conjunto de formas lingüísticas consideradas inapropiadas u obscenas De Wikipedia, la enciclopedia libre
Los términos lenguaje soez,[1]lenguaje crudo,[2]lenguaje grosero,[3]lenguaje vulgar, lenguaje procaz,[4]lenguaje agresivo y lenguaje malsonante[5] hacen alusión al conjunto de formas lingüísticas (palabras o expresiones[6] denominadas malas palabras,[7]palabras gruesas,[8]palabras libres,[9]palabras mayores,[10]palabras pesadas,[11]palabras picantes,[12]palabras sucias,[13]palabrotas[14] o groserías)[15] que la comunidad lingüística o parte de ella considera inapropiadas, obscenas, indecentes, deshonestas, injuriosas u ofensivas. A quien emplea un lenguaje soez con frecuencia se le considera malhablado, desbocado o bruto.[16]
Estos conceptos suelen identificarse con los de ordinariez,[17]vulgaridad ("cualidad de vulgar")[18] y vulgarismo ("dicho o frase especialmente usada por el vulgo"),[19] y a este último se le identifica con lo soez ("bajo,[20] lo indigno, lo vil")[21] y lo zafio o grosero ("carente de educación o de delicadeza", "de mal gusto", "de escasa calidad o sin refinar", "que carece de precisión o exactitud"), aunque no deben confundirse con la totalidad del registro lingüístico vulgar, coloquial o familiar ni tampoco con las llamadas lenguas vulgares.
En ciertos contextos sociales, a pesar de que las palabrotas se consideran inadecuadas, es frecuente que sean muy usadas y no siempre rechazadas, especialmente como interjecciones que expresan desprecio o enojo.[26][27][28][29][30] Así, por ejemplo, es común que se utilicen, bajo ciertos contextos, con un tono amistoso que puede incluso ser señal de camaradería entre los interlocutores.[31]
Lo que en unos contextos sociales puede ser visto como un síntoma de "mala crianza", denunciando un origen social humilde que inhabilita para entrar en la "buena sociedad", en otros puede tener un prestigio encubierto, por ejemplo, entre los hombres jóvenes, asociado a actitudes machistas promovidas por el grupo. Independientemente de que el lenguaje soez sea o no usado más frecuentemente por hombres que por mujeres, sí que es así socialmente percibido, o al menos lo fue tradicionalmente, y como tal forma parte del imaginario asociado al comportamiento "rudo y varonil".
El lenguaje de la montería es rudo y varonil... si algunas razones desatadas y mal conpuestas o palabras groseras aquí fueren, que les deys algún tanto de lugar, que la susodicha arte sobre que son conpuestas las sofrirá mijor que si fuesen muy limadas y polidas, porque su oficio es rudo y robusto e comunmente de tales personas seguido.
Además de esos factores sociolingüísticos, el lenguaje soez se caracteriza por un alto grado de convencionalismo sobre lo que constituye y lo que no una palabrota. El lenguaje soez cambia de significado de un país a otro, o incluso de una región a otra del mismo país; produciendo malentendidos interculturales[33] en los casos de que una palabra sea considerada malsonante o inadecuada en un idioma y en otro no (incluso, dentro de un idioma, en un dialecto y en otro).
En el caso del idioma español, son ejemplos las palabras "concha" (que en algunos países sudamericanos es un término soez para referirse a los genitales femeninos),[34] "pito", "pitillo", "pico" o "corneta" (que en algunos países lo es para referirse al pene),[35] "pisar" o "coger" (que en algunos países americanos lo son para referirse al coito),[36] "cuero" (que en unos países -República Dominicana, Puerto Rico- lo es para referirse a la prostituta, en otros -Ecuador y Venezuela- para la "mujer que es amante de un hombre", en otros -Colombia y Costa Rica- para la "mujer avejentada y fea", y en otros -Guatemala, Honduras, México y Nicaragua- para la "mujer guapa y atractiva"),[37] etc.
Históricamente también se registran cambios en las convenciones que reflejan cambios sociológicos. Así, en la Inglaterra de la época victoriana, se consideraba inadecuado usar la palabra leg ('pata, pierna') incluso para referirse a la pata de la mesa.
La prohibición bíblica de la utilización del nombre de Dios ha sido interpretada de forma distinta en distintas culturas y épocas; al igual que la utilización de determinados nombres como nombres de pila (en la cultura española es aceptado el nombre de "Jesús", incluso con su forma femenina para mujer: Jesusa, y su diminutivo: Suso/Susa; y no en la anglosajona donde es tabú). En noruego la expresión Herregud! ("¡Dios mío!") aún es considerada tabú, mientras que su equivalente en español es de uso corriente.
La psicolingüística tiene en el uso de las palabrotas y expresiones soeces uno de sus temas de estudio. La adquisición del lenguaje por el niño es un complejo proceso evolutivo en el que intervienen tanto factores innatos como ambientales, entre los que están también la educación y la socialización; y en ese proceso se incluye la adquisición del lenguaje soez, o al menos la conciencia de su existencia. Las formas de afrontarlo (asumirlo, aceptarlo, tolerarlo, evitarlo, ignorarlo o reprimirlo) son muy diferentes según distintos enfoques pedagógicos.[53]
No tanto como una patología, sino como una parafilia (y por tanto, de difícil deslindamiento con los comportamientos no patológicos), existe una forma de excitación sexual protagonizada por el lenguaje soez, y que recibe (en francés e inglés respectivamente) las denominaciones mot cochon y dirty talk.[54]
El lenguaje soez tiene implicaciones morales e intelectuales; pero no siempre son valoradas de la misma manera.
La palabrota que ensucia la lengua termina por ensuciar el espíritu. Quien habla como un patán, terminará por pensar como un patán y por obrar como un patán. Hay una estrecha e indisoluble relación entre la palabra, el pensamiento y la acción. No se puede pensar limpiamente, ni ejecutar con honradez lo que se expresa en los peores términos soeces ... Es la palabra lo que crea el clima del pensamiento y las condiciones de la acción.
La narración burda y el lenguaje soez que utilizan [ciertos medios], disminuyen la capacidad de abstracción del lector, haciéndole pensar de forma muy limitada. No provocan la racionalidad.[57]
... nos sitúa en la paradoja fundamental: la obscenidad... puede constituir un indicio de animalidad, de deshumanización, etc., pero al tiempo es una fuente de situaciones ingeniosas, de riqueza de los personajes, de intercambios comunicativos, de desbordantes reinos de la imaginación.[58]
Recordemos que Cela luchó siempre para que se aceptara con normalidad la eliminación de eufemismos y tabúes sexuales, para que ese lenguaje fuera normalizado en el habla de todas las clases sociales, con la única diferencia de la competencia léxica individual y que, así mismo, luchó para que ese lenguaje no estuviera proscrito de la crítica académica. A ese fin estaban destinados sus Diccionarios Secretos y a él se debe que tales términos "obscenos" estén hoy en el Diccionario de la Real Academia Española.[59]
Pena contra los que de día o noche dicen o cantan palabras torpes y sucias, l. 3. art. Injurias.
