Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 243 años.
Gotthold Ephraim Lessing (Kamenz, Sajonia; 22 de enero de 1729 – Brunswick, 15 de febrero de 1781) fue un escritor y crítico del arte alemán de la Ilustración.
«Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado».[1]
«Ayer amaba; hoy sufro y mañana muero. Sin embargo, gustosamente pienso hoy y mañana en el ayer».[2]
«“¿Cómo se llama al animal más temible?”, preguntó un rey a cierto sabio. Y éste respondió: “Los salvajes le llaman tirano; los mansos, adulador”».[3]
«El alma es el espejo de un universo indestructible».[4]
«El hombre más lento, que no pierde de vista el fin, va siempre más veloz que el que va sin perseguir un punto fijo».[5]
«El sabio no puede decir lo que es mejor callar».[6]
«Hay hombres célebres; hay otros que merecen serlo».[7]
«La palabra “casualidad” es una blasfemia; nada bajo el sol sucede por casualidad».[8]
«La revelación es al género humano lo que la educación es al individuo».[9]
«La risa nos mantiene más razonables que el enojo».[10]
«Las victorias deciden las guerras, pero son muy ambiguas como prueba de la justicia de una causa; mejor dicho, no valen como pruebas».[11]
«No son libres todos los que se burlan de sus cadenas».[20]
«Pedir prestado no es mucho mejor que mendigar, así como prestar con usura no es mucho menos que robar».[21]
«Quien mucho sabe, tiene mucho de qué preocuparse».[22]
«Tanto como la vida sobrepasa los límites del cuadro, así la poesía sobrepasa la pintura».[23]
Reflexiones
«Muy de desear que en todo Estado hubiera hombres que estuvieran por encima de los prejuicios de sus pueblos y que supieran bien dónde deja de ser ya virtud el patriotismo. Muy de desear que en todo Estado hubiera hombres que no se sometieran a los prejuicios de su religión nativa; que no creyeran que es preciso que sea bueno y verdadero todo lo que su religión tiene por bueno y verdadero. Muy de desear que en todo Estado hubiera hombres a quienes no deslumbra la grandeza social y a quienes no fastidia la insignificancia social; hombres, en cuya sociedad el grande no tiene inconveniente en abajarse y el chico se atreve a alzarse».[24]
↑ Lessing «Ernst y Falk. Diálogos para francmasones (diálogo segundo)». Escritos filosóficos y teológicos, p. 671. Editorial Anthropos, ed. 1990. ISBN 84-7658-235-8.
Bartra (datos.bne). Frases y citas célebres. Grijalbo. p.177. ISBN8425315263.