«¿Habrá algo más terrible que el juego? No; el juego da, toma; sus razones no son nuestras razones. Es mudo, ciego, sordo. Lo puede todo: es un dios».[6]
«Los amantes de la música no atienden a razones. Pretenden que uno sea totalmente mudo en el preciso momento en que uno desea ser completamente sordo». [Musical people are so absurdly unreasonable. They always want one to be perfectly dumb at the very moment when one is longing to be absolutely deaf].[8]
↑ No ay [sic] peor sordo que el que no quiere oír. Título y frase final de la comedia homónima de Gabriel Téllez. Ed.T. de Guzmán, 1804; pág. 38.
↑ Obras de Lorenzo Gracian: tomo primero, que contiene “El criticón”.... Real Compañía de Impresores y Libreros del Reino (Madrid); 1773; y El criticón (vol. 1; página 168). Ed. de Evaristo Correa Calderón, en 1971.
Junceda, Luis (1997). Diccionario de refranes. Espasa. ISBN8423987841.
Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)