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Los medios de comunicación en Perú tienen sus antecedentes en las culturas originarias y el desarrollo de su lenguaje y escritura.[1] La prensa es uno de los medios más antiguos, que se desarrolló incluso antes de la Independencia.[2] El país cuenta también con medios audiovisuales como la radio (con más de mil estaciones en Lima en 2002) y la televisión (siete son señal abierta nacional en 2002), que se desarrollaron a lo largo del siglo XX.[2] Finalmente, llegó Internet, con el surgimiento del servicio Infovía a finales de los años 1990.[2]
En Perú se recurre al espectro radioeléctrico, una tecnología que facilita la difusión de noticias a un coste menor que la imprenta. Su infraestructura estuvo históricamente dominada por inversores del sector privado, con la salvedad de la administración de Velasco Alvarado.[3] La Ley General de 1971 estableció un proceso de concesión por 20 años para la operación de telecomunicaciones.[4] Posteriormente, las políticas neoliberales redujeron el control de las concesiones,[5] que pasaron a alquilarse a cambio de una tasa por explotación comercial. El Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) se encarga de garantizar la buena infraestructura.[6]
En el ámbito de la radiodifusión, solo existe una ley para su regulación.[5][7] Al igual que la prensa impresa de Lima, pocas entidades mediáticas son quienes desempeñan un papel predominante en la esfera pública. El 80 % de las mayores empresas de medios de comunicación de Perú son propiedad de parientes de la misma familia.[8] Las familias adineradas ejercen un control considerable sobre los medios de comunicación y utilizan su influencia para moldear las decisiones políticas en su propio beneficio financiero.[9][10][11] Dichos beneficios dependen del Estado y de las decisiones colectivas, como las de la Asociación Nacional de Anunciantes.[12][13]
Los medios de comunicación tradicionales se consolidaron como un medio accesible a nivel nacional, y la calle es uno de los espacios donde más se recibe y socializa.[14] Si bien la radio es popular en varias clases sociales del país, la televisión tiene una fuerte presencia entre la población femenina costeña de mediana edad (según Ipsos en 2019),[15] aunque se sugiere que se extendió al público senil (según un estudio de 2024).[16] Esta apuesta por espacios de entretenimiento, como las telenovelas, siendo las de Turquía las más rentables.[17] Sin embargo, su producción de entretenimiento se degradó con el fin de ganar un público principalmente sin formación crítica e incapaz de exigir contenido de calidad.[18] En 2004, cuando Internet no era tan masivo, los medios se habían enfocado más en la farándula y en la actualidad policial que en la política.[19] Los medios de comunicación dominantes en Perú se caracterizan por su postura económica y políticamente conservadora.[20]
Desde la década de 2010, los principales medios de comunicación anteriormente de buena reputación comenzaron a diseminar desinformación política, seguida por pseudociencia relacionada con la pandemia de COVID-19.[21] Algunos de estos medios recibieron ayuda financiera para mejorar su situación económica.[22] Las acusaciones de desinformación se intensificaron en medio de la polarización social, exacerbada por la crisis política de 2021.[10][20][23]
Para los siguientes años del siglo XXI, los medios de prestigio se alejaron de los grandes conglomerados para enfocarse en el periodismo de investigación digital, siendo las dos principales organizaciones de investigación IDL-Reporteros y Ojo Público.[20][24][25] Por otra parte, a causa de las deficiencias de la prensa de Lima, la prensa alternativa, compuesta principalmente por comunicadores regionales, desempeñó un papel crucial en la cobertura política durante el gobierno de Pedro Castillo y la convulsión social.