Bandos publicados en Madrid en 30 de abril, y 3 de noviembre de 1790, que se reiteran cada año.
Siendo el abuso que se nota de la facilidad con que muchas gentes sin educación profieren por las calles públicas, palabras escandalosas y obscenas acompañadas de acciones indecentes: para evitar uno y otro conforme a lo resuelto por S. M. [Su Majestad] ninguna persona de cualquier estado, edad o calidad que sea, profiera en las calles ni otra parte palabras escandalosas ni obscenas, ni haga acciones indecentes con ningún motivo ni pretexto, antes bien guarden toda moderación y compostura; pena a los contraventores de que se les destinará a las obras públicas por quince días, y si fueren mugeres por igual tiempo a San Fernando; cuyas penas se agravarán en caso de reincidencia.
El lenguaje soez en publicaciones y medios de comunicación ha sido habitualmente una de las proscripciones de la censura; como ocurrió en el Código Hays de las películas estadounidenses entre 1934 y 1967. Recientemente (2015) una proscripción semejante ha sido objeto de una legislación en Rusia.[61]
En España, la censura literaria durante la dictadura franquista se aplicaba tanto a asuntos políticos como morales, dentro de los que se incluía el lenguaje soez; así, por ejemplo, el censor informaba sobre La Centena (Octavio Paz, 1969):
Débense suprimir los pasajes señalados en las páginas 2 (expresión soez), 16 (tres, especialmente irreverentes), 46-57 /(tendencioso), 58 (expresión soez), 63 (soez e irreverente), 75 (obsceno), 95 (tendencioso pro marxista), 98 (obsceno y atroz).[62]
La censura no tiene por qué ser únicamente ejercida por las autoridades; es mucho más ubicua.
Tras su fallecimiento, la viuda de Amadeus [ Mozart ] se puso en contacto con un editor musical para publicar varios cánones con letras escatológicas. Al editor le interesaron las obras, pero puso como condición que los versos más indecentes fueran sustituidos por otros menos escandalosos. Constanze Mozart aceptó la censura y, durante muchos años, el público ignoró que esos cánones (compuestos para divertir a los amigos) estaban inspirados en humor cacaculopedopisero. Citaré sólo dos de ellos para no convertir este opúsculo en una antología de la música marrón mozartiana. El canon Leck mich im Arsch K. 231 para 6 voces lleva ya en el título la primera bofetada verbal para el burgués melindroso...[63]
Está claro que los tacos son una parte muy expresiva del lenguaje y tienen un valor lingüístico importante, además de que, por su censura social, generan curiosos cambios. Dependiendo de las épocas, esa censura ha sido más o menos fuerte, y siempre más fuerte para las mujeres que para los hombres. Una mujer de la solidez científica de María Moliner no incluyó palabras malsonantes en la primera edición de su Diccionario de uso del español, algo de lo que se arrepintió y rectificó en las directrices para la segunda edición.[64]
Desde finales del sigloXX, especialmente tras los movimientos sociales de 1968 ("prohibido prohibir"), la conveniencia de utilizar o no determinadas formas de lenguaje soez en los medios de comunicación viene determinada no tanto por los conceptos tradicionales de urbanidad o moralidad, sino por el recientemente acuñado de lo "políticamente correcto".[65] Aunque no en todos los ambientes, generalmente se admite que en las letras de las canciones se utilicen todo tipo de términos y expresiones vinculados a las subculturas juveniles,[66] mientras que otras que anteriormente era utilizadas sin ningún tipo de mala conciencia han pasado a definirse como microagresiones racistas o machistas.[67]
En entornos educativos sigue siendo norma la represión de las expresiones groseras. Entre los castigos tradicionales utilizados están los de "lavar la boca con jabón" o recaudar una moneda por cada una de las palabrotas que se "escape" a un niño, y guardarlas en un tarro (el tarro de las palabrotas -swear jar-).[68]
Además de los términos directamente derivados (grosería, crudeza, procacidad), hay muy distintos sinónimos o expresiones equivalentes a estas denominaciones, muchos de ellos con una utilización restringida a ciertas zonas (localismos):
Babosada (el DRAE lo recoge como "coloquial", y localizado en México y América Central: "Necedad, tontería - Cosa intrascendente, sin valor")[69] -véase baboso, baba-.
Barbaridad (el DRAE recoge una de sus acepciones como "dicho o hecho necio o temerario")[70] -no debe confundirse con barbarismo; véase también barbarie-.
Chuchada (en Chile). No se recoge en el DRAE, pero sí en el Diccionario de americanismos como "expresión grosera o malsonante".[71] La palabra en sí es un término malsonante.
Culada (en Bogotá)[citarequerida]. El DRAE recoge "culada" con el significado de "golpe dado con las asentaderas o cayendo sobre ellas"[72] -véase culo-.
Crudeza (el DRAE lo recoge como "Cualidad o estado de algunas cosas que no tienen la suavidad o sazón necesarias. / Rigor o aspereza. / Valentía y guapeza afectadas. / Alimentos que se detienen en el estómago por no estar bien digeridos.) -véase crudo-
Disparate (el DRAE lo recoge como "hecho o dicho disparatado").[73]
Garabato (el DRAE recoge una de sus acepciones como "palabrota").[74]
Leperada (en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua: "Acción propia del lépero - Dicho o expresión grosera"),[75] -véase lépero: en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua: "Soez, ordinario, poco decente". En Cuba: "Astuto, perspicaz". En Ecuador: "Muy pobre, sin recursos". En Nicaragua "ladrón, que hurta o roba"-[76]
Lisura (el DRAE lo recoge como "ingenuidad, sinceridad", y como americanismo "palabra o acción grosera e irrespetuosa... atrevimiento, desparpajo... gracia, donaire).[77]
Malcriadez y malcriadeza (el DRAE lo recoge como americanismo: "cualidad de malcriado")[78] -véase malcriado, mala crianza, mala educación, crianza, educación-.
Patanada (en Ecuador)[citarequerida]. No se recoge en el DRAE, aunque sí "apatanado": "rústico, tosco"[79] -véase patán-.
