Para conocimiento de la geografía eclesiástica visigótica pueden utilizarse varias fuentes como la Hitación de Wamba[2] de finales del siglo VII, las signaturas de prelados en las actas de los concilios de Toledo, las obras de Idacio o de Isidoro de Sevilla y las llamadas Nomina sedium episcoplaium estudiadas por Claudio Sánchez Albornoz.[3]
En el sigloIII, la ciudad de Toletum se encontraba incluida dentro de la provinciacarthaginensis con capital en la ciudad de Carthago Nova, la actual Cartagena. La división en diócesis de Hispania se basó en la división provincial romana, por lo que la sede episcopal de Toledo dependía orgánicamente de la de Cartagena.
A mediados del sigloVI, el emperador bizantinoJustiniano se hizo con el control de una franja importante del sur de Hispania, incluyendo sedes diocesanas tan importantes como Corduba, Begastri, Illici y la propia Cartagena, ahora renombrada por Justiniano como Carthago Spartaria.
En los concilios de Toledo aparecen las firmas de 21 o 22 obispos de esta provincia, cuya sede estaba en la ciudad de Toledo. la mayor confusión la tenemos en los nombres de Segobriga, Segovia y Segontia, los tres procedentes del término Sego, que significa «victoria» (prefijo también presente en el nombre de otras ciudades como Segeda y Segontia), y del sufijo -briga, que significaría «ciudad» o «fortaleza». Por lo que podría ser traducido como «Ciudad de la victoria» o «Ciudad victoriosa».
Acci, actualmente Guadix. En el año 304 d.C., el obispo de Guadix, Félix, presidió el Concilio de Iliberis, sin lugar a dudas el que fuera el más importante de la España romana. La tradición con respecto al patrón de la ciudad, San Torcuato, y los siete varones apostólicos, como «los primeros evangelizadores de la península», tiene mucho arraigo en el lugar.
Basti, la actual Baza, capital de la región antigua llamada «Bastetania» o «Bastitania».
Beacio, también conocida como Beatia, la actual Baeza. Al final del imperio romano Biatia recoge el testigo de capitalidad de la provincia que ostentaba Cástulo, al trasladarse aquí la ceca y el obispado.
Cástulo, Sede titular de Cástulo, situada en las proximidades de Linares, se interrumpe a finales del sigloVII siendo el X Concilio de Toledo el último al que asisten los obispos castulonenses, la Diócesis de Cástulo-Cazlona fue creada en 350 y suprimida hacia el año 400. Su sede fue una antigua e importante ciudad íbera, capital de la Oretania.
Elo, o Elolana, en Montealegre del Castillo. En el último tercio del sigloVII estuvo unida a la de Illici, siendo muy probable que también constituyesen un solo condado, residiendo el obispo en Elche y el conde en Elo o Edo.[5]
Ercávica o Arcávica, es el nombre de una antigua ciudad romana, con la categoría de municipio, que se encuentra en Cañaveruelas, localidad situada en la provincia de Cuenca.
Mentesa, actual La Guardia de Jaén y antigua Mentesa Bastia. Fundada según Flórez por los apostólicos, ya en el sigloIII posee una de las primitivas sillas pontificas, enviando a Pardo (uno de los más antiguos) al Concilio de Iliberis. Sus 11 obispos asistieron a, al menos, 12 de los diferentes Concilios de Toledo. También fue ceca romana y visigoda.
Palantia, la actual ciudad de Palencia. Sede episcopal desde el sigloIV, se dice que su diócesis era la más importante de España tras la Toledana. Quedan restos visigodos en la Cripta de San Antolín.
Uxama, Oxoma, la actual Ciudad de Osma. Uxama Argaela era una ciudad celtíbero-romana que en la época visigoda mutó su nombre por el de Oxoma u Osoma, a la par que le era reconocida su importancia al ser encumbrada al rango de sede episcopal en el año 597. En la actualidad es el Obispado de Osma.
Valentia, la actual Valencia. Se fundó como Valentia Edetanorum en el año 138a.C., siendo cónsul romano Décimo Junio Bruto Galaico. Creada en el año 527, se especula con la posibilidad de que en la ciudad se celebrara un Concilio en el año 546.
García Villada considera también la existencia de la diócesis de Cartagena, aunque probablemente desapareciera a principios del sigloVII. La primera presencia documental de un obispo de Cartagena se refiere al obispo Héctor, que asistió en 516 al Concilio de Tarragona.
Bética
Hispalis es la metrópoli de los obispados de la Bética, que debieron ser solo diez:
Egabro, la actual Cabra. Igabrum fue sede episcopal desde el sigloIII. Al II Concilio de Toledo, celebrado en el año 589, acudió el obispo egabrense Juan, quien firmó en decimonoveno lugar entre los 72 asistentes.[7] Desde 2022 Ramón Darío Valdivia Giménez, obispo auxiliar de Sevilla, está designado de forma protocolaria como Obispo de Egabro.
Itálica, cerca de Sevilla, antigua Colonia Aelia Augusta Italica. Sus murallas fueron restauradas por Leovigildo en el año 583 (J. Bicl., Chron. ad. an. 583),[8] en el marco de sus luchas contra Hermenegildo. Hasta el final del sigloVII consta la presencia de obispos italicenses en varios concilios cristianos, siendo el último en el que se documenta uno de ellos, Cuniuldo, en el XVI Concilio de Toledo del año 693[9]
Malaca, la actual Málaga. Bajo el dominio visigodo, Málaga se convirtió en sede episcopal. El primer obispo conocido fue Patricio, consagrado sobre 290, y presente en el Concilio de Elvira. Fue una de las más importantes ciudades de la provincia bizantina de Spania, hasta que son expulsados por los visigodos, en el 615.
