Loading AI tools
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El asentamiento español en Argentina, es decir, la llegada de emigrantes españoles a Argentina, tuvo lugar en el período anterior a la independencia Argentina de España. Un segundo movimiento migratorio importante desde España tendría lugar desde finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Españoles en Argentina | ||
---|---|---|
Españois na Arxentina (en gallego) Espanyols a l'Argentina (en catalán) Espainiako Argentinan (en euskera) Españoles n'Arxentina (en asturleonés) | ||
Gallego/a (coloquial)[1] | ||
Colectividad española de Trelew, provincia del Chubut, durante un desfile por el 25 de mayo. | ||
Pueblo de origen | ||
Lugar de origen |
Toda España, principalmente de:[2] • Galicia • Andalucía • Asturias • Castilla y León | |
Población censal | 92.610 nacidos en España, 325.718 nacidos en Argentina y 4.678 nacidos en otros países. 423.006 hab. en total. (INE, 2015)[3] | |
Cultura | ||
Idiomas | idioma español y otros como el gallego, catalán, vasco, etc. | |
Religiones | predomina el Catolicismo | |
Durante el auge del Imperio español, el territorio argentino perteneció a España durante tres siglos hasta la Revolución de Mayo de 1810 que inició el proceso de independencia del país. Debido a esta situación, antes de 1810 casi todos los colonos europeos que se asentaban en el territorio argentino procedían de España o estaban al servicio de esta, instalándose en el sistema religioso, gubernamental y comercial. Una sustancial población española gradualmente se asentó en las nuevas ciudades, y algunos se mezclaron con las poblaciones indígenas y posteriormente con otros inmigrantes.
Como la mayoría de los inmigrantes que llegaron a Argentina antes del siglo XX eran españoles y debido al hecho que durante el siglo XX que casi la mitad de los inmigrantes que viajaban a Argentina eran de origen español, la mayoría de argentinos es de ascendencia española, sea exclusivamente de ese origen o mestiza. Además, desde que Argentina declaró su independencia de España y hasta el día de hoy criollos de toda Hispanoamérica han emigrado a Argentina en busca de oportunidades económicas y se han asimilado fácilmente al país por estos orígenes comunes. Debido a que la gran mayoría de los argentinos son en algún grado de ascendencia española, Argentina y España continúan compartiendo muchos aspectos y elementos culturales (la lengua española, la religión católica y diversas tradiciones culturales) los argentinos y otros emigrantes mediterráneos, como los italianos (segundo mayor aporte cultural en Hispanoamérica detrás del español) han contribuido a una cultura argentina con elementos propios. Sin embargo, el legado de la cultura española permanece en Argentina hasta la actualidad al igual que en el resto de la región. Los españoles constituyen en sí el mayor aporte étnico e histórico en el país, seguido por el de los pueblos indígenas del territorio argentino y los inmigrantes italianos.[5]
La gran inmigración española de la última mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX estuvo constituida en su mayoría por andaluces, gallegos (fundamentalmente de Pontevedra y La Coruña) y asturianos, seguidos a cierta distancia de leoneses y catalanes, con una contribución importante de vascos y canarios.[2]
De acuerdo a la información del Registro de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE) al 1 de enero de 2013, que está disponible en el Instituto Nacional de Estadística (INE) de España, se encuentra la segunda mayor comunidad de ciudadanos españoles nacidos en España en Argentina, con un total de 92.453 individuos. Esta cifra la sitúa en la segunda posición a nivel global, solo detrás de Francia, que cuenta con 118.072 personas en esta categoría. En total, a nivel mundial, hay 673.662 ciudadanos españoles registrados en el PERE.[6]
En cuanto a la población de ciudadanos españoles en Argentina, independientemente de si han nacido en España o no, se ubica en el primer puesto a nivel mundial, con un total de 385.388 personas. Francia ocupa el segundo lugar en esta categoría, con 206.589 ciudadanos españoles. En todo el mundo, el número total de ciudadanos españoles, sin importar su lugar de nacimiento, asciende a 1.931.248. Es importante destacar que aproximadamente un tercio de esta población ha nacido en España.[6]
La columna vertebral de la sociedad argentina es la suma de los argentinos provenientes del tronco poblacional colonial y la inmigración española de los tiempos que siguieron a la independencia del país, los pueblos originarios del propio territorio y la inmigración italiana que se produjo en el mismo período que la española, aunque ciudadanos de la península itálica arribaban a América y por tanto a Argentina desde la era colonial, puesto que muchos de ellos servían a la Corona Española.[7][8]
La relación entre Argentina y la presencia española tiene una larga y compleja historia. Los primeros asentamientos españoles en el territorio argentino se remontan al siglo XVI, y desde entonces muchos españoles comenzaron a asentarse en la región argentina, donde algunos se casaron o tuvieron descendencia con las poblaciones indígenas o esclavas. En principio Argentina fue una colonia dependiente del Virreinato del Perú, pero posteriormente fue integrada en el Virreinato del Río de la Plata en el año 1776, y Buenos Aires se convirtió en un puerto floreciente.
