Protestas en China de 2011
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El 20 de febrero de 2011 comenzaron una serie de protestas y manifestaciones en China continental a favor de la democracia, en más de una docena de ciudades, inspiradas en la Revolución Tunecina. Dichas protestas abogaban por el fin de la corrupción, la censura y mejores condiciones socioeconómicas para la población más pobre, entre otras reivindicaciones. Sin embargo, no pasó de ser más que un conato de protesta por la fuerte represión que ejercieron las fuerzas de seguridad a las que se sumaron centenares de voluntarios fieles al régimen.
Protestas en China de 2011 | ||||
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Parte de Impacto de la Primavera Árabe | ||||
Fecha | 20 de febrero-20 de marzo de 2011 | |||
Lugar | Pekín | |||
Resultado |
Fracaso de la protesta
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Partes enfrentadas | ||||
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Cuando comenzaron las protestas los organizadores de las revueltas pidieron a la gente que gritaran consignas para reivindicar sus peticiones, pero tras la carga militar contra los participantes, de la que resultaron tanto manifestantes como periodistas golpeados y detenidos, los organizadores del acontecimiento decidieron simplemente salir pacíficamente a la calle el 27 de febrero, sin promover ningún tipo de ideal, con el fin de minimizar las reacciones de la policía y al mismo tiempo mantener las acciones que se pensaban llevar a cabo de una forma más clandestina. No se pudo determinar el número de manifestantes que salieron a las calles.
La policía tomó medida de contingencias en los acontecimientos desplegando un amplio dispositivo de seguridad, llegando a publicarse por la prensa que el segundo día de protestas al menos cuatro periodistas extranjeros que se encontraban cubriendo los acontecimientos habían sido golpeados, como es el caso de Stephen Engle de Bloomberg New[1] y un fotógrafo de la BBC, ambos golpeados por unos agentes con el uniforme del cuerpo de seguridad de Pekín.
En Shanghái, los manifestantes no sólo impidieron con éxito que la policía realizase arrestos, sino también exponer sus consignas, que fueron captadas por los medios de comunicación que se encontraban allí informando del acontecimiento.
Desde finales de febrero, unos 35 activistas de derechos humanos y abogados fueron detenidos y al menos cinco personas fueron acusadas de incitar a la revolución contra el poder del Estado.