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Variante del idioma asturleonés, hablado en León y Zamora (España) De Wikipedia, la enciclopedia libre
El leonés[4] (llamado en las hablas tradicionales como cabreirés,[5][6] senabrés[7] o paḷḷuezu)[8][9] es el glotónimo utilizado para hacer referencia al conjunto de hablas romances vernáculas de la lengua asturleonesa en las provincias españolas de León[10] y Zamora.[11]
Leonés | ||
---|---|---|
Llionés | ||
Hablado en |
España | |
Región |
León Zamora | |
Hablantes | 25 000 (patrimoniales).[1][2] | |
Puesto | No está entre los 100 primeros (Ethnologue, 2013) | |
Familia |
Indoeuropeo | |
Escritura | Alfabeto latino | |
Estatus oficial | ||
Oficial en | Dentro del dominio asturleonés sólo es oficial la modalidad lingüística de Miranda do Douro, en Portugal. | |
Regulado por |
| |
Códigos | ||
ISO 639-1 | Ninguno. | |
ISO 639-2 | No tiene. Ethnologue lo incluye dentro del asturiano (ast) y lo relaciona con el mirandés (mwl). | |
El término «leonés» también se ha venido utilizando históricamente por ciertos autores, desde que Menéndez Pidal publicase en 1906 su estudio Sobre el dialecto leonés, para referirse a la totalidad del idioma, cuya ubicación tradicionalmente se ha situado desde Cantabria hasta Extremadura aunque actualmente en estas dos últimas comunidades solo se hablan dialectos de transición con el castellano, como también sucede con las hablas tradicionales de la provincia de Salamanca.
Por otra parte, dada la poca aceptación social y política de denominar leonés al idioma en Asturias, y asturiano al idioma en otras partes del dominio como León o Zamora,[12] hoy en día una parte importante de los autores y especialistas prefieren referirse al conjunto del mismo como asturleonés, si bien otros siguen empleando las denominaciones regionales o comarcales (como asturiano, leonés, mirandés, etc.).
Derivado del latín, se fue implantando como la lengua empleada tanto a nivel público como privado en los territorios del reino de León hasta que progresivamente fue sustituida por el castellano en el uso público tras la unión de ambos reinos,[13] quedando reducido a un ámbito de uso oral, en donde la lengua castellana adquirió un papel predominante.
Tras varios siglos relegado a un segundo plano, en el siglo XIX comenzó su recuperación, consolidada a lo largo del siglo XX, con autores como Eva González Fernández, y especialmente en los primeros años del siglo XXI, con una nueva generación de escritores a los que se suman diversos estudios sociolingüísticos, al mismo tiempo que varias asociaciones culturales e instituciones (siendo reconocido por el Estatuto de Autonomía de Castilla y León) fomentan su uso y difusión.[14]
La Unesco cataloga al asturleonés como idioma en peligro de extinción y recomienda su preservación.[15]
Existen diversos autoglotónimos utilizados por diferentes grupos para referirse al leonés:
Las hablas leonesas actuales se engloban en su mayor parte dentro del dialecto occidental del asturleonés, que es también el más extendido en Asturias, ocupando la mayor parte del occidente asturiano desde la costa del Cantábrico y en el que se incluye también el mirandés de Miranda do Douro en Portugal.[21] El asturleonés es un idioma evolucionado del latín, y se engloba dentro de las lenguas romances iberorrománicas. A su vez, este idioma está subdividido en tres dialectos o bloques lingüísticos (occidental, central y oriental) que trazan verticalmente la división real del idioma de norte a sur, desde Asturias hasta el norte de Portugal:
Se trata del bloque de mayor extensión territorial tanto en Asturias como en León, y es el único hablado en Portugal. En España abarca las hablas de concejos y comarcas occidentales de Asturias, León y Zamora, mientras que en Portugal se encuentra en el municipio de Miranda do Douro y las poblaciones de Río de Onor y Guadramil. Es el dialecto utilizado como base normativa en León y Miranda, y en Asturias cuenta igualmente con su propia normativa utilizada por varios autores que lo tienen por dialecto materno. Características, frente al bloque central:
Agrupa a los subdialectos del centro de Asturias y a los de la comarca leonesa de Argüellos. Aunque su extensión territorial es menor que la del occidental dentro de la propia Asturias, agrupa a mayor número de hablantes debido a que la zona central de la comunidad autónoma asturiana donde se habla es la más poblada de todo el dominio lingüístico con tres grandes núcleos de población, Oviedo, Gijón y Avilés. Es el usado como base para el asturleonés normativo más utilizado en Asturias por escritores, periodistas e instituciones públicas, aunque tanto el occidental como el oriental también cuentan con una normativa adaptada con cierto uso, sobre todo en el caso del asturleonés occidental. Diferencias más notables del asturleonés central respecto al dialecto occidental:
Abarca a los subdialectos del oriente de Asturias y de la zona nororiental de la provincia de León. Una de las principales características que lo diferencia frente a los otros dos dialectos anteriores:
Respecto a la dialectología del territorio leonés, existen subdialectos o entidades menores como berciano-sanabrés, cepedano-alistano, leonés-ribereño y leonés extremado.[22]
En cuanto a las hablas de transición, nos encontramos con zonas dialectales de fuerte influencia asturleonesa como el extremeño, el cántabro o las hablas de Salamanca.
La trascripción se hace acorde con las normas del alfabeto fonético internacional.
