Levantamiento de los Ocho Trigramas de 1813
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El Levantamiento o Rebelión de los Ocho Trigramas de 1813 (en chino tradicional, 癸酉之變) fue una rebelión que estalló en septiembre de 1813 en la China de la dinastía Qing. La rebelión fue iniciada por algunos miembros de la secta milenaria Secta Tianli (ch: 天理教, Secta del Orden Celestial, popularmente conocida como la Secta de los Ocho Trigramas), que era una rama de la Secta del Loto Blanco. Estuvo dirigida por Lin Qing (林清; 1770-1813), Li Wencheng y Feng Keshan, y se desarrolló en las provincias chinas de Zhili, Shandong y Henan.
La rebelión estalló en un contexto de gran agitación interna en China.[1] En 1804, la dinastía Qing había sofocado con un altísimo coste militar y económico la Rebelión del Loto Blanco, y había sufrido un gran desprestigio por ello. Las finanzas imperiales no se habían recuperado, y el emperador Jiaqing había impuesto una política de estricta austeridad en un contexto en el que la corrupción del gobierno, propiciada entre otros por Heshen, un antiguo favorito del emperador Qianlong (1711-1799), se había convertido en endémica.[1] Las políticas de Jiaqing habían generado gran malestar entre diversos elementos de las clases altas chinas y muchos funcionarios del gobierno. Además, grandes sectores de la población china, de etnia han, percibían a los Qing, de etnia manchú, como una dinastía extranjera y usurpadora;[1] la política de discriminación que los Qing practicaban contra los han era un constante foco de tensiones internas, lo que había dado pie al surgimiento de numerosas sociedades secretas y sectas dedicadas a socavar el régimen Qing.[2]
En este contexto, en 1812 los líderes de la Secta de los Ocho Trigramas (Bagua jiao) también conocida como Secta del Orden Celestial (Tianli jiao) anunciaron que su líder, Li Wencheng, era un descendiente de los Ming, y declararon el año 1813 como el año de una rebelión contra los Qing destinada a reinstaurar a los Ming, y por tanto a los chinos han, en el trono imperial chino.[3] Al mismo tiempo, Lin Qing, otro de los líderes de la secta, se declaró la reencarnación de Maitreya, el futuro Buda profetizado en el budismo, utilizando pancartas con la inscripción "Encomendado por el Cielo para Preparar el Camino", una referencia a la popular novela Bandidos del Pantano. [4] Los seguidores de Lin Qing lo consideraban un elegido de la diosa Xiwangmu de las religiones sincréticas chinas,[5]enviado por la misma para derrocar a la dinastía Qing, a la que consideraban que había perdido el Mandato del Cielo para gobernar.[4]Los Ocho Trigramas consideraban que Li Wencheng era el "Rey de los Hombres" y, que Lin el "Rey del Cielo"; para completar la triada, un tercer líder de la rebelión, Feng Keshan, era considerado el "Rey de la Tierra". [2]
El grupo consiguió el apoyo de varios eunucos y funcionarios poderosos de la Ciudad Prohibida. El 15 de septiembre de 1813, el grupo atacó el palacio imperial de Pekín. Los rebeldes lograron entrar en la ciudad, y podrían haber tenido éxito en derrocar a los Qing de no haber sido porque el príncipe Mianning—el futuro emperador Daoguang—utilizó su mosquete, un arma en principio prohibida dentro del palacio imperial, para repeler a los invasores.[3]
El levantamiento es analizado como similar a la anterior Rebelión del Loto Blanco, aunque la primera tuvo tintes fuertemente religiosos y sociales, mientras que los líderes de la rebelión de los Ocho Trigramas estaban más interesados en obtener poder personal derrocando a la dinastía Qing.[3]