La radio en Perú hace su aparición en 1925 con la inauguración de la actual Radio Nacional del Perú. Inicialmente, las primeras radios se instalaron en Lima,[26] pero ya en la década siguiente se extendieron a nivel nacional. En un principio, la asignación de frecuencias era privada,[27] pero en los años 1930 se convirtió en un medio de comunicación comercial, con el crecimiento de emisoras locales como DUSA (Difusora Universal S.A.) y Grellaund. En la década de 1950, la programación radiofónica aumentó a entre 2 y 12 horas diarias.[28] En la década de 1970, las estaciones comenzaron a emitir en regiones andinas y selváticas, con programación producida en esas regiones.[26] En esa época, se difundió con mayor frecuencia la música andina, la nueva ola y la cumbia peruana.[29]
Como uno de los medios masivos en el país, junto a la televisión y la prensa escrita, la Compañía Peruana de Mercados y Opinión Pública señaló que, de 43 ciudades consultadas durante 2002, casi 6 de 10 personas encuestadas lo escuchan a diario.[30] En 2020 Kantar Ibope Media indicó que el 75 % de los encuestados escucha radio todos los días.[31] En 2013, Ibope Media señaló a Perú como uno de los mayores consumidores de música en Latinoamérica con 84 %, en que se considera los 6.2 millones de radioescuchas limeños según Ipsos Perú.[32] Además, un estudio de Target Group Index de Ibope Media señaló que el horario central, en donde hay mayor audiencia, corresponde de seis a nueve de la mañana.[33]La televisión en Perú es uno de los medios de comunicación masivos en el país y uno de los dominantes desde finales del siglo XX. Se desarrollaron en simultáneo con la radio entre los años 1950 y 1960 con el surgimiento de canales locales. Sin embargo, con la llegada de Velasco Alvarado, las estaciones se redujeron a 3 y que volvió a resurgir en los años de 1980 con cuatro nuevos canales, al menos en Lima.[34]
En la actualidad, existen 2154 estaciones de televisión en todo el Perú (2022), 133 de las cuales están en Lima. Siendo Cusco la región con más estaciones (241) y Apurímac la región de mayor crecimiento (un 51 %) frente al año anterior. El titular del servicio de radiodifusión televisiva con más estaciones es el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) con 334 en todo el Perú. El 59% de estaciones de TV tiene una finalidad comercial, el 40% educativa y solo el 1 % tiene finalidad comunitaria. Cusco es la región con más estaciones de TV comercial (154), mientras que Áncash lidera la lista de estaciones con fines educativos (88) y comunitarios (18).
La televisión y la radio son medios altamente consumidos por los peruanos y peruanas, a pesar del incremento de los medios digitales. Según estudios del Concortv (2019), el 99 % ve la televisión y el 83 % escucha la radio. Además, el 100 % de niños, niñas y adolescentes ve la televisión y el 81 % escucha la radio.[35] Actualmente transmiten con cobertura nacional 6 grandes cadenas generalistas que a su vez ofrecen 5 canales temáticos adicionales (del total son 8 canales privados y 3 públicos).La obtención de los servicios de radiodifusión se basan en la ley Ley de Radio y Televisión. Cada canal debe estar registrado en el Registro Nacional de Frecuencia, por lo que los canales (o frecuencias) no registrados pueden solicitarse a la Dirección General de Autorizaciones en Telecomunicaciones,[36] propiedad del Viceministerio de Comunicaciones, o participar en un concurso público por un plazo renovable de 10 años.[37][38] Además, se paga un canon por emisión de las frecuencias, que dependerá de la potencia, el área y la unidad impositiva tributaria.[37] Obligatoriamente, al menos una frecuencia de radiodifusión local es reservada exclusivamente al Estado peruano por decreto legislativo 829 (cuando es formado el IRTP).[38] Incluso, en situaciones bélicas, las frecuencias radial pasan como operadores al Ministerio de Defensa.[38]
Oficialmente se necesita homologar una transmisión.[38] En 2014 se promulgó normas de amnistía para fomentar las emisoras de radio y televisión comunitarias.[39] En 2022 se añadió una modificación sobre el otorgamiento de licencia bajo una potencia permitida de transmisión así como su sistema irradiante.[40]
La telefonía llega al país con la formación de la Compañía Peruana de Teléfonos en los años 1920. En 1994 existió una densidad de 3.4 teléfonos por cada cien habitantes.[41] En 1998 comenzó a operarse la telefonía rural para extender a 1.7 millones de clientes.[42] Para los años 2000, además de establecer un tarifa plana,[43] se estableció un cargo de interconexión para aparatar los costes.[44] Posteriormente se propuso distribuir los servicios de telefonía fija, dominado por Telefónica.[45]
En los años 2000 se introdujo un método de consumo para telefonía fija y móvil mediante tarjeta prepago. Estas tarjetas ofrecían una alternativa a los planes tarifarios de cuota fija, permitiendo a los usuarios gastar minutos de llamada hasta el valor nominal asignado a cada tarjeta. No obstante, las tarjetas prepagadas no eran recargables, y en 2007 se implementó un plazo máximo de 30 días para su utilización.[46][47]
La telefonía móvil fue introducida en los años 1990, el primero a cargo de Telemóvil.[48][49] Posteriormente, entró en mercado la marca CPT Celular, anteriormente propiedad del Estado.