El sistema vocálico del leonés distingue cinco fonemas en posición tónica, divididos en tres grados de abertura (mínima, media y máxima) y tres situaciones (central, anterior y posterior). En posición átona (pretónica o final) el número de alófonos posible se reduce a tres [a, i, u]. /e/ e /i/ se confunden en [i] (en posición pretónica sobre todo), mientras que /o/ y /u/ se confunden en [u]; existiendo unas reglas para decantarse por una de las dos grafías a la hora de la escritura.[22]
anteriores (palatales) |
centrales | posteriores (velares) | |
---|---|---|---|
vocales cerradas (de abertura mínima) |
i | - | u |
vocales medias (de abertura media) |
e | - | o |
vocales abiertas (de abertura máxima) |
- | a | - |
/n/ se pronuncia como /ŋ/ en posición de coda y /g/ suele pronunciarse como fricativa sonora incluso en inicio de palabra.[22]
labiales | dentales | alveolares | palatales | velares | |
---|---|---|---|---|---|
oclusivas sordas | p | t | - | tʃ | k |
oclusivas sonoras | b | d | - | ʝ | g |
fricativas | f | θ | s | ʃ | - |
nasales | m | - | n | ɲ | - |
laterales | - | - | l | ʎ | - |
vibrantes | - | - | r / ɾ | - | - |
El fonema /ʝ ~ j/ tiene varios alófonos [ɟʝ ~ dʒ] (tras pausa o nasal) y [ʝ ~ ʒ] en el resto de contextos.
El leonés se escribe con el alfabeto latino, pero carece de una norma escrita oficialmente regulada. Algunas asociaciones han propuesto un estándar propio, diferenciado de los ya existentes en el dominio lingüístico (como el aplicable en Asturias, regulado por la Academia de la Lengua Asturiana, o el Anstituto de la Lhéngua Mirandesa, aplicable al mirandés de Miranda do Douro), en tanto que otras asociaciones y escritores de León y Zamora proponen seguir las normas ortográficas de la Academia de la Lengua Asturiana.[20][23]
La Academia de la Lengua Asturiana propone las siguientes soluciones para las variedades dialectales occidental y oriental:[24]
Como los grafemas ḥ y ḷḷ no aparecen en la mayoría de los tipos de letra empleados habitualmente tanto en los medios informáticos como en las publicaciones gráficas, suelen cambiarse, y así está admitido también, por h. y l.l («ts») respectivamente.
Localización | Bloque lingüístico | Texto | |
---|---|---|---|
Dialectos asturleoneses | |||
Habla de Carreño | Asturias | Asturleonés Central | Tolos seres humanos nacen llibres y iguales en dignidá y drechos y, pola mor de la razón y la conciencia de so, han comportase fraternalmente los unos colos otros.[25] |
Habla de Somiedo |
Asturias | Asturleonés Occidental | Tódolos seres humanos nacen ḷḷibres ya iguales en dignidá ya dreitos ya, dotaos cumo tán de razón ya conciencia, han portase fraternalmente los unos conos outros.[26] |
Habla de Sanabria
(Pachuecu) |
Zamora | Asturleonés Occidental | Todos os seres humanos ñacen llibres y eiguales en dignidá y dereitos y, dotaos cumo están de razón y conciencia, han portase fraternalmente os unos conos outros.[27] |
Paḷḷuezu |
León | Asturleonés Occidental | Tódolos seres humanos nacen ḷḷibres ya iguales en dignidá ya dreitos ya, dotaos cumo tán de razón ya conciencia, han portase fraternalmente los unos conos outros.[26] |
Cabreirés |
León | Asturleonés Occidental | Tódolos seres humanos ñacen llibres y iguales en dignidá y dreitos y, dotaos cumo están de razón y concéncia, han portase fraternalmente los unos pa coños outros.[28] |
Mirandés |
Trás-os-Montes (Portugal) | Asturleonés Occidental | Todos ls seres houmanos nácen lhibres i eiguales an denidade i an dreitos. Custuituídos de rezon i de cuncéncia, dében portar-se uns culs outros an sprito de armandade.[29] |
Hablas de transición | |||
Extremadura / Salamanca | Hablas de transición entre castellano y asturleonés | Tolos hombris nacin libris i egualis en digniá i derechus i, comu gastan razon i concéncia, ebin comportal-se comu hermanus los unus conos otrus.[30] | |
Cantabria | Tolos seris humanos nacin libris y egualis en dignidá y drechos y, dotaos comu están de razón y concencia, tienin de comportase comu jermanos los unos conos otros.[31] | ||
Otras lenguas romances | |||
Portugués | Portugal | Portugués | Todos os seres humanos nascem livres e iguais em dignidade e em direitos. Dotados de razão e de consciência, devem agir uns para com os outros em espírito de fraternidade. |
Gallego | Galicia | Gallego | Todos os seres humanos nacen libres e iguais en dignidade e dereitos e, dotados como están de razón e conciencia, débense comportar fraternalmente uns cos outros. |
Español | España | Español | Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. |
Catalán | Cataluña | Catalán | Tots els éssers humans neixen lliures i iguals en dignitat i drets i, dotats com són de raó i consciència, han de comportar-se fraternalment els uns amb els altres. |
Los sustantivos tienen dos géneros: masculino y femenino, así como dos números: singular y plural. Las principales terminaciones, por género y número, son:
Los adjetivos tienen dos géneros: masculino y femenino, así como dos números: singular y plural. Las principales terminaciones, por género y número, son:
El adjetivo en leonés concuerda en género y número con el sustantivo, al igual que sucede en otros idiomas latinos como el castellano, el francés, el portugués o el italiano.
