Los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki fueron ataques nucleares ordenados por Harry Truman, presidente de los Estados Unidos de América, contra
víctimas. Los hornos de Auschwitz y la incineración atómica de Hiroshima y Nagasaki inscribieron un capítulo aún más funesto en la crónica de la brutalidad
ciencia de no tiene que avengonzarse de nada, incluso en las ruinas de Nagasaki». «La esencia de la ciencia: pregunta algo impertinente y estás en el camino
víctimas. Los hornos de Auschwitz y la incineración atómica de Hiroshima y Nagasaki inscribieron un capítulo aún más funesto en la crónica de la brutalidad
silenciado por el recuerdo de la realidad de los acontecimientos de Hiroshima y Nagasaki». Fuente: POPPER, K. (1985). Teoría cuántica y el cisma en fisica. Madrid