Picardías (el DRAE recoge una de sus acepciones como "palabras picantes, que rozan la grosería")[80] -véase pícaro-.
Plebedad (en la costa atlántica colombiana)[citarequerida] -véase plebe-.
Puteada (el DRAE lo recoge como "malsonante" y "americanismo": "acción y efecto de putear -injuriar-").[81]
Taco (el DRAE recoge una de sus acepciones como "coloquial": "voto, juramento, palabrota").[82]
Zanganada (el DRAE lo recoge como "coloquial": "hecho o dicho impertinente y torpe"; y restringido a distintos países: en El Salvador y Nicaragua "acción ilícita" y en Nicaragua "conjunto de rencillas y desórdenes familiares o sociales")[83] -véase zángano-.
El lenguaje soez, que en principio se limitaría a la oralidad, se recoge en la literatura desde la Antigüedad. En la Iliada (Canto VI, verso 327 y ss.), se llama "perra" a Helena de Troya; término que también se usa por Teofrasto en la parte Del malhablado (Περι κακολογίας -Peri kakologias-) en Los caracteres (XXVIII),[84] mientras que Platón pone en boca de Sócrates (en Gorgias) la expresión "por el perro" (una especie de interjección similar al voto o juramento, en relación con el dios egipcio Anubis).[85] Las comedias griegas (p. ej. Las ranas, de Aristófanes[86] -la comedia antigua[87] incluía escatología y lenguaje soez como convenciones del género-) y latinas (p. ej. Truculentus, de Plauto) recogen el habla popular, y con ella muchos ejemplos de palabras y expresiones tenidas por malsonantes. En la prosa latina similar papel cumple El Satiricón de Petronio.[88] En la poesía latina, algunas obras de Catulo se caracterizan por su lenguaje particularmente procaz (su poema 16[89] comienza con un verso tal –Pedicabo ego vos et irrumabo– que no se publicó su traducción inglesa hasta el sigloXX).
Aristófanes [en Las ranas] emplea un recurso común en la retórica, pues, al prohibir a Jantias que use un lenguaje grosero, lo usa él, regalándonos en estos primeros versos con una sarta de palabras, frecuentes en la Comedia Antigua en sus comienzos y, sobre todo, entre los autores menos destacados. Se trata de los términos, la mayoría con significado ambiguo "me aprieta", "estoy molido", "te haces de vientre", "soltaré una ventosidad" y "vomitar". Toda una serie escatológica, que además pronuncia Dionisio y no Jantias. Sin embargo, este tipo de lenguaje lo emplea Aristófanes en algunas de sus obras. Cf. por ej.: Caballeros, 998 y Lisístrata, 314, mientras que en otras ocasiones vuelve a decir que pone fin a este uso. Cf. Nubes 538-546 y Paz 729 ss.[90]
... mando al frío a tomar por saco [frigori laecasin dico] (42.2)... el bueno de Crisanto la ha diñado [tam bonus Chrysanthus animam ebulliit] (42.3)... si nosotros los tuviéramos bien puestos [Sed si nos coleos haberemus] (44.14)...
... el buen poeta debe ser casto, / pero no sus versos que no lo necesitan. / Que estos sólo tienen sal y encanto / si son algo voluptuosos y poco púdicos / y si pueden encender los ánimos...
Catulo 16 (no se ha incluido la traducción del verso inicial).[91]
En el sigloXIX, la moral victoriana, que extremaba los códigos de recato y decencia pública (al menos en el plano de la mera apariencia) hasta límites pacatos,[96] proporcionó a la literatura contemporánea un fácil recurso para obtener, con el uso del lenguaje soez, la provocación que define a las vanguardias (épater le bourgeois -"escandalizar al burgués"-). «Los románticos ya habían comenzado a introducir el lenguaje popular en la literatura, pero hasta el naturalismo, y en concreto hasta Zola, no se puede hablar de un verdadero 'sociolecto'. Aunque García Mérou se quejó en su día de las "crudezas" y "términos soeces, repugnantes y bajos" de la novela, para el lector del siglo XX resulta difícil encontrarlos hoy.»[97] «... los tópicos expresivos puestos en boca de los personajes novelescos ... como corresponde al prurito naturalista de reflejar, con la mayor exactitud, el lenguaje vulgar, incluso el más bajo o plebeyo, a veces».[98]
Pullas, amenazas y malos deseos
La intención de humillar al adversario, las amenazas y malos deseos (imprecaciones,[99]vituperios[100]) son las formas más básicas del lenguaje soez; desde la Edad Media se utilizaban, de broma o de veras, en distintas formas de repentización[101] como el juego de "echarse pullas"[102] (tenzone -tensón- o logomaquia);[103]improvisación similar a la que en las coplas y las jotas se denomina "picadillo",[104] en la música portuguesa se denomina desgarrada y cantigas ao desafío,[105] o en el rap se denomina "pelea de gallos", "desafío" o "batalla" (battle rap).[106]
¡Ay! maldito seas, traydor. Postema y landre te mate, y á manos de tus enemigos mueras, y por crimenes dignos de cruel muerte en poder de rigurosa justicia te veas.
...
¡Ah, don malvado! ¿Verla quieres? ¡Los ojos se te salten!
...
... flaca puta vieja... ¡Putos días vivas, vellaquillo! ¿Y cómo te atreves?... que tan puta vieja era tu madre como yo!
Muchas palabras soeces se utilizan como insultos para menospreciar u ofender a una persona. Entre muchas otras, se emplean palabras malsonantes en referencia a la apariencia y cualidades físicas, mentales y morales, personalidad, orientación y capacidad sexual, origen familiar, racial, nacional o local, religión, creencias, opiniones y afiliaciones (políticas, deportivas), condición socioeconómica, etc.
-Vos siempre has de servir de estorbo, pendejo -me rezongó al pasar, no sé si para desahogarse o ajeno.
Hay gilipollas y gilipollas. Quiero decir que hay tontos del haba congénitos, de pata negra, que no lo pueden evitar por mucho empeño y buena voluntad que le echen al asunto.
También es propio del lenguaje soez utilizar los insultos, incluso los más graves, con sentido totalmente opuesto, de alabanza o familiaridad.
–Partes son ésas –respondió el del Bosque– no sólo para ser condesa, sino para ser ninfa del verde bosque. ¡Oh hideputa, puta, y qué rejo debe de tener la bellaca!
A lo que respondió Sancho, algo mohíno:
–Ni ella es puta, ni lo fue su madre, ni lo será ninguna de las dos, Dios quiriendo, mientras yo viviere. Y háblese más comedidamente, que, para haberse criado vuesa merced entre caballeros andantes, que son la mesma cortesía, no me parecen muy concertadas esas palabras.
