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El conflicto suscitó muy diversas reacciones entre los diferentes países y organizaciones internacionales, incluyendo diversas llamadas al alto el fuego y muestras de preocupación sobre la situación de la población civil en el terreno. El 8 de enero de 2009, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 1860 en la que instaba a ambas partes a un "alto el fuego inmediato", que fue ignorado tanto por el ejército israelí como por las organizaciones palestinas. Tras la aprobación de la resolución se redoblaron los esfuerzos diplomáticos para tratar de lograr un alto el fuego entre las partes, destacando el plan conjunto presentado por Egipto y Francia
Para comprender el diferente carácter de armamento utilizado por ambas partes, es necesario entender el concepto de conflicto asimétrico, en el que los bandos que se enfrentan no son necesariamente dos ejércitos. En este conflicto se enfrentan el ejército israelí contra la organización islamista Hamás, que cuenta con un brazo armado, las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam, así como otras organizaciones armadas palestinas como la Yihad Islámica, que también combaten contra Israel.
El ejército israelí es considerado el ejército más poderoso y tecnológicamente avanzado de Oriente Medio, y uno de los más avanzados del mundo. Su armamento es principalmente tanto de fabricación estadounidense como propia, pues la importante industria armamentística del país ha desarrollado gran cantidad de proyectos en materia de aviones de vigilancia y combate, tanques, etc.
Los principales instrumentos bélicos utilizados por la Fuerza Aérea Israelí para la ofensiva sobre la Franja de Gaza han sido dos, de fabricación estadounidense ambos: el avión cazabombardero F-16 y el helicóptero de ataque AH-64, más conocido como Apache. Ambos han sido utilizados para bombardear los diferentes objetivos del ejército israelí desde el aire, sin necesidad por tanto de entrar en combate directo con las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam de Hamás. También fueron utilizados a lo largo de todo el conflicto aviones no tripulados, cuya misión principal consistía en vigilar día y noche los posibles objetivos del ejército.
El ejército israelí desplegó a lo largo de toda la frontera con la Franja de Gaza varias decenas de carros de combate Merkava, en previsión de una ofensiva terrestre, que finalmente comenzó el día octavo del conflicto.[1]
Así mismo, la Marina de Israel también ha llevado a cabo operaciones contra el territorio de la Franja de Gaza. Concretamente, atacaron la línea costera de la Franja, y según Ha'aretz, habrían colaborado en los ataques contra otro tipo de objetivos mediante sistemas de misiles tierra-tierra y el sistema de armamento de proximidad Typhoon.[2]
El armamento del que disponen Hamás y demás grupos armados palestinos es fundamentalmente consecuencia del contrabando o de la fabricación artesanal. En este conflicto, el armamento más utilizado han sido los cohetes Qassam, cohetes simples de acero que se fabrican de forma casera y que cuentan con un alcance y puntería muy limitados. También han entrado, a través de la frontera con Egipto y de forma clandestina, cohetes Katyusha y Grad de fabricación rusa y china, que cuentan con mayor capacidad ofensiva, rango de alcance y puntería. Algunos cohetes de este tipo han llegado a caer a unos 20 kilómetros de Tel Aviv, lo que provocó la alarma en parte de la población israelí.
Además de cohetes, los grupos armados palestinos cuentan con varios tipos de morteros de baja puntería, producidos en almacenes y fábricas propias, como el denominado "Sariya-1", que cuenta con un alcance de unos 15 kilómetros. Según algunas informaciones, durante el período de bloqueo israelí de la Franja de Gaza podrían haber entrado por los túneles que unen la Franja con Egipto morteros mejorados de fabricación iraní.
El día 2 de enero, se hizo público que el ejército israelí había reconocido en un informe interno, según Ha'aretz, haber sobreestimado la intensidad de lanzamiento de cohetes por parte de los grupos armados palestinos sobre el sur de Israel, aunque temen que "lo peor esté por llegar". Según esta información, la capacidad bélica de Hamás "no puede ser comparada" con la de Hezbollah, organización chií con la que el ejército israelí mantuvo la Guerra del Líbano de 2006.[3]
El 27 de diciembre el ejército israelí inició por sorpresa su ofensiva sobre la Franja de Gaza. El conflicto comenzó con intensos bombardeos sobre las ciudades de Gaza, Rafah y Jan Younis. Los objetivos principales de los bombardeos fueron los ministerios de la Autoridad Nacional Palestina en Gaza, controlados por Hamás, y las comisarías de Fuerza Ejecutiva, la policía creada por Hamás. Se produjo uno de los ataques más sangrientos de la ofensiva: unas cuarenta personas, entre miembros del cuerpo de policía y familiares, murieron tras ser atacado el cuartel general de Fuerza Ejecutiva en Ciudad de Gaza cuando se producía la ceremonia de graduación del nuevo personal. Entre ellos se encontraba Tawfiq Jaber, responsable de Fuerza Ejecutiva en la Franja de Gaza. La primera oleada de bombardeos acabó con la destrucción de sus objetivos en unos 4 minutos,[4] y murieron unos 225 palestinos, entre civiles y miembros de Hamás.[5]
El objetivo principal de los bombardeos fueron los túneles que transcurren bajo la Ruta Philadelphi, utilizados según Israel por los milicianos palestinos para el suministro y contrabando de armas; también fue bombardeada la Universidad Islámica de Gaza, símbolo del poder de Hamás en la Franja, así como instalaciones policiales y de seguridad de Hamás, carreteras y campos de entrenamiento de la organización islamista. El impacto de un misil israelí contra una casa en Jabalia produjo la muerte de cinco niñas.[6]
El Gobierno israelí aprobó la movilización de 6.500 reservistas, en preparación de la posterior ofensiva terrestre.[7]
Los milicianos palestinos incrementaron significativamente el lanzamiento de cohetes contra territorio israelí. Tres israelíes, todos ellos civiles, murieron como consecuencia de las heridas sufridas por el impacto de los cohetes en Ascalón, Nahal Oz y Asdod.
