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gestión de una organización De Wikipedia, la enciclopedia libre
La administración es una de las «actividades humanas» más importantes encargada de organizar y dirigir el trabajo individual y colectivo efectivo en términos de objetivos. A medida que la sociedad empezó a depender crecientemente del esfuerzo grupal y que muchos grupos organizados tienden a crecer, la tarea de los administradores (conocidos también como gerentes) se hace mucho más importante. La administración aparece desde que el hombre comienza a trabajar en sociedad. El ser humano es social por naturaleza, por ello tiende a organizarse y cooperar con sus semejantes.[1]
Desde que el hombre apareció en la Tierra ha trabajado para subsistir, tratando de lograr en sus actividades la mayor efectividad posible: para ello, ha utilizado en cierto grado a la administración.[2] La administración nace junto al hombre,[3] aunque, luego se la estudie como fenómeno social.
Las organizaciones, al igual que los individuos, tienen éxito o fracasan por una gran variedad de razones. Algunas de éstas son circunstanciales. La mayoría son personales y humanas e incluyen decisiones que los administradores toman y acciones que realizan.
En los negocios, privados o estatales, no se puede prescindir de una administración eficiente. Es posible que las organizaciones puedan funcionar bien durante un tiempo; sin embargo, no funcionarán bien perdurablemente sin una administración correcta. Lo mismo sucede con los individuos: para tener éxito se han enfocado en las cosas fundamentales, discerniendo claramente entre lo que es importante y lo que no, y administrándose correctamente.[4]
Tanto en el desarrollo de la actividad social como de la individual, el papel desempeñado por las organizaciones ha sido clave en el avance de la civilización. Ese papel ha cambiado con el correr de los tiempos porque se han modificado los modelos con que tales organizaciones se han administrado, así como las teorías que han intentado explicar y predecir el comportamiento de tales organizaciones y de su administración. Dicho conjunto de teorías y otros conceptos conexos son el bagaje con que se han conformado una disciplina general llamada administración y sus disciplinas derivadas, las ciencias administrativas o administraciones especiales.[5]
La administración es la disciplina científica que tiene por objeto de estudio las organizaciones constituyendo una sociotecnología[6] [Nota 1] encargada de la «planificación, organización, dirección y control» de los recursos (humanos, financieros, materiales, tecnológicos, del conocimiento, etcétera) de una organización, con el fin de obtener el máximo beneficio posible; este beneficio puede ser social o económico, dependiendo de los fines perseguidos por la organización.[Nota 2][Nota 3]
Otras definiciones de administración (según varios autores) son las siguientes:
Todas estas definiciones contienen ciertos elementos en común:
Por otro lado algunos autores establecen criterios de administración, y de ellos derivan leyes.
Los criterios son:
Basándose en estos criterios, se pueden establecer las siguientes leyes de la gestión organizacional:
1ª Ley: La gestión debe buscar una dirección innovadora que permita a la organización adaptarse al entorno de manera competitiva y continua.
2ª Ley: Debe promover una estructura organizativa que facilite el logro efectivo de sus objetivos, siempre y cuando no entre en conflicto con la primera ley.
3ª Ley: Debe fomentar una gestión que garantice la eficiencia en todas sus áreas funcionales, sin obstaculizar el cumplimiento de las dos leyes anteriores.[11]
La palabra «administración», se forma del prefijo «ad» (‘hacia’) y de «ministratio». Esta última palabra viene a su vez de «minister», vocablo compuesto de «minus» —comparativo de inferioridad— y del sufijo «ter», que sirve como término de comparación. «Minister» significa ‘subordinación u obediencia; el que realiza una función bajo el mando de otro; el que presta un servicio a otro’.[15]
La palabra administración se originó en el término «ministrare», del latín clásico, que significaba ‘servir un encargo’, se refería al trabajo delegado a un capataz. «Administrate» se institucionalizó jurídicamente durante la Edad Media como la actividad responsable de ‘cuidar el manejo de’. De este vocablo se derivaron «ministere», «ministerialist», «ministro», que ya en el Alto Medioevo significaba funcionario dirigente. «Administrare», «administrator», «ministro», «administrate» luego de un tiempo significaron la actividad de gobernar, gestionar, dirigir, manejar, controlar bienes, servicios, provincias, acciones de guerra, negocios. Durante el siglo XIX administración adquirió el significado del sujeto que ejecuta la acción de conducir el Estado.[16]
La palabra inglesa «management»[Nota 4] significa, administración, gerencia, gobierno, gestión, director, dirección. El verbo inglés «manage» tiene sus raíces en el verbo francés del siglo XV «mesnager», que a menudo se refiere en lenguaje ecuestre a ‘sostener en la mano las riendas de un caballo’. También es posible el término italiano «maneggiare» (manejar, especialmente herramientas o un caballo). En español «manejar» también puede significar gobernar los caballos. Estos tres términos derivan de las dos palabras latinas «manus» (‘mano’) y «agere» (‘actuar’). «Ménagerie», que derivada de ménager (dícese de quien administra con economía, con prudencia), es la traducción al francés del famoso libro de Jenofonte Oeconomicus[17] (del griego : Οἰκονομικός) sobre asuntos domésticos y agrícolas. La palabra francesa «mesnagement» (o ménagement) influyó en el desarrollo semántico de la palabra inglesa «management» en los siglos XVII y XVIII.[18]
El «objeto de estudio» de la administración son las organizaciones; por lo tanto, es aplicable a empresas privadas y públicas; instituciones públicas y organismos estatales, y a las distintas instituciones privadas. Por ejemplo: iglesias; universidades; gobiernos y organismos municipales, provinciales, nacionales; hospitales y otras instituciones de salud, fundaciones, etc. y a todos los tipos de empresas privadas; e incluso las familias y hogares.
El contenido del estudio de la administración varía según la teoría o la escuela considerada. Cada autor de la administración tiende a examinar las variables y los asuntos típicos de la orientación teórica de su escuela o teoría.
