Loading AI tools
Ceremonia palatina española en la que el monarca asistía a la Real Capilla de forma solemne y pública De Wikipedia, la enciclopedia libre
Capilla pública era el nombre que recibía cada una de las ocasiones en que el rey de España acudía a la capilla del Palacio Real de forma pública y solemne.
El término tiene su origen en la etiqueta de Borgoña, que contenía amplias disposiciones referentes a la Real Capilla, ya que esta ocupaba un espacio central del protocolo borgoñón.[1] En el siglo XVI este ceremonial consideraba que el rey sale a capilla, cuando iba a esta de forma ceremonial y solemne, recorriendo las galerías superiores del Real Alcázar de Madrid con su séquito hasta llegar a la capilla, entrando a esta por la llamada sala grande de la Emperatriz.[2] Desde sus inicios el recorrido del monarca y su séquito por las galerías superiores del Alcázar, y después por las galerías del Palacio Real, constituían parte de la ceremonia.[1]
Hasta mediados del siglo XIX para denominar estas ocasiones se utilizaban términos como Capilla u ocasiones en que el rey asiste a su real cortina.[3][4] Esta ceremonia se contraponía a las ocasiones en que el rey acudia en privado a la capilla, diciéndose entonces que el rey acudía al cancel o tribuna.
Desde mediados del siglo XIX se comienza a utilizar el término capilla pública.[5][6] Con la caída de Alfonso XIII este acto dejó de celebrarse y no fue retomado en el reinado de su nieto Juan Carlos I.
El acto se producía en las festividades religiosas señaladas por el ceremonial y en otras celebraciones que el monarca declaraba capilla pública.[7] Desde principios del siglo XIX las festividades religiosas objeto de la capilla pública quedaron establecidas por la etiqueta. Eran las siguientes:
El resto de celebraciones en que el monarca señalaba que habría capilla pública se relacionaban principalmente con aquellas ocasiones en que los miembros de la familia real solían recibir sacramentos, como el bautismo o sus matrimonios. También solían declarar que habría capilla pública en las entregas solemnes de la Rosa de Oro a las reinas de España por parte de los papas o la imposición de birretas.
Primeramente, a primera hora de la mañana, se permitía la entrada del público a las galerías del patio del Palacio Real.
A la hora señalada para ir a la Capilla Real se formaba una comitiva de acuerdo con el orden siguiente:
La procesión discurría por las galerías del patio, alfombradas y decoradas para la ocasión con tapices, entre el público que se agolpaba a uno y otro lado. A lo largo de cada lado público se distribuían a intervalos regulares los alabarderos.
La procesión entraba en la Real Capilla y se colocaba según su rango.[8] El monarca y su consorte tomaban asiento bajo el dosel (que continuaba conociéndose también por su anterior denominación, cortina).[Nota 1] En la capilla no entraba el público sino que solamente entraban los que habían tomado parte en la comitiva regia, el cuerpo diplomático y otros invitados.
Se la consideraba una de las ceremonias más solemnes de la corte española. Se exigía la asistencia de los participantes en la procesión con uniforme de etiqueta y traje de corte para las damas.
Seamless Wikipedia browsing. On steroids.
Every time you click a link to Wikipedia, Wiktionary or Wikiquote in your browser's search results, it will show the modern Wikiwand interface.
Wikiwand extension is a five stars, simple, with minimum permission required to keep your browsing private, safe and transparent.