"¡Libertad, libertad, libertad!"
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!"
Y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!"
Y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!"
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir,
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!,
¡o juremos con gloria morir!,
¡o juremos con gloria morir!
"¡Libertad, libertad, libertad!"
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta en la faz de la tierra
Una nueva gloriosa nación,
Coronada su cien de laureles,
Y a sus plantas rendido un Leon.
Sean eternos los laureles que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos... ¡o juremos con gloria morir!
合唱
记住桂冠怎样得来, 让它永远存在! 我们生得有光彩, 死也要死得有光彩!
De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar;
La grandeza se anida en sus pechos:
A su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
Y en sus huesos revive el ardor,
Lo que vé renovando a sus hijos
De la Patria el antiguo esplendor.
Pero sierras y muros se sienten
Retumbar con horrible fragor:
Todo el país se conturba por gritos
De venganza, de guerra, y furor.
En los fieros tiranos la envidia
Escupió su pestífera hiel,
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
¿No los veis sobre México, y Quito
Arrojarse con saña tenaz?
¿Y quál lloran, bañados en sangre
Potosí, Cochabamba, y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
Luto, y llanto, y muerte esparcir?
¿No los veis devorando qual fieras
Todo pueblo que logran rendir?
A vosotros se atreve Argentinos,
El orgullo del vil invasor.
Vuestros campos yá pisa contando
Tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos, que unidos juraron
Su feliz libertad sostener,
A estos tigres sedientos de sangre
Fuertes pechos sabrán oponer.
El valiente Argentino á las armas
Corre ardiendo con brío y valor:
El clarín de la guerra, qual trueno
En los campos del Sud resonó.
Buenos Ayres se pone á la frente
De los pueblos de la ínclita union,
Y con brazos robustos desgarran
Al ibérico altivo Leon.
San José, San Lorenzo, Suipacha,
Ambas Piedras, Salta, y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
Del tirano en la banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
Aquí el brazo argentino triunfó:
Aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.
La victoria al guerrero argentino
con sus álas brillantes cubrió,
Y azorado á su vista el tirano
Con infamia á la fuga se dió.
Sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la libertad,
Y sobre alas de gloria alza el pueblo
Trono digno a su gran majestad.
Desde un polo hasta el otro resuena
De la fama el sonóro clarín,
Y de América el nombre enseñando
Les repite, mortales, oíd:
Yá su trono dignísimo abrieron
Las provincias unidas del Sud.
Y los libres del mundo responden
Al gran pueblo argentino salud.