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especie de mamíferos De Wikipedia, la enciclopedia libre
El tayra, también llamado viejo de monte, humayro, irará, eirá, cadejo, tolomuco, cabeza de mate,[2] melero,[3] cabeza de viejo, manco, sanjool, perico ligero o hurón mayor (Eira barbara) es una especie de mamífero carnívoro de la familia Mustelidae. Habita en selvas tropicales desde las planicies costeras de México hasta el norte de Argentina, incluyendo la isla de Trinidad.[1][4] Mide alrededor de 70 cm y pesa 5 kg. Tiene la cabeza blanquecina o canosa y es de hábitos arborícolas. Es omnívoro, se alimenta de frutos, insectos, carroña y pequeños vertebrados. En México se considera en Peligro de Extinción.
Tayra | ||
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Estado de conservación | ||
Preocupación menor (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Mammalia | |
Orden: | Carnivora | |
Suborden: | Caniformia | |
Familia: | Mustelidae | |
Subfamilia: | Guloninae | |
Género: |
Eira C. E. H. Smith, 1842 | |
Especie: |
E. barbara Linnaeus, 1758 | |
Distribución | ||
Distribución de Eira barbara | ||
La longitud del cuerpo en los machos alcanzan entre los 98 cm a 1.20 metros (contando la cola de unos 25 a 45 cm) y su peso es de 5 a 7 kg (con un promedio de 5 kg).[5][6][7] Las hembras miden entre los 96 cm a 1 metro de largo (contando con la cola de unos 38 a 40 cm) y su peso ronda entre los 3.5 kg a 4 kg.[8][5] Los machos son un 30% más grandes que las hembras. La cabeza es ancha y de tamaño proporcionalmente grande con relación al cuerpo, en comparación con otros mustélidos. Las patas son relativamente largas, delgadas y con garras fuertes. El cuerpo es musculoso y esbelto, con la espalda ligeramente jorobada. Las orejas son pequeñas y redondeadas, del mismo color que la cabeza y no sobresalen por encima de la coronilla. El manto es suave de pelo corto y de color sepia, negro o castaño uniforme. El albinismo y el melanismo son más comunes en el hurón mayor que en otros mustélidos. En Guyana, un morfo amarillo ocurre con el morfo de color más típico. Algunos especímenes suelen tener una mancha brillante de color amarillo pálido a naranja, a menudo triangular, en el pecho y la garganta. Los jóvenes son completamente negros, a veces con un parche blanco en la garganta, la cabeza blanca o una franja medio dorsal oscura que se extiende hasta la cola.[9]
Presley (2000) comenta en su publicación que Browne (1789) en su libro “The civil and natural history of Jamaica” describió una especie de Galera de un ejemplar procedente de las costas de Guinea donde es frecuente y de donde fue transportado por los barcos Africanos a Jamaica, generando una confusión ya que el nombre fue aplicado a las formas americanas y africanas. Allen (1908) revisa este género y concluye que Galera se refiere a Herpestes de África y de que habría sido traído a Jamaica de Guiana y no de Guinea. Además, Allen (1908) y Hershkovitz (1949) demuestran que el epíteto genérico Galera Browne (1789) es un término prelinneano y por lo tanto sin validez para la nomenclatura. Esto es seguido por Cabrera (1958), quien usa el nombre Eira barbara con dos subespecies presentes en el Perú, E. b. peruana al este de los Andes centrales del país y E. b. madeirensis en el noreste, sin embargo sugiere que las formas geográficas establecidas deben ser tomadas con cautela debido a la dificultad de diferenciarlas por la gran variabilidad en cuanto a la coloración, marcas y otras diferencias que dependen de la edad. Presley (2000) y Wozencraft (2005) usan Eira barbara.[10]
La especie está distribuida desde el centro México hasta el norte de Argentina y probablemente centro de esta misma, siendo registrado en la Provincia de Catamarca y Norte de Santa Fe.[11]
Se encuentran en bosques tropicales caducifolios y siempreverdes, crecimiento secundario y plantaciones. La elevación del hábitat del hurón mayor varía desde las tierras bajas hasta aproximadamente 2000-2400 m. Debido a que el hurón mayor es tanto terrestre como arbóreo, se ha encontrado que vive en árboles huecos, madrigueras construidas por otros animales y ocasionalmente en pastos altos.