El leonés incluye el artículo en posición antepuesta al determinante posesivo, como sucede en gallego o italiano.
Los artículos en leonés son:
Masculino | Femenino | Neutro | |
---|---|---|---|
Singular | el | la | lo |
Plural | los | las / les |
Los pronombres personales en leonés son:
El leonés presenta los siguientes determinantes demostrativos:
Singular
Plural
En leonés existen tres conjugaciones:
El leonés carece de tiempos compuestos en su sistema verbal, contando con un sistema en que las acciones se subdividen en las categorías:
El leonés divide el modo en modo indicativo y modo subjuntivo.
El leonés realiza apostrofaciones, especialmente con los artículos: l'amigu (el amigo).
El leonés realiza contracciones entre artículos y otros determinantes: na (en la).
Leonés | Leonés de transición | Transición | Gallego de transición | Gallego | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Zona I | Zona II | ||||||
Localidades | |||||||
Ancares / Fornela | Chano | Guímara | Lumeras | ||||
El Bierzo | Sancedo | Lillo del Bierzo | Fontoria | San Miguel de Arganza | Magaz de Arriba | ||
La Cabrera | Benuza | Castroquilame | Puente de Domingo Flórez | ||||
Sanabria | San Ciprián | Rihonor | Pías | ||||
Isoglosas | |||||||
-LL- | ll | l | l | ||||
-L- | l | l | ø | ||||
-NN- | ñ | n | n | ||||
-N- | ñ | n | ø | ||||
Ĕ, Æ, Ŏ | diptongación | adiptongación | |||||
S + yod | queisu | queišo | |||||
Presentes VĔNIO | vengo | veño |
La transformación del latín al leonés se produce de un modo progresivo e imperceptible como sucede en el resto de las lenguas, así que es imposible datar con precisión cuándo el latín se convierte en leonés. A partir de Asturias se extendió hasta casi Andalucía. En la Edad Media se consideraba que el leonés era preferido para la literatura, sin embargo, el castellano lo fue desplazando desde muy pronto.[35]
En el siglo VIII, la lengua de la Iglesia y la administración era tan diferente de la hablada que ya se puede pensar en dos sistemas diferentes: el latín y el romance. Así, en el siglo X tenemos un escrito en lengua romance, la Nodicia de Kesos, en la que el romance de esa época sustituye al latín en un acto rutinario de compra-venta. Se considera a la lengua de este escrito como la antesala del asturleonés.[36]
La lengua empleada en la escritura de todo tipo de actos va a ser progresivamente el asturleonés en el territorio del reino de León.[13] Es por tanto, una lengua que se emplea a nivel administrativo, público y privado: testamentos, cartas de venta, todo en este periodo está redactado en romance asturleonés. Incluso se redactan escritos legales como pueden ser el Fuero juzgo y los fueros concedidos a diversas ciudades como Avilés, Oviedo, León, Zamora o Salamanca.[41][42] En este periodo se percibe un acercamiento hacia la consecución de una homogeneización lingüística que pudiera tener un uso cancilleresco.[43] Fuera del ámbito administrativo y jurídico, se distinguen rasgos del leonés del siglo XIII en manuscritos como el Libro de Alexandre o la Disputa de Elena y María, probablemente introducidos por copistas leoneses.[44][45][46]
Incluidos ya los territorios leoneses bajo la órbita castellana, y en el tiempo en el que se podrían dar las circunstancias adecuadas para un desarrollo como lengua de prestigio y cultura, el castellano va a sustituir al leonés en estos ámbitos, al igual que en la vecina Galicia, postergándolo al uso oral, como pasara antes con el latín. En consecuencia, va a haber un distanciamiento importante entre la lengua hablada y la lengua escrita, el castellano.[47]
Desde este siglo hasta el siglo XVIII puede hablarse de este periodo como el de los siglos oscuros, donde al igual que en otras zonas de la península ibérica y de Europa, las lenguas de los estados resultantes, en un proceso de centralización, van a marginar a las del resto de esos territorios, quitando homogeneización lingüística y cultural que pone en peligro la existencia de algunas lenguas y lleva a la fragmentación dialectal de estas.[48]
En la Edad Moderna la producción en leonés se centra en el campo literario donde autores como Juan del Enzina, Lucas Fernández o Torres Naharro publican obras utilizando el leonés, especialmente las centradas en las églogas.[49]
En esta época aparecen las primeras obra poéticas en asturleonés moderno. Destacan los autores sayagueses Gómez Suárez de Figueroa, con unas Redondillas en loa del S.P. Ignacio, compuestas con motivo de las Fiestas que hizo el Insigne Collegio de la Compañía de Jesús Salamanca en 1610, y Manuel Herrera de Gallinato, con otras redondillas en sayagués en honor al Príncipe Baltasar Carlos, publicadas en 1629 también en Salamanca.[50]En 1639 se publica en Asturias el Pleitu ente Uviéu y Mérida[51] de Antón de Marirreguera.
Con el movimiento de la ilustración se atisba un impulso por la recuperación de las lenguas (dialectos en la terminología de la época), con Jovellanos proponiendo la creación de una Academia, una gramática y un diccionario del bable,[52] nombre aplicado también al asturleonés. Igualmente hay una actividad literaria que hace presentir la posibilidad de una continuidad de la literatura asturleonesa desde la Edad Media.[53] Otro autor destacado es el salmantino Torres Villarroel.
