Transporte en España
Medios de movilidad en España / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Estimado Wikiwand AI, Seamos breves simplemente respondiendo estas preguntas clave:
¿Puede enumerar los principales datos y estadísticas sobre Transporte en España?
Resumir este artículo para un niño de 10 años
El transporte en España está caracterizado por una extensa red viaria, ferroviaria y de aeropuertos y puertos. El país tiene la red de vías rápidas –sumando autovías y autopistas– más larga de la Unión Europea y la tercera del mundo, solo por detrás de China y Estados Unidos.[1] La red ferroviaria se caracteriza por una gran interconexión entre los distintos modos de transporte –líneas urbanas, metropolitanas e interurbanas–, lo que le ha valido la consideración de ser uno de los países con mejor acceso al tren del mundo.[2][3] Referente en alta velocidad ferroviaria, posee la segunda red de alta velocidad más extensa del mundo, solo superada por la de China.[4] En el tráfico aéreo existen un total de 52 aeropuertos (un 90% de gestión pública) que movilizan a más de 200 millones de personas cada año. A esto se le suma una importante red de puertos en su costa, donde se encuentran los puertos de Valencia[5] (el 31.º en movilización de contenedores del mundo) y el de Algeciras (el número 32.º).
España se encuentra en una situación estratégica a nivel mundial, en el extremo meridional de Europa. Separada de África por uno de los pasos de navegación más frecuentados del mundo, el Estrecho de Gibraltar, que sirve de nexo entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo y del cual deriva gran parte del tráfico marítimo del Nuevo Mundo. En el tráfico aéreo los aeropuertos españoles representan un nexo obligado de gran parte del tráfico internacional hacia América Latina, África y el Arco Mediterráneo.
Se considera a España un país con unas infraestructuras y una red de transporte completa y que da apoyo a su sistema económico. Sin embargo también existe una corriente crítica que considera que la política de infraestructuras no ha sido equitativa, primando modos de transporte dedicados a las clases altas o al sector turístico, desfavoreciendo a aquellos sectores menos pudientes, como por ejemplo primar los aeropuertos y la alta velocidad frente a las líneas de metro, cercanías o autobuses interurbanos y la creación de sistemas tarifarios integrados.[6][7][8] A esto hay que añadir que no todas las infraestructuras construidas en España han resultado finalmente útiles, casos de aeropuertos fantasmas y autopistas de peaje en quiebra.[9] El desequilibrio inversionista además ha llevado a analistas económicos internacionales a criticar que en España existen sectores del transporte donde no se ha invertido lo suficiente, como el transporte del agua y la energía.[10]