En el territorio brasileño, la densidad de población varía según el bioma estudiado: 0,3 individuos por kilómetro cuadrado en la isla de Maracá ; 6,7 en áreas impactadas en el sur del estado de Roraima ; 0,03 por cada 10 kilómetros cuadrados en la Mata atlántica ubicada en el noreste ; 0,37 individuos por kilómetro cuadrado en las áreas boscosas del Pantanal; y 0,48 en áreas de Cerrado en el Pantanal.
Los ejemplares de Eira barbara pueden ser identificados individualmente, gracias a la mancha de pelo que tienen en la garganta.[12]
Localizan a la presa principalmente por el olor, teniendo una vista relativamente pobre. Una vez localizada la persiguen hasta que esta se cansa. El hurón mayor es un omnívoro oportunista, consumiendo una variedad de frutos, carroña, pequeños vertebrados, insectos y miel. En un estudio[¿cuál?] de la dieta del hurón mayor en Belice, en el cual se recogieron 31 muestras fecales, mostró que este mustélido se alimentan principalmente de frutas (67,7%) y artrópodos (58%). Otras presas incluían aves y sus huevos (19,4 %), zarigüeya común (9,6%), rata de arroz (22,5%), rata café (32,3%) y la rata negra (29%).[13] Sunquist y otros (1989) analizaron 18 heces en Hato Masaguaral, Venezuela ; encontraron que se alimenta de tres especies de vertebrados, la rata espinoza (Pattonomys semivillosus), ratas arborícolas (Rhipidomys) y la iguana (Iguana iguana), y cuatro especies de frutas (Genipa americana, Zanthoxylum culantrilo, Guazuma tomentosa, y Psychotria anceps). Ambos Pattonomys semivillosus y Genipa americana se encontraron en el 50% de los estudios. Además, todas las presas eran de hábitats cerrados, apoyando la idea que el hurón mayor es un especialista forestal. Otros investigadores del rancho observaron al hurón mayor alimentándose en árboles del fruto de Ficus pertusa (agosto), Ficus trigonata (octubre/diciembre), Genipa americana (febrero/marzo) y Vitex orinocensis (junio).[14] En Brasil, Mato Grosso, se analizaron tan solo dos heces de hurón mayor y se identificamos un total de doce presas en la dieta. Once (91.7%) de estos fueron materia animal y solo uno (8.33%) fue materia vegetal. Estas categorías se dividieron en mamíferos (50%), aves (16,67%), reptiles (8,33%), peces (8,33%), artrópodos (8,33%) y semillas (8,33%). Entre los ítems animales, los roedores fueron los más frecuentes (45,45%), divididos en puercoespines de cola prensil (Sphiggurus), ratas espinosas (Proechimys sp.), ratones de hierba (Akodon), ratas pigmeas del arroz (Oligoryzomys sp.) y colilargo cabezón (Euryoryzomys russatus). También se identificó un marsupial didelfido, las marmosas (Cryptonanus sp). Los artículos de aves se identificaron como familia de los rálidos y orden paseriformes, respectivamente. Una serpiente fue el único reptil encontrado. Los demás elementos no fueron identificados con precisión. Se encontró el mismo porcentaje de ocurrencia (8,33%) para las doce categorías, lo que significa que las presas se consumieron en la misma proporción.[15] En las selvas paranaenses de Argentina, Misiones, Silvana B. Montanelli analizó la alimentación de varios depredadores, en donde incluyó al hurón mayor, analizando 3 estómagos y 7 heces, encontrando en su dieta especies como roedores, marsupiales (Didelphis), agutíes bayos, reptiles y materia vegetal. En estos muestreos destacaba la ausencia de frutos. Sin embargo se han registrado individuos alimentándose de frutos de uveña (Uveña dulcis).