Es en este momento con el Romanticismo, al igual que en toda Europa, cuando las lenguas cobran un empuje en la literatura y en la cultura de entonces. En el dominio lingüístico asturleonés se sigue este camino. En Miranda se traducen los Evangelios,[54] como en León donde podemos añadir la existencia de poesía de carácter menor.[1] Es en Asturias donde recobra más fuerza, debido sobre todo a la presencia de la universidad. Así habrá propuestas de gramática, diccionarios y una abultada literatura con autores como José Caveda y Nava o Juan María Acebal.[53]
A principios de siglo sigue este periodo de recuperación con un acercamiento a los modelos estéticos de la época, con gente como José García Peláez («Pepín de Pría») y sobre todo el Padre Galo Fernández («Fernán Coronas»), autor de una poesía en tono melancólico en la que afronta la realidad lingüística de Asturias, León, Zamora y Miranda como base para el acceso a una lengua de prestigio.[55] Con la guerra civil española y el periodo posterior de la dictadura franquista, este proyecto se detiene y cae en el olvido. En los años 70 vuelve a retomarse el proyecto y cuaja en la creación de la Academia de la Llingua, organismo oficial, en un crecimiento literario y en una demanda social por la lengua, que contribuye a la presencia de la misma en la escuela asturiana y mirandesa, junto a una petición amplia por la oficialidad de la misma (ya alcanzada en el caso mirandés).[56][57] Nada más quedaría incluir a León y Zamora en ese proceso normalizador que concierne a todo el dominio.
Eva González Fernández, nacida en Palacios del Sil, es la escritora más importante en lengua leonesa de este periodo. Su escritura surge totalmente de la tradición oral, siguiendo inclusive su métrica, estilo y mismo ritmo.[58] Su hijo Roberto González-Quevedo, miembro de la Academia de la Llingua Asturiana, continúa con la labor de dignificación y difusión del leonés emprendida por su madre.[59]
Fruto de diversas iniciativas colectivas, y sucesora de diversas aportaciones personales realizadas en la década de los ochenta, en 1994 nace en León Facendera pola Llengua, colectivo que defiende un nuevo papel para el asturleonés. Desde su creación organiza cursos, charlas y todo tipo de actividades conducentes a llenar los grandes vacíos de información que tiene la sociedad leonesa y zamorana. Su objetivo es acercar la realidad de la lengua asturleonesa, su historia, su literatura y su situación.[60]
Florecimiento de la literatura leonesa. Roberto González-Quevedo se convierte en el escritor más reconocido y prolífico en lengua leonesa.[61] Tras él surge una nueva generación de escritores, apadrinados en su mayoría por el escritor y editor Xosepe Vega Rodríguez y el proyecto editorial de Libros Filandón,[62] el cual pretende servir de soporte de desarrollo a la literatura y la creación de autores leoneses, pero en especial a la expresión creativa en las hablas tradicionales de esa región.[62] Se inicia una reivindicación más acentuada por parte de asociaciones culturales que piden una implicación institucional completa respecto a la protección y promoción del uso del leonés,[63] y a iniciativa de la Universidad de León se celebran una serie de congresos lingüísticos con la pretensión de sentar las bases de una normalización lingüística.[20]
La investigación sobre el leonés como lengua comienza, a nivel internacional, en el siglo XIX. El alemán Gessner publicará Das Altleonesische en Berlín en el año 1867, identificando a la lengua del antiguo reino de León como leonés.[64] En Santiago de Chile, Hanssen publica, en 1896, sus Estudios sobre la conjugación leonesa.[65]
El comienzo del siglo XX es el punto en el que los estudios y la producción de obras en leonés alcanzan un gran nivel. Menéndez Pidal realizó en 1906 un estudio sobre todo el dominio lingüístico asturleonés, creando una escuela que marcará la pauta no sólo de la filología española, sino también internacional.[33] El estudio sobre el leonés no sólo se centra en la realidad presente sino también en el leonés de la Edad Media. El sueco Erik Staaf publica el Étude sur l'ancien dialecte léonnais d'après les chartes du XIIIÈ siècle en 1907 y el propio Hanssen publicará en 1910 Los infinitivos leoneses del Poema de Alexandre.[66]
Los filólogos de talla internacional, como el alemán Krüger, se interesan por los estudios sobre el leonés y tras un estudio sobre el occidente (1906), estudia el leonés en Sanabria (1923).[67] En 1999 la profesora bretona de filología Janick Le Men publicó Léxico Leonés.[68]
Otros filólogos publicarán trabajos sobre el leonés en determinadas comarcas y regiones. Santiago Garrote lo hace sobre Astorga, Agustín Blánquez sobre Alcañices, Puebla de Sanabria y La Bañeza, y Américo Castro que en su obra de 1913 Contribución al estudio del dialecto leonés de Zamora analiza el leonés en esa provincia.[69] En Salamanca, donde el leonés ha sido menos estudiado, el lingüista y catedrático Antonio Llorente Maldonado estudió la extinta habla riberana, otorgándole un «eminente carácter dialectal leonés occidental, con abundantes rasgos arcaizantes», identificando en ella además elementos comunes con el sayagués y el mirandés.[70]
Posteriormente, durante la segunda mitad del siglo XX y primera del siglo XXI, se realizarán varios estudios lingüísticos centrados en las hablas leonesas tradicionales que aún hoy (2010) mantienen hablantes patrimoniales. Entre otros ejemplos, en 1948, la etnóloga María Concepción Casado Lobato publicó El Habla de Cabrera Alta;[28] en 1959 el filólogo Ángel R. Fernández González publicó El habla y la cultura popular de Oseja de Sajambre;[71] en 1985 el filólogo y profesor Guzmán Álvarez Pérez publicó El habla de Babia y Laciana;[72][73] en 2001 el filólogo Roberto González-Quevedo publicó La Fala de Palacios del Sil;[26] Margarita Álvarez Rodríguez publicó en 2010 un completo estudio de los rasgos fonéticos, morfológicos y de vocabulario propios de Valdesamario[74] y en 2011 el profesor Fernando Bello publicó Léxico y literatura de tradición oral en el entorno de Las Médulas.[75] Estos trabajos fueron complementados por diferentes diccionarios y recopilaciones de vocabulario: Vocabulariu de Palacios del Sil, de Roberto González-Quevedo,[76] Vocabulariu de La Baña, de Jonatan Rodríguez Bayo,[77] El vocabulario del Concejo de la Lomba en las montañas de León, de César Morán Bardón,[78] la obra póstuma de José Díaz y Díaz-Caneja y de Olegario Díaz-Caneja, finalizada antes de 1965, se publicó en el año 2001 con el título de Vocabulario sajambriego;[79] Diccionario de Sanabrés y Nuevo Diccionario de Sanabrés,[80] de José Domingo Martín Álvarez o Voces del Eria: usos del dialecto leonés en la Valdería de Isidora Rivas Turrado,[81] entre otros.
