«Venciste, mujer, venciste con no dejarte vencer».[15]
«Y para mí, el que es valiente es todo lo demás, puesto que el ánimo es don del alma, y la agilidad, del cuerpo».[6]
«A la que me quiere quiero y a la que me olvida olvido».[16]
«Es admitido proverbio que el bueno para enemigo Será para amigo bueno».[17]
«No diga que tiene amor quien no tiene atrevimiento».[18]
«No es tan malo no ser bueno y parecerlo como serlo y no mostrarlo».[19]
«Pisando la tierra dura de continuo el hombre está, y cada paso que da es sobre su sepultura».[20]
«Si definiéramos a Lope y Calderón, no por lo que tienen, sino por lo que tienen de sobra, diríamos que Lope es el poeta de las ramas verdes; Calderón, el de las virutas. Yo os aconsejo que leáis a Lope antes que a Calderón. Porque Calderón es un final, un final magnífico, la catedral de estilo jesuita del barroco literario español».[21]
Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)