[16] Las heces analizadas en la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, en el este de Paraguay, dieron como resultado que el hurón mayor consumía vertebrados, principalmente mamíferos (Agutíes bayos, zarigüeyas, roedores principalmente de la familia sigmodontinae, entre otros mamíferos) así como aves (aves pequeñas y inambues) y reptiles, otros ítems incluyeron frutas, invertebrados y miel.[17] En Costa Rica, en Santa Rosa, Daniel H. Janzen (1991) analizó un depósito grande de defecaciones y una cueva de una hurón hembra con sus crías, en la cual encontró piel de agutíes centroamericanos, conejos (Sylvilagus), y semillas de por lo menos seis especies de frutos (Manilkara zapota, ficus, ardisia revoluta y alibertia edulis).[18] No es la primera vez que se analiza la cueva de una hembra con sus crías para obtener información de su alimentación, en el Paraguay, una cueva analizada por Johann Rengger, contenía restos de cuises (Cavia aperea) y aves (Tinamus).[19]
En Brasil, Grotta‐Neto describió una observación grabada en video de la depredación de una corzuela parda hembra adulta (Mazama gouazoubira) por un hurón mayor, que es la presa más grande reportada para este mustélido. Además, reportaron otras tres especies silvestres (Armadillo, tapetí y tití león negro) depredadas.[20] Otras especies depredadas por el hurón mayor en Brasil incluyen a los perezosos (Bradypus sp.) y el tití común (Callithrix jacchus).[21][22] En Costa Rica y Panamá se le ha observado cazar adultos de agutíes centroamericanos, perezosos bayos, perezosos didáctilo de Hoffmann, monos capuchinos, monos aulladores y iguanas verdes.[23][24][25][26][27] En Colombia, Galef et al. (1976) reportó dos ataques distintos de hurón mayor a monos ardillas en Isla Santa Sofía, aunque en ambos intentos no se observó depredación. En el mismo País, Juliana Rodríguez (2020) reportó un evento de depredación por parte de un hurón mayor a una corzuela roja pequeña (Mazama rufina), capturado mediante un video en el Parque nacional natural Chingaza. El día nueve de mayo de 2020, en el mismo sector, fue encontrado el cadáver de otro corzuela roja pequeña con un patrón de ataque similar al observado en el video, con la parte posterior del cuerpo parcialmente consumida. Teniendo en cuenta que el cadáver de la corzuela roja pequeña atacado fue removido del sector y trasladado a un área diferente, podemos inferir que se trató de un nuevo ataque.[25][28] Gerardo Ceballos describió la primera observación de un intento de depredación de una zarigüeya (Caluromys derbianus) por parte de una hurón mayor. Observo el incidente en el río Macal, cerca del pueblo de San Ignacio en el centro oeste de Belice.[29] Gabiel de Luna et al. (2010) observó 3 ataque fallidos de hurones a cotoncillos colorados (Callicebus discolor) en el parque nacional Yasuní, Ecuador.[30]
Los hurones son activos durante el día, especialmente al amanecer y al atardecer. Generalmente andan solos, aunque se los ha observado en pareja o en pequeños grupos familiares. Son muy ágiles para desplazarse, tanto en el suelo como en lo alto de los árboles, donde utilizan su cola para balancearse, y son capaces de subir y bajar con la cabeza por delante. También son muy buenos nadadores. Viven en sus madrigueras ubicadas en las horquetas, en algún agujero o en la base de los árboles. Estos nidos o madrigueras están cerca uno de otros, por lo que se deduce que no son territoriales.
