Historia de la homosexualidad masculina en Argentina
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La historia de la homosexualidad masculina en Argentina es parte de la historia de las disidencias sexuales y de género LGBT+ en Argentina, como el lesbianismo, las identidades trans y queer, la intersexualidad, el poliamor, el movimiento swinger, el BDSM, entre otras. Abarca el lugar que la homosexualidad masculina ocupó en cada época, las formas de llevar adelante su sexualidad por parte de los hombres homosexuales y los movimientos de los colectivos de varones gay para lograr el reconocimiento de sus derechos en Argentina. Los pueblos originarios tuvieron diversas formas de abordar las orientaciones sexuales e identidades de género de las personas, en muchos casos admitiendo sexualidades no binarias y no heteronormativas, entre ellas las relaciones sexuales entre hombres. El Imperio Español impuso durante la conquista y colonización una violenta represión de las conductas no heterosexuales, mediante la Inquisición y la figura central de la sodomía como crimen y pecado capital, incluyendo como una de sus manifestaciones principales las relaciones sexuales entre hombres. Luego de la independencia en 1810-1816 los gobiernos patrios abolieron la Inquisición y el delito de sodomía, para adoptar a partir de la segunda mitad del siglo XIX, un régimen de binarismo de género y heterosexualidad obligatoria, basado en la represión médico-psiquiátrica y policial de las sexualidades no binarias y no heterosexuales, que caracterizó en general a la cultura occidental. En la primera mitad del siglo XX se generalizó la persecución policial a hombres homosexuales y travestis, que ha sido denominada como «la cacería de los homosexuales», a la vez que comenzó a conformarse una cultura homosexual masculina alternativa, entre la que se destacó la cultura marica y la figura del «chongo». A fines de la década de 1960 y principios de la década del setenta, se crean las primeras organizaciones de homosexuales masculinos, como el grupo Nuestro Mundo y el Frente de Liberación Homosexual (FLH). Estas primeras organizaciones debieron disolverse directamente afectadas por el terrorismo de Estado que generalizó la dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976-1983. Con la recuperación de la democracia en 1983, comenzó un proceso sostenido de organización y movilización de las disidencias sexuales, principalmente del movimiento gay (masculino), manifestado en la creación de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que puso el acento en la despatologización de la homosexualidad y la derogación de los edictos policiales usados por reprimir las reuniones de homosexuales y travestis. En 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. A partir de la primera década del siglo XXI se obtienen notables avances en la lucha contra la homofobia y conquistas de derechos de gran importancia que tuvieron como base la Ley de Matrimonio Igualitario (2010) y la Ley de Identidad de Género (2012).