–¡Oh, qué mal se le entiende a vuesa merced –replicó el del Bosque– de achaque de alabanzas, señor escudero! ¿Cómo y no sabe que cuando algún caballero da una buena lanzada al toro en la plaza, o cuando alguna persona hace alguna cosa bien hecha, suele decir el vulgo: "¡Oh hideputa, puto, y qué bien que lo ha hecho!?" Y aquello que parece vituperio, en aquel término, es alabanza notable; y renegad vos, señor, de los hijos o hijas que no hacen obras que merezcan se les den a sus padres loores semejantes.
El predominio secular del cristianismo en España y los países de cultura española ha producido una familiaridad extrema con ciertos conceptos religiosos, que se toman como base para expresiones del lenguaje soez. A pesar de ser consideradas expresiones formalmente blasfemas, la intención del hablante que las emplea no es la de realizar ninguna ofensa religiosa, a no ser que se añada algún otro rasgo más evidente en el contexto de la comunicación.
Para evitar incurrir en ellas, han surgido expresiones alternativas que comienzan de modo similar y terminan de otra manera, sugiriendo un arrepentimiento súbito tras un inicio espontáneo ("ost...ras", "me cago en di...ez").[114]
La prevención de incurrir en blasfemia ha suscitado burlas literarias.
-¡Oh, cuerpo de Dios, ama! ... ¡Malaventurado de mi y de vos! ... -Pues, Pablos, ¿yo qué he hecho? ... Pues, ¿yo he hecho algo contra la fe? -Eso es lo peor -decía yo-. No os burléis con los inquisidores; decid que fuiste una boba y que os desdecis, y no neguéis la blasfemia y desacato. ... ¿No os acordáis que dijisteis a los pollos pío, pío? ¿Y es Pío nombre de los papas, vicarios de Dios y cabezas de la Iglesia? Papaos el pecadillo.
Muchas de estas palabras se usan de forma que una queja o expresión tenga un poder de emisión más fuerte. Por ejemplo, "El pie me duele mucho" es más débil que "El pie me duele como la madre que lo parió". Se entiende que el dolor es más fuerte de lo normal al decir palabras soeces.[citarequerida]
Y ¿cuánto renta cada año? Dígame, señor sacristán, por su vida. -¡Renta la puta que me parió! ¿Y estoy yo agora para decir lo que renta? -respondió el sacristán, con algún tanto de demasiada cólera.
Hay muchos tipos de juegos lingüísticos o paronomasias que se consideran parte del lenguaje soez; la mayor parte de las veces por sus connotaciones sexuales. El albur se basa en el uso de uno o varios vocablos con un doble sentido en su significado. En esa acepción el DRAE lo considera un americanismo (de México y la República Dominicana): "Juego de palabras de doble sentido."[118]
"Aquello que no está expresado, especialmente lo que se da por supuesto en una declaración, en una conversación, etc."[120]
Al ver llegar la morena / que no hacía caso de naides / le dije con la mamúa: / "Va... ca... yendo gente al baile."
La negra entendió la cosa / y no tardó en contestarme / mirándomé como a perro: / "más vaca será su madre".
Por esto diz' la pastraña de la vieja ardida: / Non á mala palabra si non es a mal tenida: / verás que bien es dicha si bien es entendida: / entiende bien mi dicho e avrás dueña garrida. / La bulra que oyeres no la tengas en vil: / la manera del libro entiéndela sotil / que saber bien e mal, dezir encobierto e doñeguil, / tú non fallarás uno de trobadores mil. / ... / Las del buen amor son razones encubiertas: / trabaja do fallares las sus señales çiertas; / si la razón entiendes o en el seso açiertas, / non dirás mal del libro que agora refiertas.
En viéndome, dizen, Oxte; / Empero, no dizen, puto, / Que aunque no me tengo bien, / Jamás he dado de culo.
Francisco de Quevedo, Romance C - Refiere él mismo sus defectos en bocas de otros[124]
("oxte" es una interjección utilizada "para rechazar a alguien o algo que molesta, ofende o daña", y "oxte, puto" una locución interjectiva con el mismo significado).[125]
No hay por qué limpiarse el culo -dijo Gargantúa-, si no hubiere mierda en él; mierda no la hay si no se caga; así pues, el cagar es necesario antes de limpiarse el culo.
El colmo de la ridiculización del erotismo y machismo se halla en la apuesta entre godos y castrofortinos sosteniendo los primeros que "los genitales masculinos tenían más nombres que los femeninos, y que en ello se mostraba de manera palmaria e indiscutible la virilidad de la raza." Después de largas encuestas, la disputa se zanja a favor de Castroforte con el resultado de "632 Hembras contra 337 Machos" sea, en términos lacónicos de Torrente Ballester, "Gana coño y color".
Es significativo que el “Viva México, hijos de la Chingada” sea un grito patriótico, que afirma a México negando a la Chingada y a sus hiios. Si la Chingada es una representación de la Madre violada, no me parece forzado asociarla a la Conquista que fue también una violación, no solamente en el sentido histórico, sino en la carne misma de las indias. El símbolo de la entrega es doña Malinche, la amante de Cortés. Es verdad que ella se da voluntariamente al Conquistador, pero éste, apenas deja de serle útil, la olvida. Doña Marina se ha convertido en una figura que representa a las indias, fascinadas, violadas o seducidas por los españoles. Y del mismo modo que el niño no perdona a su madre que lo abandone para ir en busca de su padre, el pueblo mexicano no perdona su traición a la Malinche. Ella encarna lo abierto, lo chingado, frente a nuestros indios, estoicos, impasibles y cerrados.
Octavio Paz, Los hijos de la Malinche, en El laberinto de la Soledad[131]
Niño, deja ya de joder con la pelota, / que eso no se hace, que eso no se dice, que eso no se toca
Yo fui siempre un marido comedido, / que en tal comedimiento está mi flaco. / Jamás oyó de mí nada atrevido, / que cuando algún bellaco / mi calma exasperaba y distraído / soltaba en su presencia cualquier taco, / procuraba al instante / disimular la frase mal sonante / y usaba de vocablos / que eran sustitutivos de venablos. / ¡Cuántas veces he dicho, centelleante: / “còrcholi”, que es un taco italiano, / en lugar del venablo castellano.