La administración estudia seis variables básicas:
Estos elementos constituyen los principales componentes de su estudio, donde cada escuela o teoría hará foco en una o más variables.[19]
Se puede definir organización como un grupo de personas que trabajan en conjunto para crear valor agregado satisfaciendo necesidades de su grupo de interés. La organización es un sistema abierto y dinámico que opera dentro e interactúa con el ambiente.[20]
Una organización es una herramienta que utilizan las personas para coordinar sus acciones con el fin de obtener algo que desean o valoran, es decir, lograr sus metas. O sea, una organización es la respuesta a alguna necesidad humana y el medio de satisfacerla.[21]
También puede entenderse como un acuerdo deliberado de personas para llevar a cabo un propósito específico. Se puede decir que las organizaciones tienen 3 aspectos en común:[22]
En organizaciones lucrativas dicho valor agregado se traduce en utilidades que repartirán dividendos o remunerarán el capital invertido; en organizaciones no lucrativas se satisfarán necesidades, pudiendo obtener utilidades pero sin remunerar al capital o distribuir dividendos.[20]
Por organización no solo debe entenderse a la típica unidad productiva o unidad económica, sino que puede considerarse a
La administración puede verse como un proceso. Esto fue planteado originalmente por Henri Fayol y luego seguido por otros autores, que sugerirían algunas modificaciones. Actualmente se acepta el proceso propuesto por Dale, que está compuesto por las siguientes etapas básicas: Planificación, organización, dirección, control.[24] Este proceso se realiza y corresponde a la «función administrativa o gerencial».
Las etapas o subprocesos detallados no son independientes, sino que están totalmente interrelacionados. Cuando una organización elabora un plan, debe ordenar su estructura para hacer posible la ejecución del mismo. Luego de la ejecución (o tal vez en forma simultánea) se controla que la realidad de la empresa no se aleje de la planificación, o en caso de hacerlo se busca comprender las causas de dicho alejamiento. Finalmente, del control realizado puede surgir una corrección en la planificación, lo que retroalimenta el proceso.
Como complemento de la función administrativa encontramos la propuesta de los roles administrativos. El texto que cobro mayor trascendencia ha sido el de H. Mintzberg, aunque antes y luego ha habido muchos autores que trataron el tema.
Después de estudiar sistemáticamente las actividades de cinco directores ejecutivos de organizaciones diversas, Mintzberg concluyó que no realizan las funciones administrativas clásicas de planear, organizar, dirigir y controlar, sino que se dedican a distintas actividades.[25]
Los roles propuestos son:
¿Entonces cuál enfoque es mejor, el de funciones o el de roles? Aunque cada uno describe lo que hacen los gerentes, el enfoque de funciones parece ser la mejor forma de describir el trabajo de un gerente. Las funciones clásicas proporcionan métodos claros y discretos para clasificar los miles de actividades que realizan los gerentes y las técnicas que utilizan en términos de las funciones que llevan a cabo para lograr los objetivos.[26] Aunque otro autores argumentan que es más conveniente hacer un estudio de los roles para conocer en profundidad las actividades realizadas por los directivos y que esto permita valorar no solo el conocimiento específico del directivo (habilidades conceptuales y técnicas), sino también, otro tipo de habilidades específicas necesarias para el ejercicio de su actividad.[27]
La profesión de administrador tiene muchos aspectos. Según el nivel en que se sitúe, deberá realizar la función administrativa en:
Los autores plantean que no existe la manera única de dirigir o de actuar. Por el contrario, existen varias maneras de llevar a cabo las tareas de la empresa en condiciones específicas, por dirigentes de temperamentos diversos y modos de actuar propios. El éxito de un administrador depende de su desempeño y de cómo trata a las personas, y de las situaciones según sus características de personalidad; en definitiva, depende de lo que el administrador logra y no de lo que es (administrador per se).[28]
Según Katz este desempeño es el resultado de las habilidades que el administrador tiene y utiliza. Este autor menciona que se deben tener en cuenta 3 tipos de habilidades que considera fundamentales a la hora de administrar, las cuales son: habilidad técnica, humana y conceptual.
Son conjuntos de conocimientos, habilidades, comportamientos y actitudes que una persona necesita para ser eficiente en una amplia variedad de puestos y en varios tipos de organizaciones. Se han identificado seis competencias gerenciales claves:
Esta propuesta de las competencia y habilidades administrativas se complementa con la perspectiva de función o proceso administrativo y con la perspectiva de los roles administrativos.
Un gerente es alguien que «coordina y supervisa» el trabajo de otras personas, y de otros factores y recursos empresariales para lograr los objetivos de la empresa. Los gerentes son los encargos de cumplir con la «función administrativa» o de realizar el «proceso administrativo», donde una de sus subfunciones será gerenciar o dirigir (algunos autores se refieren a gerenciar en el plano operativo y táctico, y a dirigir en el plano estratégico). Deberán realizar esta función o proceso persiguiendo la «eficiencia» en el uso de los recursos (medios) y la «eficacia» (cumplimiento de objetivos-fines).[32]
En este orden de ideas, la labor del gerente no tiene que ver con el logro personal, sino con ayudar a los demás a llevar a cabo su trabajo.
Como formas o tipos de gestión habituales, sin agotar clasificaciones, se pueden mencionar:
Es decir, esto podría implicar coordinar el trabajo de una función o subfunción de la empresa (gestión por funciones), o supervisar a una sola persona y actividades reducidas. También podría involucrar la coordinación de las actividades laborales de un equipo conformado por personal de distintos departamentos o hasta por individuos ajenos a la organización como ser proveedores y hasta clientes (gestión por procesos y gestión por proyectos). Tenga en cuenta que también es posible que los gerentes tengan responsabilidades laborales sin relación alguna con la coordinación o la supervisión de otras personas. Por ejemplo, un supervisor de pago de seguros podría procesar las solicitudes correspondientes y, además, coordinar las actividades de otros ajustadores de seguros.[33]
En las «organizaciones piramidales» tradicionales se pueden encontrar distintos niveles de gestión:[34]
Gerentes de primera línea: administran el trabajo de los empleados no gerenciales se desarrolla en el «nivel operativo u operacional». Muchas veces los gerentes de primera línea ostentan títulos como supervisores o hasta gerentes de turno, gerentes de distrito, gerentes de departamento o gerentes de oficina;
Gerentes de nivel medio: administran el trabajo de los gerentes de primera línea, se desarrolla en el «nivel táctico». Estos individuos pueden tener títulos como gerente regional, líder de proyecto, gerente de tienda o gerente de división;
Gerentes de alto nivel: administran toda la empresa en su conjunto desde un «plano estratégico-político». Se les conoce como presidente ejecutivo, presidente, director administrativo, director general. En las organizaciones «más aplanadas», menos jerárquicas, habrá menor cantidad de niveles gerenciales.
