El espacio que configura el asentamiento de la naveta está ocupado por una vegetación propia del mediterráneo, pino, acebuches, mirto, romero y lavanda se encuentran esparcidas por es terreno. cabe destacar la fuerte erosión del suelo ya que se pueden observar grietas. A pesar de esa situación, encontramos a unos 100
m un extenso campo de agricultura por lo que contrasta la situación más cercana a la naveta con suelo muy degradado, y la riqueza que tiene el terreno circundante.
Los materiales encontrados durante su excavación en 1971 fueron: cerámica con predominio de formas globulares, un tonelete de tipo Horgen, bases planas de gran tamanyo, incompletas, placas de piedra, definidas como brazaletes de arquero, un puñal triangular de bronce, un cuchillo de sílex con retoques bifaciales, una espátula de hueso, etc. Los restos alimenticios encontrados, constatan la afirmación de que la función de la naveta, era de hábitat; estos restos son restos óseos de ovejas, cabritos,... Como también cubiertas de moluscos (que nos recuerda su cercanía, y por lo tanto, el fácil acceso, al mar mediterráneo). Sobre los restos encontrados en la excavación, un hecho curioso es el que nos relata Catalina Enseñat, directora de la excavación:
El hallazgo de un fragmento de barro que conserva una impronta dejada por un objeto de cestrería nos demuestra por primera vez de manera feheciente que los útiles de cerámica se complementan con otros fabricados con palmito vegetal abundante en la isla (...) es el primer caso en que aparece un fragmento cerámico con claros restos :de pintura aplicada en la arcilla tierna...
Catalina Enseñat, 1973
Desde el conjunto se tiene una visión muy grande de los terrenos circundantes; actualmente desde el yacimiento podemos visualizar la urbanización de
Cala Viñas, el mar, parte de la localidad de Magaluf, Son Ferrer y el área donde antiguamente se localizaba la albufera de
Magaluf. En aquel momento, la visión constituía el dominio sobre los terrenos de explotación y la costa, otras construcciones, así como con recursos hídricos, respectivamente. además por lo que respeta a los yacimientos arqueológicos, Alemany está situada en medio de una gran riqueza de poblados y otras edificaciones como pueden ser:
Cueva de Can Calbet o
Poblado de Son Ferrer además de una estructura rectangular situada a unos 200 metros, muy deteriorada. Al estar tan cerca del mar, se puede establecer una relación comercial entre la naveta y las cuevas artificiales de
Cala Salomó (situadas a menos de 1 km del yacimiento expuesto aquí). A 350 m. al noroeste situamos otra cueva de la misma índole denominada
Son Massot con la cual, se podría establecer la misma hipótesis que las cuevas denominadas anteriormente.
[21]
En el debate sobre a que época pertenece esta naveta, a modo de esclarecer las dudas, algunos expertos afirman que esta naveta pertenece a la edad de Bronce más antigua que coincide con el desarrollo y la aparición del ciclopedismo (con esto se elimina cualquier suposición de que la técnica ciclópea no está presente en dicha naveta).[22] Gracias a la excavaciones de C. Enseñat ya que los restos encontrados datan del 1600/1550 B.C. Pero el problema y la polémica, surge cuando en la década de los años 90, como hemos dicho, un trabajo de recuperación, conservación y restauración del monumento dirigido por Bartolomé Pons se ha podido encontrar terreras y otros materiales mucho más posteriores (1400-1300 BC). Pero esta situación no debería afectar a la datación del inicio de su construcción, puesto que una cosa es la perduración de su uso, y otra es el inicio de su construcción (con la técnica ciclópea propiamente dicha)
Interpretación del yacimiento
Cómo ya se ha señalado, se supone que tuvo una función de explotación ( recolección de alimentos y preparativos de la carne de caza) y de habitáculo. Por su cercanía al mar, probablemente mantuvo contacto con embarcaciones que llegaron de la costa realizando intercambios y relacionándose con estas. Su importancia dentro del contexto de la prehistoria balear repercute sobre la información que nos aporta: saber que desde hace miles de años nuestra isla ha sido habitada, que ya desde tiempos remotos se realizan intercambios comerciales a nivel marítimo, etc.
Al tratarse de una estructura de grandes dimensiones, se necesita una gran organización para realizarla, lo que hace suponer que la jerarquía de la Mallorca prehistórica estaba bien consolidada. También a través de la naveta alemany conocemos cual es el sistema de construcción de navetas y los materiales utilizados. ( Reconstrucción pictórica de la naveta).
[23]
Como se ha dicho anteriormente, las magnitudes de la naveta obligan a una gran organización. Además, en este periodo los poblados se asientan de forma definitiva y ya abandonan la
transhumancia. Si se intentase realizar un análisis del modelo social y económico de nuestros antepasados, mediante el bagaje material de la naveta Alemany, nos serviría de muy poco, pero a pesar de eso, podemos intuir algunos rasgos de la población. En primer lugar, la multifuncionalidad del espacio, puesto que en la naveta se encontraron múltiples objetos, restos de alimentos, cerámicas, hogueras para cocinar o fabricar utensilios (producción industrial), etc. Se hace presente también la domesticación de animales por los restos encontrados de animales como ovejas o cabritos así como también la explotación del mar. Por último, en su economía, podemos intuir una agricultura de subsistencia, puesto que se encuentran herramientas propias para el cuidado de la tierra o para trabajar los vegetales; además en este sentido, la Naveta Alemany está situada a menos de 100 metros de un extenso campo de cultivo (lo que pone de manifiesto la fertilidad del suelo), además para defender este argumento, una de las conclusiones que saca Pons i Homar en su libro ya citado anteriormente sobre el análisis espacial de las navetas.