A finales del 2017, y con el respaldo económico de la Junta de Castilla y León, la Universidad de León comenzó el desarrollo del embrión de la «Cátedra de Estudios Leoneses», principalmente en lo que será su organización y encaje en la estructura universitaria. Además, está previsto que, una vez puesta en marcha, la cátedra también abra la puerta a la enseñanza del leonés y que los escolares lo escojan como una materia más en su formación académica.[82]
Lingüísticamente se considera que dentro del dominio lingüístico asturleonés, las denominaciones conocidas como leonés, asturiano o mirandés forman parte de una macrolengua, entendida como una lengua que existe en forma de diferentes variedades lingüísticas,[84] en donde los trazos isoglóticos, especialmente en el vocalismo y en los grupos cultos, evolucionan de occidente a oriente compartiendo así algunos rasgos con el galaicoportugués y el castellano.[33][53][85]
Por extensión geográfica, la lingüística describe que los trazos fundamentales de la lengua asturleonesa se extienden actualmente por Asturias, León, Zamora y Miranda do Douro. El carácter común del asturleonés en todos estos territorios, no se caracteriza por ser una agregación de un dialecto asturiano, otro leonés, otro zamorano, otro salmantino y otro mirandés; la primera división científica del asturleonés, que describe la lingüística, es precisamente otra, vertical y dividida en tres bloques dialectales transfronterizos compartidos principalmente entre Asturias y León: Occidental, Central y Oriental. Solamente en un segundo nivel de análisis se podrían describir entidades menores. Las entidades políticas o administrativas y los espacios lingüísticos raramente coinciden biunívocamente, lo más habitual es que las lenguas sobrepasen las fronteras y no coincidan con ellas.[86][87][88][89]
No existe ningún censo lingüístico que permita conocer con precisión cuál es el número real de hablantes de leonés en las provincias de León y de Zamora. Las estimaciones realizadas oscilan entre los 5000 y los 50 000 hablantes.
Estudio sociolingüístico | N.º de hablantes |
---|---|
II Estudiu sociollingüísticu de Lleón (Identidá, conciencia d'usu y actitúes llingüístiques de la población lleonesa).[97] | 50 000 |
Boletín de Facendera pola Llengua y la Cultura de las Comarcas Llionesas.[1] | 25 000 |
El asturiano-leonés: aspectos lingüísticos, sociolingüísticos y legislación.[46] | 20 000 a 25 000 |
Linguas en contacto na bisbarra do Bierzo: castelán, astur-leonés e galego.[10] | 2500 a 4000* |
Algunos estudios sociolingüísticos afirman que un 82,6 % de los asturianos encuestados opinan que no existe asturiano más allá de las fronteras de la comunidad autónoma asturiana.[98] Otros estudios realizados en los municipios leoneses que lindan con Asturias afirman que un 65 % de los encuestados creen no estar de acuerdo o poco de acuerdo en que el habla tradicional de León tenga unidad lingüística con el asturiano; paradójicamente, en este mismo estudio, los hablantes denominan mayoritariamente a la lengua como asturleonesa.[99][100]
Denominación del habla | Porcentaje |
---|---|
asturleonés | 18,5 % |
castellano | 15,7 % |
paḷḷuezu | 15,5 % |
bable | 15,5 % |
ḷḷacianiegu | 8,7 % |
asturianu | 5 % |
Esta incongruencia es debida principalmente a que un 30 % de la población leonesa no tiene interiorizada la idea de que el asturiano o leonés sea un idioma diferente del castellano.[101]
Por otra parte una cuarta parte de los leoneses dice entender el habla tradicional y el 67,2 % de los leoneses se muestra favorable a colaborar con Asturias en política lingüística. Casi el 50 % se muestra a favor de que el habla tradicional (ya sea denominada leonés, asturleonés, fala o bable) adquiera un reconocimiento jurídico pleno en el Estatuto de Autonomía, frente a un 42 % que no estaría nada o poco de acuerdo.[101]
Independientemente del nombre que se le dé a las hablas tradicionales, éstas generalmente han gozado de poca reputación entre los propios hablantes, sobre todo en el ámbito rural. Hasta el punto de querer ocultarlas en presencia de forasteros, considerándolas burdas y propias de analfabetos frente al castellano, lengua a la que otorgarían mayor prestigio social. En el estudio Límites del dialecto leonés occidental en Alcañices, Puebla de Sanabria y La Bañeza de 1907 se refleja claramente esa connotación negativa que tiene el hablante hacia su propia lengua:
