Religión y personas LGBT
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La relación entre religión y personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) puede variar mucho según el tiempo y lugar entre diferentes religiones y sectas, con respecto diferentes formas de homosexualidad, bisexualidad, e identidades no binarias y transgénero. En términos generales, la relación entre religión y sexualidad varía ampliamente entre ellos, desde dar al sexo y la sexualidad una connotación negativa, hasta creer que el sexo es la máxima expresión de lo divino.[1]
Se ha sugerido que este artículo o sección sea fusionado en «Homosexualidad y religión». |
De acuerdo con sociólogos e investigadores en ciencias sociales, la religión juega un papel importante en la forma en que las sociedades heteronormativas ven a las personas LGBTQ+ y a las parejas del mismo sexo, y a sus habilidades como seres funcionales en contextos sociales.[2] Algunas autoridades religiosas, escritos y doctrinas de las religiones más grandes del mundo pueden ver negativamente esta inclusión, especialmente en las que pertenecen a las religiones abrahámicas.[3][4][5][6][7][8] El rango puede ser muy amplio, desde la discriminación y el desaliento de salir del armario dirigida a las personas LGBTQ+,[9] hasta prohibir expresamente las actividades sexuales entre personas del mismo sexo, la reasignación de género entre los adeptos, oponerse activamente a la aceptación social de las identidades LGBTQ+,[3][8][10][11] o la criminalización y la violencia contra las personas LGBTQ+,[8][12][13][14] como la pena de muerte para las personas que participan en prácticas homosexuales[12][13][14] (tolerando la reasignación de género en algunos casos).[15][16][17]
Las voces liberales y progresistas dentro de estas religiones han tendido a ver a las personas LGBTQ+ de una manera más positiva, e incluso algunas denominaciones religiosas liberales han llegado a bendecir matrimonios entre personas del mismo sexo, así como aceptar casarse con personas transgénero. Históricamente, algunas culturas y religiones acomodaron, institucionalizaron, reverenciaron y toleraron las relaciones entre personas del mismo sexo y las identidades no heterosexuales;[14][17][18][19][20][21] tales mitologías y tradiciones pueden ser encontradas en numerosas religiones de todo el mundo;[22] Los elementos de la incorporación religiosa y cultural de las identidades no heterosexuales todavía incluso se pueden identificar en las tradiciones que han sobrevivido hasta la era moderna, como en la Berdache,[23] Hijra,[24] y Xanith.[25]