Pablo Acosta Villarreal
Narcotraficante mexicano del Cartel de Juárez / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Pablo Acosta Villarreal, también conocido como El Zorro de Ojinaga, fue un contrabandista y narcotraficante mexicano que controló el tráfico de drogas en aproximadamente poco más de 300 kilómetros de la frontera entre los Estados Unidos y México. En su periodo de mayor auge logró traficar con 60 toneladas de cocaína por año para cárteles colombianos además de cantidades incalculables de marihuana y heroína. Fue mentor y jefe de negocios de Amado Carrillo Fuentes conocido como el ‘Señor de los Cielos’, quien más tarde tomó el control del cártel luego de la muerte de Acosta.[2][3]
Pablo Acosta Villarreal | ||
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Información personal | ||
Otros nombres | El Zorro plateado de Ojinaga | |
Nacimiento |
26 de enero de 1937 Ojinaga, Chihuahua, México. | |
Fallecimiento |
24 de abril de 1987 (50 años)[1] Santa Elena, Chihuahua, México | |
Causa de muerte | Herida por arma de fuego | |
Nacionalidad | Mexicana | |
Familia | ||
Cónyuge | Olivia Baeza Carrasco | |
Información profesional | ||
Ocupación | Narcotraficante | |
Empleador | Cartel de Juárez | |
Sucesor | Rafael Aguilar Guajardo | |
Acosta hizo de su base de operaciones la pequeña ciudad de Ojinaga, Chihuahua, México, y tuvo su periodo de mayor poder entre 1984 y 1986. Mediante un esquema en el que gozaba de protección de las policías federal, estatal y de miembros del Ejército Mexicano, Acosta era capaz de garantizar la seguridad para el resguardo y transporte de 5 toneladas de cocaína que eran enviadas desde Colombia a Ojinaga cada mes que en ocasiones aterrizaban en el aeropuerto municipal y a veces en pistas de aterrizaje de tierra en ranchos río arriba de Ojinaga.[4]
Cadenas de restaurantes y hoteles de lujo lavaron su dinero obtenido del tráfico de drogas. Mientras que en un principio solamente manejaba marihuana y heroína, al pasar del tiempo Acosta se vio más involucrado en el tráfico de cocaína, logrando entablar contactos con narcotraficantes colombianos que buscaban traficar cocaína a los Estados Unidos usando las mismas rutas que Acosta Villarreal utilizaba en Texas para traficar marihuana y heroína por la frontera de Chihuahua.[3]
Acosta Villarreal murió en abril de 1987, como se detalla en el documental "American Federate" durante una redada tranfronteriza a las orillas del Río Bravo en el pueblo de Santa Elena, Chihuahua, por helicópteros de la Policía Federal de México, con asistencia del FBI.[5] Rafael Aguilar Guajardo tomó el lugar de Acosta pero fue asesinado y al poco tiempo fue Amado Carrillo Fuentes, quién tomó control de la organización. El libro "Señor de las drogas" del periodista Terrence Poppa, da cuenta del ascenso y de la caída de Acosta mediante entrevistas realizadas directamente al capo.