Los profesionales de la administración y gestión empresarial (mejor conocidos como administradores, o licenciados en administración) son aquellas personas que egresan de una facultad de administración o escuela de negocios luego de culminar sus estudios superiores de Administración, siendo la carrera universitaria que expide el título respectivo de Licenciatura o Grado en Administración de Empresas (ADE); en Hispanoamérica: Administración de Negocios, Administración Comercial, Licenciatura en Gerencia, Administración Pública (enfocada en la gestión de los organismos estatales), o simplemente, Administración. Del mismo modo, se le suele presentar como Economía de la Empresa, Gestión Empresarial, Ingeniería Comercial, Ingeniería en Administración de Empresas o Ingeniería Empresarial, así como los grados académicos en áreas específicas de la administración de empresas: Licenciatura en Administración mención: Marketing o Licenciatura en Marketing, Administración mención: Finanzas, entre otras ramas y Bachelor's degree in Business Administration (BBA), en países anglosajones.[Nota 5][Nota 6]
La administración es una de las más ubicuas y difusas funciones en todas las sociedades.[35] Esta va siempre acompañada de otros fenómenos de índole distinta como ser: producción, finanzas, ventas, distribución, compras, almacenamiento, registro, etc, lo que ha hecho difícil su distinción (en lo estatal, en el siglo XVIII, lo administrativo estaba confundido con otras materias como la justicia, la economía y las finanzas).[36] El fenómeno administrativo se manifiesta junto a estos otros fenómenos de manera indisociable, es decir, no se puede producir si no se ha realizado planeación, organización, dirección y control de dicha actividad, aunque, estos actos administrativos sean realizados simplemente de manera vulgar y no científico técnica y, viceversa, no puede haber administración si no existiesen actividades. Sin embargo, para su estudio pueden disociarse.[37]
Así, la administración como técnica científica aplica a cualquier fenómeno organizacional que pueda estudiarse como producción, ventas, etc; y en este mismo sentido aplica a los fenómenos particulares de las distintas industrias que puedan ser estudiados. Para esto tiene que existir algún libro científico-técnico (no vulgar) de determinada materia y/o cátedra conformada, y hasta pueden existir carreras de grado, post grado o técnicas.
Ahora bien, el fenómeno administrativo se da naturalmente y puede aplicarse en forma técnica o vulgar en la realidad, por ejemplo: puede existir en la administración estatal la dependencia de «administración de parques y bosques» pero no constituirá un campo de conocimiento de la Administración si no existe publicado libro científico de la materia o cátedra conformada, será solo administración práctica o en la práctica aunque se haya utilizado administración técnica.
Se listan algunos campos de estudio reconocidos por áreas funcionales e industria, también conocidos como administración derivada o ciencia(s) administrativa(s):[38]
Las actividades y áreas funcionales típicas de las organizaciones son:
Además dentro de las áreas funcionales típicas pueden existir, dependiendo del tamaño de la organización, departamentos o actividades de:
Administración turística, administración hotelera, administración gastronómica, administración rural, administración de seguros, administración bancaria, administración municipal, administración de empresas familiares, administración de entidades sin fines de lucro, administración de salud y administración hospitalaria, administración de educación y de instituciones educativas, administración del agua, administración de residuos, administración deportiva, administración ambiental, Administración de edificios, etc.
Administración de crisis, Administración de desastres, Administración de riesgos, Administración de conflictos, administración de la creatividad e innovación, Administración del tiempo, Administración de Relaciones con el Cliente, Administración de la calidad, etc.
La administración se relaciona estrechamente con otras ciencias fundamentalmente, como se aprecia en el cuadro, con la economía de la empresa (de la cual, a su vez, forma parte de ella en su aspecto teórico), la psicología, la sociología, la antropología, las matemáticas, la estadística.[39]
Y también, de otras disciplinas como la contabilidad, la comunicación,el derecho, la política, la historia, la geografía, la filosofía, la ciencia militar, la ingeniería industrial y la Ingeniería de sistemas.
El hombre primitivo y su sociedad de hace 10 000 años disfrutó precariamente de leyes, gobierno, educación y administración. En muchos aspectos, sin embargo, esa sociedad probablemente fue tan compleja como la actual. Tuvo sus códigos de comportamiento en los negocios, reglas acerca del papel de los padres, castigos para los delincuentes, ritos religiosos, buenos modales y otras disposiciones de este tipo. Pero más importante aún fue la comprensión de la necesidad tanto de una autoridad como de un sistema de administración.[40]
A modo de ejemplo se pueden considerar los hallazgos relativamente recientes de Göbekli Tepe, que tienen aproximadamente 12 000 años de antigüedad, y dan muestra de una gran organización para su construcción y mantenimiento.[41] Con lo cual ya se estaba en presencia de sociedades complejas.
Algunos escritores encuentra desarrollo de la administración por ejemplo en los sumerios con el desarrollo de la escritura para registro y a los egipcios antiguos constructores de las pirámides reconociendo la necesidad de planear, organizar y regular. El código de Hammurabi reconociendo el control por el uso de testimonios y escritura; establecimiento del salario mínimo; reconocimiento de que la responsabilidad no puede transferirse. También se encuentran testimonios de lo que es hoy administración en el pueblo Hebreo, en China, Roma y Grecia.
