Política sobre los gitanos en la Unión Europea
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La política referente a los gitanos o romaníes de la Unión Europea tiene como objetivo una mayor inclusión y participación del grupo de personas agrupados bajo el término «romaníes» dentro de la Unión Europea (UE), entre los que se incluyen los gitanos, los kalderash, los lovara, los sinti o los ashkali, así como la lucha contra su marginación y discriminación. En parte, los posicionamientos y medidas de la UE y otras instituciones europeas se refieren explícitamente también a «itinerantes» (en inglés «traveler»).[FN 1]
Ni a nivel nacional, ni en la UE, ni a nivel mundial existen cifras fiables sobre el número de gitanos. Las estimaciones existentes tratan el tema y fuentes renombradas dan un número global de gitanos entre los dos y los doce millones.[1][Lit 1][2] Se encuentran en todos los estados de la UE y en su gran mayoría son ciudadanos de la Unión.[EK 1]
La UE y sus Estados miembros, considerando los valores fijados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, tienen una responsabilidad especial en la mejora de las condiciones de vida de los gitanos. Son responsables en sus campos de responsabilidad complementarios de la integración de los gitanos.[EK 2] En cuanto al estado y la integración de los gitanos, la UE no posee una estrategia o política unificada, más bien se realizan y coordinan esfuerzos para la mejora de esta situación por parte de diversos actores.
Según la Comisión Europea, los asuntos relacionados con los gitanos deberían tenidas en cuenta en todas las áreas políticas europeas y nacionales. Avances en la integración de los gitanos no deben alcanzarse por medios de la segregación, sino más bien con una mejor integración de todas las minorías étnicas; lo que no impide una política de promoción específica para la situación especial de los gitanos.[EK 2]