Las autoridades israelíes ordenaron a los periodistas que "abandonaran las áreas colindantes a la zona", que fueron declaradas "zona militar cerrada", extendiéndose entre dos y cuatro kilómetros más allá de Gaza. Miles de soldados israelíes y de carros de combate Merkava se situaron en torno a la frontera con la Franja de Gaza, en previsión de la invasión terrestre que se produciría más adelante.[8]
Los principales objetivos de los bombardeos israelíes fueron edificios del gobierno, campos de entrenamiento y las casas particulares de miembros destacados de Hamás. [9] El ejército israelí atacó al barco chipriota Dignity, que transportaba 4 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Según un tripulante, un barco israelí "chocó al "Dignity" sin advertencia previa", aunque desde Israel se dijo que se le hicieron advertencias por radio que no fueron respondidas desde el Dignity.[10] Finalmente el barco averiado atracó en la ciudad libanesa de Tiro.[11]
Las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam continuaron lanzando cohetes contra Israel. Dos de ellos impactaron en Beer Sheva, el punto más lejano alcanzado hasta entonces por un cohete desde la Franja de Gaza.[12]
El secretario general de Naciones Unidas y los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos (miembros del Cuarteto de Mediadores para Oriente Próximo) solicitaron a las partes un "alto el fuego inmediato", que fue rechazado posteriormente tanto por Israel como por Hamás.[13]
Egipto cerró el paso de Rafah previamente al bombardeo del ejército israelí de la zona, tratando de destruir los túneles subterráneos que comunican la Franja de Gaza y Egipto. También fueron bombardeados objetivos que ya lo habían sido en anteriores ataques, como la oficina del Primer Ministro, la sede del Ministerio de Interior, además de una casa particular en el campo de refugiados de Jabalia, una mezquita, campos de entrenamiento y posibles zonas de lanzamiento de cohetes contra Israel.[14]
Unos 50 cohetes cayeron sobre territorio israelí; dos de ellos, del tipo Grad, alcanzaron de nuevo la ciudad de Beer Sheva, sin provocar heridos.[15][16]
Un asesinato selectivo llevado a cabo en Jabalia por el ejército israelí acabó con la vida de Nizar Rayyan junto a sus cuatro esposas y 10 de sus 12 hijos. Rayyan era considerado uno de los máximos dirigentes de Hamás en la Franja de Gaza, así como un representante del sector más duro de la organización islamista, partidario de la reanudación de los atentados suicidas contra Israel.[17]
También fueron bombardeados otros edificios, mezquitas y casas particulares en la Ciudad de Gaza, causando decenas de muertos. El Consejo Legislativo Palestino en Gaza, máximo órgano de representación palestino, fue también objetivo de los bombardeos. Por primera vez desde el comienzo de la ofensiva, se produjo una incursión terrestre de tropas israelíes en territorio gazací, que se enfrentaron con miembros de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam en el noreste de la Franja.[18][19]
Por primera vez desde el inicio de la ofensiva, el ejército israelí permitió la salida de personas del interior de la Franja. Unas 300 personas, principalmente palestinos con doble nacionalidad, salieron de la Franja de Gaza a través del paso de Erez.[20]
Los objetivos de los bombardeos fueron principalmente viviendas de los principales miembros de Hamás, aunque también fue bombardeada una mezquita que según Israel era utilizada como almacén de armamento.[21]
Tras la muerte el día anterior de uno de sus líderes, Hamás llamó a la poblacion palestina y árabe a un "día de cólera" contra Israel. El ministro israelí de Defensa Ehud Barak ordenó el cierre de los pasos fronterizos entre Israel y Cisjordania, y la policía israelí dispuso el estado de alerta por temor a las protestas de la población árabe israelí.[21] Miles de palestinos se manifestaron en Cisjordania, en Ramala y en Jerusalén Este, lanzando piedras contra las fuerzas de seguridad, quienes respondieron con gas lacrimógeno contra los manifestantes.[22] Hubo también protestas en otros puntos de Oriente Medio y varios países asiáticos musulmanes.[23]
Los bombardeos del ejército israelí provocaron la muerte de Abu Zakaria al-Jamal, comandante de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam; un avión israelí bombardeó el coche en el que circulaba, en la ciudad de Gaza.[24] Un misil lanzado desde un avión israelí impactó sobre la Mezquita Ibrahim al-Maqadna en Beit Lahiya durante los rezos de la mañana, cuando unos 200 palestinos estaban orando en su interior.[25][26] Treinta personas, incluidos seis niños, murieron, y decenas de personas resultaron heridas de diferente consideración. El ejército israelí había bombardeado previamente otras mezquitas en las afirmaba que Hamás escondía cohetes y armamento, pero el ataque contra la Mezquita Ibrahim al-Maqadna fue la primera vez en la que Israel bombardeó una mezquita mientras se rezaba en su interior.[26][27]
Las tropas israelíes estacionadas en torno a la frontera con la Franja de Gaza comenzaron a disparar un fuerte fuego de artillería contra objetivos del interior de la Franja, preludio definitivo del inicio de la ofensiva terrestre sobre territorio gazací. Carros de combate, vehículos militares y unidades de infantería, escoltados por helicópteros Apache entraron en el noreste de la Franja de Gaza, tras lo que se produjo un fuerte intercambio de fuego con militantes de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam y otros grupos armados palestinos, que provocó la muerte de decenas de milicianos palestinos.[28][29]
Unidades de tierra del ejército israelí avanzaron con unos 10.000 fectivos en torno a Ciudad de Gaza, cercando la capital del territorio costero e incomunicando el norte de la Franja del sur.[30] Mientras tato los bombardeos sobre Gaza prosiguieron, impactando sobre unos sesenta objetivos relacionados con la infraestructura de Hamás, matando a tres miembros destacados de las Brigadas de Izz ad-Din al-Qassam, milicianos y civiles.[31]
Fuertes enfrentamientos entre las tropas israelíes y los milicianos palestinos en el noreste de la Franja de Gaza, cerca del campo de refugiados de Jabalia, provocaron la muerte de varias decenas de milicianos palestinos.[32] Un soldado israelí murió y otro resultó herido grave en estos enfrentamientos, y otros treinta soldados resultaron heridos de diversa consideración.[33]
