Objeciones a la teoría de la evolución
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Se han planteado objeciones a la teoría de la evolución desde que las ideas evolucionistas cobraron importancia en el siglo XIX. Cuando Charles Darwin publicó su libro de 1859 El origen de las especies, su teoría de la evolución (la idea de que las especies surgieron mediante la descendencia con modificaciones a partir de un único ancestro común en un proceso impulsado por la selección natural) se encontró inicialmente con la oposición de científicos con teorías diferentes, pero finalmente llegó a recibir una aceptación abrumadora en la comunidad científica. La observación de la ocurrencia de procesos evolutivos (así como la síntesis evolutiva moderna que explica esa evidencia) ha sido incontrovertible entre los biólogos de la corriente principal desde la década de 1940.
Desde entonces, la mayoría de las críticas y negaciones de la evolución han procedido de grupos religiosos, más que de la comunidad científica. Aunque muchos grupos religiosos han encontrado la reconciliación de sus creencias con la evolución, por ejemplo a través de la evolución teísta, otros grupos religiosos siguen rechazando las explicaciones evolutivas en favor del creacionismo, la creencia de que el universo y la vida fueron creados por fuerzas sobrenaturales. La controversia creación-evolución centrada en Estados Unidos se ha convertido en un punto focal del conflicto percibido entre la religión y la ciencia.
Varias ramas del creacionismo, como la ciencia de la creación, el neocreacionismo y el diseño inteligente, sostienen que la idea de que la vida fue diseñada directamente por un dios o una inteligencia es al menos tan científica como la teoría evolutiva y, por tanto, debería enseñarse en la educación pública. Estos argumentos contra la evolución se han generalizado e incluyen objeciones a las pruebas, la metodología, la plausibilidad, la moralidad y la aceptación científica de la evolución. La comunidad científica no reconoce tales objeciones como válidas, señalando las malas interpretaciones de los detractores de cosas como el método científico, las pruebas y las leyes físicas básicas.