El rey babilonio Nabucodonosor II conquista Jerusalén, capital de Judá, y envía al exilio en Babilonia a la clase superior judaica. El exilio había sido anunciado por los profetas mucho tiempo atrás como castigo divino.[1]
Los líderes de Atenas, enfrentados a una crisis económica y al descontento popular, nombran al estadista-poetaSolónarconteepónimo para instituir reformas democráticas y revivir la constitución del país, extendiendo la ciudadanía a los hombres varones de muchas clases. Modificación en sentido timocrático.
Solón es nombrado arconte de Atenas. Promulga una constitución que sentará las bases de la democracia, reduce los privilegios de la nobleza, prohíbe la esclavitud de los campesinos y adelanta una codificación del derecho.[1]