[24] Es que de los más de 180 poblados, al menos un 60
% se encuentran en la periferia, al lado de costas accesibles, y donde el suelo es mucho más fértil, abandonando así las zonas rocosas y de alta montaña; buscando un clima suave para el buen acondicionamiento de los campos cultivados.
La aproximación al mar supone la posibilidad de intercambios con el exterior de la isla. Esta comercialización transmediterránea suponía una compleja organización (en unos momentos donde los poblados eran de escasa población vivían entre 2 y 4 personas en las navetas, en nuestro caso alguna más por su magnitud, por lo que se intuye que estaban organizados estos viajes mediante instituciones superiores a la aldea local (este hecho nos destaca la jerarquización de la sociedad naviforme).
[25] Como especifica el doctor Manuel Calvo y el resto de especialistas en el apartado «III. Los agrupamientos y el espacio comunitario» del libro citado líneas atrás, es difícil calcular el número de personas que ocupaban los poblados o los asentamientos naviformes ya que no e ha podido excavar los conjuntos enteros por las delimitaciones urbanas, pero los casos como la naveta Alemany, define que los asentamientos como ese (pequeños) debían estar poblados por grupos unifamiliares.
Actuaciones para la conservación
Destacar que a pesar de la degradación del conjunto, se puede reconocer perfectamente la tipología del yacimiento, por una parte gracias a las continúas restauraciones que se han llevado a cabo. A pesar del buen estado que tiene el yacimiento, se deben tener en cuenta una serie de consideraciones para evitar algún tipo de degradación:
- Para evitar los peligros de degradación del conjunto sería recomendable llevar a cabo una reducción de la vegetación próxima para que no afecten a la estructura. También sería positivo establecer algún tipo de protección respecto a la vía que está situada al lado o colocar papeleras y limpiar los residuos urbanos que hay en el área, especialmente en la edificación rectangular adyacente del conjunto.
- Para fomentar la visita del público a este yacimiento sería acertado colocar señales de información y paneles que indiquen que se trata de un monumento como ocurre por ejemplo en el santuario de Son Corró. También podría ponerse una parada de autobús interurbano y habilitar una zona de estacionamiento. Por último, puesto que el conjunto está localizado en un área de alta potencialidad turística, podría ser beneficioso repartir por parte de las instituciones locales trípticos o panfletos promocionales.
Notas
- Este artículo ha sido iniciado por un grupo de alumnos de la asignatura «Introducción a las Sociedades prehistóricas» del grado de Historia de la Universidad de las Islas Baleares durante el primer cuatrimestre del curso 2012-2013. En concreto se ha realizado dentro de un proyecto de innovación docente desarrollado por los profesores Jaume Garcia-Rosselló, Manel Calvo, Daniel Albero y David Javaloyas.[26]
El valor numérico que representa el grado de conservación se obtiene a partir de la suma de la mitad de la suma de los valores de la altura y de conservación y de la mitad del nivel de identificación de las estructuras.
El grado de monumentalidad equivale a un tercio de la suma de los valores de altura, conservación y superficie.
Se calcula a partir de la mitad de la suma de la mitad de la suma del valor del nivel de información histórica y el nivel de valoración social del bien y del grado de significancia estética-formal.
Referencias
Rosselló Bordoy, 1964: 266
Calvo, Guerrero y Salvá, 2001: 15
Albero, Daniel; Calderón, María; Calvo, Manuel; Gloaguen, Emmanuelle (2011). «Propuesta metodológica de catalogación.». Patrimonio Cultural. Ayuntamiento de Calviá. pp. 277-289. Consultado el 25 de enero de 2013.
Pons Homar, 1999: 139-141
Calvo, Guerrero Salvà, 2001: 13
Calvo, Guerrero y Salvà, 2001: 40-41
Bibliografía
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- Aramburu-Zabala, Francisco Javier (1994). Guía arqueológica de Mallorca: desde la Prehistoria a la Alta Edad Media. Palma de Mallorca: Olañeta.
- Calvo, M.; Guerrero, V.; Salvà, B. (2001). Arquitectura Ciclópea del Bronce Balear. Mallorca: El Tall.
- Calvo, Manuel (2002). Nous models de gestió del patrimoni arqueològic: el cas del Parc Arqueològic del Puig de sa Morisca (en catalán). Palma de Mallorca: Edicions UIB.
- Colominas, J. (1915). L'Edat de Bronze a Mallorca (en catalán) IV. Barcelona: Anuari de l'Institut d'Estudis Catalans.
- Enseñat, Catalina (1971). Excavaciones en el naviforme Alemany. Madrid: Noticiario Arqueológico Hispánico.
- Javaloyas, D.; Fornés, J.; Salvà, B.; Oliver, LL.; Servera, G. (2011). Concepcions espacials a l'edat del Bronze. Els Navetiformes: entre l'espai públic i el privat. Menorca: III Jornades d'Arqueòlegs de les Illes Balears. pp. 23-34.
- Pons Homar, Gabriel (1999). Anàlisi espacial del poblament al pretalaiòtic final i al talaiòtic de Mallorca (en catalán). Palma de Mallorca: Gràfiques Miramar. pp. 139-141.
- Rosselló Bordoy, Guillermo (1964). Las navetas de Mallorca XIX. Studi Sardi. p. 314.
- Rosselló Bordoy, Guillermo (1965). Prehistoria y Protohistoria de Mallorca. Palma de Mallorca: Obra Cultural Balear.
- Waldren, William (2003). La qüestió del primer poblament de les Illes Balears: realitat, ficció o follia (en catalán) 29. Palma de Mallorca: Mayurqa.