Un ataque aéreo israelí contra dos ambulancias en Gaza acabó con la vida de cuatro paramédicos que trasladaban a los heridos de la ofensiva israelí;[34] Varios obuses cayeron sobre casas particulares, provocando la muerte de familias enteras, incluyendo varios niños.[32][35]
El bombardeo de una casa en el barrio de Zeitun, en la que el día anterior se habían refugiado 110 palestinos por orden de miembros del ejército israelí, provocó la muerte de al menos treinta de ellos.[36] responsables del ejército israelí afirmaron desconocer el incidente y si dicho inmueble fue bombardeado.[37] El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos Navi Pillay declaró que dicho incidente sería la base para una investigación sobre posibles "crímenes de guerra".[37]
Cinco soldados israelíes murieron en diferentes incidentes: un oficial falleció y cinco soldados resultaron heridos en los combates en la ciudad de Gaza, tres murieron a causa del fuego amigo en el campo de refugiados de Jabalia, y otro más murió en otro incidente producido por el fuego amigo en los alrededores de Beit Hanun.[38]
La misión diplomática de la Unión Europea encabezada por Nicolas Sarkozy, Javier Solana y la Presidencia Checa de la Unión Europea no consiguió lograr un compromiso de las partes para alcanzar un alto el fuego.[39]
Dos escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo en Gaza, en las que se refugiaban centenares de palestinos civiles, fueron alcanzadas por la artillería del ejército israelí, produciendo 43 víctimas.[40] En la escuela de Al-Fakhoura fallecieron al menos cuarenta personas, y varias decenas resultaron heridas, según fuentes médicas palestinas. Un portavoz del ejército hebreo afirmó que desde el interior de la escuela se dispararon proyectiles de mortero contra posiciones del ejército antes del ataque contra la escuela, aunque no se ha mostrado evidencia de ello.[40][41][42]
Un soldado israelí del cuerpo de ingenieros murió y otros cuatro resultaron heridos en el norte de la Franja debido a un ataque de milicianos palestinos mientras se encontraban patrullando.[43] Tras haber completado el sitio a Ciudad de Gaza, los carros de combate israelíes estrecharon en el cerco en torno a las ciudades de Khan Yunis y Deir al-Balah, en el sur de la Franja.[38]
El presidente egipcio Hosni Mubarak y el francés Nicolas Sarkozy presentaron un plan para un alto el fuego entre las partes, que fue apadrinado por varios países y organizaciones internacionales. Israel afirmó que "hay un acuerdo sobre los principios pero todavía hay que trasladarlos a la práctica", mientras que Hamás declaró que el plan presentado "está aún en discusión".[44]
El Gobierno de Israel manifestó su intención de detener cada día sus ataques entre las 11:00 y las 14:00 GMT para permitir el acceso de ayuda humanitaria a la población palestina; Hamás anunció horas después que detendría el lanzamiento de cohetes contra Israel en el mismo intervalo de tiempo. La población palestina aprovecharía dicho intervalo de tiempo para hacer acopio de productos básicos.[45]
Por primera vez desde el inicio del conflicto, cayeron cohetes sobre el norte de Israel; proyectiles Katyusha fueron lanzados desde el sudeste de Líbano, causando cinco heridos en Galilea, al norte de Israel. El ejército israelí respondió posteriormente atacando con cinco misiles contra los lugares desde los que se había lanzado los proyectiles en el sur de Líbano. Fuentes militares israelíes acusaron a milicias palestinas en el sur del Líbano de haber provocado el incidente.[46]
Durante un enfrentamiento con milicianos de Hamás un soldado israelí murió y otro resultó herido leve al ser alcanzados por un misil antitanque mientras llevaban a cabo registros cerca del paso de Kissufim, en la zona central de la Franja de Gaza.[47] Otros dos soldados israelíes morirían en diferentes combates contra milicianos palestinos en el norte de la Franja de Gaza.[48]
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) decidió suspender temporalmente su labor en la Franja de Gaza "debido a las acciones crecientemente hostiles contra sus instalaciones y personal". Su portavoz en Gaza afirmó: "esto pone de manifiesto la inseguridad fundamental dentro de Gaza en un momento en el que estamos intentando abordar las serias necesidades humanitarias de la población aquí".[49]
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la Resolución 1860,[50] en la que exigía un alto el fuego "inmediato y duradero" entre las partes en conflicto, así como la "provisión y distribución a través de toda la Franja de Gaza de asistencia humanitaria, incluyendo comida, combustible y tratamiento médico". Ninguna de las dos partes del conflicto aceptó dicha resolución. La ministra de exteriores de Israel Tzipi Livni, afirmó no aceptar el llamamiento al alto el fuego de la resolución: "el ejército seguirá actuando para alcanzar los objetivos de la operación -un cambio en la situación de seguridad del sur del país". Osama Hamdán, representante de Hamás en Líbano, afirmó que la resolución "no tiene en cuenta el interés palestino, y no se ocupa de levantar el bloqueo o la apertura de los cruces fronterizos".[51]
El Gobierno Libanés anunció haber detenido a los miembros de la célula palestina en el Líbano que podrían ser los causantes del lanzamiento de cohetes contra el norte de Israel el día anterior.[52]
A día de hoy existe una importante polémica sobre el número de palestinos que murieron en la ofensiva, y cúantos de ellos eran civiles y cuántos milicianos. Existen cuatro fuentes principales de datos al respecto, entre ellas los dos bandos en conflicto: el Ministerio de Salud Palestino en Gaza, dependiente de Hamás y las cifras provisionales aportadas por las Fuerzas de Defensa de Israel. También existen los datos proporcionados por dos organizaciones pro derechos humanos: el Centro Palestino para los Derechos Humanos (PCHR en sus siglas en inglés) y el Centro AlMezan para los Derechos Humanos. También es importante subrayar el diferente concepto que cada una de las fuentes tiene respecto a qué es un "miliciano" y qué un civil, lo que hace que el porcentaje de civiles varíe sustancialmente entre unas cifras y otras.[53]
La mayoría de medios occidentales incluyeron en sus noticias el número de víctimas palestinas según el Ministerio de Salud Palestino en Gaza, que están basadas en los informes aportados por los médicos de los hospitales en Gaza, aunque los datos aportados no han podido ser confirmados por fuentes independientes.