El movimiento independentista de Argentina alteró de forma drástica las relaciones Hispano-argentinas. Se inició en la ciudad de Buenos Aires en mayo de 1810, y luego en la ciudad de San Miguel de Tucumán se declaró formalmente la independencia de España el 9 de julio de 1816. Tras la derrota de los grupos opuestos a la independencia de España, las facciones centralistas y federalistas de Argentina se enfrentaron en un prolongado conflicto militar, político y civil para determina la futura estructuración del país. Antes de la independencia de Argentina, los españoles que estaban en contra de la dependencia de España y deseaban la independencia o por lo menos una mayor autonomía eran conocidos como argentinos, y los que se oponían a la independencia continuaron siendo conocidos como españoles. Pero tras unas pocas generaciones después de la independencia, y especialmente tras las sucesivas oleadas migratorias del siglo XIX, la mayoría de los españoles comenzaron a considerarse simplemente argentinos, como un elemento de autodefinición nacional.
Los andaluces constituyeron entre el 15 y 20% de inmigrantes provenientes de España tras los gallegos.[9] En los catorce años que componen los periodos 1885-1895 y 1912-1914, unos 150 000 andaluces emigraron a la Argentina. Entre 1880 y 1930, la media porcentual sobre el total de españoles se situaría entre un 15% y un 20%.[10] Provienen sobre todo de las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Huelva, Jaén y Málaga y se establecieron en su mayoría en Buenos Aires y La Plata, pero también en Tucumán, Salta, Mendoza y San Juan, que poseen un clima similar al de Andalucía, donde se dedicaron al cultivo de la vid y el olivo y a la producción de vino, también dedicándose a la horticultura.
Los asturianos se instalaron en las provincias andinas y en el noroeste del territorio argentino. Desde las primeras décadas del siglo XX, formaron organizaciones de tipo social que permanecen en la actualidad.[11]
Hay comunidades de descendientes de inmigrantes baleares en varias provincias del país, destacándose las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. En la provincia de Buenos Aires es notable la presencia balear, principalmente mallorquina, en la ciudad de San Pedro, localidad ubicada en el noreste de la provincia, donde las costumbres mallorquinas se han arraigado y han tomado fuerza, principalmente la gastronomía, destacándose la ensaimada de Mallorca.[12]
La inmigración canaria en Argentina antes del siglo XIX fue muy baja, a excepción de las personas que participaron en la primera fundación de Buenos Aires de Pedro de Mendoza en 1535 (llevando a tres compañías de soldados de Tenerife, muchos canarios contrajeron nupcias con los indígenas locales u otros colonos españoles o criollos entre sí). En 1830, llegó a Buenos Aires un barco con varios inmigrantes canarios. Un grupo de inmigrantes se estableció en el interior y otro grupo se estableció en la capital (En cualquier caso, los descendientes de algunas familias canarias establecidas en Buenos Aires, se diluyeron poco a poco a lo largo de Argentina). Aunque el número de canarios que emigraron durante el siglo XIX a la Argentina no era comparable a los que emigraron a Cuba, Puerto Rico, Venezuela y Uruguay, en algunos años, el número de canarios fue notable. Así, entre 1878 y 1888, emigraron 3.033 canarios con este objetivo. En el siglo XX, la emigración fue relativamente alta entre los isleños, pero no alcanzó el volumen de Cuba y Venezuela. Si bien, llegó a ser la 5 ª comunidad autónoma española de inmigrantes en este país. A pesar de ello, en los años 30 de ese siglo, el Gobierno de Canarias contabilizó el número de canarios y descendientes de ellos en ese país por cerca de 80.000 personas. En 1984 habían 1.038 canarios en Buenos Aires. Para preservar su identidad y la ayuda mutua crearon varias organizaciones.[13]
Los catalanes se radicaron, en general, en la ciudad de Buenos Aires, en Tucumán y en Rosario. Los meridionales, en Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Entre Ríos, dedicándose principalmente al trabajo rural en las plantaciones.