Observando la totalidad del continnum del pensamiento administrativo durante este periodo antiguo de la historia, podemos concluir que la administración se apoyó estrictamente sobre una base de ensayo-y-error, con poca o ninguna teoría y virtualmente sin intercambio de ideas y prácticas. De este modo, en esos tiempos antiguos, el pensamiento administrativo existió, pero solamente en un estado nebuloso y no sofisticado. La administración como un proceso separado no fue verbalizada, sino hasta Platón y Sócrates.[42] Platón describió la especialización laboral en el 350 a. C., y Alfarabi enumeró varios rasgos de liderazgo en el año 900 d. C.[43] Otros ejemplos incluyen el Arthashastra indio de Chanakya (escrito alrededor del 300 a. C.).[44]
Sin embargo algunos consideran que el campo de la gestión tuvo su origen en la antigua China,[45] posiblemente incluyendo el primer estado burocrático altamente centralizado, y el ejemplo más temprano (siglo II AC) de una administración basada en el mérito a través de pruebas.[46] Algunos teóricos han citado antiguos textos militares como proveedores de lecciones para los gerentes civiles. Por ejemplo, el general chino Sun Tzu en su obra del siglo VI a. C., "El Arte de la Guerra", recomienda (cuando se reformula en terminología moderna) ser consciente y actuar sobre las fortalezas y debilidades tanto de la organización de un gerente como de las de un adversario. Los escritos del influyente filósofo legalista chino Shen Buhai pueden considerarse como un raro ejemplo premoderno de teoría abstracta de administración. El filósofo estadounidense Herrlee G. Creel y otros académicos encuentran la influencia de la administración china en Europa para el siglo XII en el periodo llamado Plena Edad Media.[47]
Alfabari, en efecto, en el siglo X, formuló una descripción de tareas para un Estado dominante; en el año 1100, Ghazali asesoró al rey sobre cómo debería actuar y las cualidades que debería desarrollar para ser un buen administrador. Venecia, el caldero del intercambio económico, desarrolló formas tempranas de empresas, y su astillero en particular nos proporciona un cuadro excelente del estado de conocimientos, pensamientos y prácticas administrativas del periodo, la contabilidad. Tomás Moro contribuyó con ideas utópicas para la administración de una sociedad ideal. Maquiavelo, por otra parte, nos dio una penetrante idea de las maquinaciones de los jóvenes príncipes-administradores y destiló el pensamiento de la época en cuatro principios administrativos: (1) apoyo de la base administrada, (2) cohesión (3) liderazgo y (4) derecho a la supervivencia.
Igualmente, desde el punto de vista del pensamiento administrativo, el periodo no es especialmente brillante. Pero sirvió de puente para lo que vendría a partir del siglo XVIII.[48]
En los estados absolutistas y dentro de una economía mercantilista (siglos XVII y XVIII) se desarrollaron las llamadas ciencias camerales en Austria, y la ciencia de la policía en Alemania donde se impartían cursos universitarios desde 1727 y Francia, estos serían los antecedentes de la llamada Ciencia de la Administración.[49][50]
Luego con la Revolución Gloriosa en Inglaterra y la Revolución Industrial allí acaecida y, con la Revolución Francesa surge el liberalismo y el sistema capitalista, donde aparecen las primeras publicaciones sobre Administración que derivan de las antedichas ciencias.
En la primera década del siglo XIX se publican dos obras importantes. En Alemania, el nurembergués Johann Michael Leuchs (1763-1836) publica en el año 1804 su obra traducida como Ciencia comercial completa o Sistema del comercio que marca la transición de un enfoque descriptivo a uno inductivo generalizador, comenzando con el estudio científico de los temas de economía de la empresa.[51]
En Francia, Charles-Jean Baptiste Bonnin que se considera actualmente (con base en hallazgos relativamente recientes) como el padre de la Administración Pública, publicó en el año 1808 su primera obra llamada De l’Importance et de la Nécessité d’un Code Administratif,[52] donde enuncia los principios de la misma (que con las adaptaciones correspondientes pueden aplicar a la Administración Privada).
Por ejemplo, algunos de sus principios de Administración Pública fueron: «La acción está en la fuerza y la fuerza radica en la unidad»; «Administrar es obra de uno solo», entre otros. Note la similitud con algunos principios enunciado por Henri Fayol, pero realizados con más de 100 años anterioridad.
Aunque, debido a las características del liberalismo y capitalismo naciente las investigaciones tanto en administración privada como en administración pública no prosperaron, dado que, por el lado de lo privado el leitmotiv «dejar hacer-dejar pasar» enfocó los estudios económicos en la Economía Política dejando de lado los estudios empresariales; y por el lado de lo público al propender a un estado pequeño y que interviniese lo menos posible en la vida y economía de las personas, el estudio de la administración pública terminó acaparado por el Derecho Administrativo, como mecanismo de preservar y garantizar el derecho de los individuos ante la administración estatal.
Si bien siguió habiendo escritos tanto de administración pública como privada durante el transcurso del siglo XIX, es hacia fines del mismo donde comienza a cobrar impulso la investigación y publicación de obras administrativas, tanto en su faz privada mayormente como en la pública.
Sin embargo, otros autores piensan en la administración moderna como una disciplina que comenzó como un vástago de la economía. Pasada ya la mitad del siglo XVIII los economista James Steuart primeramente en 1767 y luego Adam Smith en 1776, realizan algunos escritos sobre administración en sus libros sobre economía política. En la primera mitad del siglo XIX los economistas clásico escribieron sobre varios temas de administración, podemos mencionar a Samuel P. Newman, John Stuart Mill, Turgot, Say, etc. Proporcionaron un fondo teórico de como ser un buen administrador, cuestiones de planeamiento, dirección, control; sobre a la asignación de los recursos, a la producción y a la fijación de precios.
Al mismo tiempo, innovadores como Eli Whitney, James Watt y Matthew Boulton desarrollaron herramientas técnicas de producción tales como la estandarización, procedimientos de control de calidad, contabilidad analítica y planeamiento del trabajo.