Según el Ministerio de Salud, desde el inicio de los bombardeos el 27 de diciembre de 2008 hasta el 29 de enero de 2009, murieron 1.366 palestinos. De ellos, 430 eran niños, 111 eran mujeres y 13 eran miembros del personal médico de Gaza. Las mismas fuentes informaron de un total de 5.380 heridos, entre los que habría 1.870 niños, 800 mujeres y 22 miembros del personal médico de la Franja.[54][55]
Las Fuerzas de Defensa de Israel iniciaron una investigación propia para ofrecer datos de bajas palestinas diferentes a los proporcionados por el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. Aunque dicha investigación no ha concluido todavía, se conocen algunos datos que contrastan con los aportados por el Ministerio Palestino de Salud. El 28 de enero de 2009 se hizo público que el ejército israelí manejaba las siguientes cifras: entre 1.100 y 1.200 palestinos muertos en total, de los cuales al menos 700 serían "milicianos", 250 civiles y todavía faltaría por conocer la identidad de unos 200 palestinos. No se proporcionaron cifras acerca de heridos, ni se desglosaron las cifras de víctimas civiles.[56]
El Centro Palestino de Derechos Humanos presentó un informe el 22 de enero en el que cifraba las bajas palestinas en 1.285, de las cuales 895 serían civiles: 281 de ellos niños y 111 mujeres. También habrían fallecido 167 policías civiles, que no son considerados "milicianos" por el PCHR. El informe recogía un total de 4.336 heridos, 1.133 de ellos niños y 735 mujeres. Según estos datos, el 70% de los fallecidos serían civiles, y niños y mujeres representarían el 43% de las víctimas totales. Considerando a los policías civiles muertos dentro de las víctimas civiles, se alcaría la cifra de 1.062 civiles muertos, más de un 80% del total.[57]
El Centro AlMezan para los Derechos Humanos, otra organización sin ánimo de lucro que opera en la Franja de Gaza, estimó que desde el inicio del conflicto hasta el 28 de enero habían muerto al menos 1.268 palestinos, de los cuales al menos 288 eran niños y 103 eran mujeres. 4.009 personas habrían resultado heridas, 860 de ellas serían niños y 488, mujeres. Según el director de la organización, Issam Younis, el 85% de las víctimas no eran milicianos, según la definición de la organización.[58][59]
Según los servicios de emergencias de la Franja de Gaza a día 21 de enero habrían muerto más de 1.414 palestinos y 5.300 habrían resultado heridos, incluyendo milicianos y civiles.[60] Entre ellos se encontrarían al menos 412 niños, 110 mujeres y 92 ancianos, que representarían aproximadamente la mitad de las bajas.[61][31][62] Al menos 32 de los niños habrían muerto en las primeras 48 horas de ofensiva.[63] También habrían muerto al menos 21 miembros del personal médico de Gaza y treinta más resultaron heridos, y once ambulancias habrían sido objetivo de ataques.[61] El ejército israelí hizo público el día 12 de enero de 2009 que consideraba que al menos 400 de los palestinos muertos eran miembros de Hamás. También añadió en el mismo comunicado su creencia de que aproximadamente la mitad de los otros 500 muertos palestinos eran también miembros de Hamás, aunque esta última afirmación contradiría los datos suministrados por las fuentes médicas palestinas sobre el terreno.[64]
La cifra de muertos totales alcanzó el 19 de enero los 1.313, de los cuales al menos 673 eran civiles y dentro de estos incluían a 412 niños y 110 mujeres.[60][65]. Según fuentes consultadas por el periódico israelí Ha'aretz, los milicianos palestinos se ocultan en zonas densamente pobladas, lo que provoca un gran número de víctimas civiles,[66] esto es debido a que la franja de Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del planeta.