«... la sátira... en algunas de sus expresiones más bajas puede utilizar lenguaje soez y escatológico no a manera de ataque directo sino como medio de desacralizar ambientes, situaciones o personajes que se quieren ridiculizar. Cercana a la sátira se encuentra la invectiva...»[137]
Lenguaje soez en francés[142] (juron, vocabulario del capitán Haddock)[143]
Lenguaje soez en italiano (turpiloquo, bestemmie o parolaccia)[144]
Lenguaje soez en inglés[145] (profanity -"profanidad"-, Four-letter word -"palabra de cuatro letras"-,[146]trash-talk -"habla basura",[147]smack talk -"habla bofetada"-,[148]fighting words -"palabras de pelea"-,[149]flyting,[150]the dozens,[151]slang, expletive[152] -no debe confundirse con expletivo-[153])
... que los vascos no tienen tacos. Que son tan profundamente católicos que carecen de la adecuada ordinariez verbal y han de recurrir [al castellano]... Pues sí. Se oye y se lee cada dos por tres lo de que el euskera carece de maldiciones. ... para pasmo de propios y de extraños, en Euskadi estamos oyendo todos los días ... giros genuinos que vienen a desmentir a los académicos monóglotas y al personal polvoriento, que conoce el euskera, pero no lo sabe, tan inmaculada y presunta particularidad. ... Camilo J. Cela [también] ... incurrió en el estereotipo o prejuicio ... de la ausencia de groserías en la lengua vasca. ... Otro error reiterado por los lingüistas de ateneo consiste en aseverar que, de puro asexuado, el euskera no distingue el masculino del femenino en su gramática. Creencia absurda e inexacta. ... Es probable que la querencia forastera -y a veces indígena- de difundir la falsa especie de que el euskera no dispone de léxico venéreo provenga de las muchas veces que el profano ha escuchado a los nativos intercalar cervantinos juramentos y quevedescas blasfemias en su incomprensible discurso. Taracea verbal muy propia de los medios campesinos ... El vasco, en efecto, no desdeña la sonoridad catártica del castellano a la hora de imprecar. Lo cual no permite concluir, ni mucho menos, que el euskera sea deficitario en locuciones sucias. Uno, que tiene un pie en Izarraitz y otro en Somosierra, no ignora que el tópico que aquí estamos intentando rebatir ha sido innúmeras veces manipulado con vistas a completar una caracterología vasca mojigata, engarzacredos y jesuítica. Existe un empeño carpetovetónico generalizado que invariablemente endosa a los vascos una segunda piel -epidérmica o hipodérmica- en forma de sotana, obedeciendo tal vez a un prurito librepensador antaño prestigioso y hoy envilecido. El Libro Azul de los Coros y Danzas da por sentada la inexistencia de palabras sicalípticas en euskera y ello se conserva como dogma de fe útil e incluso ponzoñoso.[160]
"Cruel, áspero, despiadado." Real Academia Española. «crudo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Acepción 9. Metafóricamente, y en ciertos contextos, puede ser de aplicación la acepción 3: "de difícil digestión".
"Desvergonzado, atrevido" Real Academia Española. «procaz». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Desvergüenza -vergüenza-, atrevimiento. Procacidad se define como "Desvergüenza, insolencia, atrevimiento / Dicho o hecho desvergonzado, insolente." Real Academia Española. «procacidad». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Insolente, insolencia "Atrevimiento, descaro / Dicho o hecho ofensivo e insultante / Acción desusada y temeraria." Real Academia Española. «insolencia». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Descaro: "Desvergüenza, atrevimiento, insolencia, falta de respeto." Real Academia Española. «descaro». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Temerario: "Dicho de una persona: Excesivamente imprudente arrostrando peligros. /... Dicho de una cosa: Dicha, hecha o pensada sin fundamento, razón o motivo." Real Academia Española. «temerario». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Acepciones 3, 7 y 8: "Palabra, locución o conjunto de palabras sujetas a alguna pauta / ... / plano de la expresión. [Componente del signo lingüístico referido a la forma o significante, en oposición al plano del contenido.] / En algunas corrientes de la fraseología, combinación fija de palabras que permite escasa variación morfológica y que tiene valor de enunciado. Real Academia Española. «expresión». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. Real Academia Española. «plano». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Véase también locución, modismo, fraseología, enunciado.
"Falta de urbanidad y cultura / Acción o expresión grosera" Real Academia Española. «ordinariez». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Se indica que deriva de "ordinario", término que en sus cuatro primeras acepciones se define como "Común, regular y que sucede habitualmente / plebeyo (que no es noble) / Bajo, basto, vulgar y de poca estimación / Que no tiene grado o distinción en su línea" Real Academia Española. «ordinario». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
La acepción 14 de "bajo" es "Dicho especialmente de una expresión o del lenguaje: Vulgar, ordinario, innoble." Real Academia Española. «bajo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Innoble se define como: "Que no es noble. / Vil, abyecto." Real Academia Española. «innoble». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Abyecto se define como "Despreciable, vil en extremo. / Humillado, herido en el orgullo." Real Academia Española. «abyecto». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Las acepciones 1 y 2 de "vil" son "Bajo o despreciable - Indigno, torpe o infame." Real Academia Española. «vil». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). La 2 acepción de "vileza" es "Acción o expresión vil." Real Academia Española. «vileza». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Real Academia Española. «voto». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Acepciones 5 a 9: "Ruego o deprecación con que se pide a Dios una gracia. / Juramento o execración en demostración de ira. / Ofrenda dedicada a Dios o a un santo por un beneficio recibido. / deseo. / Promesa que se hace a la divinidad o a las personas santas, ya sea por devoción o para obtener determinada gracia."
"Injuria grave de palabra, y especialmente la que se emplea para echar a alguien en cara algo / Versículos que se cantan en el oficio del Viernes Santo, durante la adoración de la cruz". Aquí se ha enlazado a "reproche", que el DRAE define como "expresión con que se reprocha", "reprochar" se define como "reconvenir, echar en cara" Real Academia Española. «reproche». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «reprochar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).) -en:rebuke, en:monition- (admonición redirige a amonestación).