Tucci, la actual Martos, antigua Colonia Augusta Gemella Tuccitana.
García Villada añade el obispado de Abdera, la actual Adra, aunque se trata de una conjetura poco probable.
Ábela, la actual Ávila. La diócesis se creó probablemente en el último cuarto del sigloIV, el obispo herético Prisciliano fue ajusticiado en Tréveris en 385. Después de este obispo, se sabe de que en el sigloVII algunos obispos de Ávila participan en los concilios de Toledo.
Conimbrica, la actual diócesis de Coímbra. La ciudad de Aeminium le que quitó el poderío y para ella se transfiere la sede episcopal, aunque en los Concilios hasta al sigloVII continua apareciendo el obispo de la ciudad.
Ebora, la actual diócesis de Évora. Évora se convirtió en avanzadilla militar romana en el 80a.C. y en obispado en el sigloVd.C.
Pax Julia, Civitas Pacensis o también Civitas Pacis (actual Beja), capital del Conventus Pacencis y restaurada enBadajoz[11] en el sigloXIII. La diócesis de Beja no sería fundada hasta el sigloXVIII, y no bajo el nombre de Pacense (Badajoz), sino de Beiense.
De efímera existencia fue la diócesis de 'Aquis, instituida por el rey Wamba en el año 677 y anulada por el concilio de Toledo de 681.
Gallaecia
Bracara Augusta es la metrópoli de los obispados de la Gallaecia, que debieron ser solo nueve.
Del periodo suevo-visigótico se conocen los nombres de 12 prelados bracarenses.
Dumio, cerca de Braga, la actual Dume. El monasterio de Dumio, fundado por Martín de Braga fue el principal centro de difusión de cultura y espiritualidad cristiana de origen oriental en el norte de la península.
Magneto, los especialistas hacen corresponder con el actual Meinedo, en el municipio de Lousada, El Parroquial Suévico de San Martín de Braga, estudiado por el canónigo Pierre David después de su identificación por el también canónigo Avelino de Jesus da Costa, uno de los hombres más importantes de la diplomacia portuguesa,[13] se refiere, siglos después, a una aldea llamada Portucale Castrum Antiquum, en el margen izquierdo, y otro, el Portucale Castrum Novum, en el derecho. Actualmente corresponde a la diócesis de Oporto.
Tarraco es la metrópoli de los obispados de la Tarraconense, que fueron quince, los otros catorce eran:
Auca, la actual Villafranca Montes de Oca, sede episcopal hasta su traslado a Gamonal, en 1075 y posteriormente trasladada a Burgos. A partir del sigloIII existen algunas noticias sobre la diócesis de Auca, aunque su primera mención oficial data del año 589, cuando el obispo aucense Asterio asiste al III Concilio de Toledo.
Ausona, la actual Vich, sede del obispado de Vich. La diócesis se creó en el sigloV su primer obispo conocido fue Cinidi, que participó en el Concilio de Tarragona de 516.
Calagurris Nasica, Calagurris Nasica Iulia, la actual ciudad de Calahorra, actualmente sede de la Diócesis de Calahorra. El poeta romano Prudencio da testimonio del martirio y muerte de los hermanos Emeterio y Celedonio, durante el reinado de Diocleciano en el sigloIV.
Egara, la ciudad de Tarrasa, hoy sede de la Diócesis de Tarrasa, data del año 450 y donde se celebró el año 614 el Concilio Provincial de la Tarraconense.
Tirassona, Turiaso, la ciudad de Tarazona, hoy sede de la Diócesis de Tarazona. La primera noticia histórica es del año 449 cuando el ObispoLeón muere a manos de los romanos, desde el año 465 aparecen algunos de sus obispos en los Concilios de Toledo.
Carcasona, colonia de Iulia Carcaso, denominada más adelante como Carcasum y Carcasso. En el sigloVII, los visigodos ocuparon la ciudad que fortificaron rechazando los ataques de los francos.
Helena, Illiberis, villa íbera, renombrada como Castrum Helenae, en honor a la madre del emperador Constantino I, la emperatriz Helena de Constantinopla. De Helena pasó a ser Helna y, por último, Elna, su nombre actual. Durante el sigloVI la villa es la sede y señorío del obispo del Rosellón, y hasta el sigloXVII será su capital religiosa. Actualmente es la diócesis de Perpiñán-Elna.
Luteva, hoy Lodeve. El obispado de Lodève data de finales del sigloIV y vinculado al mártir San Ginés de Arlés, decapitado en el 303 durante las persecuciones de Diocleciano.
Magalona, condado de Septimania cuyo centro era el castillo de Melguelh (nombre en Occitano, siendo conocido en francés como Melgueil y antiguamente Magalona). Dos obispos Boetius en el 589 y Gumildo en el 673.
Nemauso, hoy Nimes El año 462 cayó en poder de los visigodos, quienes la conservaron tras la derrota de Vouillé y la destrucción del reino de Tolosa, formando parte de la Septimania visigoda. Un obispado aparece el sigloV.
Manuel Torres López, Octavio Gil Farrés, Ramón Prieto Bances y Rafael Gibert y Sánchez de la Vega, «Instituciones económicas, sociales y político-administrativas de la península hispánica durante los siglos V, VI y VII», en La Iglesia en la España visigoda, Espasa Calpe, Madrid, 1985, ISBN 84-239-4805-6, página 292.