Existe una importante divergencia entre las cifras manejadas entre los servicios médicos palestinos y las proporcionadas por el ejército israelí en cuando al porcentaje de civiles muertos en la ofensiva. Al menos 168 de los muertos son policías civiles, dependientes del Gobierno palestino en Gaza, que está controlado por Hamás. Este organismo civil es totalmente independiente del brazo armado de Hamás y órgano militar de la organización, las Brigadas Izz-al-din al-Qassam. El cuerpo de policías civiles fue uno de los primeros objetivos de los bombardeos israelíes, y ha sido contados como bajas civiles por las fuentes médicas palestinas. Sin embargo, el ejército israelí los incluye dentro de los miembros de Hamás.[67]
Los lanzamientos de cohetes han dejado hasta el momento un saldo de cuatro israelíes muertos; uno de ellos era un soldado, mientras que los otros tres eran civiles. En cuanto a los civiles, uno de ellos era un obrero de la construcción de Ascalón, otro se encontraba en el kibbutz de Nahal Oz, y la otra una mujer de Ashdod, que fue gravemente herida por el impacto del cohete y murió durante una operación.[68]
Tras el inicio de la ofensiva terrestre, un soldado israelí murió y otro resultó herido grave a consecuencia de los combates ocurridos el día 4 de enero en el campo de refugiados de Jabalia. El 5 de enero, cuatro soldados israelíes resultaron muertos y otros 24 heridos a consecuencia del fuego amigo: un carro de combate disparó sobre un edificio supuestamente abandonado en el campo de refugiados de Jabalia, lo que provocó su colapso sobre las personas que se encontraban a su alrededor, entre ellos tres de los soldados israelíes. El otro, un oficial, murió en otro incidente de fuego amigo en las proximidades de Beit Hanoun.[38] Un día más tarde, un ingeniero del ejército israelí murió en combate con milicianos palestinos en el norte de la Franja de Gaza.[43] Al menos unos 242 soldados israelíes resultaron heridos de distinta consideración en el tiempo que duró la ofensiva terrestre, entre ellos varios en estado crítico.[30]
El 8 de enero, un oficial del ejército israelí murió y otro resultó herido leve cuando un misil antitanque lanzado por las milicias palestinas impactó contra su unidad mientras se encontraba patrullando en las inmediaciones del antiguo asentamiento israelí de Netzarim. Era la primera vez en la ofensiva que los milicianos palestinos utilizaban misiles antitanque contra soldados israelíes; este tipo de arma fue muy utilizada por Hezbollah durante la Guerra del Líbano de 2006 contra el ejército israelí.[48] El mismo día, otros dos soldado israelíes murieron en dos diferentes enfrentamientos con milicianos palestinos en el norte de la Franja de Gaza.[69] Los miembros del ejército israelí muertos tras el inicio de la ofensiva terrestre fueron un total de nueve.
A consecuencia de los bombardeos de la aviación israelí y de los posteriores combates terrestres, la infraestructura de las principales ciudades gazacíes fue totalmente destruida. Fuentes del gobierno de Hamás en la Franja estiman que unos 5.000 bloques de vivienda, dieciséis edificios gubernamentales y veinte mezquitas han sido destruidas.[70]
En un informe hecho público el 20 de enero, Cáritas Jerusalén afirmó que al menos una sexta parte de los edificios de Gaza habrían sido destruidos en la ofensiva. Entre ellos, la organización subraya la destrucción de viviendas, centros de salud, escuelas y su propia clínica Cáritas en Al Maghazi, que fue destruida en un bombardeo el 9 de enero.[71]
Además de los edificios destruidos, ha quedado sobre el terreno un número indeterminado de proyectiles sin explotar. El 20 de enero, según fuentes médicas palestinas, dos niños murieron en Ciudad de Gaza cuando estaban jugando con una bomba lanzada por el ejército israelí que no había echo explosión. A raíz de este incidente, las autoridades en la Franja advirtieron a la población de que no tocase ningún objeto que no fuera conocido.[72]
Según Cáritas Jerusalén, al menos cuatro de cada cinco habitantes de la Franja de Gaza, unos 1,2 millones de personas aproximadamente, necesitarían algún tipo de ayuda humanitaria de forma inmediata tras el fin del conflicto. También se señaló desde la organización el "grave impacto psicológico" que el conflicto ha provocado a "un número inmenso de familias", que han perdido a alguno de sus miembros.[71]
Miembros de Amnistía Internacional, que entraron en la Franja de Gaza el 19 de enero de 2009, calificaron de "crimen de guerra" el uso de fósforo blanco por parte del ejército israelí en su ofensiva. Donatella Rovera, miembro de AI, calificó de "indiscrimiado" el uso de dicha sustancia en los barrios civiles densamente poblados de Gaza. El fósforo blanco arde en contacto con el oxígeno, por lo que no puede ser apagado con agua. Dos de los edificios afectados por el fósforo blanco fueron el cuartel general de la UNRWA en Gaza y el hospital Al-Quds, causando incendios que no pudieron ser apagados con los medios que existían en el terreno.[73]
Previamente al final del conflicto, el 10 de enero la organización Human Rights Watch solicitó al ejército israelí que dejase de emplear fósforo blanco sobre los barrios densamente poblados de Gaza, pues "viola el requerimiento de la legislación humanitaria internacional de tomar todas las precauciones posibles para evitar heridos y muertos entre la población civil". Según la misma organización, los proyectiles de fósforo blanco utilizados por el ejército israelí liberaban la carga en el aire, generando un área de efecto de entre 125 y 250 metros, magnificando la posibilidad de provocar víctimas y daños a infraestructuras o edificios civiles.[74]
Un portavoz del ejército israelí declaró al respecto que no se iban a dar detalles sobre el tipo de armamento empleado en el conflicto, aunque afirmó: "enfatizamos que el ejército israelí sólo emplea armamento permitido por la legislación internacional".[75]
