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Automóvil pequeño para dos o cuatro pasajeros que circula a altas velocidades De Wikipedia, la enciclopedia libre
Un automóvil deportivo es un automóvil de turismo diseñado para poder circular a altas velocidades. Al contrario que un automóvil de carreras, está pensado para ser conducido en la vía pública. Tienen mejor aceleración, velocidad máxima, adherencia al asfalto, mejor sistema de frenado y una mayor potencia que otros coches convencionales, lo que se logra mediante motores, frenos, suspensión, caja de cambios, neumáticos, chasis y tipo de carrocería especiales. Las carrocerías asociadas a un deportivo son principalmente cupé y descapotable.
Tradicionalmente se reservaba este calificativo para vehículos de marcas connotadas, precios elevados y altas prestaciones, o bien, para vehículos de alta cilindrada. En atención estricta a su definición, se debe considerar que existen vehículos con características deportivas en prácticamente todos los segmentos.
Un deportivo es aquel automóvil que fue pensado y diseñado en cada detalle para circular a altas velocidades, por lo que su planta motriz debe ser potente y su comportamiento ágil y seguro a altas velocidad. Cuentan con un tratamiento especial en diferentes puntos de la carrocería, empezando por la suspensión, los frenos, algunos con una altura sobre el piso reducida, ajustes en la dirección y, por supuesto, un diseño aerodinámico que juega un papel importante, tanto en su desempeño como en su rendimiento.
Otros puntos importantes son su estética, reforzada con elementos como los neumáticos de perfil bajo, los asientos envolventes Recaro, las paletas del cambio detrás del volante,[1][2] una transmisión manual o la tracción trasera.
Para que un coche se considere deportivo, debe contar con un tiempo reducido de aceleración, una velocidad máxima elevada, mejor sistema de frenos y más potencia que un automóvil normal.
Un coche deportivo es aquel cuyo diseño se basa en maximizar el rendimiento por encima de lo práctico. El peso suele ser inferior a la tonelada y dispone de una altura reducida con respecto al suelo. La transmisión también está preparada para soportar los continuos cambios de velocidad de manera efectiva. Se suelen clasificar en deportivos, superdeportivos e hiperdeportivos.
Son una clase de automóviles más pequeños que los convencionales, sus carrocerías suelen ser del tipo cupé y en buena parte de los casos son también descapotables.
Se relacionan con el lujo y la ostentación, aunque un deportivo puro puede llegar a ser muy incómodo para los pasajeros. No suelen tener suficiente espacio por dentro, por lo que cuando se trata de transportar a una familia o a una persona que comúnmente lleve mucho equipaje, no resulta muy práctico.[3][4][5]
Existen distintos tipos de automóviles deportivos, que se distinguen según sus características:
Otros ejemplos pueden tener características deportivas, pero sin que se utilice propiamente el término "automóviles deportivos" para describirlos. En este caso, suelen ser versiones modificadas de automóviles no deportivos. Las versiones deportivas derivadas de automóviles de los segmentos A, B o C con carrocería tipo hatchback, se suelen denominar compactos. A su vez, un derivado de un sedán se denomina como "berlina deportiva".