. J. y Novoa Álvarez, P. Los grabados rupestres de Galicia. A Coruña: Museo Arqueológico e Histórico, 1993.