También Hamás habría utilizado armamento de este tipo. Según Ha'aretz, el 15 de enero las Brigadas Izz-al-din al-Qassam lanzaron un cohete con fósforo blanco en su interior hacia Israel. Dicho cohete habría caido en la parte occidental del Desierto del Néguev, sin provocar víctimas. Ningún portavoz de la organización islamista confirmó ni desmintió la noticia.[76]
Dos médicos noruegos que estuvieron trabajando durante once días en la Franja de Gaza afirmaron que existían "claros indicios" del uso de un arma conocida como DIME (Dense Inert Metal Explosive).[77] Aunque portavoces del ejército israelí negaron los informes que sostenían el uso de DIME en su ofensiva, médicos en Gaza atendieron a algunos pacientes que murieron aparentemente sin motivo tras haber sido estabilizados. El doctor Saqa'a de Gaza afirmó: "el paciente muere sin ninguna causa médica aparente. Hasta el momento no sabemos por qué".[78]
Al menos cuatro edificios de Naciones Unidas sufrieron daños provocados por proyectiles lanzados por el ejército israelí. Tres de ellos eran escuelas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA en sus siglas en inglés), y el otro fue el cuartel general de la misma Agencia en Gaza. Estos ataques provocaron la muerte de unos 43 palestinos, que se refugiaban en el interior de las escuelas, así como la destrucción de la ayuda humanitaria que se encontraba en los almacenes del cuartel general de la UNRWA.[80]
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, anunció en una visita a la Franja de Gaza que iniciaría una "profunda investigación" para aclarar los "totalmente inaceptables ataques contra las Naciones Unidas".[80][81]
La capacidad militar de Hamás fue seriamente dañada durante la ofensiva israelí. Decenas de almacenes de armas de la organización islamista fueron destruidos, y según estimaciones del ejército israelí, 500 milicianos murieron a causa de los bombardeos y los combates.[82] También el 80% (algunas fuentes hablan del 60%)[83] de los túneles que transcurren bajo la frontera entre Egipto y Gaza fueron destruidos, decreciendo sustancialmente la capacidad de suministro de armas de la organización.[84] Además, dos importantes líderes considerados representantes del ala más dura de la organización, como el profesor Nizar Rayyan y el ministro del interior Said Siam, fueron muertos mediante los denominados asesinatos selectivos del ejército israelí.[17][85]
Tras el alto el fuego bilateral, varias informaciones indicarían que Hamás está tratando de rearmarse. Los túneles que permanecieron en pie fueron reabiertos, y aquellos que pudieron ser recuperados fueron reparados rápidamente. Según información del Jerusalem Post, el 22 de enero Hamás tomó el control de todos los túneles que permanecían activos, y los utilizó para introducir armas en la Franja de Gaza. Gran parte de los túneles fueron construidos por palestinos civiles, que los utilizan como inversión.[86][83] El 23 de enero, fuentes del Departamento de Defensa de los Estados Unidos anunciaron que la Armada había interceptado un barco iraní en el mar Rojo con munición y piezas de artillería, cuyo destino, según las mismas fuentes, sería la Franja de Gaza, presumiblemente Hamás.[87][88]
Inmediatamente tras la declaración del alto el fuego y de la retirada del ejército israelí, comenzó el despliegue de agentes de los cuerpos policiales de Hamás por las principales ciudades de la Franja de Gaza y se reanudó el trabajo en los ministerios e instituciones públicas, retomando la organización islamista el control del territorio costero que ostentaba de facto antes del inicio del conflicto.[89][90]
No existe consenso acerca de si la operación del ejército israelí sobre la Franja de Gaza sirvió para debilitar el apoyo del pueblo palestino a Hamás o si por el contrario contribuyó al refuerzo de su liderazgo en Gaza.[91][92] Ehud Ólmert, primer ministro israelí, afirmó el 18 de enero, cuando su gabinete aprobó el alto el fuego: "hemos infringido a Hamás un duro golpe".[93] El 23 de enero, el director de la UNRWA en Gaza, John Ging, declaró que la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza había fortalecido al extremismo. "Los extremistas están seguros de su retórica de que no habrá justicia mediante el respeto a la ley. Debemos demostrarles que se equivocan", afirmó.[94]
El 20 de enero, dos días tras el alto el fuego decretado por ambas partes, miles de simpatizantes de Hamás se manifestaron en apoyo de la organizazión islamista delante de las ruinas del Consejo Legislativo Palestino en Gaza, bombardeado durante el conflicto. Mushir al-Masri, portavoz de Hamás, afirmó: "con toda la confianza digo al Pueblo palestino y a la heroica resistencia que hemos vencido en esta batalla". "Hoy Hamás es más fuerte que nunca, la que ha perdido es la ocupación [israelí]".[95]
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, Israel y sus aliados, han exigido a Hamás el reconocimiento de Israel como una condición previa al inicio de conversaciones.[96][97][98] Sin embargo, esta condición no es idéntica en todos los gobiernos de importancia diplomática en el conflicto árabe-israelí. Tras el alto el fuego, el ministro de exteriores de Francia, Bernard Kouchner, afirmó que su gobierno estaría dispuesto a dialogar con Hamás siempre y cuando "acepten el proceso de paz", por lo que Francia no exigiría a Hamás el reconocimiento de Israel para dialogar con la organización islamista, lo que fue duramente criticado desde Israel.[99][100]
La relación de Hamás con los países árabes no ha variado de forma sustancial tras el conflicto. La organización islamista mantiene tradicionalmente una relación estrecha con los gobiernos de los países árabes de Siria e Irán, mientras que su relación con otros países árabes más próximos a Estados Unidos e Israel es más tensa, como Egipto o Jordania. Por ello Hamás fue excluido de la mayor parte de los foros creados tras el conflicto para coordinar la reconstrucción de la Franja de Gaza, a pesar de ser el gobernante de facto del territorio costero.[101]