Real Academia Española. «concha». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. La acepción 12 es literalmente "coño"; mientras que este término (del latín cunnus y advertido como "malsonante") se define, genéricamente, como "vulva y vagina del aparato genital femenino", para Chile (advertido como "despectivo"), como "español - natural de España", para Venezuela (advertido como "malsonante"), como "tipo o individuo", para Chile y Ecuador como "tacaño - que escatima en el gasto", y por último, genéricamente, como interjección malsonante "para expresar diversos estados de ánimo, especialmente extrañeza o enfado". La etimología de la palabra latina no está establecida con precisión, pero podría compartir la raíz indoeuropea *(s)keu ("cubrir", "esconder") con culus ("culo") -Etimologías de Chile-. Las denominaciones coloquiales de los genitales femeninos son tan numerosas que su recuento es un tópico en sí mismo (véase la cita de Torrente Ballester en la sección "Disfemismos y eufemismos" de este mismo artículo). El taco sedativo, en protocolo.org: "El marqués del Tajo de Hinojeras [sic ¿Marquesado de Hinojares?], era hombre de escrupulosa lengua, en lo que a palabra se refiere. Jamás había salido de su boca un taco, interjección o venablo alguno. Pero el marqués del Tajo padecía en secreto de un doloroso callo. Un terrible callo que le mortificaba continuamente y que parecía no tener arreglo. Nadie, por su corrección, sabía de su irremediable mal. Fue en la víspera de San Juan, el 23 de junio de 1959, cuando sucedió. Contemplaba el marqués el salto de la hoguera de los jóvenes, cuando un ardoroso pollo, algo alocado, pisó el callo del marqués. El marqués no gritó "¡Virgen de Atocha!", ni "¡Cáscaras!", ni, por supuesto "¡Jolines!". Enrojeció de dolor e ira y gritó un "¡Coño!" como la copa de un pino. Un correctísimo "¡Coño!" que, además, le curó."
Real Academia Española. «pito». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «pitillo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Real Academia Española. «pisar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «coger». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Así se llama en Canarias a los peninsulares (con mayor o menor rasgo peyorativo según el contexto y la intención del hablante, que puede ir de la ofensa hasta el cariño); uso que se trasladó por Gonzalo Torrente Ballester a la población imaginaria gallega de Castroforte del Baralla.
Del árabe hispánico faná -"extinción o agotamiento por la pasión"-: "Hurtar, estafar, robar / Trabajar a alguien, traerle apurado / Entregarse al trabajo con solicitud congojosa / Hacer diligencias con vehemente anhelo para conseguir algo / Trabajar corporalmente, como los jornaleros" Real Academia Española. «afanar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. En cuanto a "afán", el DRAE recoge su probable etimología de "afanar", y lo define como "Esfuerzo o empeño grandes / Deseo intenso o aspiración de algo / Apuro, aprieto o necesidad extrema / Prisa, diligencia o premura / Trabajo o esfuerzo" Real Academia Española. «Lenguaje soez». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
"Holgar / Tener ayuntamiento carnal" Real Academia Española. «folgar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). No recoge el DRAE ni etimología ni la proximidad fonética y semántica de "follar" (del latín follis -fuelle-): "Soplar con el fuelle / Soltar una ventosidad sin ruido / ... / Practicar el coito" Real Academia Española. «folgar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. El follis latino también tiene el significado de "bolsa de cuero" y "testículo", y deriva de la raíz indoeuropea *bhel ("crecer, sembrar, estirarse"), que comparte con phallus ("falo") - Etimologías de Chile-.
José García Templado, Desarrollo de los personajes en la narrativa de Cela, en Homenaje a Camilo José Cela: coloquio internacional de la Universidad de Dresde (11-12 de noviembre de 2002), Reichenberger, 2004, pg. 71.
Sebastián Moreno, La Academia se divierte, pg. 25:
«Nunca se le había dedicado una atención científica
a los “tacos”, a los que yo no les llamaría palabras malsonantes, sino
palabras comedidamente malsonantes. Es curioso que algunas de estas
voces descartadas de la conversación tenida por válida entre gente más o
menos afinada, que con mucha frecuencia coincide con la incultura, estuvieron
en el Diccionario de autoridades y en las tres primeras ediciones
del vulgar del siglo xiii [sic -XVIII-], aparecía la voz “cojón”. Conseguí que el buen
criterio de la Corporación, que es mucho más abierto de lo que la gente
piensa, la readmitiese».
Y lo mismo que reivindicó la admisión de «cojón» lo hizo con la de
«coño». En el preámbulo de su Diccionario secreto, publicado en 1968, una
obra que recogía la gran riqueza léxica popular, desterrando el tabú de
las palabras, Cela advierte que el Diccionario de la Academia «ignora, por
ejemplo, la voz “coño” y no registra ningún cultismo que designe el
concepto a que se refiere la palabra proscrita, con lo que se da el despropósito
de que el aparato reproductor externo de la mujer no tiene nombre
oficial en castellano (la “vulva” del diccionario no es el “coño” del
pueblo, sino tan solo una parte de él), como tampoco tiene estado la
muletilla más frecuente en nuestra conversación popular».
El escritor Gaspar Sánchez Salas fue secretario de Cela en sus últimos
años, colaborador suyo en el Diccionario geográfico popular de España y autor
de varios libros sobre él, como El coño de don Camilo (Espejo de Tinta) y
Cela: mi derecho a contar la verdad (Belacqua), entre otros. Gaspar asegura que
el día que ingresó Mario Vargas Llosa en la RAE, cuyo discurso contestó
Cela, fue testigo de una revelación insólita por parte de su jefe y amigo.
Cuenta el secretario que unos periodistas quisieron, a la salida, que
Cela contestara a algunas cuestiones. Uno de ellos le preguntó, entre
otras cosas:
—Señor Cela, ha salido publicado hace poco que usted recibe amenazas
de muerte, ¿es verdad esto?
Cela respondió:
—Sí, y también recibo declaraciones de amor, se compensan.
—¿Y quién se le declara generalmente, don Camilo?
—Bueno, ahora que estamos muy modernos, algún gay que otro,
antes se llamaban maricones, ahora no, ahora son gays. Pero ya me pasó
la edad, ya me pasó la edad.
Real Academia Española. «malcriadez». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «malcriadeza». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Marc Lemonier, Le petit dico des insultes, gros mots et autres injures, City Éditions, 2007. Gilles Guilleron, Gros mots. Petit dictionnaire des noms d'oiseaux, Éditions First, 2013. Jean-Michel Jakobowicz, Le Grand Livre des Gros Mots. 1001 insultes, injures et jurons pour toutes les occasions!, Leduc.s Éditions, 2012. Fuentes citadas en fr:Juron
- JANTIAS ¿Diré, dueño mío, alguno de esos chistes de cajón que siempre hacen reír a los espectadores?
- BACO Di lo que se te antoje, excepto el consabido: “No puedo más”. Pues estoy harto de oírlo.
- JANTIAS ¿Y algún otro más gracioso?
- BACO Con tal que no sea el “estoy hecho pedazos”.
- JANTIAS ¿Entonces no he de decir ninguna agudeza?
- BACO Sí, por cierto, y sin ningún temor. Sólo te prohíbo...
- JANTIAS ¿Qué?
