El destino (también llamado fátum, hado o sino) es el encadenamiento de los sucesos considerado como necesario y fatal, bien sea favorable o adverso para alguien o algo. También se usa para denominar una meta o punto de llegada.[1]
- «Abandónate al destino y adáptate a las circunstancias, pues lo que está escrito no se borra porque tú quieras».[2]
- «A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo».[3][4]
- «Cada cual se fabrica su destino. No tiene aquí parte alguna la fortuna».[5][6]
- «¡Cómo te pareces al agua, alma humana! ¡Cómo te pareces al viento, destino humano!».[7]
- «Debemos obrar, no para ir contra el destino, sino para ir delante de él».[8]
- «El destino' de las naciones depende del modo en que se alimentan».[9]
- «El destino de los humanos está goberado por sus acciones pasadas y presentes».[10]
- «El destino es una suma de limitaciones. De ahí su acento trágico».[11][12]
- «El destino es un mar sin riberas».[13]
- «El destino se ríe de las probabilidades».[15]
- «El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a nuestros deseos y cumpliéndolos».[16]
- «El fuerte hace su destino; el débil subre el que le impone la suerte».[4]
- «El hombre sensato cree en el destino; el voluble, en el azar».[3][4]
- «El mejor destino que hay es el de “supervisor de nubes”, acostado en una hamaca, mirando al cielo».[7]
- «El odio y el amor se apagan en la tumba. Solo una cosa permanece invariable tanto en vida como después de la muerte: nuestro destino».[7]
- «El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino».[17]
- «En general, la gente suele llamar destino a sus propias tonterías».[18]
- «En la balanza del destino, el músculo no pesa nunca tanto como el cerebro».[19]
- «Es mejor abstenerse de gobernar el destino de los demás, que bastante difícil e incierto es pilotar el propio».
[Meglio astenersi dal governare il destino degli altri, dal momento che è già così difficile ed incerto pilotare il proprio].[20]
- «La tragedia de la muerte es que transforma la vida en destino».[21]
- «Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él».[22]
- «Lo que se considera ceguera del destino es en realidad propia miopía».[3]
- «Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder».[3][4]
- «Nadie carece de interés. Su destino es como la crónica de los planetas».[26][27]
- «Ni aun permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar, puede el hombre escapar a la sentencia de su destino».[3][4]
- «No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es el destino».[24]
- «Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál tiene que ser su destino».[29]
- «¡Quién sabe si cuando creemos imponer más libremente nuestra voluntad es cuando más ciegamente obedecemos a la fatalidad de nuestro destino!».[30]
- «Sólo aquellos que nada esperan del azar son dueños del destino».[31]
- «Yo creía que la ruta pasaba por el hombre, y que de allí tenía que salir el destino».[24]
Citas en verso
- «Esto quiere decir destino
estar enfrente,
y nada más que eso,
y siempre enfrente».[32]
Albert Einstein
- «Para castigar mi desprecio por la autoridad, el destino me hizo una autoridad».[33][34]
- «Tendremos el destino que nos hayamos merecido».[3][4]
Schiller
- «Es en tu corazón donde brilla la estrella de tu destino».[35]
- «La casualidad no existe, y lo que parece un accidente a menudo viene de las fuentes hondas del destino».[36]
Shakespeare
- «El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos».[10] O bien: «El destino baraja, y nosotros jugamos», según otras atribuciones a Schopenhauer.[37]
- «Nada hay serio en el destino humano».[38]
- «Nuestro destino no está escrito en las estrellas, sino en nosotros mismos».[4]
- ↑ Real Academia Española. «destino.» DLE.
- ↑ Ortega (2013), p. 751.
- 1 2 3 4 5 6 Señor (1997), p. 140.
- 1 2 3 4 5 6 7 Palomo (1997), p. 94.
- ↑ Señor (1997), p. 139.
- ↑ Palomo (1997), p. 93.
- 1 2 3 Señor (1997), p. 141.
- ↑ Ortega (2013), p. 1202.
- ↑ Mackay (1992), p. 68. En Fisiología del gusto. Ed. Aguilar, 1987; pág. 7.
- 1 2 Frase de Shakespeare, según Señor (1997), p. 143 y Bartra (1994), p. 284.
- ↑ Citado por José Luis Trullo en El aforista (mayo de 2015).
- ↑ Aub, Max (2003). Aforismos en el laberinto. Edhasa. pp. prólogo de José Antonio Marina pp.21-49. ISBN 9788435091619. Ver selección y estudio de Javier Quiñones: “Max Aub, escritor conceptista”.
- ↑ Ortega (2013), p. 1207.
- ↑ Ortega (2013), p. 3621.
- ↑ Ortega (2013), p. 1195.
- ↑ Ortega (2013), p. 1200.
- ↑ Ortega (2013), p. 3132.
- ↑ Ortega (2013), p. 1206.
- ↑ Ortega (2013), p. 1204.
- ↑ En La chiave a stella. Ed. Einaudi, 1991 (p. 167), ISBN 9788806126940. Ver menciones en GLibros.
- ↑ Ortega (2013), p. 2760.
- ↑ Ortega (2013), p. 1205.
- ↑ Bartra (1994), p. 243.
- 1 2 3 Señor (1997), p. 142.
- ↑ El Eco de los siglos. Barcelona; Imprenta de Ignacio Oliveres 1843.
- ↑ Albaigès (1997), p. 311 (errata).
- ↑ Nadie carece de interés, 1961. Citado en Hacia el fin de la era escolar, p. 21. Centro Intercultural de Documentación, 1971.
- ↑ Ortega (2013), p. 3430.
- ↑ Señor (1997), p. 14.
- ↑ Ortega (2013), p. 4253.
- ↑ Señor (1997), p.139.
- ↑ Bartra (1994), p. 260.
- ↑ Mackay (1992), p. 111.
- ↑ Albert Einstein: Creator and Rebel. Banesh Hoffman: Viking, New York, 1972; pág. 24.
- ↑ Ortega (2013), p. 954.
- ↑ Ortega (2013), p. 708.
- ↑ Goicoechea (1952), p. 259. Señor p. 143; y Palomo p. 94]
- ↑ Ortega (2013), p. 1207.
- Señor, Luis (1.ª ed. 1997/2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.