Alcohol y sexo
De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
El alcohol y el sexo está relacionado con los efectos que el consumo de alcohol provoca en el comportamiento sexual.[1] Los efectos del alcohol se equilibran entre sus efectos supresores sobre la fisiología sexual, lo que disminuirá la actividad sexual, y su supresión de las inhibiciones psicológicas, lo que puede aumentar el deseo sexual.[2]
El alcohol es un depresor.[3] Después del consumo, éste hace que los sistemas del cuerpo se desaceleren. A menudo, los sentimientos de embriaguez están asociados con la alegría y la felicidad, pero pueden surgir otros sentimientos de ira o depresión. El equilibrio, el juicio y la coordinación también se ven afectados negativamente. Uno de los efectos secundarios más significativos a corto plazo del alcohol es la baja inhibición. La reducción de inhibiciones puede conducir a un aumento en el comportamiento sexual.[2]