Lilit
figura legendaria del folklore judío, de origen mesopotámico / De Wikipedia, la enciclopedia encyclopedia
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Lilit o Lilith (del sumerio lilitu y del hebreo לילית) es una figura femenina legendaria de la mitología mesopotámica y del folclore demonológico judío. Lilith es una figura presente en las antiguas religiones mesopotámicas ya en el III milenio a. C. y presuntamente adquirida posteriormente por la mitología judía, que pudo aprenderla de los babilonios, junto con otros cultos y mitos, durante el exilio babilónico.[2] Se cree que se la menciona en hebreo bíblico en el Libro de Isaías,[3] y en la Antigüedad tardía en fuentes de mitología mandea y mitología judía a partir del año 500 de nuestra era. A los hijos de Lilith se les denomina lilim.[4]
El nombre Lilith procede de lilû, lilîtu y (w)ardat lilî). La palabra acadia lilû está relacionada con la palabra hebrea lilit de Isaías 34:14, que algunos estudiosos modernos, como Judit M. Blair, consideran se refiere a un ave nocturna.[5] En la religión de la antigua Mesopotamia, que se encuentra en textos cuneiformes de Sumeria, Asiria y Babilonia, Lilith significa espíritu o demonio.[6][7] En la religión mesopotámica, Lilith es el demonio femenino asociado a las tempestades, del que se creía era portadora de desgracia, enfermedad y muerte. La figura de Lilith aparece inicialmente en un conjunto de demonios y espíritus asociados a los vientos y las tormentas, como ocurre de la religiosidad sumeria de Lilitu, hacia el año 3000 a. C.
A partir del siglo VI d. C., el demonio Lilith se menciona en la literatura rabínica y en copas mágicas judías. Lilith aparece en historiolas (encantamientos que incorporan una breve historia mítica) en varios conceptos y localidades[8] que dan descripciones parciales de ella. En el imaginario popular judío se la teme como un demonio nocturno capaz de hacer daño a los niños varones y caracterizado por aspectos de la feminidad considerados negativos: el adulterio, la brujería y la lujuria.[9] En el folclore judío medieval, Lilith es considerada la primera esposa de Adán, creada con él antes que Eva, y supuestamente la demonio primordial. La creación de Eva, de hecho, es relatada con detalle en el segundo capítulo del Génesis, pero ya en el primero se afirma que Dios creó a la humanidad «varón y hembra», lo que dejó margen a los cabalistas medievales para elaborar el relato satírico de la primera esposa de Adán y dotarla incluso de características demoníacas.[10] Se dice que Lilith estaba en perpetuo conflicto con su marido porque se negaba a obedecerle y, finalmente, escapó o fue «desterrada» del Jardín del Edén y prefirió vivir con los demonios antes que volver con Adán.[11][12]
La fuente más antigua de esta nueva figura es un cuento satírico incluido en el Alfabeto de Ben Sira, una obra que algunos estudiosos datan en el siglo VIII d. C., pero que a menudo se considera del siglo X.[13] Se la menciona asimismo en el Talmud de Babilonia (Eruvin 100b, Niddah 24b, Shabbat 151b, Baba Bathra 73a), en el Libro de Adán y Eva como la primera esposa de Adán, y en el Zohar Levítico 19a como «una mujer fogosa que cohabitó por primera vez con el hombre».[14] Con todo, muchas autoridades rabínicas tradicionales, como Maimónides o Menajem Meiri, rechazan la existencia de Lilith.[15]
La figura de Lilith se desarrolló en los siglos XIX y XX. A finales del siglo XIX, paralelamente a la creciente emancipación de la mujer en el mundo occidental, la figura de Lilith se convirtió en un símbolo de lo femenino que no se somete a lo masculino.[16] Lilith se asocia entonces al concepto de la Diosa madre.[17] Lilith sigue sirviendo como fuente de material en la cultura occidental popular actual, la literatura, la astrología (véase Luna negra), el ocultismo, la fantasía y el terror. Lilith es una figura iconográfica representada en las artes plásticas en la tradición judeocristiana, como mujer fatal en los años finales del siglo XIX y actualmente utilizada en publicidad (en la forma de anuncios publicitarios que incluyen la aparición de femme fatales adornadas con serpientes).[18]