Contraste radiológico
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
Los contrastes radiológicos son sustancias radiopacas, que aplicadas por diferentes vías de administración (oral, rectal, endovenosa, etc.) pueden ser empleadas, durante un examen de rayos X o radiografías, para facilitar y/o mejorar la visualización de distintos órganos o fluidos de nuestro cuerpo con un fin diagnóstico. También se emplean contrastes radiológicos para las técnicas de resonancia magnética.
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada. |
Dichas sustancias mejoran la visualización ya que producen un incremento en la diferencia de densidad entre los diversos tejidos.
Para la selección de sustancias como medio de contraste radiológico se han definido unas características que debería tener un supuesto medio de contraste ideal:[1]
- Debe ser farmacológicamente inerte y químicamente estable.
- preferentemente no iónico.
- Debe ser hidrosoluble y que tenga la misma osmolaridad que la sangre.
- No debe ser tóxico, ni tampoco degradarse o metabolizarse, debiéndose eliminar lo más rápido posible.
Sin embargo, no todos los medios de contraste empleados actualmente en clínica cumplen con todas estas características.
Distinguimos dos tipos de contrastes: negativos y positivos.