Meningitis neonatal
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La meningitis neonatal es una afección médica grave que afecta a lactantes. La meningitis es más común en el periodo neonatal (niños menores de 44 días) que en otra etapa de la vida, y a nivel global es una causa importante de morbilidad y mortalidad.[1][2] La mortalidad por meningitis neonatal en países en vías de desarrollo es del 40–58%, frente a un 8%-12,5% en los países desarrollados.[2][3]
El texto que sigue es una traducción defectuosa. |
Los síntomas en la meningitis neonatal son inespecíficos y pueden indicar varias afecciones, como la sepsis. Estos síntomas incluyen fiebre, irritabilidad, y disnea. El único método para determinar si la meningitis es la causa de estos síntomas es la punción lumbar.[1][4]
La causa más común de la meningitis neonatal, es la infección bacteriana de la sangre, conocida como bacteriemia (específicamente por estreptococos del grupo B (EGB; Streptococcus agalactiae), Escherichia coli y Listeria monocytogenes).[1] A pesar de que existe un índice de mortalidad bajo en países desarrollados, hay una tasa de prevalencia del 50% de discapacidades del desarrollo neurológico en la meningitis por E. coli y EGB, mientras que la tasa de prevalencia de la meningitis originada por la bacteria gramnegativa no causada por E. coli es del 79%.[1] El tratamiento retardado de la meningitis neonatal puede causar parálisis cerebral, ceguera, sordera y deficiencias de aprendizaje.[5]