Como antecedente importante hay que mencionar la obra del matemático Charles Babbage On the Economy of Machinery and Manufactures de 1832, que versa sobre la organización y el diseño racional de la producción industria.[53]
Para fines del siglo XIX, Léon Walras, Alfred Marshall, W. S. Jevons y otros economistas introdujeron una nueva capa de complejidad a los principios teóricos de la Administración.
También hubo para esa época escritos de no economistas que sumaron al campo administrativo como Henry Poor, Daniel C. McCallum, Henry R. Towne. Joseph Wharton ofreció el primer curso de nivel terciario sobre Administración en 1881.[54]
Vale aclarar que la economía política no daba una respuesta adecuada sobre la función gerencial o administrativa, proponía cuestiones simples y falsas sobre el hombre de negocios como ser, ante una baja en la demanda actual de sus productos este baja la producción, cuando, lo habitual, es tratar de mantener la producción buscando nuevos canales de venta, etc.[55]
Durante el siglo XX la administración fue evolucionando en la medida en que las organizaciones fueron haciéndose más complejas y las ciencias como la ingeniería, sociología, psicología, teoría de sistemas y las relaciones industriales fueron desarrollándose. La administración no presenta acuerdo epistemológico dándose una problemática en este aspecto;[56][57] ya Harold Koontz en 1961 realizó su famosa publicación La jungla de la teoría administrativa y luego en 1980 realizó una nueva publicación llamada Revisión de la jungla de la teoría administrativa.[58][Nota 7] Y Jeffrey Pfeffer menciona que «el campo de la teoría de la organización se asemeja más a un abigarrado matorral en lugar de parecerse a un jardín cuidado con esmero».[59]
Cada teoría administrativa surgió como una respuesta a los problemas empresariales más importantes de su época. En este sentido, todas tuvieron éxito al presentar soluciones específicas para tales problemas. Todas las teorías administrativas son aplicables a las situaciones actuales y el administrador necesita conocerlas bien para disponer de un abanico de alternativas adecuadas en cada situación.
Como se mencionó en el apartado siglo XIX la Administración tanto en su faz privada como pública habían quedado en el olvido debido a las características iniciales del sistema capitalista y el liberalismo. Pero hacia finales de dicho siglo y principios del siglo XX se produce el resurgimiento generado por la evolución del mismo sistema capitalista.
Es así como surgieron en este segmento de tiempo escuelas y universidades dedicadas a la materia, pero que tomarían caminos distintos con resultados distintos, que no serían antagónicos, sino, complementarios. Por un lado, la corriente anglosajona (británica y norteamericana) y, por el otro lado, la europea continental (particularmente suizos, austriacos, alemanes, italianos); la anglosajona le daría preferencia a un enfoque empírico-práctico (management, gestión, dirección) y la europea continental le daría preponderancia a un enfoque teórico-abstracto (economía de empresa).[60][Nota 8]
Entonces, aquí se desarrollarán los enfoque o escuelas de la Administración o management. Aunque estos enfoques se incorporan en sus aspectos teóricos a la economía de la empresa desde la década de 1970.
La escuela de la administración científica se desarrolló en los Estados Unidos, durante los gobiernos de los presidentes Theodore Roosevelt y Woodrow Wilson,[61] teniendo a F. W. Taylor como su iniciador y considerado padre de la administración. Aparece en un contexto económico, post 1850, donde nace la gran empresa (inicialmente las ferroviarias, construcción, acerías) y donde se da un aumento de la competencia; situación algo similar se vivía en Francia donde surge la teoría clásica de la mano de H. Fayol.[62]
Este enfoque se divide en 2 corrientes principales, que tratan de establecer principios de aplicación universal, analizando la naturaleza y estructura de la administración:
Alrededor del 1900, muchos empresarios intentan dar a sus actividades e ideas una base científica. Los ejemplos incluyen, El ingeniero como economista, de Henry Towne (1886); La administración científica, de Frederick Winslow Taylor (1911); El estudio aplicado del movimiento, de Frank y Lillian Gilbreth (1917), etc. En 1912 Yoichi Ueno introdujo el taylorismo en Japón y se convirtió en el primer consultor en administración de empresas que creó el llamado «estilo japonés de administración».[63] Su hijo Ichiro Ueno fue un pionero de la garantía de calidad japonesa. En 1913 hace su aparición el sistema de producción en cadena, llamado luego fordismo, siguiendo las ideas de Henry Ford el fundador de la Ford Motor Company.
Taylor proponía para su administración científica:
En 1920 Barnes realizó una síntesis de las ideas fundamentales de la administración científica y dio origen a la ingeniería industrial, que nace como subproducto de esta escuela.[65]
Las primeras teorías generales de la Administración aparecieron alrededor de 1916. Primero, Henri Fayol, que es reconocido como el fundador de la teoría clásica de la administración, fue el primero en sistematizar el comportamiento gerencial y estableció los 14 principios de la administración en su libro Administración general e industrial:[66]
1. Fayol destaca lo que considera las «funciones básicas» de la empresa:
2. Enuncia al «acto de administrar» como planear, organizar, dirigir, coordinar y controlar (ya detallado más arriba en proceso administrativo).
3. Además, enuncia lo que considera deberían ser los «principios generales de la administración»:
La escuela empirológica de Ernest Dale plantea que la administración no debe basarse solo en la experiencia práctica que enunciaron los iniciadores de la Administración, sino que se deben realizar investigaciones para cada caso en particular y en un determinado momento; también plantean la enseñanza por medio de casos reales.[67]
La escuela estructuralista-burocrática analiza las relaciones que tienen las organizaciones con el sistema social que las rodea; estudia los intercambios y las influencias del contexto en la organización; también estudia los «grupos formales» (diseñados por la gerencia) y los «grupos informales» (formados espontáneamente) dentro de las organizaciones y como influye el contexto en estos.
Su iniciador fue Max Weber (1864-1920) que definió a la burocracia como la forma más eficiente de organización y elaboró su modelo conocido como modelo de burocracia ideal. Entre sus principales exponentes podemos destacar a Ralph Dahrendorf, así también como a Renate Mayntz,[68] Philip Selznick, Chester Barnard y Amitai Etzioni para toma de decisiones.[69] La escuela estructuralista pretende equilibrar los recursos de la empresa, prestando tanto a su estructura como al recurso humano, abordando aspectos tales como la correspondencia entre la organización formal e informal.