Véase á propósito de esto lo que me ocurrió entre otros en Rioconejos, pueblo del partido de Puebla de Sanabria. Conversaba con el alcalde, el pedáneo y otros cuatro ó cinco hombres más: á la entrada del pueblo había yo encontrado dos mujeres que llevaban las vacas á unos prados, y preguntándolas por la casa del alcalde: vai por ende, me dice una de ellas, creo que la más joven, y á la dreita á la vuolta está la casa: esto me indicó desde luego que el dialecto debía estar allí bastante vivo; sin embargo, hablé con ellos de cosas indiferentes primero, y observé algunas palabras leonesas; hice después preguntas, y al saber mi objeto, los que hablaban antes casi á la vez, se callaron, y sólo uno, el que parecía ó se tenía por más culto, contestaba negando que allí se dijese cousa, outru, me mueyo, etc., y los demás se limitaban á decir: «no, no, señor: aquí no se dice eso; eso es por ahí por la sierra; los de Cabrera sí que habran así.» Por fin pude convencerles de que nada malo significaba para ellos; que su lenguaje no era de incultos, que era un dialecto tan respetable como el gallego, el catalán, etc.: entonces el alcalde, que parecía un buen sujeto, me confesó que, efectivamente, tal era el habla, si bien tendía á desaparecer.Agustín Blánquez Fraile.
Sólo el mirandés goza de reconocimiento oficial en el municipio de Miranda de Duero en virtud de la Ley n.º 7/99, de 29 de enero de 1999 de la República Portuguesa (Reconocimiento oficial de derechos lingüísticos de la comunidad mirandesa)[57] mientras que en las comunidades autónomas españolas de Castilla y León y Asturias sólo se menciona a la lengua para indicar que será objeto de protección, uso y promoción, sin que haya ningún reconocimiento de oficialidad.[3] Desde la Convención Ortográfica de la Lengua Mirandesa se habla de 'zonas leonesas en Portugal', y se identifica al mirandés como una lengua que, aún perteneciendo al mismo dominio lingüístico que el asturiano o leonés, se cree conveniente la utilización de una ortografía más cercana al portugués.[23]
En octubre de 2005 las asociaciones culturales Facendera pola Llengua Llionesa, Furmientu y Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana emiten un comunicado conjunto en el que piden, atendiendo al debate de la reforma estatutaria en Asturias y en Castilla y León, responsabilidad a los representantes políticos para lograr el máximo grado posible de protección, estatus jurídico y normalización del idioma. En ese sentido, dichas asociaciones entienden que es interesante el uso de un término común para referirse al idioma que, en línea con la realidad sociopolítica de León y Zamora, no cree confusión ante las instituciones españolas y europeas y deje claro que se está hablando de la misma lengua que la que se menciona en el Estatuto de Autonomía de Asturias.[102]
El leonés se cita y su protección se reconoce en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León,[103] en el artículo 5.º del Título Preliminar:[14]
El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación.
En noviembre de 2008, la asociación Furmientu presentó ante el procurador del Común de Castilla y León una queja frente a la Consejería de Educación y la Consejería de Cultura y Turismo,[63] solicitándole que instara a dichas consejerías a desarrollar y llevar a cabo los aspectos recogidos en el artículo estatutario n.º 5.2.[104] Como consecuencia de esa queja, en mayo de 2009 el procurador del Común recriminó al gobierno autonómico por no fomentar el leonés, pese a figurar en el propio estatuto, y dio la razón a Furmientu enviando a la administración autonómica una resolución formal instando a «...impulsar la correspondiente iniciativa legislativa a través del pertinente proyecto».[105]
En mayo de 2010 el PSOE presentó en las Cortes de Castilla y León una Proposición no de Ley para cumplir con la reforma del Estatuto y hacer efectivo el artículo 5.2,[104] permitiendo así la regulación, protección, uso y promoción del asturleonés en las zonas donde, por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad de Castilla y León, todavía se habla. En consecuencia las Cortes acordaron por unanimidad el impulso al leonés con medidas de protección específicas y la regulación para su uso y protección, debido principalmente a su valor patrimonial lingüístico y por ser una seña de identidad de la Comunidad autónoma.[106]
Ante esta propuesta, varias asociaciones culturales leonesas y zamoranas (El Teixu, La Caleya, Furmientu y Facendera pola Llengua) recibieron la noticia con cierto recelo, debido a que en otras ocasiones, declaraciones similares de apoyo acabaron quedando en simple retórica. En este sentido, en el mes de junio de 2010 estas mismas asociaciones enviaron un detallado informe al Consejo de Europa denunciando el incumplimiento total de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias por parte de la Junta de Castilla y León, a pesar de estar aprobado el citado artículo n.º 5.2. del Estatuto de Autonomía.[107]
En diciembre de 2010 el Partido Popular rechazó en las Cortes la enmienda presentada por el PSOE, a pesar de que en el mes de mayo todos los grupos parlamentarios aprobaran por unanimidad que la Junta de Castilla y León impulsaría el leonés con medidas de protección específica. Se materializó así la duda y el escepticismo negativo que las asociaciones culturales relacionadas con la recuperación de la lengua asturleonesa mostraron en el momento de ser presentada esta propuesta.[108]
