Habitar
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El diccionario metapolis de arquitectura ofrece varias definiciones para este término. La primera dice que habitar la arquitectura se sitúa en el umbral que permite la creación de mundos para el sujeto que vive este final de milenio. Plantear procederes, modos de hacer arquitectura, a través de los que el sujeto llegue a conocer más a sentir más, a ser capaz de construir esas miras desde las que atrape y haga suya una idea de mundo, una interpretación de lo que queda “ahí fuera”.
En la página 10 de los textos contenidos en el cuaderno Acerca de la Casa 2] encontramos que el habitar, en la forma de la casa, es pues la expresión armoniosa de la relación con el lugar preexistente (…) Sin el habitar no hay lugar.
La etimología latina del verbo habitar es habitare, frecuentativo de habere (tener). Por lo que podemos entender este término como “tener de manera reiterada”. En ese sentido, se habla del lugar que tenemos; si estamos de paso o de visita, no lo habitamos; a diferencia de la morada donde estamos todo el tiempo, la cual habitamos.[1] No obstante el término guarda interpretaciones de índole filosófica, las cuales ya han sido retomadas incluso por algunos arquitectos.