La corriente estructuralista de la administración pretende equilibrar los recursos de la empresa, prestando atención tanto a su estructura como al recurso humano, abordando aspectos tales como la correspondencia entre la organización formal e informal, entre los objetivos de la organización y los objetivos personales y entre los estímulos materiales y sociales. Tiene como objetivo principal estudiar los problemas de las empresas y sus causas prestando especial atención a los aspectos de autoridad y comunicación. Considera que hay cuatro elementos comunes a todas las empresas: autoridad, comunicación, estructura de comportamiento, estructura de formalización.[70]
Esta corriente inicia con el experimento de Hawthorne y se opone a los supuestos clásicos mediante el énfasis en las personas y en las relaciones humanas. Critica al enfoque clásico en que es exageradamente simplificado e incompleto pues no considera el comportamiento humano dentro de la organización. Es más, Urwick y Gülick, cuando escribieron sus obras (T. clásica), ya conocían las primeras informaciones respecto del experimento de Hawthome, que dio inicio al enfoque que estudia la importancia de las relaciones humanas y del componente humano en las organizaciones.[71]
La teoría de las relaciones humanas (también denominada escuela humanística de la administración), desarrollada por Elton Mayo y sus colaboradores, surgió en los Estados Unidos como consecuencia inmediata de los resultados obtenidos mediante los experimentos de Hawthorne. Fue básicamente un movimiento de oposición a la teoría clásica de la administración.[72]
Elton Mayo, F. J. Roethlisberger y otros, emprendieron los famosos experimentos en la planta en Hawthorne de la Western Electric Company, entre 1927 y 1932. Antes, de 1924 a 1927, el Consejo Nacional de Investigación realizó un estudio en colaboración con la Western Electric para determinar el efecto de la iluminación y otras condiciones en los trabajadores y su productividad. Los investigadores encontraron que cuando la iluminación se aumentaba o se disminuía, mejoraba la productividad del grupo de prueba, y habían decidido declarar el fracaso total del experimento, pero Elton Mayo, de Harvard, percibió algo inusitado y con Roethlisberger y otros, prosiguió la investigación. Cambiar la iluminación del grupo de prueba, alterar los periodos de descanso, acortar la jornada laboral y variar los sistemas de pago de incentivos no explicaban los cambios de la productividad. Mayo y sus investigadores llegaron a la conclusión de que la causa estaba en otros factores.[73]
Por ejemplo, el experimento para evaluar el efecto de un sistema de pago de incentivos por el trabajo a destajo de un grupo según su productividad, donde los resultados indicaron que el plan de incentivos tuvo menos efecto sobre la productividad de los trabajadores que la presión, aceptación y seguridad del grupo. Los investigadores concluyeron que las normas sociales o estándares grupales eran los factores clave del comportamiento laboral individual. Es decir, se concluyó que el comportamiento y las actitudes de la gente están muy relacionados, que los factores grupales afectan de manera significativa el comportamiento individual, que los estándares grupales establecen la productividad individual de cada trabajador, y que el dinero es un factor menor en la determinación de la productividad, comparado con los estándares y actitudes grupales y la seguridad.[74]
La amistad y la agrupación social de los trabajadores deben considerarse como aspectos relevantes en la administración. La teoría de las relaciones humanas contrapone el comportamiento social del empleado al comportamiento de tipo máquina propuesto por la teoría clásica, basado en la concepción atomística del hombre. Para esta teoría, la motivación económica es secundaria en la determinación del rendimiento del trabajador. Menciona que lo que motiva a las personas es la necesidad de «reconocimiento», de «aceptación social» y de «participación» en las actividades de los grupos sociales con los que conviven, a esto se debe el concepto de hombre social.[75]
Abraham Maslow, Douglas McGregor y Frederick Herzberg, entre otros, escribieron sobre la superación personal de los individuos. Su obra engendró nuevos conceptos en cuanto a la posibilidad de ordenar las relaciones para beneficio de las organizaciones. Además, determinaron que las personas pretendían obtener algo más que recompensas o placer al instante. Dado que las personas tenían formas de vida complejas, entonces las relaciones en la organización deberían sustentar dicha complejidad.
Según Maslow, las necesidades que quieren satisfacer las personas tiene forma de pirámide. Las necesidades materiales y de seguridad están en la base de la pirámide y las necesidades del ego (por ejemplo, la necesidad de respeto) y las necesidades de autorrealización (como la necesidad de crecimiento personal y de significado) están en la cúspide. McGregor presentó otro ángulo del concepto de la persona compleja. Distinguió dos hipótesis básicas alternativas sobre las personas y su posición ante el trabajo. Llamó a estas dos hipótesis teoría X y teoría Y.
Por su parte, Herzberg planteó distintos elementos y factores que motivan, desmotivan o no motivan al factor humano dentro de la organización. Explicó que todo lo que ocurra en la empresa relacionado con el individuo y su forma de sentirse, lo motivará; sin embargo, todo aquello que imponga reglas, políticas de la organización, salarios, entre otros, no lo motivarán pero que, si no están presentes, podrán desmotivarlo.
La llamada pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana (A Theory of Human Motivation), de 1943, que posteriormente amplió. Maslow formulá en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que, conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide).
Frederick Herzberg formuló la llamada teoría de los dos factores para explicar mejor el comportamiento de las personas en situaciones de trabajo. Este autor plantea la existencia de dos factores que orientan el comportamiento de las personas. La satisfacción, que es principalmente el resultado de los factores de motivación; y la insatisfacción, que es principalmente el resultado de los factores de higiene. Los factores de motivación tienen poco efecto sobre la insatisfacción. En cambio, si los factores de higiene faltan o son inadecuados, causan insatisfacción, pero su presencia tiene muy poco efecto en la satisfacción a largo plazo.