La colectividad catalana cuenta con varias asociaciones, siendo una de las más destacadas el Casal de Catalunya en la ciudad de Buenos Aires, fundado el 12 de junio de 1886 por inmigrantes catalanes con el fin de ayudar a aquellos inmigrantes provenientes de Cataluña a integrarse a la sociedad argentina, así como también difundir y preservar su cultura.[14]
Argentina es el país que alberga la segunda comunidad de catalanes más numerosa del mundo, con aproximadamente entre 32.000 y 174.000 catalanes, quienes continúan con el aporte de sus costumbres y la difusión de su cultura y la lengua catalana en la sociedad argentina.[15][16] Además, Argentina es el país no europeo en el que vive la mayor comunidad catalanoparlante del mundo, con unos 200.000 hablantes, esto es, el 0,45% de la población argentina.[17]
Asimismo, los catalanes y sus descendientes han contribuido a la creación y al crecimiento de la Nación Argentina, teniendo exponentes notables a lo largo de su historia. Entre ellos se destacan personalidades como el médico Francisco Argerich, con quien comenzó un linaje local de destacados médicos, o el músico y compositor Blas Parera, hijo de padres catalanes nacido en Murcia y fallecido en Mataró, compositor del Himno Nacional Argentino. También destaca la presencia del Tercio de Miñones de Cataluña, batallón integrado por catalanes y descendientes de catalanes en Buenos Aires y Montevideo, quienes tuvieron una destacada participación durante las invasiones inglesas al Río de la Plata.
Los gallegos constituyen aproximadamente el 70% de la población española en Argentina. La ciudad con el segundo mayor número de población gallega del mundo es Buenos Aires, donde la inmigración procedente de Galicia ha sido tan importante que en la actualidad todos los inmigrantes españoles, sin importar su origen, a menudo son referidos como gallegos. Sin lugar a dudas, Argentina es el país del mundo fuera de España con mayor presencia gallega.
El censo de los emigrantes riojanos a américa se encuentra en red en la página oficial del gobierno de La Rioja (http://ias1.larioja.org/emigra/emigra/presentacion.htm)
Aproximadamente un 10% de la población argentina desciende de inmigrantes vascos, tanto de España como de Francia, y se los describe como vasco-argentinos. Han mantenido cierta estructura organizativa a través de los centros culturales instalados en la mayoría de las grandes ciudades argentinas.
Al haber sido Argentina destino de la mayoría de los vascos, la cultura vasca influyó en la cultura este país.[18]
Los valencianos se instalaron principalmente en las provincias de San Juan, Santa Fe y Buenos Aires.
Durante los siglos XIX y XX, tras la creación del Estado argentino moderno, se produciría un nuevo influjo de inmigrantes españoles hacia Argentina, procedentes de toda España. Se estima que entre 1857 y 1955 más de 2 millones de españoles emigraron a Argentina, la mayoría procedentes de Galicia, el País Vasco, Asturias, Cantabria, Cataluña en el norte de España y también de Andalucía y otros lugares del sur de España.
Parece ser que los mejores chocolates con churros se servían en La Armonía de la Avenida de Mayo, fundado en 1899, y conocido también como el café de Los Cómicos pues allí se hacían presentes muchos actores salidos de los teatros de la zona. Se encontraba al 1002, en la esquina con la calle Bernardo de Irigoyen, y su esplendor lo tuvo en 1910.
La Castellana, en esquina con la calle Lima, era un café al que a principios del siglo XX podía concurrir toda la familia (en esa época se veía como impropio que una mujer concurriera a un café). En este local se instalaría luego una recordada joyería de nombre Escasany. Pero a fines del siglo anterior fue un lugar de peleas entre porteños y españoles que seguían día a día la lucha por la independencia cubana.
Un café que fue también importante centro de reunión de intelectuales fue el del Hotel Castelar, que aún existe. En él se reunía la peña Signo, formada por el andaluz Federico García Lorca, que durante seis meses vivió en el hotel.
En el siglo XIX, las familias españolas tenían una serie de usos y costumbres que reflejaban la estructura social y los valores de la época. A continuación, se presentan algunos de los aspectos más destacados de las costumbres familiares en España durante el siglo XIX:
Familia extensa: La familia extendida era la estructura familiar dominante en el siglo XIX. Esto incluía a padres, hijos, abuelos y, a menudo, otros parientes que vivían bajo el mismo techo. La familia era una parte central de la vida de las personas y proporcionaba apoyo social y económico.
Jerarquía familiar: La autoridad y la jerarquía eran importantes en las familias del siglo XIX. Los padres tenían un papel dominante y se esperaba que los hijos mostraran respeto y obediencia hacia ellos. La figura del padre era especialmente importante en la toma de decisiones familiares.
Religión: La religión católica tenía un papel central en la vida de las familias españolas en el siglo XIX. Las prácticas religiosas, como la asistencia a misa y las festividades religiosas, eran una parte importante de la vida familiar.