Uno de los aliados más próximos de Hamás entre los países árabes es Siria. Tras un encuentro entre el presidente sirio Bashar al Assad y los líderes de Hamás exiliados en Siria, entre ellos Khaled Meshaal, el presidente sirio felicitó al "Pueblo palestino" por su "resistencia victoriosa en Gaza". Assad afirmó que "Siria es un compañero en la victoria alcanzada por el Pueblo palestino".[102] Por su parte, cinco miembros del parlamento iraní anunciaron su intención de viajar a la Franja de Gaza para "felicitar" al Pueblo palestino por su resistencia contra la "ofensiva sionista".[103]
El 19 de enero se llevó a cabo una reunión de presidentes de países árabes en Arabia Saudí, en la que se planteó el futuro de la Franja de Gaza. En ella, Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina y del partido laico Al Fatah, afirmó la necesidad de alcanzar un gobierno de unidad nacional Hamás-Al Fatah: "lo que se requiere [en la Franja de Gaza], si queremos de ponernos de acuerdo y espero que así sea, es un Gobierno de unidad nacional que gestione el levantamiento del bloqueo israelí, la apertura de pasos fronterizos, la reconstrucción y la celebración de elecciones legislativas y presidenciales simultáneas".[101] El primer ministro de la ANP en Gaza, Ismail Haniye, considerado miembro del ala moderada de Hamás, declaró al respecto que el alto el fuego "tiene que abrir una puerta para el diálogo y la reconciliación interna".[90]
En las negociaciones por lograr un alto el fuego duradero, el diario londinense Asharq al-Awsat anunció que representantes de Hamás habrían sugerido que el Paso de Rafah fuese controlado por representantes de la ANP, lo que podría incluir a miembros de Al Fatah, aunque según la información del periódico estos deberían ser residentes de la Franja de Gaza y nunca de Cisjordania.[104]
Varios días más tarde, Osama Hamdan, representante de Hamás en Líbano, anunció que para lograr la reconciliación entre su organización y Al Fatah debía finalizar el proceso de paz entre la ANP de Al Fatah e Israel.[105]
Consecuencias militares (bajas propias + armamento destruido), políticas, aumento/descenso del apoyo de la población (+manifestaciones), destrucción de la infraestructura del gobierno, relaciones con Fatah -> llamamiento de Abbas al Gobierno de unidad nacional, citar aislamiento en foros post-conflicto, ...
Debido al alto el fuego decretado por Hamás y otras organizaciones palestinas, el número de cohetes que impactan sobre Israel decreció de forma importante tras el fin de la ofensiva, aunque no finalizó por completo. Esto se debe a que algunos grupos palestinos como el Frente Popular para la Liberación de Palestina o las Brigadas de Hezbolá en Palestina afirmaron que continuarían lanzando cohetes contra Israel mientras no se produjera la retirada total del ejército israelí de la Franja de Gaza. Esta retirada completa se produjo la madrugada del 21 de enero de 2009, tres días después de la declaración de alto el fuego.[106]
El 20 de enero milicianos palestinos lanzaron al menos ocho piezas de mortero contra territorio israelí, a lo que respondió la fuerza aérea hebrea bombardeando los dos lugares desde los que se habían producido los lanzamientos, las cercanías del paso de Kissufim y el centro de Ciudad de Gaza. Estos morteros, junto a otros cohetes lanzados desde Gaza tras el alto el fuego, podrían haber sido lanzados por estos grupos. La ministra de Asuntos Exteriores israelí Tzipi Livni anunció que responderían a cada ataque lanzado desdeel territorio costero: "cuando nos disparen, debemos devolver el disparo siempre. No tengo intención de volver a soportar el lanzamiento de cohetes, no me importa quién los tire. Hamás tiene el control de la Franja de Gaza y puede detenerlos [los cohetes]".[107]
Ruptura de relaciones de cuatro países, enfriamiento de relaciones con Turquía, fin del proceso de paz con Siria, anuncio de Abbas de necesidad de gobierno de unidad nacional, anuncio de Francia de que reconocerá a Hamás si renuncia a la violencia.
Moussa Abu Marzuk, uno de los principales miembros de Hamás, afirmó en una entrevista al periódico Al-Sharq al-Awsat: "Israel deberá investigar sobre el paradero de Gilad Shalit" tras su ofensiva sobre la Franja de Gaza. Marzuk también anunció que "el asunto de Shalit" cobrará más importancia en el futuro. Respecto a la posibilidad de que Shalit fuese herido durante los bombardeos afirmó: "puede que fuera herido o puede que no, ya no nos importa".[108]
La ministra de Asuntos Exteriores israelí y candidata de Kadima a las elecciones, Tzipi Livni, afirmó que la liberación de Gilad Shalit es "la prioridad absoluta" de la actual agenda del Gobierno israelí. En una reunión con el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Jakob Kellenberger, pidió que la organización presionase a Hamás para poder visitarle y confirmar su estado de salud.[109] En otra comparecencia, Livni ligó la liberación de Shalit a la apertura de las fronteras de Gaza: "Si Hamás quiere algo más que ayuda humanitaria, tiene a alguien [refiriéndose a Shalit] que es muy importante para nosotros, y para mí; lo uno está ligado a lo otro".[107]
Durante el desarrollo del conflicto, miembros de Hamás ejecutaron, dispararon y arrestaron a decenas de palestinos que consideraban sospechosos de haber colaborado con el ejército israelí, o habían sido arrestados por haber colaborado con Israel previamente y habían sido puestos en libertad. Algunos de los que llevaron a cabo estas ejecuciones reconocieron los hechos, justificándolos en que los ejecutados habían reconocido haber pasado información al Shin Bet.[110] Aunque hasta el momento se desconoce el número de palestinos muertos a manos de milicianos de Hamás, el jefe del Shin Bet Yuval Diskin afirmó que a día 11 de enero habrían muerto unos 70 palestinos a manos de los milicianos de Hamás, todos ellos miembros de Al Fatah.[111] Además de las ejecuciones, Hamás también habría llevado a cabo otras medidas contra miembros de Al Fatah como arrestarlos, golpearlos, dispararles a las extremidades o confiscar sus teléfonos móviles.[110]
