Red de abuso sexual infantil de Oxford
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La red de abuso sexual infantil de Oxford fue un presunto grupo de 22 hombres que fueron condenados por diversos delitos sexuales contra niñas y niños menores de edad en la ciudad inglesa de Oxford entre 1998 y 2012. La policía de Thames Valley lanzó la Operación Bullfinch [en inglés: pardillo] en mayo de 2011 para investigar acusaciones de abuso sexual histórico, lo que llevó a la condena de diez hombres. Tras nuevas acusaciones en 2015, la policía de Thames Valley lanzó la Operación Silk [en inglés: seda], que resultó en la condena de otros diez hombres y la Operación Spur [en inglés: espuela], que resultó en dos condenas más.[1][2] El término en sí y la investigación han sido duramente criticados por musulmanes y miembros de la izquierda por tener una motivación racial y ser islamófobo.[3][4][5][6][7] Algunos han culpado a los medios de comunicación y a la policía por ignorar tales crímenes si realmente ocurrieron durante tanto tiempo.[8] Incluso se ha cuestionado la narrativa de las pandillas de acoso sexual, ya que eventos similares en otras partes de India y Nigeria han sido descartadas como un teorías de la conspiración de la derecha hindú y cristiana.[9][10][11]
Red de abuso sexual infantil de Oxford | ||
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Montaje de fotos de Oxford | ||
Fecha(s) | década de 1980 a 2012 | |
Lugar | Oxford (Oxfordshire, Reino Unido) | |
Tipo | abuso sexual de menores | |
Jurisdicción | Inglaterra | |
En marzo de 2015, un informe reveló que más de 300 niños, en su mayoría niñas de la ciudad de Oxford, podrían haber sido acosadas y explotados sexualmente en la zona. Se acusó a la policía de Thames Valley, entonces dirigida por la jefa de policía Sara Thornton, de no creer a las niñas y de no actuar ante las repetidas llamadas de socorro, y a los Servicios Sociales de Oxfordshire de no protegerlas a pesar de haber pruebas convincentes de que estaban en peligro.[12] El informe también pide que se investigue por qué un número significativo de perpetradores de acoso infantil son de «ascendencia paquistaní y/o musulmana».[13] Sin embargo, un informe del Ministerio del Interior publicado en diciembre de 2020 concluyó que «la investigación ha encontrado que los delincuentes de explotación sexual infantil (ESI) en grupo son más comúnmente blancos. Algunos estudios sugieren una representación excesiva de delincuentes negros y asiáticos en relación con la demografía de las poblaciones nacionales. Sin embargo, no es posible concluir que esto sea representativo de todos los delitos de ESI grupales».[14]