- BACO Decir, al cambiar el hato de hombro, que no puedes aguantar cierta necesidad.
- JANTIAS ¿Tampoco que si alguno no me alivia de este enorme peso tendré que dar suelta a algún gas?
- BACO Nada de eso, te lo suplico: a no ser cuando tengas que vomitar.
- JANTIAS No sé entonces qué necesidad había de echarme al hombro esta carga, para no poder hacer ninguna de aquellas cosas tan frecuentes en Frínico, Lucis y Amipsias, que siempre introducen en sus comedias mozos de cordel.
- BACO No hagas tal; porque cuando yo me siento entre los espectadores y miro invenciones tan vulgares, envejezco más de un año.
"Primera etapa de la comedia griega, que llegó a su plenitud en el siglo V a. C. y que se caracteriza por su contenido fundamentalmente satírico y mordaz contra personas e instituciones de la época, y por la utilización de un lenguaje crudo y en ocasiones obsceno. En algún caso -como el del poeta Eupolis, a quien Alcibíades ordenó arrojar al mar- los dramaturgos pagaban su atrevimiento con la muerte. El autor más característico de este tipo de comedia fue Aristófanes." (Diccionario Akal de teatro, pg. 188.
Othello: Third Series (edición de E.A.J. Honigmann, A. C. Black, 1996), pg. 352: "More than fifty instances of 'profanity', printed by Q, were deleted in F or replaced by less offensive words (e.g. 1.1.4, 32, 85, 107). Editors once assumed that F was purged because of the Act of Abuses (1606), which prohibited profanity and swearing on the stage, yet we now know that some scribes and perhaps compositors omitted profanity for other reasons (Texts, 77 ff.). The censor of Othello was unusually cautious if he deleted Tush (1.1.1) and worried about other harmless expletives (2.2.10, 4.1..239), yet he also overlooked some profanity..." Frances A Shirley, Swearing and Perjury in Shakespeare's Plays, Routledge, 2013.
Rosario Miranda, Sade, el cuerpo libertino: "Sade enunció con desnudez, minuciosidad y precisión lo que comúnmente se calla, y con ello amplió los límites, no de lo que puede hacer el cuerpo -que actúa de todas formas esté o no prohibido lo que hace- sino los límites del lenguaje, de lo que la voz puede decir acerca de lo que el cuerpo hace. Esa fue, es, su innovación y su osadía. ... Para hablar del desperdicio y de lo fétido Sade no recurre a eufemismos retóricamente admitidos ni a términos asépticos médicamente autorizados, sino al lenguaje soez y grosero del vulgo, con lo que además de unir lo noble y lo vil en el cuerpo introduce lo plebeyo en el espacio aristocrático, digamos que da entrada a los piojosos en los salones señoriales. Como el tabú que se extiende sobre lo excremencial es el más fuerte y riguroso de todos, el placer que se alcanza al transgredirlo es extremo también, como extremo es el asco que produce su lectura."
"Timorato - tímido / De poco valor, insignificante / Mojigato, que tiene o manifiesta excesivos escrúpulos." Real Academia Española. «pacato». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. Timorato: "Tímido, indeciso, encogido / Que se escandaliza con exageración de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional / Que siente temor de Dios, y se gobierna por él en sus actos." Real Academia Española. «timorato». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Mojigato: " Que muestra exagerados escrúpulos morales o religiosos / Que afecta humildad o cobardía para lograr sus propósitos." Real Academia Española. «mojigato». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
"Imprecación" (redirige a maldición) es definido por el DRAE como "expresión del deseo de que alguien sufra un mal"; mientras que "imprecar" se define como "proferir palabras con que se expresa el vivo deseo de que alguien sufra mal o daño." Real Academia Española. «imprecación». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «imprecar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
"Baldón u oprobio que se dice a alguien / Acción o circunstancia que causa afrenta o deshonra" Real Academia Española. «vituperio». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). "Vituperar" es "criticar o censurar con dureza algo o a alguien" Real Academia Española. «vituperar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Repentista, repentizar, Real Academia Española. «repentización». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «repentista». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).Real Academia Española. «repentizar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición)..
"Dicho con que indirectamente se humilla a alguien / Expresión aguda y picante dicha con prontitud / Palabra o dicho obscenos". Real Academia Española. «pulla». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).. El artículo "pulla" en Wikipedia se dedica a un pan de postre finlandés.
Coplas de picadillo y jotas de picadillo -picadillo- Real Academia Española. «picadillo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). "hacer picadillo a alguien: destruirlo o dejarlo en muy mala situación desde un punto de vista físico, anímico o social". Real Academia Española. «jota». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). "Jota de picadillo: jota en la que dos cantantes o un grupo de cantantes enfrentados, generalmente hombres frente a mujeres, cantan por turno atacando y replicando, en tono jocoso, al adversario". Luis López Allué, La copla de picadillo: Comedia de costumbres aragonesas en un acto y en prosa, "estrenado en el Teatro Parisiana de Zaragoza el 22 de noviembre de 1913".
en:Battle rapRimas con sapos, culebras y cosas peores - La Batalla de los Gallos ofrece una lucha de macarrismo sobre el escenario, El Periódico, 22 de mayo de 2016: "Noticia bomba en la semifinal barcelonesa de la Batalla de los Gallos de Red Bull: no se pronunciaron ni una vez las palabras 'motherfucker' y 'bitch'. Tampoco es que los pollos desplegaran una panoplia deslumbrante de insultos en español, y mira que hay, pero se agradeció el esfuerzo intelectual que hicieron por zaherir a los rivales sin apoyarse en las muletas inglesas del rap. ¿Que pasabas por el Moll de la Fusta el sábado por la tarde y te sentiste ofendido por la cascada de homofobia, machismo, agresión a los débiles y mala sangre que chorreaba de las fauces de los concursantes? Es tu problema. Allí imperaba la ley de la calle, y la ley de la calle es el macarrismo, de modo que los chicos de la calle tienen carta blanca para ser en un escenario tan macarras como quieran. La convención de fracasados escolares que era buena parte del público (hey, tomáoslo con deportividad, como si fuera una batalla de gallos) aullaba con cada animalada. Una batalla de gallos es en la cultura hip hop un torneo de improvisación entre rimadores. Se trata de machacar verbalmente al contrario y todo vale para ello. ... Nada está prohibido en el reñidero si esgrimes la ley de la calle."
