Loading AI tools
divinidad primordial griega De Wikipedia, la enciclopedia libre
En la mitología griega, Ananké[1] o Anankaia,[2] a veces Ananque[3] (en griego antiguo Ἀνάγκη Ananke o Ἀνάγκαιη Anankaie), era uno de los dioses primordiales, la personificación de la inevitabilidad, la necesidad, la compulsión y la ineludibilidad. Ella es en esencia la fuerza del destino, de quien ningún hombre o dios puede escapar. En la mitología romana se le llamaba Necessitas, y de ahí su traducción como la Necesidad. En los mitos órficos también puede ser nombrada como Adrastea («la ineludible»). Ananké era raramente adorada hasta la creación de la religión mistérica órfica; Pausanias nos cuenta que en la acrópolis de Corinto había un santuario dedicado a la Necesidad y la Fuerza, cuya entrada estaba prohibida para los no iniciados.[4]
Los textos órficos, citados en boca de Orfeo, cuentan cómo Ananké surgió de la nada al principio de los tiempos formada por sí misma como un ser incorpóreo y serpentino cuyos brazos extendidos abarcaban todo el universo. Desde su aparición, Ananké estuvo entrelazada con su compañero, la personificación del tiempo Crono, quienes son citados como «seres de naturaleza pareja».[5] Parece que en otro fragmento Ananké es identificada con otro dios primordial, Tecmor.[6] Sin embargo Epicuro alega que el mundo comenzó como un huevo y que la Necesidad y el Tiempo rodearon este huevo compuesto por los cuatro elementos, y que de este fuerte enlace constrictivo el huevo se dividió en dos partes. La parte superior del huevo, formada por el fuego y el aire, generó el «aire luminoso», el Éter, y también el «viento enrarecido», identificado con el Caos. La parte inferior, de materia más pesada (tierra y agua), formó a la Tierra, y rodeándola por todas partes estaba el Mar. Así todo surgía por obra del Tiempo y la Necesidad, quienes permanecían eternamente entrelazados como las fuerzas del destino y el tiempo que rodean el universo, guiando la rotación de los cielos y el interminable paso del tiempo. Ambos estaban muy lejos del alcance de los dioses más jóvenes, cuyos destinos se decía que controlaban.[7]
Unas versiones interpretan que Ananké surgió por sí misma y otras que nació de la unión entre las Aguas y la Tierra. Su consorte natural era el Tiempo, con quien engendra una tríada, formada por Caos, Éter y Erebo (como los tres aires que constituyen el mundo);[8] o bien esta tríada se trata de Caos, Éter y Eros, el primogénito luminoso (aquí con la identidad de Fanes).[9] A Ananké, como diosa que representa la fuerza ineludible del destino, se la imagina filosóficamente como madre de las Moiras, quienes cantan las cosas del devenir: Láquesis sobre las cosas que fueron, Átropos sobre las que son, pero Cloto sobre las que aún no han sucedido.[10] Para otros es hermana de Crono (primigenio) e hijos ambos de Hydros y Thesis .
Fuera de los textos órficos también aparece su nombre. El nombre Ananké se deriva del griego antiguo ἀνάγκη que significa ‘fuerza, necesidad y protección’. Homero usa el significado de la palabra necesidad (αναγκαίη πολεμίζειν) para decir ‘es necesario luchar’ y fuerza (ἐξ ἀνάγκης) para decir ‘por la fuerza’.[11] En la literatura de la Antigua Grecia, la palabra también significa suerte o destino (ανάγκη δαιμόνων, ‘destino por los demonios o los dioses’). Existe un viejo proverbio que reza que incluso los dioses evitan enfrentarse a la fuerza de la Necesidad, y siguen sus preceptos contentándose;[12] parece que estas palabras también fueron atribuidas a Simónides de Ceos.[13]
Seamless Wikipedia browsing. On steroids.
Every time you click a link to Wikipedia, Wiktionary or Wikiquote in your browser's search results, it will show the modern Wikiwand interface.
Wikiwand extension is a five stars, simple, with minimum permission required to keep your browsing private, safe and transparent.