Víctimas de la guerra Israel-Gaza (2023-presente)
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Como resultado del ataque de Hamás a Israel en comunidades cercanas a la Franja de Gaza y de las bases de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) murieron centenares de personas, mientras otras tantas fueron tomadas cautivas.[1] Al menos 1000 personas entre hombres, mujeres, niños y bebés fueron asesinados el primer día del ataque,[2] incluidos unos 85 ciudadanos de otros países,[3][4] y unas 1500 resultaron heridas.[5] Cerca del Kibutz Reim, unos cincuenta milicianos provenientes de Gaza con uniforme militar mataron a unos 260 jóvenes de entre 20 y 30 años que participaban en el festival de música Supernova en celebración del fin del Sucot.[6]
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Este artículo se refiere o está relacionado con un conflicto armado reciente o actualmente en curso. |
El impacto en vidas humanas es el más alto desde que se tiene registro de conflictos entre Gaza e Israel. Los bombardeos que Israel ha lanzado en respuesta desde ese día sobre la Franja de Gaza han provocado la muerte de al menos 39 175 personas, en su gran mayoría civiles, entre ellos 15 000 niños y más de 10 000 mujeres (en torno al 72 %), a los que se suman más de 90 403 heridos (incluidos 8663 niños y 19 000 mujeres) y más de 10 000 desaparecidos, lo que elevaría la cifra de fallecidos aún más,[7][8] entre ellos 4400 mujeres y niños,[9] Se trata de la mayor pérdida de vidas humanas desde que se tiene registro de conflictos entre Gaza e Israel, siendo las mujeres y los niños las principales víctimas de los ataques israelíes.[10]Save the Children calculaba a mediados de abril que 26 000 niños gazatíes habían muerto o resultado heridos por los ataques israelíes.[11] Con más de mil casos, este conflicto ha causado el mayor número de amputaciones pediátricas de la historia.[12] Por su parte en Cisjordania, donde no opera Hamás, los ataques del Ejército israelí y la violencia de los colonos israelíes radicales han provocado la muerte de al menos 589 personas (incluidos 142 niños) y heridas a otras 5350 personas.[7] Entre las víctimas civiles se encuentran al menos 108 periodistas (103 palestinos, dos israelíes y tres libaneses),[13] más de 254 trabajadores humanitarios, incluidos al menos 188 empleados de la UNRWA —el mayor número de muertos en la historia de la ONU—.[14] y 498 miembros del personal médico.[15]
Algunas de las acciones militares de Israel en territorio palestino han sido blanco de críticas de parte de la comunidad internacional por constituir violaciones al derecho internacional humanitario[16][17] calificables como crímenes de guerra,[18][19][20] entre las que se cuentan el empleo contra población civil de armamento prohibido por tratados internacionales, incluido el uso de munición de fósforo blanco,[21][22] el asesinato de miembros del personal civil de organismos internacionales que cumplían funciones humanitarias,[23][24] el «cerco total» y corte de suministros a la población civil como «castigo colectivo»[25] y la orden de evacuación de civiles bajo amenaza de un ataque inminente, sin que existan lugares seguros donde ir ni una forma segura de llegar.[26] Todo esto ha provocado el desplazamiento forzado de 1,9 millones de gazatíes, más del 75 % de la población, (incluidos 893 000 niños)[27] siendo el mayor desplazamiento sufrido en su historia reciente,[28] y al que la Organización de las Naciones Unidas ya ha catalogado como un crimen de guerra y contra la humanidad.[29]