Albur (México)
Juego de palabras similar al calambur, pero con connotación sexual / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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En México y Centroamérica, el albur es un juego de palabras, más precisamente un calambur, donde los participantes hacen referencia a situaciones en doble sentido sexual o escatológico.[1] En su forma típica, se considera que alguien "gana" el intercambio cuando su interlocutor queda callado o su respuesta no es tan ingeniosa y así terminar "demostrando" que el perdedor es hipotéticamente sometido por la persona usando expresiones que en su polisemia remiten al sexo anal, a la felación o alusiones a los genitales femeninos y masculinos.[2] Se diferencia de los juegos de palabras o al doble sentido presente en otros países de habla hispana, dado que, en su forma social, el albur implica no sólo insultar, sino que constituye una suerte de duelo verbal entre dos personas.[3][4] Esta forma lingüística, que tiene antecedentes en la época mesoamericana,[5] ha sido señalada como una forma de ingenio,[6] de creatividad y como un código secreto entre las personas que lo usan,[3] pero también criticado como una forma de lenguaje sexista, homofóbica, machista[7] o humillante.[8][9]
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Dada su estructura y el machismo imperante en la sociedad mexicana,[1] este juego de palabras es común entre hombres heterosexuales que consideran gracioso o denigrante ser vencidos al ser asimilados como homosexuales. Tal contradicción mereció el análisis de pensadores del país como Samuel Ramos,[10] Octavio Paz —quien lo criticó en su Laberinto de la soledad[11]— o Carlos Monsiváis, quien lo reconoció como parte de la cultura mexicana,[6] pero también como "un respiradero verbal de los reprimidos sexuales".[12]
El albur como fenómeno ha sido estudiado desde la lingüística, la antropología, la filosofía, la sociología, los estudios culturales y la historia, entre otros campos.[13]