Douglas McGregor, en su obra El lado humano de las organizaciones (1960), identificó dos actitudes en las personas, que pudo analizar y relacionar con aspectos del comportamiento humano y de la motivación, que posteriormente se conocieron como la teoría X y la teoría Y, las cuales tienen características contrastantes, como por ejemplo: ¿Acaso necesitas ser amenazado para aumentar tu productividad laboral? o ¿Realizas las actividades de tu puesto de trabajo porque te gustan, porque son un deseo de hacerlas bien y te generan placer saber que las hiciste?[76]
En la década de los sesenta, en los Estados Unidos, un grupo de científicos sociales desarrolló un trabajo que hace énfasis en el desarrollo planeado de las organizaciones: el desarrollo organizacional (abreviado D.O.). Desde entonces se ha escrito mucho sobre el asunto, en especial algunos profesionales ligados a las ciencias del comportamiento que ejercen también funciones de consultores de organizaciones. El asunto ha sido entendido de diversas maneras por numerosos autores, y no existe un consenso general bien definido sobre qué es el desarrollo organizacional.[77]
Esta teoría pone especial énfasis en la racionalidad limitada en la toma de decisiones administrativas, Propone lo que llama «hombre administrativo», donde se identifica a un ser que se comporta con relativa racionalidad y busca obtener resultados satisfactorios, y lo diferencia del llamado «hombre económico», que actúa racionalmente y busca maximizar el beneficio. Mientras que el hombre económico maximiza al seleccionar el mejor curso de acción de todas las opciones posibles (lo que implica tener información perfecta), el hombre administrativo simplemente «satisface» en su esfuerzo por acercarse a una decisión que le resulte suficientemente satisfactoria (ya que no puede poseer información perfecta).[78] Como síntesis se puede decir que esta teoría postula que la mejor forma de organización es la que permite que los empleados de todos los niveles tomen decisiones y colaboren en el cumplimiento de los objetivos, de acuerdo a su nivel de influencia y autoridad.[79]
Sus principales autores fueron James March y Herbert Simon, los cuales realizaron sus obras entre 1961 y 1984. Su influencia sobre el desarrollo de la teoría administrativa posterior ha sido importantísima.
Otros desarrollos, particularmente por Richard Cyert y James G. March de la Carnegie School, van mucho más allá de la economía neoclásica ya que se hace hincapié en explicar cómo se toman las decisiones dentro de la empresa.[80] Mucho de esto dependía en gran medida de la obra de Herbert A. Simon en la década de los cincuenta sobre el comportamiento en situaciones de incertidumbre, la cual argumentaba que «las personas poseen una capacidad cognitiva limitada y, por lo tanto, sólo pueden ejercitar una racionalidad limitada al tomar decisiones en situaciones complejas e inciertas». Por lo tanto, los individuos y los grupos tienden a la «satisfacción», es decir, a intentar alcanzar objetivos realistas en lugar de maximizar una función de utilidad o de ganancia. Cyert y March argumentaron que la empresa no puede ser considerada como un monolito, porque los diferentes individuos y grupos dentro de ella tienen sus propias aspiraciones e intereses conflictivos y que el comportamiento de la empresa es el resultado ponderado de estos conflictos. Existen mecanismos organizativos (como la «satisfacción» y la toma secuencial de decisiones) para mantener el conflicto en niveles que no sean perjudiciales.
Realizaron un gran aporte a la teoría de la decisión y a conocer el verdadero comportamiento administrativo.
La llamada escuela sistemática de la administración agrupa en su seno a la cibernética, la teoría matemática de la Administración, la teoría de las contingencias y la teoría de los sistemas y es representada por autores como Norbert Wiener, John von Neumann, Ludwig von Bertalanffy, Daniel Katz, Robert L. Kahn y Stanford L. Optner, entre otros. La escuela sistemática propone una nueva forma de analizar la organización reconociendo la importancia de las relaciones entre las partes para alcanzar el propósito por completo.[81]
Manifiesta que la toma de decisión es un proceso y por lo tanto este puede ser traducido a fórmulas matemáticas; realiza modelos matemáticos aplicados a la solución de los problemas administrativos. Esta escuela se divide en dos ramas:
La teoría de los sistemas o teoría general de los sistemas (TGS) se desarrolló durante la Guerra Fría y es un esfuerzo de estudio interdisciplinario que trata de encontrar las propiedades comunes a entidades, los sistemas, que se presentan en todos los niveles de la realidad, pero que son objeto tradicionalmente de disciplinas académicas diferentes. Su puesta en marcha se atribuye al biólogo austriaco Ludwig von Bertalanffy, quien acuñó la denominación a mediados del siglo XX.
La escuela de toma de decisiones manifiesta que la ejecución administrativa se lleva a cabo por medio de una decisión; afirman que los administradores necesitan saber tomar decisiones y saber con exactitud cómo tomarlas mediante procesos lógicos. Cuenta, entre sus principales autores, a Howard Raiffa, de Harvard.
La llamada escuela situacional, también llamada escuela contingencial, es un enfoque que plantea que el administrador se ve influido por la situación y por las circunstancias que lo rodean, pero plantea que a su vez puede influir en estas situaciones por medio de la decisión administrativa que toma. Se destacan autores como Hall, Harold Koontz y Weihrich.
Surge en la década de 1980 y, según Henry Mintzberg, tiene dos enfoques: el normativo, que recomienda un método para elaborar una estrategia, lo conciben los expertos y después los trabajadores lo llevan a la práctica; por otro lado el enfoque descriptivo se refiere a como se crean o forman las estrategias y supone que las fases de formulación y ejecución interactúan y se recrean. Las empresas no crean sus estrategias de forma deliberada sino que surgen de sus actividades.[82]
Los pioneros en esta disciplina fueron Peter Drucker, quien manifestó el pensamiento estratégico mediante preguntas simples: ¿Cuál es nuestro negocio?, ¿dónde estamos? y ¿dónde queremos estar?. Por lo tanto, definir a qué se dedica (diagnóstico), dónde se quiere llegar (visión) y definir los caminos para poder llegar (cómo). El otro pionero fue Igor Ansoff quien desarrolló una serie de estrategias para conquistar nuevos mercados (matriz de Ansoff).