Se conoce muy poco sobre el rango de hogar de la especie. Al sur de Brasil, en la Floresta Nacional de São Francisco de Paula, un macho monitoreado durante 7 meses ocupó un tamaño de ámbito hogareño de 4.79 km².[31] En Belice, Konecny (1989) monitoreo tres hurones, dos machos y una hembra, el primer macho (monitoreado durante 3 meses) ocupó un territorio de 2.11 km², el segundo macho (monitoreado durante 10 meses) cubrió un territorio de 24.44 km² y la hembra (monitoreada durante 13 meses) ocupó un territorio de 16.03 km2.[13] Mientras que en los llanos de Venezuela, Sunquist et al. (1989) monitoreo una hembra con sus crías, la cual mantenía un ámbito de hogar de 2.25 km2 alrededor de su madriguera hasta que los cachorros alcanzan los tres meses de edad, después de lo cual su rango se expandió al menos a 9 km2.[31]
Los hurones salvajes no son muy amigos del hombre. Son ariscos y no se dejan ver con frecuencia. Resoplan cuando están asustados; gruñen y chillan si se sienten amenazados o acorralados. Si son sorprendidos, son capaces de subir rápidamente a un árbol, gruñendo y escupiendo, mientras escapan corriendo por las ramas.
Las interacciones copulatorias de los adultos ocurren en el día en cautiverio y en la noche en libertad; los machos alcanzan su madurez sexual alrededor del año de vida, pero no se aparean hasta los 18 meses, mientras que las hembras tienen su primer estro alrededor de los 22 meses. El ciclo estral dura 52.2 días en hembras primerizas y 93.9 en experimentadas; las hembras entran en estro varias veces al año en periodos de 3-20 días. La gestación dura entre 63-67 días y las camadas son de 1-3 crías con un promedio de 2. Los machos adultos no permanecen con la madre y los cachorros, los cuales a los 3 meses de edad ya son capaces de cazar pequeños roedores y aves (Presley, 2000). Llegan a vivir hasta 18 años en cautiverio.
Las principales amenazas para su supervivencia son la deforestación y desintegración de su hábitat a través de la agricultura, la ganadería y los incendios forestales. También es perseguido y cazado por el hombre ya que se lo acusa de alimentarse de las aves de corral y otros pequeños animales de granja. Sin embargo, y afortunadamente, no es una especie que se encuentre en peligro de extinción, ya que puede sobrevivir tranquilamente en ambientes perturbados cerca del hombre. En muchos lugares incluso se domestica al hurón con el fin de que controle la población de roedores. En Colombia el hurón ataca y mata ardillas por lo cual está prohibido cazarlo ya que controla la población de ardillas.
El hurón mayor es principalmente diurno al igual que el yaguarundí, pero evita la competencia con este felino por la alimentación. Mientras que el yaguarundí se alimenta de una gran variedad de roedores y aves pequeñas, el hurón consume principalmente frutas y una gran variedad de animales medianos y pequeños. Konecny (1989) informó además que la diversidad de presas tomadas por yaguarundí y el hurón parecían ser altamente correlacionados. Aunque la proporción en ocurrencia de los elementos presa en la dieta de cada depredador se superponen aproximadamente en un 40%, el autor registró artrópodos en las heces del yaguarundí, un 20% más que en las heces de los hurones. El ocelote y el margay son principalmente nocturnos, aparte de que el ocelote consume una gran diversidad de presas y el margay consume animales arborícolas.[13] En la Isla Maraca, luego de varios años de estudio se mostró una segregación temporal entre el hurón mayor y el ocelote. El hurón mayor pareció reducir las posibilidades de interacciones agnósticas con ocelote al evitar las cámaras trampa en momentos en que ocelote había pasado recientemente, llegando a aparecer luego de cinco días después de la precensia del ocelote.[32] En el Paraguay, los mustélidos (hurón mayor y hurón menor) tuvieron una alta superposición de la dieta, aunque no se separaron espacialmente, estas especies son conocidas por ocupar diferentes nichos en bosques estratificados, por lo cual no existe una fuerte competencia entre ambas especies.[17] El hurón mayor, el carnívoro simpátrico más abundante en los Andes de Colombia, exhibió, de hecho, una mayor probabilidad de ser un competidor en lugar de un asesino real de los trigillos andinos, ya que mostraron una alta superposición dietética con los pequeños mamíferos pero cayeron por debajo de la masa corporal mínima requerida para un " seguridad” matanza dentro del gremio.[33] Sunquist et al. (1989) encontraron que el hurón mayor, el ocelote, el zorrillo, el grison y el zorro cangrejero evitan la competencia a través de la partición de la Dieta.[34]
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