Para finales de la década, la ciudad de Lima fue pionera a nivel Sudamérica en el sistema CDMA.[50] A 2021, están abiertas 42 millones de líneas.[51] Para comunicarse de un teléfono a otro, se recurre al sistema de prefijos numéricos. Para los años 2020, la venta ambulatoria de chips está prohibida,[52] mientras que las tarifas de servicio telefónico establecidas en los contratos no pueden modificarse ni sus atributos reducirse.[53]
Anualmente los servicios de comunicaciones se autorizan por un plazo de 20 años.[37] En 2009 se implementó la portabilidad numérica, para cambiarse de operador.[54]
El regulador técnico de la Internet en Perú es el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a través de la Subsecretaría de Telecomunicaciones. El dominio de nivel superior geográfico es .pe). Al año 2010 existen en Perú 268 225 hosts de Internet y 9.158 millones de usuarios.[55] En el 2017, de acuerdo a la empresa británica Open Signal, Perú ocupaba el primer lugar en Latinoamérica en velocidad de Internet móvil, con 10 Mbps, superando a naciones como México (que le sigue en la lista junto a Uruguay y Chile con una velocidad de 9.9 Mbps), Brasil (8.8) y Colombia (7.6).[56]
En 2002 la cantidad de usuarios conectados al menos una vez por mes fueron de 1.740.000.[57] El número de suscriptores al servicio de internet fijo en todo el Perú fue de 2 105 280 hacia el tercer trimestre de 2016, indican datos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.[58]
La inversión de publicidad en el Internet en el 2008 fue de 10.5 millones de dólares, lo que significa un crecimiento del 55 % con relación al 2007, según informó IAB Perú.
Lima y Callao tuvieron el 63.3 % del mercado nacional de este servicio, con aproximadamente 1.3 millones de suscriptores. El internet móvil tiene más de 18 millones de suscriptores. En Lima se encuentran 7.1 millones.
Perú es uno de los pocos países en el mundo que permite a los sitios web utilizar el dominio .pe y .com.pe sin restricciones.La prensa de Perú surge desde su primer periódico nacional en la época republicana, El Peruano, cuyo primer número se publicó el 22 de octubre de 1825. Para el siglo XX, surgen los medios comerciales más importantes, El Comercio (1832), El Callao (1883), La Prensa (1903) y La Crónica (1912).[59][60]
En la actualidad algunos de estos se publican durante toda la semana (diario) o semanal o quincenalmente (periódico). También se muestran suplementos como las revistas (publicaciones semanales, quincenales y mensuales) en Perú de circulación nacional.
Una fracción de la prensa peruana, la tradicional, suele tener mayor preferencia a intereses corporativos y políticos, lo cual hace que parte de la población no la considera confiable (según estudios realizados en 2007 y 2024).[61][62] Una considerable parte de la misma la opera el Grupo El Comercio (78 % del mercado de tiraje en 2013), uno de los mayores conglomerados de diarios y periódicos de distribución nacional.[63]Aunque Perú no cuenta con satélites comerciales, en 1969 se implementó la Estación Terrena para Comunicaciones Internacionales Vía Satélite de Lurín, este fue pionero en la comunicación a distancia porque se emitió la etapa eliminatoria del Mundial de México 70.[64] Posteriormente, existen dispositivos que se comunican a distancia como PeruSat-1 y su precesor Chasqui 1.
En Perú, la censura ha sido utilizada para reprimir a quienes disienten del fujimorismo y de las Fuerzas Armadas del Perú.[65] Durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado se implementó una nueva ley de prensa, ordenando la expropiación de todos los periódicos de circulación nacional en 1974.[66] A fines de la década de 1980, las Fuerzas Armadas del Perú crearon el Plan Verde, que habría implicado el genocidio de los peruanos empobrecidos e indígenas, el control o censura de la prensa en la nación y el establecimiento de una economía neoliberal controlada por una junta militar.[67] Después de las elecciones generales de Perú de 1990, el nuevo presidente electo Alberto Fujimori adoptaría muchas de las políticas descritas en el Plan Verde.[68][69] Durante el resto del mandato de Fujimori, su gobierno pagó a los medios de comunicación por una cobertura positiva y para ayudar a mantener la presidencia.[70]
En la década de 2010, la violencia y las amenazas de muerte contra los trabajadores de la prensa provocaron el declive de la libertad de prensa en Perú.[71] Durante la crisis de fines de la década de 2010, el Congreso intentó controlar a la prensa.[72] Los ataques verbales contra trabajadores de la prensa por parte de políticos aumentaron en la década de 2020, y Reporteros sin Fronteras documentó que grupos de extrema derecha en Perú atacaban a periodistas.[73]
Según Reporteros sin Fronteras, el pluralismo mediático en Perú es escaso y representa una amenaza para la libertad de información en la nación, especialmente por la falta de regulación gubernamental.[74] La pluralidad ha sido motivo de estudio en varios gobiernos, siendo el de Juan Velasco Alvarado el que dio como resultado el desarrollo de alternativas de comunicación y el descubrimiento de que en esos espacios se propagaban ideas populistas y democráticas. Este último caso fue llevado a cabo por parte de los opositores al régimen.[75]
