En geomorfología un glacis es una superficie inclinada que suele encontrarse al pie de cerros, escarpes y montañas. Foucault y Raoult lo definen en su Dictionnaire de Géologie como “una forma de relieve no estructural que consiste en una superficie plana y ligeramente inclinada (algunos grados)”.[1] El témino glacis viene del francés y es aproximadamente equivalente al pediment del inglés y el fussfläche del alemán.[2] Es inusual que su pendiente supere los 6°, y más bien suele estar entre 2° y 4°.[3] La mayoría de los autores modernos consideran los glacis como formas que ocurren como franjas alrededor de macizos y cerros.[nota 1] Ejemplo de esto son los inselberg y otros promontorios residuales que suelen estar rodeados por glacis.[5][6] También es común encontrar glacis al pie de grandes escarpes.[5][6]
Así como ocurre con otros accidentes del relieve los glacis deformados pueden ocuparse como indicadores de movimientos tectónicos.[7]
Se ha postulado que para que un glacis (pedimento) crezca su tasa de avance hacia la ladera debe ser mayor a la tasa en la que avanza la formación suelo sobre el glacis, ya que el suelo y la vegetación tienden a estabilizar al glacis.[8] La roca remanente bajo un glacis cubierto puede estar altamente meteorizada.[5]
Según su origen los geomorfologos distinguen entre:[9][10]
Los glacis de erosión o glacis de ablación: son aquellos en la que la roca está desnuda o cubierta de escombros que se eliminan más o menos rápidamente (glacis de denudación o cubierto por una capa delgada de escombros). Este término se suele utilizar para superficies labradas a partir de rocas blandas, denominándose "pedimentos" las cavadas a partir de rocas duras.[11] Sin embargo se ha advertido que la distinción entre rocas "duras" y "blandas" conlleva cierta ambigüedad por lo que ha sugerido obviar esta última subclasificación.[12]
Los glacis aluviales: donde la roca en el lugar está sepultada por sedimentos de aluvión débil (glacis de derrame) o fuerte (glacis de acumulación o glacis de inundación). Estos glacis suelen estar excavados, según su pendiente, por regueros según el proceso de erosión laminar.[nota 2]
También llamada erosión difusa, a diferencia de la erosión lineal característica de la erosión en canales más profundos como las cárcavas. Históricamente algunos autores estadounidenses le han attribuido a la erosión laminar producto de inundaciones una capacidad exagerada de formar glacis (pedimentos).[5]
Delannoy, Jean-Jacques; Deline, Philip; Lhénaff, René (2016). Géographie physique. Aspects et dynamique du géosystème terrestre(en francés). De Boeck Superieur. p.237..