Cino, Luis (2 de junio de 2017). «Fidel Castro, Nixon y la esvástica». Cubanet. Consultado el 28 de noviembre de 2021. «Durante muchos años, Nixon se escribió en la prensa cubana con una esvástica en lugar de la x. La orden de escribir así el apellido del presidente norteamericano la dio Fidel Castro al Departamento de Orientación Revolucionaria en julio de 1970, al calor del aquelarre anti-norteamericano desatado por el secuestro de dos embarcaciones pesqueras cubanas por el grupo armado anticastrista Alpha 66. [...] Los pescadores fueron devueltos y al regresar a Cuba fueron recibidos como héroes, pero Nixon se siguió escribiendo con esvástica en el Granma y el resto de la prensa cubana. [...] Y lo siguieron escribiendo así bastante tiempo después de Watergate y de su destitución.»
Para el DRAE es sinónimo de "caramba", y ésta (también interjección eufemística) expresa "extrañeza o enfado". El comienzo en "co" es un eufemismo para "coño" o "cojones", indicando un arrepentimiento súbito al inicio espontáneo de la palabra malsonante, como se ha indicado en algunos eufemismos derivados de blasfemias. Otros similares son "puñetero" o "puñetas" (eufemismos para "puta" o "puto") Amando de Miguel, El origen de las palabras: "Enrique Pastor dice que en el colegio de los jesuitas de Valencia les contaron el origen de la palabra "caray". Era una corrupción de "cars alls" (=ajos caros) de la época del Cid Campeador. Me parece que esa historia es un disparate. La exclamación "caray" es un ñoñismo (como "caramba") para no tener que decir "carajo" (=pene). Por lo mismo que se dice "jolines" (=joder), "ostras" (=hostias) o "cataplines" (=cojones). Hay muchos más ñoñismos."
J’ai testé toutes les langues, j’ai une faiblesse pour le français. C’est une langue merveilleuse. J’aime notamment les jurons français. Nom de Dieu de putain de bordel de merde de saloperie de connard d’enculé de ta mère. Vous voyez, c’est aussi jouissif que de se torcher le cul avec de la soie. J’adore ça.
"Whether they are referred to as swearing, cursing, cussing, profanity, obscenity, vulgarity, blasphemy, expletives, oaths, or epithets; as dirty, four-letter, or taboo words; or as bad, coarse, crude, foul, salty, earthy, raunchy, or off-color language, these expressions rise many puzzles for anyone interested in language as a window into human nature" (Steven Pinker, citado en The Oxford Handbook of the Word, pg. ). Según un estudio conjunto de Advertising Standards Authority, British Broadcasting Corporation,
Broadcasting Standards Commission y la Independent Television Commission (dirigido por Andrea Millwood-Hargrave, Delete expletives?, diciembre de 2000), las palabras consideradas como más inapropiadas para el lenguaje de los medios de comunicación, ordenadas por "severidad" son: Cunt, Motherfucker, Fuck, Wanker, Nigger, Bastard, Prick, Bollocks, Arsehole, Paki, Shag, Whore, Twat, Piss off, Spastic, Slag, Shit, Dickhead, Pissed off, Arse, Bugger, Balls, Jew, Sodding, Jesus Christ, Crap, Bloody, God.
en:flyting. También fliting. El verbo fly puede traducirse por "volar" o (como forma pasada de moda, equivalente a flee) "huir" (Word Reference-Collins). El verbo flit puede traducirse por "revolotear, ir de un lado a otro deprisa, entrar o salir precipitadamente" (Word Reference).
"Del latín expletīvus... Dicho de una voz o de una partícula: Que no aporta significado, tan solo cierto valor expresivo, y puede omitirse sin afectar a la gramaticalidad de la construcción en la que aparece; p. ej., no me voy hasta que (no) me echen."
Sastre, que considera al cheli, frente a las jergas calientes o marginales, un "subproducto populista" y artificioso, un "cóctel poco menos que impotable" ("de varias jergas poéticas excelentes sale un productillo híbrido y banal"), viene a decir en su reseña que Umbral ha hecho "literatura" y no "precisión" en su diccionario, "ni falta que le hacía". Se muestra de acuerdo con considerar al cheli una jerga básicamente casta que tiene sus raíces en el habla del rock, la droga y la cárcel, si bien se trata -dice- de una jerga "casi inexistente" en los términos en que Umbral la propone...
Mayte Rius, ¿Somos malhablados?, en La Vanguardia, 20/01/2012: "El castellano y el catalán siempre han sido lenguas muy ricas en insultos y siempre se han dicho palabras soeces, y hay constatación de ello desde la edad media; lo que ocurre es que ahora todo esto aparece más en público y antes se disimulaba más, y antes era sólo cosa de hombres y ahora se han sumado a su uso las mujeres. ... palabrotas, insultos y groserías existen en todos los idiomas, pero el uso popular y generalizado que se hace de ellos en España, y aún más su empleo con intención cariñosa o admirativa, parece que es una singularidad nacional. ... Los lingüistas aseguran que no es una especificidad idiomática, puesto que estos hábitos lingüísticos no se observan entre los hispanoamericanos, cuya habla está más desprovista de tacos, sobre todo a la hora de hablar en público ... En España, el cambio fundamental llegó con el paso a la democracia, que provocó que se abanderara la libertad en todos los ámbitos y todos los sentidos; bajo la consigna de ‘todos somos iguales’ se rompió con todos los principios que tenían que ver con la cortesía lingüística, con la retórica, como el usted o el estilo indirecto; y esto ocurrió tanto en el ámbito cotidiano y familiar como entre los políticos, que cambiaron su forma de hablar para dirigirse a los medios de comunicación y mostrarse cercanos, graciosos, y así se volvieron coloquiales y el insulto comenzó a campar a sus anchas, llegando al vulgarismo" (incluye citas textuales de Emili Boix y Susana Guerrero).
Las palabras soeces en The New York street: "... cuando se abusa del lenguaje soez, pierde su impacto. Un caso: si el famoso coronel a quien nadie le escribía no se hubiera mantenido en sacrificado silencio durante toda la novela, la palabra «Mierda» no hubiese acumulado el titánico poder que aún conserva cuando el personaje de Gabriel García Márquez la suelta –espléndida e invencible– en la última oración del libro."
Jesús Bermúdez Ramiro y Eugenio Lázaro García, Catulo y Miguel Hernández: Vivencias poéticas coincidentes, en Humanismo y pervivencia del mundo clásico: Homenaje al profesor Antonio Fontán. III, Volumen 4, pg. 1933: "En el eje de la imprecación ambos poetas por igual no tienen ningún reparo en exteriorizar sus enemistades mediante el insulto, la crítica, el escarnio, la burla o la acusación, sin escatimar ningún lexema propio del lenguaje vulgar y más bajo."