Supersticiones japonesas
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Las supersticiones japonesas están muy arraigadas en la cultura e historia del Japón. La creencia en las supersticiones está bastante extendida y la mayoría tiene raíces muy antiguas en la historia de este país.[1] Un buen número de supersticiones tienen sus bases en las costumbres y en la cultura japonesa y son utilizadas para enseñar lecciones o para dar consejos prácticos.
Algunas supersticiones de Japón se han importado de otras culturas, como la del gato negro que da mala suerte si se cruza en tu camino (creencia de origen occidental).
Los japoneses también comparten supersticiones con otras culturas asiáticas, particularmente los chinos y coreanos, con quienes mantienen lazos históricos y culturales significativos. Un ejemplo es el número cuatro, del que dicen que da mala suerte ya que en japonés "cuatro": Shi (四) y "muerte": Shi (死) se pronuncian igual.
Una buena parte de la superstición japonesa se relaciona con el idioma. Los números y los objetos que tienen nombres que sean homófonos, las palabras tales como "muerte" y "sufrimiento", típicamente se consideran que traen mala suerte. Otras supersticiones se relacionan con los significados literales de palabras. Otra parte significativa de la superstición japonesa tiene sus raíces en el Japón antiguo y más profundo, con tradiciones basadas en el Animismo y en el respeto de las cosas naturales que contienen energías o espíritus. Así, muchas supersticiones implican la creencia en animales y en pinturas de estos: Ema 絵馬 , que pueden estar relacionados con la buena o mala fortuna.[2]