Iluminación en el cine
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La iluminación en el cine[1] es un factor expresivo y funcional que ayuda a crear continuidad e intensidad entre los distintos planos, y a aumentar la expresión artística de la imagen. Podemos encontrar tanto iluminación natural como artificial, en la que se usan proyectores o lámparas. La luz es la base del cine; gracias a ella la cámara es capaz de captar las imágenes, a través del CCD (véase dispositivo de carga acoplada) en cámaras de vídeo y a la película en cámaras de cine. Siempre ha tenido tres funciones: Crear una atmósfera, la claridad visual y la autenticidad en escena. Con un uso preciso y minucioso de la iluminación: el cine nos ha dejado las mejores y más impactantes escenas en la historia de éste arte. Haciendo uso de efectos de luz, claroscuros y perfección fotográfica.*[2]
“Tanto al filmar como al proyectar una película, la luz hace visible la imagen. Sin luz no hay imagen. Además tiene otra función: la de dar sentido a la imagen mediante el modo en que ilumina el tema y la atmósfera emotiva que genera, haciendo que los seres y objetos aparezcan no sólo bajo su aspecto estético más favorable, sino también con plena coherencia para cada película.”Jacques Loiseleux
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