Cristianismo y derechos de los animales
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
La relación entre el cristianismo y los derechos de los animales es compleja, pues diferentes comunidades cristianas llegan a diferentes conclusiones sobre el estatus de los animales. El tema está estrechamente relacionado con las prácticas de los vegetarianos cristianos y los diversos movimientos ambientalistas cristianos, pero es más amplio.
Muchos filósofos cristianos y figuras sociopolíticas han declarado que los cristianos deben seguir el ejemplo de Jesús y tratar a los animales de una manera que exprese compasión y demuestre la mayordomía respetuosa de la humanidad sobre el medio ambiente. William Wilberforce, cofundador de la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, es un ejemplo. Grandes organizaciones en las que una amplia variedad de grupos trabajan juntos, como la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos, han emprendido actividades de divulgación religiosa utilizando tales argumentos.[1]
Andrew Linzey ha señalado que sería un error ver al cristianismo como un enemigo inherente de los derechos de los animales, ya que la teología cristiana, como todas las demás tradiciones religiosas, aporta ideas únicas para considerar que la vida animal tiene un valor fundamental.[2] A lo largo de la historia, ha habido pensadores cristianos que han planteado cuestiones éticas difíciles sobre el estatus moral de los animales.[3] Francisco de Asís es quizás el ejemplo más conocido.
Muchos fundadores de iglesias han recomendado el vegetarianismo por razones éticas, como William Cowherd de la Iglesia Cristiana Bíblica,[4] Ellen G. White de los Adventistas del Séptimo Día[5] y John Wesley, el fundador del metodismo .[6] Cowherd ayudó a establecer la primera Sociedad Vegetariana del mundo en 1847.[7] Las perspectivas vegetarianas de Wesley inspiraron a una generación posterior a establecer la Sociedad Vegetariana Estadounidense en 1850.[6] Algunas corrientes cristianas como los Adventistas del Séptimo Día han incorporado doctrinas vegetarianas fundamentales.[8]
El surgimiento del cristianismo puso fin a los sacrificios de animales.[9] Además, el concepto teológico de la esperanza cristiana introduce la idea del Reino Apacible que se encuentra en la Biblia hebrea, que visualiza una coexistencia pacífica de animales como lobos y corderos.[10]