Otro autor importante aquí es Michael Porter, quien desarrolló estrategias competitivas (estrategias genéricas de Porter) y una serie de matrices de análisis industrial, análisis Porter de las cinco fuerzas, la cadena de valor, etc.
La teoría Z de William Ouchi se enfoca en los RR.HH y el comportamiento organizacional[83] y se encuadra dentro del denominado management japonés o escuela japonesa,[84] siendo el caso más conocido el toyotísmo. Se interesa en incrementar la apropiación y amor del empleado por la compañía, garantizar la seguridad en el empleo a largo plazo, toma de decisiones colectiva, responsabilidad individual, y control informal e implícito, aunado a sistemas de medición del desempeño formales y explícitos.[85] Según el doctor William Ouchi, su principal proponente, la administración de la teoría Z tiende a promover los empleos fijos, la alta productividad y alta satisfacción y moral en los empleados. Una empresa practica la Teoría Z cuando el factor trabajo (todos los trabajadores, desde el más alto gerente o director, hasta el más humilde obrero) se involucra en la organización.[86]
La teoría de las limitaciones o teoría de las restricciones (Theory of Constraints, TOC) fue creada por Eliyahu M. Goldratt, doctor en física israelí que, siendo empresario de la industria del software y siendo su empresa la 6.ª de más rápido crecimiento en 1982 según Inc. Magazine, se preguntó si acaso existiría alguna relación válida entre las técnicas utilizadas en la resolución de problemas científicos y los que él encontró en su trabajo empresarial. Inició su investigación y él desarrolló su teoría en forma de una novela, su best-seller La meta.
Esta teoría tiene como fundamento la Teoría de Sistemas, cuyo punto de partida es la consideración de que los sistemas son teleológicos; es decir, que tienen un objetivo o propósito. La TOC considera la empresa como un sistema constituido con la intencionalidad de conseguir una meta.[87]
La esencia de la teoría de las restricciones se basa en cinco puntos correlativos de aplicación: 1- Identificar las restricciones del sistema. 2- Decidir cómo explotarlas. 3- Subordinar todo a la decisión anterior. 4- Superar la restricción del sistema (elevar su capacidad). Si en los pasos anteriores se ha roto una restricción, regresar al paso (1), pero no permitir la inercia.[88]
El análisis del mundo de la utilidad, propuesto por la TOC, conduce a un cambio en las prioridades gerenciales. Tradicionalmente los gestores empresariales han definido sus prioridades de la siguiente manera: 1- Reducción de costos. 2- Incremento de la utilidad. 3- Mantenimiento de inventarios.
Ahora, con la TOC, hay un cambio fundamental en el orden:[89]
1. Incrementar la utilidad (atacando restricciones productivas, mercadológicas, administrativas, etc.).
2. Reducción del inventario (de materiales, productos en proceso y productos terminados).
3. Reducción de costos(todo el dinero que se gasta en transformar el inventario en utilidad).
La gestión de la calidad total (TQM, del inglés Total Quality Management) también conocida como «excelencia» se puede definir como una estrategia de gestión de la organización, cuyo objetivo principal es satisfacer de una manera equilibrada las necesidades y expectativas de todos sus grupos de interés. Estos grupos de interés suelen estar formados normalmente por: cliente, empleados, accionistas y la sociedad en general.[90]
El concepto de calidad, ha contado con aportaciones de muchos autores, entre ellos Jurán, Crosby, Deming, Ishikawa y otros, que han conseguido evolucionar el concepto mediante sus aportaciones y estudios.
Una definición generalmente aceptada es la que identifica la Calidad con el grado de satisfacción que ofrecen las características del producto/servicio, en relación con las exigencias del consumidor al que se destina, es decir, un producto o servicio es de calidad, cuando satisface las necesidades y expectativas del cliente o usuario, en función de determinados parámetros, tales como seguridad, confiabilidad y servicio prestado.[91]
En la TQM se han incluido temas como mejora continua, mantenimiento productivo total, kanban, just in time, círculos de calidad, kaizen, etc. Se puede destacar en este sentido al sistema de producción Toyota.
Dentro de esta corriente se suele incluir vulgarmente a la denominada «teoría de la excelencia» inaugurada por Tom Peters en 1982, con su libro En busca de la excelencia, en coautoría con Robert Waterman y, que, fue seguida por algunos autores más como Jim Collins y Jerry Porras. Actualmente es considerada un fraude y no es tenida en cuenta dada su falta de metodología científica, ya que, de la lista de las 43 compañías consideradas como ejemplares, luego de un par de años de publicado el libro muchas comenzaron a experimentar serios problemas financieros; en 1983, Atari perdió 500 millones de dólares y fue vendida. Wang Labs y DEC desaparecieron. IBM atravesó sin problemas la década de los 80, pero casi quiebra en los 90, etc.[92][93]
Hammer y Champy definen a la reingeniería de procesos como «la reconcepción fundamental y el rediseño radical de los procesos de negocios para lograr mejoras dramáticas en medidas de desempeño tales como en costos, calidad, servicio y rapidez».[94]
Por lo tanto, se trata de una reconcepción fundamental y una visión holística de una organización. Preguntas como: ¿por qué hacemos lo que hacemos? y ¿por qué lo hacemos como lo hacemos? llevan a interiorizarse en los fundamentos de los procesos de trabajo.
La reingeniería de procesos es radical hasta cierto punto, ya que busca llegar a la raíz de las cosas, no se trata solamente de mejorar los procesos, sino y principalmente, busca reinventarlos, con el fin de crear ventajas competitivas osadas, con base en los avances tecnológicos.
Se señalan como beneficios de la aplicación del «proceso administrativo», los siguientes:[95]
El profesional en administración está a cargo o desempeña funciones tales como:
Las funciones comprendidas en dichas áreas pueden ser desempeñadas en los distintos «niveles organizacionales»:
Asimismo, está facultado para desarrollar «emprendimientos», realizar «consultorías y/o asesoramiento» interno y/o externo.[99]
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