Meteorito metálico
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Los meteoritos metálicos, también conocidos como sideritos, holosideritos, meteoritos férricos o meteoritos ferrosos, son un tipo de meteoritos que se caracterizan por estar compuestos mayoritariamente por hierro (Fe) y níquel (Ni), sobre todo formando aleaciones llamadas kamacita y taenita.[1][2] Se cree que son restos del núcleo de asteroides que se destruyeron al impactar entre ellos o con otros cuerpos del sistema solar.[3] Debido a su gran densidad y tamaño, el peso de todos los meteoritos metálicos recolectados supera las 500 toneladas, lo que representa un 89,3 % de la masa total de todos los meteoritos conocidos. Sin embargo, solo representan un 5,7 % de las caídas.[4]
Existen dos formas de clasificar a los meteoritos metálicos: una de ellas, la más antigua, se basa en la observación de la estructura del meteorito cuando se corta, se pule y se trata con aguafuerte, y se denomina clasificación estructural;[2] la otra es la clasificación química, y tiene como criterio la cantidad de elementos traza (germanio [Ge], galio [Ga] o iridio [Ir]) que contiene el ejemplar.[2]
Por su composición sufren menos ablación al entrar en la atmósfera, lo que hace que su tamaño sea mayor comparado con el de los meteoritos rocosos o los litosideritos.[4] El meteorito de mayor tamaño que se conoce es el meteorito Hoba, encontrado en Namibia, con un peso de unas 60 toneladas.[5]