Matrimonio: El matrimonio era una institución muy importante en la sociedad del siglo XIX. Las parejas solían casarse jóvenes y se esperaba que el matrimonio fuera duradero. El matrimonio también era una cuestión de importancia económica y social, y las uniones se arreglaban a menudo con la consideración de la posición social y la fortuna de las familias involucradas.
Educación: La educación era valorada en las familias, pero no todos los miembros de la familia tenían acceso a la misma. Los niños varones de clases más acomodadas tenían más oportunidades de recibir educación formal, mientras que las niñas y los niños de familias más humildes a menudo tenían menos acceso a la educación.
Roles de género: Los roles de género eran tradicionales en la sociedad del siglo XIX. Las mujeres tenían roles predominantemente domésticos, mientras que los hombres estaban a cargo de proveer para la familia y asumían un papel más público en la sociedad.
Festividades y tradiciones: Las festividades familiares y las tradiciones eran una parte importante de la vida familiar. Celebraciones como Navidad, Semana Santa y fiestas patronales eran ocasiones para reunir a la familia y participar en tradiciones religiosas y culturales.
Vivienda: En las áreas rurales, las familias a menudo vivían en casas familiares tradicionales, mientras que en las ciudades, las viviendas solían ser más pequeñas y compartidas.
Estas costumbres y usos familiares pueden variar según la región de España y las diferencias socioeconómicas. Sin embargo, en general, el siglo XIX fue un período en el que las familias españolas valoraban la tradición, la religión y la unidad familiar.
Inmigración española en la Argentina de 1857 a 2012 | ||||
---|---|---|---|---|
Año | Inmigrantes españoles | |||
1857-1860 | 1.819 | |||
1861-1870 | 15.567 | |||
1871-1879 | 24.706 | |||
1880-1890 | 134.492 | |||
1891-1900 | 73.551 | |||
1901-1910 | 488.179 | |||
1911-1920 | 181.478 | |||
1921-1930 | 232.637 | |||
1931-1940 | 11.286 | |||
1941-1950 | 110.899 | |||
1951-1960[19] | 715.685 | |||
1961–1970 | 540.100 | |||
1971–1980 | 363.550 | |||
1981–1990 | 224.081 | |||
1991–2000 | 133.614 |
Según el censo argentino de 2010, del total de 94.030 personas nacidas en España, 40.437 son hombres y 53.593 mujeres. Del total de hombres, 3.041 tienen entre 0 y 14 años, 12.702 entre 15 y 64, y 24.694 son mayores de 65 años de edad. Del total de mujeres, 2.843 tienen entre 0 y 14 años, 13.506 entre 15 y 64, y 37.244 son mayores de 65 años de edad.[30]
El censo argentino de 2010 registró 94.030 personas nacidas en España. La siguiente tabla muestra la distribución en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:[31]
Rango | Provincia | Nacidos en España | Porcentaje |
---|---|---|---|
1 | Provincia de Buenos Aires | 48.019 | 51,06 % |
2 | Ciudad de Buenos Aires | 26.282 | 28,00 % |
3 | Mendoza | 4.130 | 4,39 % |
4 | Santa Fe | 3.292 | 3,50 % |
5 | Córdoba | 3.256 | 3,46 % |
6 | Río Negro | 1.247 | 1,32 % |
7 | San Juan | 1.187 | 1,26 % |
8 | Chubut | 1.052 | 1,12 % |
9 | Tucumán | 736 | 0,78 % |
10 | Salta | 732 | 0,77 % |
11 | Santa Cruz | 695 | 0,74 % |
12 | Neuquén | 555 | 0,59 % |
13 | Entre Ríos | 437 | 0,46 % |
14 | Misiones | 327 | 0,35 % |
15 | Chaco | 326 | 0,34 % |
16 | San Luis | 304 | 0,32 % |
17 | La Pampa | 283 | 0,30 % |
18 | Santiago del Estero | 249 | 0,26 % |
19 | Jujuy | 232 | 0,24 % |
20 | Tierra del Fuego | 227 | 0,24 % |
21 | Corrientes | 204 | 0,21 % |
22 | Catamarca | 97 | 0,10 % |
23 | La Rioja | 94 | 0,10 % |
24 | Formosa | 71 | 0,07 % |
TOTAL | Argentina | 94.030 | 100 % |
Seamless Wikipedia browsing. On steroids.
Every time you click a link to Wikipedia, Wiktionary or Wikiquote in your browser's search results, it will show the modern Wikiwand interface.
Wikiwand extension is a five stars, simple, with minimum permission required to keep your browsing private, safe and transparent.