Historia del Palacio Real de Madrid
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El Palacio Real de Madrid es un palacio ubicado en el extremo occidental de la villa, ocupando los números 2, 4 y 6 correspondientes a la calle de Bailén. Es la residencia oficial del rey de España, siendo Alfonso XIII el último monarca en habitarlo; también vivió después durante un tiempo en el palacio Manuel Azaña como presidente y jefe de Estado de la Segunda República española. No Juan Carlos I ni su hijo Felipe VI lo han ocupado como vivienda Familiar, siendo su residencia el Palacio de la Zarzuela. El Palacio Real se utiliza para ceremonias y actos oficiales. Su historia va ligada a parte de la Historia de España, relacionada sobre todo con los acontecimientos ocurridos en Madrid.
El palacio es un edificio exento, rodeado por los jardines de Sabatini (que pertenecen al propio palacio) al norte, la plaza de Armas (del palacio) y la catedral de la Almudena, al sur, plaza de Oriente al este y Campo del Moro al oeste. Popularmente y sobre todo en Madrid se le conoció también como Palacio de Oriente.[nota 1] El palacio tiene su origen histórico en una construcción defensiva del siglo XI tras la fundación de Madrid por los moros en el siglo IX. De fortaleza musulmana pasó a ser alcázar cristiano y alcázar-palacio de los Austrias ya en el siglo XVI. Este último edificio desapareció en un incendio en el año 1734 en el reinado de Felipe V. Ocupando el mismo solar se levantó un nuevo palacio al gusto de los Borbones (la dinastía reinante en España), siendo el autor de las trazas y director de las obras el arquitecto Juan Bautista Sachetti. Comenzó la construcción en abril de 1738 dilatándose las obras durante años; cuando el tercer rey Borbón Carlos III llegó a Madrid todavía faltaban bastantes detalles para la terminación del palacio, además de que habrían de realizarse algunos cambios a gusto del nuevo monarca que no pudo instalarse en él hasta 1764.[nota 2] A raíz de su construcción se le denominó Palacio Nuevo, apelativo que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XIX.[1] El complejo palaciego se fue ampliando y modificando según los deseos y necesidades de cada monarca. Este palacio pertenece al Patrimonio Nacional Español.