En consecuencia y ante la pasividad de la Junta, en febrero de 2011 un nutrido grupo de asociaciones culturales de Castilla y León dedicadas a la defensa, promoción y estudio del gallego y el leonés (Furmientu, Xente Nova, Buraco, Campo Aliste, Agora, Ciudadanos del Reino de León, Documentación y Estudio de El Rebollar, Facendera, Fala Ceibe, El Teixu y La Caleya), se unieron en defensa de ambas lenguas en esta comunidad autónoma; pidiendo respeto y protección autonómica para las lenguas y hablas minoritarias, y reclamando a la Junta una política activa y respeto al Estatuto. Las asociaciones constituyentes de la Plataforma en Defensa del Gallego y del Leonés argumentaron que, la Junta de Castilla y León desatendía completamente la protección del leonés, haciéndolo de forma parcial en el caso del gallego. Asimismo, compararon esta situación con la de otras comunidades autónomas en las que sí se amparaba el patrimonio lingüístico distinto del castellano, siendo o no lenguas oficiales.[109] En 2017, el Consejo de Gobierno de Castilla y León concedió 200 000 euros para la dotación de una cátedra académica en la Universidad de León como parte del «apoyo al leonés por su valor dentro del patrimonio lingüístico».[82]
La Unesco clasifica al leonés dentro de las lenguas en alto riesgo de extinción. La precaria situación del leonés está directamente determinada por los siguientes condicionantes:[111]
La Unesco recomienda los siguientes planes de acción para garantizar la preservación de esta y otras lenguas minoritarias:[112][113]
La normalización lingüística es un proceso de establecimiento de normas lingüísticas que tiene por objeto hacer de una lengua un instrumento adecuado para la comunicación. Para conseguir la normativización debe contarse o crearse con una ortografía, una gramática normativa y un diccionario normativo. Esta tarea está a cargo de especialistas normalmente congregados en una academia o institución semejante. En lo que se refiere a la lengua leonesa, su normalización se está desarrollando en un proceso lento y complejo, debido en parte a varios factores, como por ejemplo la falta de medidas reales de actuación por parte de la Junta de Castilla y León, ausencia de colaboración institucional entre los diferentes territorios del dominio lingüístico, e incluso discrepancias, sobre todo en la consecución de un estándar lingüístico, por parte de las diferentes asociaciones que promueven el leonés.
En mayo de 2008 la Universidad de León organizó un congreso sobre la lengua leonesa en el que se planteó el reto de analizar cuál debe ser el papel que jugará el leonés en el siglo XXI. En él participaron expertos y especialistas con experiencia en procesos similares de recuperación y normalización lingüística de lenguas minoritarias. También participaron representantes de algunas de las diferentes asociaciones culturales, que pese a tener diferentes planteamientos, les une el objetivo común de promover el uso del leonés. Por un lado existe un grupo de asociaciones culturales que se posicionan a favor de la normalización conjunta de todo el dominio lingüístico asturleonés y no les supone un problema el empleo de las normas ortográficas y gramaticales de la Academia de la Lengua Asturiana:[20] El Teixu[114] y Furmientu en Zamora, La Caleya y Facendera pola Llengua en Astorga. Y por otro estarían las asociaciones afines a la ideología de Conceyu Xoven quienes consideran a la lengua leonesa diferente de la asturiana y promueven el uso de un código escrito diferenciado: El Fueyu y L’Alderique en León y El Toralín en la comarca de El Bierzo.[115]
En este congreso se destacaron las siguientes propuestas y medidas a adoptar para encaminarse hacia una normalización lingüística:[20]
Toponimia tradicional | Toponimia en castellano |
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Los Argüeḷḷos / Argüeyos | Los Arguellos |
Ponteo | Pontedo |
Gordón | Gordón |
Foyyeo | Folledo |
Sayambre | Sajambre |
Valdión | Valdeón |
El Bierzu | El Bierzo |
La Cabreira | Cabrera |
Maragatos | Maragatería |
Cepeda | Cepeda |
Oumaña | Omaña |
Babia | Babia |
Ḷḷaciana | Laciana |
Palacios del Sil | Palacios del Sil |
Furniella | Fornela |
Senabria | Sanabria |
Aliste | Aliste |
La Carbayeda | La Carballeda |
Sayagu | Sayago |
Las Arribes | Los Arribes |
El Rebollal | El Rebollar |
Desde la década de los 90 se han venido realizando una serie de actividades con el fin de promover el uso y la recuperación del leonés. Estas acciones han sido realizadas por asociaciones culturales y algunas instituciones:
La literatura escrita en leonés, como tal, no lo es prácticamente hasta bien entrado el siglo XX. Salvo algunos ejemplos, la mayoría de la literatura que se ha conservado ha sido gracias a la transmisión oral, si bien existen algunas obras escritas en leonés o en las que alguno de los dialectos del leonés tiene un peso significativo.