El Grupo El Comercio es el conglomerado de medios más grande de Perú y uno de los más grandes de América del Sur. Desde que adquirió a su rival EPENSA, en 2013, el grupo posee el 80% de los periódicos, recibe el 65% de los lectores en línea y genera el 57% de los ingresos entre las industrias mediáticas más grandes del país.[74][76][77][78] Como muchas otras organizaciones de medios en Perú, El Comercio pertenece a una familia, la familia Miró Quesada, que también es propietaria de América Televisión.[11][74] La familia Miro Quesada y su Grupo El Comercio han apoyado con frecuencia a candidatos políticos de la derecha, incluida Keiko Fujimori.[11][79] Su competidor es el Grupo La República, que también es propietario de varias entidades, incluida La República, y apoya la política de centro-derecha.[9]
Más allá de la imprenta, canales de televisión como América Televisión, ATV y Latina concentran el 57% de la audiencia nacional.[79] En radiocomunicaciones, CRP, Panamericana de Radios, Grupo RPP y Corporación Universal controlan gran parte del mercado, en que CRP y RPP poseen más del límite legal del 20% de las frecuencias en Lima, según Reporteros Sin Fronteras.[79]
Internet se convirtió en una plataforma vital para la formación y el debate de posturas políticas desde los años 1990.[80] En el año 2000, la revista Caretas registró el primer debate virtual entre ciudadanos, coincidiendo con las elecciones presidenciales.[81] En 2003, José Antonio Godoy creó el prototipo de un blog, Desde el tercer piso, que se materializó en 2004 y marcó el inicio de una época de mayor libertad de comunicación política.[82] Figuras como Marco Sifuentes se beneficiaron de este nuevo escenario en línea para expresar sus ideas y promover el debate.[83][82] Javier Albarracín figura como un baluarte en el desarrollo de los blogs en el Perú, fundando el directorio Perúblogs[84] y el programa digital Telúrica de relevancia latinoamericana.[85] Según el crítico de cine Ricardo Bedoya, los blogs se distinguen por su brevedad y, a menudo, por una cobertura más amplia que los medios tradicionales.[86]
Para 2005, el número de blogs ascendía a 400, cifra que se elevó a 3600 en 2006[87] y 5000 en 2007.[84] Para los años 2010, se estableció el portal independiente La Mula, financiado por la Red Científica Peruana, donde alberga contenido miscelánea por varios años.[88][89]
En los siguientes años surgieron los pódcast, una nueva forma de distribución que plataformas como Spotify han popularizado.[90] Los proyectos independientes adoptaron esta modalidad y los medios de comunicación masivos, como RPP y La República, les siguieron con contenido completamente exclusivo para ese formato. Los programas más populares para 2019 fueron Hablando Huevadas (de Jorge Luna y Ricardo Mendoza) y Moloko Podcast (de Carlos Orozco y Hugo Lezama).[91] El primero se centró en el humor en directo, mientras que el segundo se enfocó en la actualidad social y política.
Moloko Podcast comenzó como un programa en vivo presentado por Carlos Orozco Solís,[92] quien ya había desarrollado videoensayos años atrás junto a su excompañero universitario Hugo Lezama,[93] e incluso se registró en 2020 como parte de los «servicios de entretenimiento y actividades deportivas y culturales».[94] Orozco y Lezama describieron que Internet es «un lugar donde pueden hacer lo que en la televisión no hacían y decir palabrotas» y descartaron que las principales figuras se interesen en proponer contenidos divertidos.[95] Por diferencias creativas, una de las producciones pioneras en este formato finalizó en 2023.[96]
En la década de 2020, los medios digitales se convirtieron en los canales con mayor demanda para informarse y entretenerse (según según Patricia Salinas)[97] y en los de mayor ingreso publicitario que los medios tradicionales (según Havas Group).[98] Esto ocurre cuando los medios tradicionales de radio y televisión han dejado de tener un papel importante para la ciudadanía[99] y pocas de ellas (Canal N, Latina y RPP) se han adaptado a las redes sociales para compartir lo último en tiempo récord (denominándolos «medios de respuesta inmediata»).[100] Locutores radiofónicos como Carlos Carlín, Daniel Marquina y Jesús Alzamora han emprendido sus propios espacios en YouTube.[101]
En el ámbito político, los mayores exponentes del rubro digital son los informativos diarios El Diario de Curwen y La Encerrona, con centenas de miles de suscriptores en redes sociales.[102] En el ámbito del entretenimiento, existen varios canales que albergan programas propios en YouTube. El especialista Renzo Rotta indicó en 2024 que No Somos TV (de Jorge Luna, Ricardo Mendoza y Cathy Sáenz) contó con seis programas entre los 50 más vistos del país, La Roro Network (de Carlos Orozco, Daniel Marquina y Macla Yamada) tuvo cinco y A Presión (de Peter Arévalo) tuvo cuatro.[102] Según el diario Expreso, los canales que compiten por la mayor audiencia en vivo son No Somos TV y La Roro Network, con un pico de 15 000 espectadores.[103]
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