![cover image](https://wikiwandv2-19431.kxcdn.com/_next/image?url=https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/c7/Guimar%25C3%25A3es_-_Igreja_de_Nossa_Sra._da_Oliveira_ou_Igreja_da_Colegiada_de_Guimar%25C3%25A3es.jpg/640px-Guimar%25C3%25A3es_-_Igreja_de_Nossa_Sra._da_Oliveira_ou_Igreja_da_Colegiada_de_Guimar%25C3%25A3es.jpg&w=640&q=50)
Iglesia de Nuestra Señora de la Oliveira (Guimarães)
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La iglesia de Nuestra Señora de la Oliveira, perteneciente a un antiguo monasterio, está ubicada en el centro histórico de Guimarães, Portugal.
Iglesia de Nuestra Señora de la Oliveira | ||
---|---|---|
Monumento nacional de Portugal | ||
![]() | ||
![]() | ||
Localización | ||
País | Portugal | |
División | Oliveira, São Paio e São Sebastião | |
Dirección |
![]() | |
Coordenadas | 41°26′35″N 8°17′33″O | |
Información religiosa | ||
Culto | Católico | |
Advocación | Nuestra Señora de la Oliva | |
Historia del edificio | ||
Fundador | Alfonso I de Portugal | |
Construcción | siglo XIII - (1515) | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Monasterio | |
Estilo | Románico - Manuelino | |
![Thumb image](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8d/Guimar%C3%A3es-Igreja-de-Nossa-Senhora-da-Oliveira.jpg/640px-Guimar%C3%A3es-Igreja-de-Nossa-Senhora-da-Oliveira.jpg)
Fundada por Alfonso Henriques, la iglesia fue reedificada en 1388 por Juan I en agradecimiento a la Virgen por su victoria en la batalla de Aljubarrota. La nueva iglesia, cuyo arquitecto fue el toledano Juan García, ocupó parte del claustro y fue necesario demoler una de sus galerías. La torre manuelina, que data del año 1515, fue mandada a construir por Pedro Esteves Cogominho, un caballero de la casa de los duque de Braganza.[1]
Su origen se remonta al monasterio dúplice fundado por la condesa Muniadona Díaz en el año 950 en la ciudad de Vimaranes bajo la invocación de San Mamede,[2] donde más tarde profesó. La condesa también mandó a construir el castillo de Guimarães para la protección del monasterio a la vez que sirvió como sede de la corte de los condes de Portugal. En su testamento donó todos sus dominios y rentas así como objetos religiosos de su propiedad al monasterio.[3][4]
La posesión de una autonomía por parte del monasterio, que no reconocía la autoridad y la superioridad jerárquica del arzobispo de Braga sino solo la de la Santa Sede y el rey de Portugal, dio lugar a graves conflictos e incluso luchas, a veces con el uso de la excomunión, entre las dos instituciones religiosas,[2] esta rivalidad ha durado casi hasta la época del siglo XIX.