Fue a partir del siglo XIII cuando progresivamente se acentuó la sustitución del latín por la lengua romance en la documentación administrativa, tal y como se aprecia en la documentación medieval del Tumbo Viejo del Monasterio de San Pedro de Montes:[144]
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De ese mismo periodo se conocen varias obras romances, caracterizadas por la abundancia de leonesismos en sus textos, como el «Libro de Alexandre» , la «Disputa de Elena y María» o la «Crónica de Alfonso XI». En el caso de la primera obra, de la que se conservan dos ediciones manuscritas originales, algunos autores afirman que la amplia existencia de leonesismos en una de las ediciones podría ser debido al origen leonés del copista que transcribió la obra, transmitiendo así sin conciencia de ello hábitos lingüísticos de su lengua primera:[145]
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En el siglo XVI, en torno a la Universidad de Salamanca y bajo la firma de autores como Juan del Enzina o Lucas Fernández entre otros, surgió una producción de piezas teatrales pastoriles en dialecto sayagués caracterizadas por presentar rasgos leoneses básicamente fonéticos y apenas morfosintácticos, casi estereotipados junto con determinado léxico que buscaban la comicidad y la risa de sus contemporáneos, en el que lo sayagués se utiliza como paradigma de lo rural y tosco, exagerando e inventando expresiones que finalmente nada tendrían que ver con el propio dialecto sayagués.[46] Un ejemplo de una égloga sayaguesa en el «Romance de Gallinato»:
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A partir del siglo XIV la literatura leonesa fue generalmente popular y trasmitida oralmente, manifestándose principalmente en cuentos, leyendas, refranes, romances o cantares. La sociedad leonesa y zamorana era principalmente rural, y teniendo en cuenta el alto grado de analfabetismo que había, el único acceso que se tenía a la literatura era de forma oral.[146] El filandón o serano era donde esta literatura alcanzaba su máxima expresión; al calor de la lumbre y en horas nocturnas se reunían los vecinos y familiares de las aldeas celebrando así un acontecimiento social en donde se contaban historias, se cantaba, se bailaba y se hilaba.[147][148][149]
Esta literatura tradicional está caracterizada por varios aspectos:
Según afirma el lingüista especializado en lenguas minorizadas Juan Carlos Moreno Cabrera, el hecho de que una lengua carezca de escritura no significa que esté exenta de literatura o que no sea una lengua de cultura y añade como ejemplo que «Cada vez que muere un anciano en África es como si se quemase una biblioteca».[150]
Ejemplo de una típica copla empleada en canciones populares, generalmente acompañadas por pandereta o pandeiru cuadráu, de la que se pueden encontrar diversas versiones en la tradición oral:[151][152]
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Es a partir del siglo XIX cuando se vuelven a conocer nuevas muestras de literatura escrita. En 1847 se escribió el texto en dialecto cepedano «La parábola del fíu pródigu» de J.B. Dantín. También a partir de la segunda mitad de este siglo se escriben las «Cartas a Gallardo» en dialecto babiano. Trata sobre las reflexiones propias de su lengua que un hablante de leonés hace. La información en cuestión aparece de forma anónima y en forma de varias cartas que un corresponsal babiano envió al bibliógrafo y escritor Bartolomé José Gallardo y que el filólogo Emilio Alarcos Llorach publicó posteriormente:[153]
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Ya en el siglo XX, se editó en 1907 el libro Cuentos en dialecto leonés de Cayetano Álvarez Bardón. Es una recopilación de cuentos en prosa y verso procedentes de la Ribera alta del Órbigo, la Cepeda y la Montaña leonesa. Un fragmento de este libro:
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En 1921 se publicó la novela costumbrista «Entre Brumas» del astorgano José Aragón Escacena, quien fuera maestro rural en una aldea cabreiresa. Este libro, cuya acción se sitúa en los primeros años del siglo XX, cuenta en primera persona las relaciones y experiencias del protagonista en la Comarca de La Cabrera. En la voz de su autor reproduce en ocasiones un exagerado, y no del todo fiel, dialecto del pueblo de La Baña. Así se muestra en el siguiente fragmento:[32]
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Durante el siglo XX fueron pocas las muestras de literatura y no fue hasta finales del mismo cuando volvió a resurgir la producción literaria. De este último periodo sobresalen las poesías de la escritora Eva González. Su estilo se ha caracterizado por surgir de la tradición oral, adoptando así su métrica, estilo y mismo ritmo. Junto a su hijo Roberto González-Quevedo han sido unos de los autores más destacados en dialecto paḷḷuezu.
En Laciana surgió un movimiento en defensa del patrimonio cultural autóctono al que se sumaron nuevos escritores en leonés (González-Banfi, Néstor Baz, Severiano Álvarez, Emilce Núñez, etc), en su mayoría gracias a la revista El Calecho, que se editaba en Villablino.
En 1996 se editó el libro «Cuentos de Lleón (antoloxía d'escritores lleoneses de güei)». Se trata de un conjunto de relatos de autores leoneses coordinados por el lingüista Héctor Xil,[154] muchos de ellos nuevos hablantes que, de alguna manera, pudo marcar el punto de inicio desde el que se comenzó a considerar la posibilidad de fomentar y recuperar la lengua leonesa.
Posteriormente han destacado nuevamente en el mapa leonés autores como el prolífico Roberto González-Quevedo o Xosepe Vega (responsable de Llibros Filandón, editorial astorgana que publica poesía y narrativa en asturleonés), entre otros, quienes suelen escribir en un asturleonés de base dialectal en paḷḷuezu y cabreirés respectivamente, y cuya escritura rompe con la tradición oral de temática rural, moralizante y de diálogo y se caracteriza por seguir las pautas y líneas contemporáneas.
Entre tanto aparecen nuevos nombres en el panorama literario de León y Zamora que constatan el creciente interés por esta lengua: Juan Andrés Oria de Rueda, Francisco Pozuelo, Emilio Gancedo, Ramón Rei, Dori Barrio.[46][155]
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