Moussa Abu Marzuk reconoció que su organización ejecutó durante la ofensiva a varios palestinos sospechosos de haber colaborado con el ejército israelí. Según su testimonio, alguno de los ejecutados habrían marcado objetivos para que fueran bombardeados por la Fuerza Aérea Israelí.[108]
Entidad | Reacción |
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Israel | El Gobierno israelí emitió una nota en la que afirmaba que el ataque "es parte de las medidas tomadas para luchar contra el lanzamiento continuo de cohetes contra nuestras ciudades del sur de Israel", afirmando haber prevenido a la población civil de Gaza de los inminentes ataques a la vez que responsabilizaban a Hamás de las consecuencias del mismo.[112] |
Autoridad Nacional Palestina | El presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abbas condenó los ataques y pidió la intervención internacional para detenerlos inmediatamente.[112] Yasser Abed Rabbo, dirigente de Al Fatah calificó los ataques como "barbarie".[112] |
Hamás | Ismail Haniye, El Primer Ministro de Hamás en la Franja de Gaza, calificó de "horrible masacre" los bombardeos israelíes.[113] El portavoz de Hamás, Fawzi Barhoum, por su parte declaró que "Hamás continuará la resistencia hasta la última gota de sangre".[114] El líder de Hamás en el exilio, Khaled Meshaal, realizó el 28 de diciembre un llamamiento a los palestinos a una nueva intifada contra Israel.[115] |
Egipto | El Gobierno de Egipto condenó el ataque llevado a cabo por Israel, y afirmó su intención de continuar mediando entre las partes para lograr "una atmósfera que conduzca a un período de calma y reconciliación entre los grupos palestinos". [116] Al mismo tiempo, el Ministro de Exteriores, Ahmed Aboul Gheit, dijo que Egipto advirtió a Hamás que ésta sería la reacción israelí si Hamás persistía con los lanzamientos de cohetes.[117] |
Organización | Reacción |
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Liga Árabe | El secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, pidió el 31 de diciembre la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para frenar "la agresión israelí" en la Franja de Gaza.[118] |
Unión Europea | El Jefe de la diplomacia de la Unión Europea Javier Solana expresó su preocupación por el ataque sobre Gaza, solicitando un alto el fuego inmediato a ambas partes. Por su parte, el presidente de turno de la Unión Europea Nicolas Sarkozy condenó tanto las "provocaciones irresponsables" que habían provocado este ataque como el "uso desproporcionado de la fuerza".[116] El día 30, los ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea solicitaron un "alto el fuego inmediato".[119] con el objetivo de lograr "una tregua humanitaria inmediata" de 24 o 48 horas, que detuviera los bombardeos durante este período para permitir el acceso a la ayuda humanitaria a la población civil palestina.[120][121] |
Naciones Unidas | El mismo día 27 de diciembre, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, aseguró estar "profundamente alarmado" por la "dura violencia y el derramamiento de sangre en Gaza, así como por la violencia en el sur de Israel". Ki-moon reconoció la preocupación del gobierno israelí en materia de seguridad debido al "continuo lanzamiento de cohetes desde Gaza", pero reiteró la obligación de Israel de "respetar los derechos humanos y el derecho humanitario internacional". El 29 de diciembre, el secretario general ofreció una rueda de prensa extraordinaria en la que condenó el "exceso de fuerza" llevado a cabo por el ejército israelí, exigió a ambas partes un "cese el fuego inmediato", y afirmó que "Israel debe mantener abiertos los cruces de fronteras para que pueda entrar la ayuda, y me han garantizado que así lo harán".[122] |
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas | El embajador estadounidense ante la ONU, Zalmay Jalilzad declaró que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas había mantenido una reunión de urgencia tras la que había solicitado a todas las partes el cese completo de la violencia en la Franja de Gaza, y que se emprendieran las medidas necesarias para facilitar el acceso de ayuda humanitaria, incluyendo la reapertura de todos los accesos a la zona.[123] |
Organización | Reacción |
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Amnistía Internacional | La organización manifestó que "un uso tan desproporcionado de la fuerza por parte de Israel es completamente ilegal y corre el riesgo de provocar nuevos focos de violencia en toda la región". Afirmó que Hamás y el resto de grupos armados palestinos "comparten la responsabilidad por esta escalada. Sus continuos ataques con cohetes contra ciudades y poblaciones en el sur de Israel son completamente ilegales y no pueden ser justificadas nunca".[124]
Advirtieron que dicha escalada de violencia "llega en un momento en que la población civil ya se enfrenta a una lucha diaria por la supervivencia, debido al bloqueo israelí, que incluso ha impedido la entrada de alimentos y medicinas en Gaza" Y conminaron a la comunidad internacional a intervenir cuanto antes "para garantizar que los civiles atrapados en la violencia sean protegidos y que el bloqueo en Gaza sea levantado".[124] |
Intermón Oxfam | La portavoz de Intermón Oxfam Lara Contreras advirtió que "la comunidad internacional no debe quedarse al margen ni permitir que Israel siga violando el Derecho Internacional Humanitario atacando de forma desproporcionada a la población de Gaza". También condenó los ataques con cohetes de Hamás, aunque "esos ataques no justifican esta respuesta militar de Israel, que se está cobrando vidas de civiles inocentes". Oxfam ha señalado que "Cientos de miles de personas" dependen en Gaza las agencias de ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas: agua potable, alimentos y servicios sanitarios. "Gaza ha estado aislada del mundo durante 19 meses y la población se encuentra al límite", afirmó.[125] |
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